AnaLauraM
27/01/2011, 01:34
Dejándole libertad a la mente y mucha más a los sentimientos, me dejé llevar por un río de recuerdos; De abundante melancolía mezclada con el acervo de sentirme henchida de victoria por haber logrado un cortar violento, de descuajar de raíz y en concreto la espina más punzante e hiriente que se daba el lujo de habitar y envenenar mi corazón cansado y como resultante, di vida a otra poesía...
Veritatis felicitas
Al alzar los ojos y contemplar el firmamento
la noche oscura que cubre mis sueños,
reparte fantasías y agonías,
deleita el paso de fantasmas, heridas y alegrías.
En un vano intento de creerse sublime,
deja caer el blanco pañuelo que separa tinieblas de penumbra.
Y son las penumbras que dejan colarse al destello,
que permite, aunque sea, ser testigo de lo que acontece.
En una ráfaga asfixiante llegaron los escabrosos de infantes,
recuerdos que hielan la sangre, que hunden y hostigan.
Alivio refrescante al imponerse en la memoria,
que la fortaleza ayudada por la paciencia consiguieron victoria.
Veo luego, de blanca paloma, alas desplegadas
que anhelan el vuelo para llegar al cielo;
que lleva un mensaje y ansía en piruetas, en gozo de sentirse esbelta
lograr la recompensa que es la misma certeza de permitirse vuelo.
Aves de rapiña, amenazantes y frívolas
no dejaron al ave sencilla culminar su vuelo,
y en un ataque salvaje la hundieron y junto con ella sus sueños,
caía en picada la esperanza de llegar, de ser, de estar, de volar...
La paloma ya no era blanca, bañada en sangre se encontraba
herida de muerte y destinada a sobrevivir a precio alto y amalgama
no quería ella vivir, sus alas no le funcionaban
de nada servía la vida si el sentido de ser no la colmaba.
Y mientras en su agonía esperaba la llegada de la hora ansiada,
atravesó aquella puerta la voz maestra
expresaba ánimo y alegrías; confianza y esperanza
... lo importante no era la sublimidad del vuelo; Era vivir lo concreto.
Y como heroína salió de la prisión condenada por sí misma,
derribó los barrotes; Respiró libertad.
Y con ansias aún por ganar, y si bien volar no podía
fue conducida, una vez más, al sendero de la verdad, la paz y la alegría.
Veritatis felicitas
Al alzar los ojos y contemplar el firmamento
la noche oscura que cubre mis sueños,
reparte fantasías y agonías,
deleita el paso de fantasmas, heridas y alegrías.
En un vano intento de creerse sublime,
deja caer el blanco pañuelo que separa tinieblas de penumbra.
Y son las penumbras que dejan colarse al destello,
que permite, aunque sea, ser testigo de lo que acontece.
En una ráfaga asfixiante llegaron los escabrosos de infantes,
recuerdos que hielan la sangre, que hunden y hostigan.
Alivio refrescante al imponerse en la memoria,
que la fortaleza ayudada por la paciencia consiguieron victoria.
Veo luego, de blanca paloma, alas desplegadas
que anhelan el vuelo para llegar al cielo;
que lleva un mensaje y ansía en piruetas, en gozo de sentirse esbelta
lograr la recompensa que es la misma certeza de permitirse vuelo.
Aves de rapiña, amenazantes y frívolas
no dejaron al ave sencilla culminar su vuelo,
y en un ataque salvaje la hundieron y junto con ella sus sueños,
caía en picada la esperanza de llegar, de ser, de estar, de volar...
La paloma ya no era blanca, bañada en sangre se encontraba
herida de muerte y destinada a sobrevivir a precio alto y amalgama
no quería ella vivir, sus alas no le funcionaban
de nada servía la vida si el sentido de ser no la colmaba.
Y mientras en su agonía esperaba la llegada de la hora ansiada,
atravesó aquella puerta la voz maestra
expresaba ánimo y alegrías; confianza y esperanza
... lo importante no era la sublimidad del vuelo; Era vivir lo concreto.
Y como heroína salió de la prisión condenada por sí misma,
derribó los barrotes; Respiró libertad.
Y con ansias aún por ganar, y si bien volar no podía
fue conducida, una vez más, al sendero de la verdad, la paz y la alegría.