Sadness
01/07/2011, 15:35
Estaban dos jóvenes murciélagos a punto de morir de inanición, pues no había ingerido el preciado líquido vital que los nutria, al punto de la desesperanza, ven acercarse a otro murciélago con el hocico cubierto de abundante sangre. Esto ánimo a los dos decaídos murciélagos, que fueron presurosos al encuentro de aquel. ¡Sangre, sangre...¿Dónde la encontraste?- Cuestionaron ansiosos. El del hocico sangrante, enseguida les respondió -¿Vieron la pared que esta allá en la entrada?- Los otros el respondieron al unísono -¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!- Y agrega el del hocio sangrante -¡Pues, yo no...!