karlacris
15/11/2010, 20:46
http://i260.photobucket.com/albums/ii16/karlacrisrs/Imagen1-1.jpg
Con este relato, mi Caracolita linda, trataré de responder tu pregunta sobre que es la "Procesión de los Farolitos"...
Noviembre, en la comunidad universitaria, es especial. No hay un mes en el año que esté tan cargado de emociones como este.
Hace 21 años mi país estaba en guerra. Hace 21 años estábamos en medio de una "Ofensiva final" en la que la guerrilla llevó a las calles y colonias de San Salvador el fragor de la batalla que se libraba con más fuerza en el campo. Ahí conocí que las "bombas" que escuchaba de lejos mataban gente inocente y que las ráfagas de balas eran reales y no parte de las noticias del periódico. Aprendí que el miedo es grande y justificado cuando escuchas que a menos de un metro se está librando la batalla...
En ese entonces no sabía de la guerra más allá de los comentarios de la "gente grande" o de lo que medio entendía de los periódicos... la verdad sea dicha, los grandes no se detenían a dar explicaciones a los chicos, a lo mejor era su forma de "librarnos" del horror, pero cuando la guerra tocó a nuestra puerta no quedó de otra que tratar de explicar lo que en realidad no tiene explicación.
Un día como pasado mañana (17 de noviembre) mientras mi mami junto con mi hermana y yo buscábamos comprar pan para el desayuno, un vecino nos alcanzó y con el terror dibujada en su cara y el periódico en sus manos nos dijo "Mataron ayer a los Jesuitas", mi mamá no lo podía creer y mi hermana salió corriendo tras el niño que vendía diarios. Devoramos la noticia pero yo no sabía bien quienes eran... sólo sabía, por el gesto de los adultos y por el tono de la noticia, que había sucedido algo grave.
Pero como toda adolescente, después de terminada la ofensiva y pasado el susto, ese asesinato se unió a los miles de los que me di cuenta después... y no volví a pensar en ellos hasta que ingresé a la Universidad, justo la Universidad en la que ellos habían sido asesinados. Como parte de la "inmersión" en la comunidad universitaria, nos hicieron ir a la sala donde tenían expuestas (en ese entonces) parte de los objetos personales de los "Padres", como eran llamados, además de fotografías del suceso. Salí con el corazón partido en dos y pensando en la chica que habían asesinado y que era tan sólo un par de años mayor que yo...
El Departamento encargado de mi carrera se encargó de nutrirme con sus historias y con sus escritos (vaya que tuve muchos controles de lectura basados en escritos de Ellacuría y de Nacho!!) y me hizo admirarles, hombres que pudieron ser firmes, que denunciaban la injusticia de ese entonces y que caminaban junto al pobre. Ese 15 de Noviembre, junto con unos compañeros de clase, nos quedamos en la Vigilia que se realizaba en su honor desde 1990. Y ahí fue donde participé por primera vez en la Procesión de los Farolitos. El primer acto conmemorativo es justo encender farolitos mientras se hace una procesión de recordatorio por el campus mientras se canta, es querer hacerle ver al mundo que su luz nos acompaña todavía, que sí es cierto que les mataron pero que su legado todavía camina con nosotros...
Por múltiples razones, ya no volví a participar. El Aniversario de los Mártires cae justo en medio de la época de parciales, así que siempre ponía una excusa tras otra diciendo "el otro año iré.." Pero pasaron muchos años para que volviera a participar. Y esta vez ya no como alumna, sino como parte de la comunidad universitaria.
Este año fue mi reencuentro con ellos, de impregnarme nuevamente con su legado, de desempolvar la huella que dejaron en mí durante mis días de universitaria. Este año hizo que otra vez volviera a ver que sus vidas siguen impactando a las personas... de descubrí que, 21 años después, su voz sigue resonando clamando por una sociedad más justa.
Y por eso caminamos, por eso portamos farolitos en nuestras manos, por eso todos los noviembres celebramos sus vidas y declaramos al mundo entero que no olvidamos para no cometer los mismo errores de antaños, que perdonamos para seguir con paso firme hacia el futuro, que ellos viven en nuestros corazones.
Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Armando López, Joaquín López y López, Ramón Moreno, Celina Ramos y Elba Ramos... nombres que perdurarán por siempre como símbolo de como la guerra "es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente"...
http://i260.photobucket.com/albums/ii16/karlacrisrs/Imagen2.jpg
Con este relato, mi Caracolita linda, trataré de responder tu pregunta sobre que es la "Procesión de los Farolitos"...
