isaac6080
01/04/2011, 16:51
Ella le pide mordiscos sobre su vientre
El le ofrece su daga hiriente
Ella le pide un placer intenso, un dolor penetrante
El le entrega su ritmo y sus manos danzantes
Los dos se piden y se dan, los dos se entregan sin piedad.
Ella clama porque el fuego queme su boca
El invoca la larva y la desemboca
Ella lo mira y se entrega a su pecho desierto de timidez
El recibe sus copas puntiagudas admirando su palidez
Se sumergen y se mezclan, se pierden y se encuentran.
Ella se estremece, sacude sus células hasta extasiarse
El se acerca hasta el portal, empuña su daga para embriagarse
Y los dos son uno, pues juntos no suman dos.
y un testigo plateado los observa con pudor.
Isaac Soto
El le ofrece su daga hiriente
Ella le pide un placer intenso, un dolor penetrante
El le entrega su ritmo y sus manos danzantes
Los dos se piden y se dan, los dos se entregan sin piedad.
Ella clama porque el fuego queme su boca
El invoca la larva y la desemboca
Ella lo mira y se entrega a su pecho desierto de timidez
El recibe sus copas puntiagudas admirando su palidez
Se sumergen y se mezclan, se pierden y se encuentran.
Ella se estremece, sacude sus células hasta extasiarse
El se acerca hasta el portal, empuña su daga para embriagarse
Y los dos son uno, pues juntos no suman dos.
y un testigo plateado los observa con pudor.
Isaac Soto