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Ver la versión completa : El punto de vista bíblico ¿Arderán los malvados en el infierno?



Davidmor
11/11/2011, 14:56
GERTRUDE, predicadora pentecostal, se aferraba a su creencia de un infierno ardiente. Cualquier alusión a que dicho lugar no existiera ofendía su sentido de justicia. Pensaba que sin las llamas del infierno, muchos crímenes horribles quedarían impunes. Y no tenía ninguna intención de cambiar su postura, pues decía: “No quisiera adorar a Dios si no hubiera un infierno de fuego para los inicuos”.

¿Arderá la gente mala en el infierno como enseñan muchas religiones? Y si no es así, ¿qué castigo recibirán?

El primer castigo divino

La Biblia enseña que Dios creó perfectos a nuestros primeros padres, Adán y Eva (Génesis 1:27; Deuteronomio 32:4). Los puso en un jardín paradisíaco y les dio la oportunidad de vivir para siempre. Sin embargo, debían respetar esta restricción impuesta al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás” (Génesis 2:16, 17).

Lamentablemente, ellos no pasaron aquella sencilla prueba de lealtad y obediencia, y el Creador no tuvo más remedio que sentenciarlos a muerte. “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Génesis 3:19.)

Si Adán y Eva hubieran estado en peligro de quemarse en el infierno, ¿no les habría advertido Dios? No obstante, él ni siquiera
insinuó que sufrirían después de morir, [NI SE LO DIJO A LOS ISRAELITAS,NI A MOISÉS]. ¿Cómo iban a sufrir si no tenían un alma inmortal que sobreviviera a la muerte? La Biblia dice claramente: “El alma que peca... ella misma morirá” (Ezequiel 18:4).

Por ser el Dador de la vida, nuestro Creador sabe todo cuanto hay que saber respecto a la vida y la muerte. Él nos dice en su Palabra que “los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5). Por eso era imposible que Adán y Eva sufrieran en un infierno ardiente al morir. Sencillamente volvieron al polvo y dejaron de existir, pues ya no tenían “conciencia de nada en absoluto”.

¿Hay sufrimiento después de la muerte?

La Biblia dice en Romanos 5:12: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres”. Por lo tanto, ¿es razonable creer que las personas pagan por sus pecados en el infierno, cuando Adán —el culpable de que todos muramos— simplemente se convirtió en polvo? (1 Corintios 15:22.)

Todo ser humano está sujeto a la misma ley que Adán: “El salario que el pecado paga es muerte”. Además, cuando muere, queda “absuelto de su pecado” (Romanos 6:7, 23). Pero si tanto los buenos como los malos tienen el mismo final y nadie sufre tras la muerte, ¿cómo se ocupará Dios de hacer justicia?

La justicia divina

El propósito de Dios para la humanidad obediente no ha cambiado desde que creó a la primera pareja y les mandó tener hijos y cuidar de la Tierra (Génesis 1:28 ). Su voluntad sigue siendo la misma, pues siglos más tarde declaró: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29).

Observe que los justos vivirán en la Tierra y gozarán de salud y felicidad perfectas. El propósito original de Dios de llenar el planeta de personas justas “tendrá éxito seguro”. Y se cumplirá cuando él reemplace este inicuo sistema de cosas con un nuevo mundo (Isaías 55:11; Daniel 2:44; Revelación [Apocalipsis] 21:4).

Los miles de millones de personas que han muerto sin conocer los requisitos divinos resucitarán y recibirán instrucciones para vivir en el nuevo mundo (Isaías 11:9; Juan 5:28, 29). Sin embargo, quienes no deseen regirse por las leyes divinas serán castigados con “la muerte segunda”, es decir, una muerte de la cual no despertarán jamás (Revelación 21:8; Jeremías 51:57).

Por ser un Dios de amor, es inconcebible que Jehová torture a las personas en un infierno de fuego (1 Juan 4:8 ). Pero tampoco tolerará la maldad para siempre. De ahí que Salmo 145:20 nos asegure que él “está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará”. No cabe duda de que Jehová es un Dios amoroso y justo.

[Nota]

En la Biblia, “alma” significa toda la persona, no algo separado del cuerpo. Génesis 2:7 dice: “Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente”. Como se ve, Adán no recibió un alma independiente del cuerpo, sino que él mismo era un alma viviente.

¿SE LO HA PREGUNTADO?
▪ ¿Tenemos un alma inmortal? (Ezequiel 18:4.)
▪ ¿En qué estado se encuentran los muertos? (Eclesiastés 9:5.)
▪ ¿Cómo castigará Dios a los malvados? (Salmo 145:20.)

