AnaLauraM
03/03/2011, 02:29
De pronto, recordé a un amor... esos amores que cuando se encuentran resultan idílicos, salidos de un sueño... Pero que en el tiempo -que no necesariamente debe ser extenso- se descubren que sólo fueron imagen, máscara, nada de certero más todo de falso... Esos amores que dejan huella y que uno cree que valen la pena, pero resultan inútiles... Esos amores que conviene dejar ir aunque se desgarre el alma entera, porque si se queda se juega la vida entera...
Presa
Soy presa de tus constancias,
de tus inconstancias constantes
de tus amarguras y penas,
de las dulces heridas a ti por ti inflingidas…
Presa del dolor que me induces,
Y del querer consolarte,
de las tantas mentiras arrojadas
y de las verdades guardadas bajo llave…
Soy presa de tu silencio detonante,
de tu desgarradora súplica,
y de tus avasalladoras palabras,
esas que parece sonidos agonizantes...
Presa, presa tuya soy...
no soy presa de tu admiración,
ni de tu apetito en condición,
ni razón para despertar tu instinto depredador...
Pero soy presa de tu amor...
de tu amor no correspondido,
presa de tu corazón,
que me guarda en una celda por su turbación.
Era esta mi condena,
mi cadena perpetua...
Pero preferí ser convicto, prófugo
antes que seguir bebiendo la sangre del aberrante dolor.
Y en una noche oscura y ante tu distracción
me tomé la precaución
y con cautela, fingiendo dispersión
abandoné la "alcatraz" condicionante de tu amor...
Presa
Soy presa de tus constancias,
de tus inconstancias constantes
de tus amarguras y penas,
de las dulces heridas a ti por ti inflingidas…
Presa del dolor que me induces,
Y del querer consolarte,
de las tantas mentiras arrojadas
y de las verdades guardadas bajo llave…
Soy presa de tu silencio detonante,
de tu desgarradora súplica,
y de tus avasalladoras palabras,
esas que parece sonidos agonizantes...
Presa, presa tuya soy...
no soy presa de tu admiración,
ni de tu apetito en condición,
ni razón para despertar tu instinto depredador...
Pero soy presa de tu amor...
de tu amor no correspondido,
presa de tu corazón,
que me guarda en una celda por su turbación.
Era esta mi condena,
mi cadena perpetua...
Pero preferí ser convicto, prófugo
antes que seguir bebiendo la sangre del aberrante dolor.
Y en una noche oscura y ante tu distracción
me tomé la precaución
y con cautela, fingiendo dispersión
abandoné la "alcatraz" condicionante de tu amor...