Davidmor
25/06/2011, 17:27
Entre las visiones del apóstol Juan registradas en el libro de Revelación, aparecen declaraciones de juicio contra “Babilonia la Grande”, así como una descripción de ella y de su caída. (Rev 14:8; 16:19; caps. 17 y 18; 19:1-3.)
En Revelación 17:3-5 se describe a Babilonia la Grande como una mujer vestida de púrpura y escarlata, adornada ricamente y sentada sobre una bestia salvaje de color escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos. Sobre su frente estaba escrito un nombre, “un misterio: ‘Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra’”. También se la describe sentada sobre “muchas aguas”, que representan “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas”. (Rev 17:1-15.)
El lujo y el dominio atribuidos a Babilonia la Grande descartan que se refiera a la Babilonia literal de Mesopotamia. Después de su caída ante Ciro el persa en 539 a. E.C., perdió su posición como potencia mundial dominante, y sus cautivos, entre quienes se encontraban los judíos, fueron liberados. A pesar de que la ciudad continuó existiendo después de los días de los apóstoles, carecía de importancia mundial, y con el tiempo decayó hasta su desaparición final. De modo que a Babilonia la Grande se la debe considerar una ciudad simbólica, de la que la Babilonia literal fue el prototipo. Como la antigua ciudad da nombre a la ciudad simbólica, será útil hacer un breve examen de las características más sobresalientes de la Babilonia que estaba sobre el Éufrates, pues ofrecen pistas en cuanto a la identidad de la simbólica ciudad de la visión de Juan.
Características de la antigua Babilonia.
La fundación de la ciudad de Babilonia en las llanuras de Sinar fue concurrente con el intento de construir la Torre de Babel. (Gé 11:2-9.) La causa popular que perseguía la edificación de la torre y la ciudad no era la exaltación del nombre de Dios, sino que los edificadores se hicieran “un nombre célebre” para ellos mismos. Los zigurats desenterrados tanto en las ruinas de la antigua Babilonia como en otros lugares de Mesopotamia parecen confirmar la naturaleza esencialmente religiosa de la torre original, fuera cual fuese su forma y estilo arquitectónico.
La acción decisiva que tomó Jehová Dios para impedir la construcción de la torre-templo es un indicio claro de su origen religioso falso. El nombre hebreo dado a la ciudad, Babel, significa “Confusión”, mientras que los nombres sumerio (Ka-dingir-ra) y acadio (Bab-ilu) significan “Puerta de Dios”. De modo que los habitantes que permanecieron en la ciudad alteraron su nombre para evitar el sentido condenatorio original, aunque el nuevo nombre siguió teniendo una connotación religiosa.
La Biblia menciona a Babel en primer lugar cuando habla del ‘principio del reino de Nemrod’. (Gé 10:8-10.) Por todas las Escrituras Hebreas la antigua ciudad de Babilonia se destaca como la permanente enemiga de Jehová Dios y de su pueblo.
Aunque Babilonia se convirtió en la capital de un imperio político en los siglos VII y VI a. E.C., durante toda su historia fue un prominente centro religioso que irradió su influencia a otras partes del mundo.
En su obra The Religion of Babylonia and Assyria (1898, págs. 699-701), el profesor Morris Jastrow, hijo, dice a este respecto: “En el mundo antiguo, antes de la llegada del cristianismo, Egipto, Persia y Grecia sintieron la influencia de la religión de Babilonia. [...] En Persia, el culto de Mitra revela la influencia inequívoca de los conceptos babilonios; y considerando la importancia dada en el mundo romano a los misterios relacionados con este culto, se perfila otro eslabón que conecta las ramificaciones de la cultura antigua con la civilización del valle del Éufrates”. Finalmente se refiere a “la profunda impresión que causaron en el mundo antiguo las notables manifestaciones religiosas procedentes de Babilonia y la actividad religiosa que tuvo lugar en aquella región”.
El arqueólogo V. Childe, en su libro New Light on the Most Ancient East (1957, pág. 185), sigue la pista de la influencia religiosa babilonia hacia el oriente, hasta la India. Entre otras cosas dice: “La esvástica y la cruz, comunes en estampas y placas, eran símbolos religiosos o mágicos como lo fueron en Babilonia y Elam en el período prehistórico más primitivo, y conservan este carácter en la India moderna, así como en otras partes”. De modo que la influencia religiosa de la antigua Babilonia se extendió a muchos pueblos y naciones, y llegó mucho más lejos y con mayor fuerza y permanencia que su poder político.
Al igual que la Babilonia simbólica, la antigua ciudad de Babilonia en realidad se sentaba sobre las aguas, pues estaba ubicada a ambos lados del río Éufrates y tenía varios canales y fosos llenos de agua. (Jer 51:1, 13; Rev 17:1, 15.) Estas aguas protegían la ciudad y por ellas llevaban los barcos riquezas y lujos procedentes de muchos lugares. Debe notarse que se dice que el agua del Éufrates se seca antes de que Babilonia la Grande experimente la ira del juicio divino. (Rev 16:12, 19.)