[Comentario]
“Los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto.” (Eclesiastés 9:5)

Davidmor
11/11/2011, 15:02
Palabra que emplean la traducción católica Torres Amat, la Versión Valera de 1909 y otras para traducir el término hebreo scheʼóhl y el griego hái‧dēs. Torres Amat no es consecuente en la traducción de scheʼóhl, pues lo traduce (a veces con añadidos en bastardillas) “infierno(s)” 42 veces; “sepulcro” 17 veces; “muerte” 2 veces, y “sepultura”, “mortuorias”, “profundo”, “a punto de morir” y “abismo” 1 vez cada una. En la Versión Valera de 1909, scheʼóhl se traduce “infierno” 11 veces, “sepulcro” 30 veces, “sepultura” 13 veces, “abismo” 3 veces, “profundo” 4 veces, “huesa” 2 veces, “fosa” 2 veces y “hoyo” 1 vez. Esta misma versión siempre traduce hái‧dēs por “infierno(s)”, traducción que siguen las versiones Torres Amat, Scío de San Miguel y Nácar-Colunga, salvo en Hechos 2:27, 31.

No obstante, otras versiones actuales son más uniformes en la traducción. Por ejemplo, la Versión Valera (revisión de 1960) translitera la palabra original como “seol” 65 veces y emplea “profundo” 1 vez, mientras que utiliza “Hades” siempre que aparece en las Escrituras Griegas. Otro tanto ocurre con la palabra griega Gué‧en‧na que, aunque algunos la vierten por “infierno” (8 veces en la Versión Valera de 1909), se suele transliterar en la mayoría de las traducciones españolas.

Con respecto al uso de “infierno” para traducir estas palabras originales del hebreo y del griego, el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento (de W. E. Vine, 1984, vol. 2, pág. 187) dice: “HADĒS [...]. Corresponde con ‘Sheol’ en el AT [Antiguo Testamento]. En la RV [Revisión de 1909 de la Versión Valera] del AT y del NT, ha sido desafortunadamente traducido ‘infierno’”.

La Collier’s Encyclopedia (1986, vol. 12, pág. 28 ) dice con respecto al “infierno”: “Primero representa al Seol hebreo del Antiguo Testamento y al Hades griego de la Septuaginta y del Nuevo Testamento. Puesto que el Seol de los tiempos veterotestamentarios se refería simplemente a la morada de los muertos sin indicar distinciones morales, la palabra ‘infierno’, según se entiende hoy día, no es una traducción idónea”.

Es precisamente su acepción moderna lo que hace que el término “infierno” sea una traducción tan poco ‘idónea’ de las palabras bíblicas originales. La Nueva Enciclopedia Larousse (1981, vol. 5, pág. 5201) dice bajo “Infierno”: “Originariamente, la voz designaba lo que queda situado ‘más abajo’ o ‘inferior’ al espectador”. Así pues, la palabra “infierno” originalmente no comunicó ninguna idea de calor o tormento, sino simplemente la de un lugar “más abajo” o “inferior”, de modo que su significado era muy similar al del scheʼóhl hebreo. Es interesante que incluso en la actualidad esta palabra significa, según la misma enciclopedia, “lugar subterráneo en que sienta la rueda y artificio con que se mueve la máquina de la tahona”.

El significado que se le da hoy a la palabra “infierno” es el mismo que tiene en la Divina Comedia de Dante y el Paraíso Perdido de Milton, que es completamente ajeno a la definición original de la palabra. Sin embargo, la idea de un “infierno” de tormento ardiente se remonta a mucho antes de Dante o Milton. La Grolier Universal Encyclopedia (1971, vol. 9, pág. 205) dice bajo “Infierno”: “Los hindúes y los budistas ven el infierno como un lugar de purificación espiritual y restauración final. La tradición islámica lo considera un lugar de castigo eterno”. La idea de sufrir después de la muerte también se halla entre las enseñanzas religiosas paganas de los pueblos antiguos de Babilonia y Egipto. Las creencias babilonias y asirias hablaban de un “mundo de ultratumba [...] plagado de horrores, [...] presidido por dioses y demonios de gran fuerza y fiereza”. Los antiguos escritos religiosos de los egipcios, si bien no decían que hubiese lugar donde se padeciese eternamente en el fuego, hablaban de la existencia de un “mundo inferior” en el que había “calderas” para arrojar a los réprobos. (The Religion of Babylonia and Assyria, de Morris Jastrow, Jr., 1898, pág. 581; El Libro de los Muertos, edición de Juan B. Bergua, Madrid, 1964, págs. 82-85.)

