AnaLauraM
01/07/2011, 08:07
Cuando no te vi
crecías fuerte y vigorosa
cuando no te sentí
exhalabas aliento de vida.
Cuando no te oí
gritabas tu amor exultante.
cuando quise relegarte...
aún más te apegaste.
Entre océanos que bañaban
tu frágil figura,
entre sonidos extraños
que tapaban tu vos.
Entre sombras siempre iguales,
y en un apretado rincón,
crecía la vida,
crecía la luz...
En un obscuro sitio
en el que te sentías segura,
allí mismo y con constancia
cabalgaba tu corazón.
Y la luz vio luz,
por fin al nuevo espacio llegó,
y con miedo y temblorosa
a la mano conocida con fuerza se aferró.
No quisiste soltarla,
te resististe a que te llevaran
y en un escándalo de apego
tu grito se holló...
Entre rostros desconocidos
y ningún aroma a recordar,
te sentiste abandonada
hasta que encontraste el pecho familiar.
Dos luceros se abrieron,
y mostraron tu mirada penetrante
y la fuerza de tu cuerpo
mostró la vida que acumulaste...
Por fin ya eres mía,
cuelgas entre mis días,
ahuyentas la penuria
y tus reclamos son delicada sinfonía...
(Dedicado a mi hija, María Clara)
*Ana Laura*
crecías fuerte y vigorosa
cuando no te sentí
exhalabas aliento de vida.
Cuando no te oí
gritabas tu amor exultante.
cuando quise relegarte...
aún más te apegaste.
Entre océanos que bañaban
tu frágil figura,
entre sonidos extraños
que tapaban tu vos.
Entre sombras siempre iguales,
y en un apretado rincón,
crecía la vida,
crecía la luz...
En un obscuro sitio
en el que te sentías segura,
allí mismo y con constancia
cabalgaba tu corazón.
Y la luz vio luz,
por fin al nuevo espacio llegó,
y con miedo y temblorosa
a la mano conocida con fuerza se aferró.
No quisiste soltarla,
te resististe a que te llevaran
y en un escándalo de apego
tu grito se holló...
Entre rostros desconocidos
y ningún aroma a recordar,
te sentiste abandonada
hasta que encontraste el pecho familiar.
Dos luceros se abrieron,
y mostraron tu mirada penetrante
y la fuerza de tu cuerpo
mostró la vida que acumulaste...
Por fin ya eres mía,
cuelgas entre mis días,
ahuyentas la penuria
y tus reclamos son delicada sinfonía...
(Dedicado a mi hija, María Clara)
*Ana Laura*