En Revelación 17:3-5 se describe a Babilonia la Grande como una mujer vestida de púrpura y escarlata, adornada ricamente y sentada sobre una bestia salvaje de color escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos. Sobre su frente estaba escrito un nombre, “un misterio: ‘Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra’”. También se la describe sentada sobre “muchas aguas”, que representan “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas”. (Rev 17:1-15.)
El lujo y el dominio atribuidos a Babilonia la Grande descartan que se refiera a la Babilonia literal de Mesopotamia. Después de su caída ante Ciro el persa en 539 a. E.C., perdió su posición como potencia mundial dominante, y sus cautivos, entre quienes se encontraban los judíos, fueron liberados. A pesar de que la ciudad continuó existiendo después de los días de los apóstoles, carecía de importancia mundial, y con el tiempo decayó hasta su desaparición final. De modo que a Babilonia la Grande se la debe considerar una ciudad simbólica, de la que la Babilonia literal fue el prototipo. Como la antigua ciudad da nombre a la ciudad simbólica, será útil hacer un breve examen de las características más sobresalientes de la Babilonia que estaba sobre el Éufrates, pues ofrecen pistas en cuanto a la identidad de la simbólica ciudad de la visión de Juan.
Características de la antigua Babilonia.
La fundación de la ciudad de Babilonia en las llanuras de Sinar fue concurrente con el intento de construir la Torre de Babel. (Gé 11:2-9.) La causa popular que perseguía la edificación de la torre y la ciudad no era la exaltación del nombre de Dios, sino que los edificadores se hicieran “un nombre célebre” para ellos mismos. Los zigurats desenterrados tanto en las ruinas de la antigua Babilonia como en otros lugares de Mesopotamia parecen confirmar la naturaleza esencialmente religiosa de la torre original, fuera cual fuese su forma y estilo arquitectónico.
La acción decisiva que tomó Jehová Dios para impedir la construcción de la torre-templo es un indicio claro de su origen religioso falso. El nombre hebreo dado a la ciudad, Babel, significa “Confusión”, mientras que los nombres sumerio (Ka-dingir-ra) y acadio (Bab-ilu) significan “Puerta de Dios”. De modo que los habitantes que permanecieron en la ciudad alteraron su nombre para evitar el sentido condenatorio original, aunque el nuevo nombre siguió teniendo una connotación religiosa.
La Biblia menciona a Babel en primer lugar cuando habla del ‘principio del reino de Nemrod’. (Gé 10:8-10.) Por todas las Escrituras Hebreas la antigua ciudad de Babilonia se destaca como la permanente enemiga de Jehová Dios y de su pueblo.
Aunque Babilonia se convirtió en la capital de un imperio político en los siglos VII y VI a. E.C., durante toda su historia fue un prominente centro religioso que irradió su influencia a otras partes del mundo.
En su obra The Religion of Babylonia and Assyria (1898, págs. 699-701), el profesor Morris Jastrow, hijo, dice a este respecto: “En el mundo antiguo, antes de la llegada del cristianismo, Egipto, Persia y Grecia sintieron la influencia de la religión de Babilonia. [...] En Persia, el culto de Mitra revela la influencia inequívoca de los conceptos babilonios; y considerando la importancia dada en el mundo romano a los misterios relacionados con este culto, se perfila otro eslabón que conecta las ramificaciones de la cultura antigua con la civilización del valle del Éufrates”. Finalmente se refiere a “la profunda impresión que causaron en el mundo antiguo las notables manifestaciones religiosas procedentes de Babilonia y la actividad religiosa que tuvo lugar en aquella región”.
El arqueólogo V. Childe, en su libro New Light on the Most Ancient East (1957, pág. 185), sigue la pista de la influencia religiosa babilonia hacia el oriente, hasta la India. Entre otras cosas dice: “La esvástica y la cruz, comunes en estampas y placas, eran símbolos religiosos o mágicos como lo fueron en Babilonia y Elam en el período prehistórico más primitivo, y conservan este carácter en la India moderna, así como en otras partes”. De modo que la influencia religiosa de la antigua Babilonia se extendió a muchos pueblos y naciones, y llegó mucho más lejos y con mayor fuerza y permanencia que su poder político.
Al igual que la Babilonia simbólica, la antigua ciudad de Babilonia en realidad se sentaba sobre las aguas, pues estaba ubicada a ambos lados del río Éufrates y tenía varios canales y fosos llenos de agua. (Jer 51:1, 13; Rev 17:1, 15.) Estas aguas protegían la ciudad y por ellas llevaban los barcos riquezas y lujos procedentes de muchos lugares. Debe notarse que se dice que el agua del Éufrates se seca antes de que Babilonia la Grande experimente la ira del juicio divino. (Rev 16:12, 19.)