El dogma del “infierno” ha sido una enseñanza fundamental de la cristiandad durante muchos siglos, por lo que no extraña en lo más mínimo el comentario publicado en The Encyclopedia Americana (1956, vol. 14, pág. 81): “Ha causado mucha confusión y desconcierto el que los primeros traductores de la Biblia tradujesen sistemáticamente el Seol hebreo y el Hades y el Gehena griegos por la palabra infierno. La simple transliteración de esas palabras en ediciones revisadas de la Biblia no ha bastado para paliar de modo importante esta confusión y malentendido”. Sin embargo, tal transliteración y el que las palabras originales se traduzcan de manera consecuente permite que el estudiante de la Biblia haga una comparación exacta de los textos en los que aparecen estas palabras originales, y llegue a una comprensión objetiva y correcta de su verdadero significado. (Véanse GEHENA (http://foros.monografias.com/showthread.php/59680-Gehena); HADES (http://foros.monografias.com/showthread.php/59682-%BFHADES-infierno?p=565892#post565892); SEOL; SEPULCRO; TÁRTARO.)

Ciro
16/11/2011, 14:10
Empiezo por lo último. El infierno:

Es evidente que palabras como seol, hades, infiernos, y cualquier palabra que indique lo mismo que esas acepciones, no se refieren al infierno cristiano.

No ha ido Jesús allí.

Gehenna es diferente, ya ha estado Jesús en el seol y las almas van a su lugar último de residencia, para unos han sido abiertas las puertas del Reino de Dios y, para los que no pueden entrar, van a La Gehenna.

No está claro que los judíos no crean, ahora mismo, que están sus difuntos en el Seol, por la razón de que aún esperan la llegada del Mesías y siguen las enseñanzas de la Torá que son los cinco primeros libros del A.T.

Ciro
16/11/2011, 15:24
GERTRUDE, predicadora pentecostal, se aferraba a su creencia de un infierno ardiente. Cualquier alusión a que dicho lugar no existiera ofendía su sentido de justicia. Pensaba que sin las llamas del infierno, muchos crímenes horribles quedarían impunes. Y no tenía ninguna intención de cambiar su postura, pues decía: “No quisiera adorar a Dios si no hubiera un infierno de fuego para los inicuos”.

¿Arderá la gente mala en el infierno como enseñan muchas religiones? Y si no es así, ¿qué castigo recibirán?

El primer castigo divino

La Biblia enseña que Dios creó perfectos a nuestros primeros padres, Adán y Eva (Génesis 1:27; Deuteronomio 32:4). Los puso en un jardín paradisíaco y les dio la oportunidad de vivir para siempre. Sin embargo, debían respetar esta restricción impuesta al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás” (Génesis 2:16, 17).

Lamentablemente, ellos no pasaron aquella sencilla prueba de lealtad y obediencia, y el Creador no tuvo más remedio que sentenciarlos a muerte. “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Génesis 3:19.)

Si Adán y Eva hubieran estado en peligro de quemarse en el infierno, ¿no les habría advertido Dios? No obstante, él ni siquiera
insinuó que sufrirían después de morir, [NI SE LO DIJO A LOS ISRAELITAS,NI A MOISÉS]. ¿Cómo iban a sufrir si no tenían un alma inmortal que sobreviviera a la muerte? La Biblia dice claramente: “El alma que peca... ella misma morirá” (Ezequiel 18:4).

Por ser el Dador de la vida, nuestro Creador sabe todo cuanto hay que saber respecto a la vida y la muerte. Él nos dice en su Palabra que “los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5). Por eso era imposible que Adán y Eva sufrieran en un infierno ardiente al morir. Sencillamente volvieron al polvo y dejaron de existir, pues ya no tenían “conciencia de nada en absoluto”.

¿Hay sufrimiento después de la muerte?

La Biblia dice en Romanos 5:12: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres”. Por lo tanto, ¿es razonable creer que las personas pagan por sus pecados en el infierno, cuando Adán —el culpable de que todos muramos— simplemente se convirtió en polvo? (1 Corintios 15:22.)

Todo ser humano está sujeto a la misma ley que Adán: “El salario que el pecado paga es muerte”. Además, cuando muere, queda “absuelto de su pecado” (Romanos 6:7, 23). Pero si tanto los buenos como los malos tienen el mismo final y nadie sufre tras la muerte, ¿cómo se ocupará Dios de hacer justicia?

