Roger Medina Guerra
19/04/2011, 12:15
Vestido de cíngaro visité tu casa, en la gran ciudad.
Sembré rosas en tus rosas, con cíngulos rojos
Rosas centelleantes, que estaban llenas de rosas
Sobraron las mías, no cabían en tu cesta, fueron censuradas.
Caminé por las calles y vi el acervo de rufianes.
Los días como sarampión son virulentos,
agrietan los ojos y laceran la piel.
Escurrí mis manos sobre el saco lodoso.
por la hendija de un ojal,
los rateros pinchaban los cuerpos macilentos, marginados de ley.
Piso su sangre seca, esparcía días atrás
no es más que otro delito, estadísticas indecentes.
El aguacero inclemente,
fallece ante el tifón aberrante.
Las cubiertas de los infortunados,
gotean más por dentro, que por fuera.
Y el motín de camas y cobijas
hace del instante, un articulo velado.
En mis correrías sombrías…..hurgando las invasiones. Desplazados.
Los traviesos y palidos, berrean por hambre.
Los bacanales sacrilegos, son orgias de vergüenza.
Amate tú, ama a los demás, se oyen las voces prostitutas.
La falacia y la mentira, gotean en las alcantarillas.
Los pobres esperan un instante de sol.
Para la sociedad indolente
los niños cagados,
Son disfraces de estiércol y arena.
Sembré rosas en tus rosas, con cíngulos rojos
Rosas centelleantes, que estaban llenas de rosas
Sobraron las mías, no cabían en tu cesta, fueron censuradas.
Caminé por las calles y vi el acervo de rufianes.
Los días como sarampión son virulentos,
agrietan los ojos y laceran la piel.
Escurrí mis manos sobre el saco lodoso.
por la hendija de un ojal,
los rateros pinchaban los cuerpos macilentos, marginados de ley.
Piso su sangre seca, esparcía días atrás
no es más que otro delito, estadísticas indecentes.
El aguacero inclemente,
fallece ante el tifón aberrante.
Las cubiertas de los infortunados,
gotean más por dentro, que por fuera.
Y el motín de camas y cobijas
hace del instante, un articulo velado.
En mis correrías sombrías…..hurgando las invasiones. Desplazados.
Los traviesos y palidos, berrean por hambre.
Los bacanales sacrilegos, son orgias de vergüenza.
Amate tú, ama a los demás, se oyen las voces prostitutas.
La falacia y la mentira, gotean en las alcantarillas.
Los pobres esperan un instante de sol.
Para la sociedad indolente
los niños cagados,
Son disfraces de estiércol y arena.