Noviembre, en la comunidad universitaria, es especial. No hay un mes en el año que esté tan cargado de emociones como este.
Hace 21 años mi país estaba en guerra. Hace 21 años estábamos en medio de una "Ofensiva final" en la que la guerrilla llevó a las calles y colonias de San Salvador el fragor de la batalla que se libraba con más fuerza en el campo. Ahí conocí que las "bombas" que escuchaba de lejos mataban gente inocente y que las ráfagas de balas eran reales y no parte de las noticias del periódico. Aprendí que el miedo es grande y justificado cuando escuchas que a menos de un metro se está librando la batalla...
En ese entonces no sabía de la guerra más allá de los comentarios de la "gente grande" o de lo que medio entendía de los periódicos... la verdad sea dicha, los grandes no se detenían a dar explicaciones a los chicos, a lo mejor era su forma de "librarnos" del horror, pero cuando la guerra tocó a nuestra puerta no quedó de otra que tratar de explicar lo que en realidad no tiene explicación.
Un día como pasado mañana (17 de noviembre) mientras mi mami junto con mi hermana y yo buscábamos comprar pan para el desayuno, un vecino nos alcanzó y con el terror dibujada en su cara y el periódico en sus manos nos dijo "Mataron ayer a los Jesuitas", mi mamá no lo podía creer y mi hermana salió corriendo tras el niño que vendía diarios. Devoramos la noticia pero yo no sabía bien quienes eran... sólo sabía, por el gesto de los adultos y por el tono de la noticia, que había sucedido algo grave.
Pero como toda adolescente, después de terminada la ofensiva y pasado el susto, ese asesinato se unió a los miles de los que me di cuenta después... y no volví a pensar en ellos hasta que ingresé a la Universidad, justo la Universidad en la que ellos habían sido asesinados. Como parte de la "inmersión" en la comunidad universitaria, nos hicieron ir a la sala donde tenían expuestas (en ese entonces) parte de los objetos personales de los "Padres", como eran llamados, además de fotografías del suceso. Salí con el corazón partido en dos y pensando en la chica que habían asesinado y que era tan sólo un par de años mayor que yo...
El Departamento encargado de mi carrera se encargó de nutrirme con sus historias y con sus escritos (vaya que tuve muchos controles de lectura basados en escritos de Ellacuría y de Nacho!!) y me hizo admirarles, hombres que pudieron ser firmes, que denunciaban la injusticia de ese entonces y que caminaban junto al pobre. Ese 15 de Noviembre, junto con unos compañeros de clase, nos quedamos en la Vigilia que se realizaba en su honor desde 1990. Y ahí fue donde participé por primera vez en la Procesión de los Farolitos. El primer acto conmemorativo es justo encender farolitos mientras se hace una procesión de recordatorio por el campus mientras se canta, es querer hacerle ver al mundo que su luz nos acompaña todavía, que sí es cierto que les mataron pero que su legado todavía camina con nosotros...
Por múltiples razones, ya no volví a participar. El Aniversario de los Mártires cae justo en medio de la época de parciales, así que siempre ponía una excusa tras otra diciendo "el otro año iré.." Pero pasaron muchos años para que volviera a participar. Y esta vez ya no como alumna, sino como parte de la comunidad universitaria.
Este año fue mi reencuentro con ellos, de impregnarme nuevamente con su legado, de desempolvar la huella que dejaron en mí durante mis días de universitaria. Este año hizo que otra vez volviera a ver que sus vidas siguen impactando a las personas... de descubrí que, 21 años después, su voz sigue resonando clamando por una sociedad más justa.
Y por eso caminamos, por eso portamos farolitos en nuestras manos, por eso todos los noviembres celebramos sus vidas y declaramos al mundo entero que no olvidamos para no cometer los mismo errores de antaños, que perdonamos para seguir con paso firme hacia el futuro, que ellos viven en nuestros corazones.
Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Armando López, Joaquín López y López, Ramón Moreno, Celina Ramos y Elba Ramos... nombres que perdurarán por siempre como símbolo de como la guerra "es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente"...
http://i260.photobucket.com/albums/ii16/karlacrisrs/Imagen2.jpg