La justicia divina

El propósito de Dios para la humanidad obediente no ha cambiado desde que creó a la primera pareja y les mandó tener hijos y cuidar de la Tierra (Génesis 1:28 ). Su voluntad sigue siendo la misma, pues siglos más tarde declaró: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29).

Observe que los justos vivirán en la Tierra y gozarán de salud y felicidad perfectas. El propósito original de Dios de llenar el planeta de personas justas “tendrá éxito seguro”. Y se cumplirá cuando él reemplace este inicuo sistema de cosas con un nuevo mundo (Isaías 55:11; Daniel 2:44; Revelación [Apocalipsis] 21:4).

Los miles de millones de personas que han muerto sin conocer los requisitos divinos resucitarán y recibirán instrucciones para vivir en el nuevo mundo (Isaías 11:9; Juan 5:28, 29). Sin embargo, quienes no deseen regirse por las leyes divinas serán castigados con “la muerte segunda”, es decir, una muerte de la cual no despertarán jamás (Revelación 21:8; Jeremías 51:57).

Por ser un Dios de amor, es inconcebible que Jehová torture a las personas en un infierno de fuego (1 Juan 4:8 ). Pero tampoco tolerará la maldad para siempre. De ahí que Salmo 145:20 nos asegure que él “está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará”. No cabe duda de que Jehová es un Dios amoroso y justo.

[Nota]

En la Biblia, “alma” significa toda la persona, no algo separado del cuerpo. Génesis 2:7 dice: “Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente”. Como se ve, Adán no recibió un alma independiente del cuerpo, sino que él mismo era un alma viviente.

¿SE LO HA PREGUNTADO?
▪ ¿Tenemos un alma inmortal? (Ezequiel 18:4.)
▪ ¿En qué estado se encuentran los muertos? (Eclesiastés 9:5.)
▪ ¿Cómo castigará Dios a los malvados? (Salmo 145:20.)

[Comentario]
“Los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto.” (Eclesiastés 9:5)

Aquí creo necesario recordar que somos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto llevamos un alma inmortal. Y, por ello, no somos como cualquier ser vivo que conozcamos, podemos tener un trato personal con Él de persona a persona.

Y ya sabemos que significa muerte. Está explicado en el anterior mensaje.

Hay una cuestión que leí una vez "sabemos que existe el infierno pero no sabemos quién está dentro de él".

Hay otro texto o palabras que no estoy de acuerdo con ellas. Que aquí conoceremos "la felicidad y la salud perfectas en este mundo". Es totalmente imposible que sea ahora, que lo logremos en la Tierra ya que ha sido permitido que el mal exista en la Tierra hasta que sea derrotado por segunda vez como muy bien explicas

Y tras esa segunda derrota permaneceremos con Dios mismo, muy superior a cualquier transformación de este mundo espiritual, con lo cual conoceremos la felicidad plena dentro del Reino de Dios junto a Él mismo.

Emeric
19/04/2012, 07:03
Por ser un Dios de amor, es inconcebible que Jehová torture a las personas en un infierno de fuegoEs que ya ha castigado con sufrimiento y hasta con muerte a tantos en la Biblia ... ¿ No lo sabes ? Así que El es capaz de volver a hacer eso en el futuro. :nod:

Ciro
19/04/2012, 14:01
Emeric , no está claro que Dios condene; por la sencilla razón de que ya se condena el Hombre por sí solo.

Emeric
19/04/2012, 14:30
Emeric , no está claro que Dios condene; por la sencilla razón de que ya se condena el Hombre por sí solo.Se nota, una vez más, que no conoces tu propia Biblia. :doh:

Mira lo que ésta dice en Apoc. 20:15 :

"Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida FUE LANZADO al lago de fuego".

No se lanzará a sí mismo al lago de fuego. :nono:

Ponte a leer tu propia Biblia, para que te enteres.

Ciro
19/04/2012, 15:00
Imagínate un barco pirata, que es ayacado por un barco de guerra, este es derrotado, y los piratas van indicando el sitio donde se deben de poner para saltar al mar y dejarlo que mueran en el mar.

¿Es culpable el mar de ello? No.

Emeric
19/04/2012, 15:09
Se nota, una vez más, que no conoces tu propia Biblia. :doh:

Mira lo que ésta dice en Apoc. 20:15 :

"Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida FUE LANZADO al lago de fuego".

No se lanzará a sí mismo al lago de fuego. :nono:

Ponte a leer tu propia Biblia, para que te enteres.Como pueden verlo, amigos, Ciro, católico, no le hace caso a esto que dice su propia Biblia. :doh: