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Ver la versión completa : Guerra contra la Triple Alianza, o por los brasileños Guerra do Paraguai ¡¡¡



EL SALTAPERICOS
16/10/2010, 19:38
En el periodo inmediatamente posterior a la independencia de América, Paraguay tuvo un duro régimen dictatorial de veintiséis años encabezado por Gaspar Rodríguez de Francia, intelectual paraguayo, considerado como una de las personas más ilustres de América del Sur, pero a su vez conocido por su despotismo y tiranía. Al final de su mandato, el país pudo romper décadas de aislacionismo y reabrir sus fronteras con sus vecinos.
A la muerte de Rodríguez de Francia, le sucedió Carlos Antonio López, que impulsó notablemente el desarrollo socioeconómico de Paraguay. Las relaciones internacionales se desarrollaron con rapidez, los productos distintivos del Paraguay tales como el tabaco guaraní, la yerba mate, la stevia y el muy apreciado algodón paraguayo recorrían Europa y otras partes del mundo.
La segunda línea ferroviaria, los primeros telégrafos y la primera fundición de hierro de Sudamérica se instalaban en las ciudades de Asunción e Ybycuí, mientras que el primer buque hecho en Latinoamérica y uno de los primeros del continente (desde la independencia), el Yporã, con una fornida coraza de acero, era botado en los astilleros de Asunción. Semanas antes de la muerte de Carlos Antonio López, el Paraguay era un país sin desempleados ni deuda externa. La educación era obligatoria y gratuita con casi 30.000 niños en las escuelas (resultado obtenido en menos de 15 años). Las industrias textiles, siderúrgicas y de la construcción empezaban a dar sus primeros pasos, favorecidas por las políticas proteccionistas implantadas. El Estado poseía grandes terrenos que arrendaba a los campesinos para que cultivara llamadas estancias de la patria.5
Carlos Antonio López redactó un pliego constitucional con el cual designaba a su hijo, el brigadier Francisco Solano López, presidente provisorio, siendo obligatoria la convocatoria de una Asamblea Constituyente para la formación de un nuevo gabinete. Moría el 5 de septiembre de 1862, en noviembre del mismo año la Asamblea nombro a su hijo como presidente provisorio del país.

EL SALTAPERICOS
16/10/2010, 19:44
La instalación de los portugueses en el Brasil significó conflictos con España que no pudieron ser resueltos con los tratados entre los dos estados ibéricos (Tratado de Utrecht, Tratado de Madrid, Tratado de San Ildefonso o de Permuta, etc.). Si en el siglo XVI la provincia o gobernación del Paraguay tenía directa salida al océano Atlántico a través de los territorios de La Guayrá o La Pinería y de Ybiazá o La Vera, esto es, territorios que corresponden actualmente a los estados brasileños de Paraná y Santa Catarina, durante el período de unión dinástica aeque principaliter7 de Portugal con los demás reinos españoles (1580-1640), no se redujo el conflicto en la región: los lusobrasileños, en complicidad con los encomenderos de Asunción, arreciaron con sus malocas esclavistas de bandeirantes y mamelucos al abrigo de la obligada pasividad de las autoridades españolas, que en algunos casos eran socias de los portugueses.
En esa época los bandeirantes destruyeron las poblaciones españolas de San Francisco de Ybiazá, Ontiveros, Villa Rica del Espíritu Santo, Ciudad Real del Guayrá y las reducciones jesuíticas de San Ignacio Miní I, Nuestra Señora de Loreto del Pirapó, Santa María del Iguazú, etc. La expansión lusobrasileña no se detuvo en el Guayrá y en La Vera sino que alcanzó al curso alto del río Paraguay tras la destrucción de la ciudad de Santiago de Jerez y las misiones del Itatín en el valle del río Mboteteý (llamado actualmente Miranda por los brasileños). Los tratados de límites entre las posesiones españolas y portuguesas fueron un intento para frenar el expansionismo del Brasil portugués (y luego del estado brasileño) pero los brasileños consideraban que los accidentes geográficos que servirían de fronteras eran muy distintos de los considerados por los hispánicos. Un ejemplo de esto —y muy concerniente a Paraguay— era el río Ygureý: la opinión española —y luego la paraguaya— consideraba que el río Ygurey era el que los brasileños llamaban y llaman Vacaria (en su curso superior) e Ivinhema en su curso inferior; por lo contrario, los brasileños llamaban y llaman Ygureý (o Igureí) al pequeño río que corre mucho más al sur y que los guaraníes e hispanos llamaron y llaman río Carapá.
De este modo, al producirse de hecho la independencia paraguaya en 1811 los límites del Paraguay con el Brasil eran por el noroeste el Ygurey propiamente dicho (Ivinhema o Iviñemá), es decir el gran afluente del río Paraná y al noreste el río Mbotetey8 (también llamado en la cartografía de la época Corrientes o Mondego9 Más aún, Paraguay mantenía, por motivos históricos y poblacionales, que su jurisdicción hacia el este abarcaba zonas del actual estado brasileño de Paraná. En cuanto a los límites paraguayo-brasileños en el Chaco Boreal, Paraguay reivindicaba la frontera del río Yaurú o, por lo menos luego en una actitud de intención conciliatoria con Brasil, la del llamado río Negro que afluye desde el noroeste al río Paraguay al norte de la Bahía Negra, por el noroeste del Paraguay Occidental retrajo sus reivindicaciones hasta el río Blanco (o Tenerý)10 que desemboca en el río Paraguay casi frente al Fuerte Olimpo.


Prisioneros paraguayos
Al inicio del período de la independencia respecto al Reino de España nuevamente arreciaron las incursiones brasileñas, aunque estas se atenuaron durante el gobierno de José Gaspar Rodríguez de Francia por dos motivos principales: una política económica del Paraguay que era favorable al Brasil (apertura de zonas francas en Itapúa y en Fuerte Olimpo) y una alianza de hecho contra el afianzamiento de Juan Manuel de Rosas en la Confederación Argentina, tras la guerra que las Provincias Unidas del Río de la Plata libraron con Brasil (véase Guerra del Brasil). Sin embargo, al ser derrocado Rosas en 1852 las alianzas brasileñas se revirtieron y se acentuó la presión del Imperio de Brasil para que la república paraguaya aceptara los límites pretendidos por el estado brasileño, principalmente la cesión de las áreas de yerbales de Tacurupyta ubicadas entre el Igurey/Ivinhema y Punta Porá. Un efímero intento de conciliación fue la declaración de una zona neutral, cuya delimitación debía hacerse por vías pacíficas. Empero, hacia inicios de los años 1860 las incursiones brasileñas volvieron a incrementarse y el pacto fue violado por Brasil al fundar la Colonia militar de Dourados al sur del río Ygurey/Ivinhema.
Ante esto el estado paraguayo protestó pero trató de evitar una reacción bélica, en realidad hasta 1864 lo que intentó el estado paraguayo fue incrementar su poderío militar y su influencia en el Cono Sur. El intento de incrementar la influencia en el área sería uno de los motivos de fricción con el gobierno de Buenos Aires. Sin embargo, la situación fue precipitada nuevamente por el Imperio de Brasil cuando facilitó el derrocamiento del legítimo presidente de Uruguay, Bernardo Prudencio Berro y sus inmediatos sucesores. En efecto, bajo pretexto de abigeato, a inicios de 1864 el Imperio de Brasil conminó al presidente uruguayo Atanasio Cruz Aguirre (del partido nacional uruguayo) a que efectuara —imposibles— resarcimientos al Brasil. El llamado abigeato habría ocurrido en un sector de territorio (entre los ríos río Ibicuy y Cuareim) que había sido entregado al Imperio del Brasil por el autodenominado Gobierno de la Defensa de Montevideo en 1851, si bien nunca hasta entonces refrendados por los gobiernos «blancos» del Uruguay. Ante esto, en abril de 1864 Francisco Solano López se ofreció como mediador, oferta que fue despreciada por el estado brasileño. Hasta que el 4 de agosto de 1864, el ministro brasileño José António Saraiva, envió un ultimátum al gobierno uruguayo de Atanasio Aguirre amenazando con represalias por desatender las demandas planteadas anteriormente por el Brasil.
Por este motivo, el 30 de agosto de 1864 el gobierno paraguayo realizó una vigorosa protesta —conocida como Protesta del 30 de agosto— ante el ministro residente en Asunción, Cesar Sauvan Vianna de Lima, en donde afirmaba que el Brasil actuó en contra de lo establecido en el Tratado del 25 de diciembre de 1850, y que consideraría "casus belli" la ocupación militar del Uruguay; mencionando también que dicha acción atentaría contra el equilibrio de los estados de la cuenca del Río de la Plata.
Sin embargo, el 12 de octubre, el general brasileño José Luis Mena Barreto, con 12.000 hombres, se apoderó de la ciudad de Melo, en el Uruguay. Luego, entre el 9 y 10 de noviembre, el mariscal Francisco Solano López recibió la noticia de la efectiva ocupación militar del Uruguay y ordenó el 11 de noviembre de 1864 la captura del Marquês de Olinda, buque mercante brasileño que hacía regularmente el servicio de cargas y pasajeros entre Brasil y Corumbá. Al día siguiente el vapor paraguayo Tacuarí apresó al navío brasileño, que subía por el río Paraguay, luego de abastecerse en Asunción, llevando a bordo al coronel Frederico Carneiro de Campos, recientemente nombrado presidente de la provincia del Mato Grosso, quien fue hecho prisionero. La guerra abierta había comenzado y mantenido en esa condición hasta el final de la guerra junto a los oficiales que iban en el barco, la marinería fue deportada a Buenos Aires.

EL SALTAPERICOS
16/10/2010, 19:47
En fechas recientes, la presidenta argentina Cristina Fernández en un discurso público elogió a Francisco Solano López, calificando a la Triple Alianza como una Triple Traición a los intereses de Latinoamérica frente a los imperialismos, a ello se sumó que el ejército argentino decidió denominar a una unidad militar con el nombre de Mariscal Francisco Solano López.
Frente a esto respondió el editor de La Nación, tataranieto del general Bartolomé Mitre (fundador del mismo diario), comparando a Solano López con Adolfo Hitler. Este editorial provocó una respuesta enérgica en la intelectualidad paraguaya y también entre intelectuales de izquierda en general.39 40 41
Al respecto, la presidenta Cristina Fernández expresó «Algún medio de comunicación, fundado tal vez por uno de los que encabezó aquella triple traición, me criticó duramente. No importa, la verdad histórica no puede taparse con editoriales. Está escrita, desgraciadamente a sangre y fuego en el corazón del pueblo paraguayo».42

Caracolamarina
17/10/2010, 08:39
EL SALPERICOS un saludo y las...

Felicitaciones por el post.


Para los que no sabemos, lo que fue todo el desarrollo, de los hechos en esos tiempos turbulentos y que terminaron en la Guerra de la Triple Alianza también llamada la Triple Infamia, por el historiador Domingo Faustino Sarmiento.
Leer y aprender un poco más, de estos países, que son parte de nuestra historia latinoamericana.

DoñaMaria
17/10/2010, 12:11
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Como brasileira me avergüenzo de ese genocidio. No sé que sentirán los argentinos, pero para mi, Brasil no pasó de un cipayo al servicio del imperio británico.
De un millón trescientos mil habitantes que tenía Paraguay, quedó con menos trescientos mil. Una carnicería que no distinguió niños, mujeres ni ancianos. Algo bochornoso!

La historia la escriben los ganadores. El día que haya una revisión, si tendremos que disculparnos con este pueblo hermano!!!

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ludoviko
17/10/2010, 19:11
Para los que no sabemos, lo que fue todo el desarrollo, de los hechos en esos tiempos turbulentos y que terminaron en la Guerra de la Triple Alianza también llamada la Triple Infamia, por el historiador Domingo Faustino Sarmiento.

Entiendo que se ha deslizado un error. Domingo Faustino Sarmiento fue el presidente argentino que sucedió a Bartolomé Mitre, para el período 1868-1874. Es decir que los dos primeros años de su mandato coincidieron con el final de la Guerra del Paraguay. Este estadista nunca pudo haber realizado esa calificación, pues coincidía con la participación argentina en esa guerra.
Me parece que quien sí lo hizo, fue el historiador argentino Milciades Peña.
Saludos.

Caracolamarina
18/10/2010, 04:14
ludoviko saludos cordiales y gracias por la corrección.
Creo que, mi comentario no fue el correcto, porque fue basado en un artículo de una Revista de hace años, que creí era cierto. Leyendo más sobre el tema, me he documentado con más propiedad, además me dí cuenta, que tal como Ud dice no puede haber sido el comentario de Sarmiento, lo que yo leí. Reitero las gracias, uno a veces al equivocarse aprende algo más.
Saludos.

rebelderenegado
18/10/2010, 10:20
Una de la tantas asquerosidades de delincuentes de cuello blanco ha sido la guerra de la Triple Alianza donde se vieran perjudicados en nombre de la libre empresa y la libertad de comercio, dos pueblos hermanos como el paraguayo y el uruguayo, ambos tuvieron mucho que perder, a manos de capitalismo imperial decimonónico, al que le molestaba especialmente una nación industrial avanzada en América del Sur, a la corona inglesa le había costado provocar la ruina de los antiguos virreinatos y su balcanización en estados débiles y peleles, para que cayeran en manos de oligarquías portuarias, que sabemos bien para quien trabajan y que han sembrado el liberalismo económico a sangre y fuego, en guerras viviles interminables y en conflictos internacionales totalmente injustificados, todo en nombre del afán de lucro y de la expansión imperialista, que a través de la penetración ideológica liberal y la fuerza bruta, implantaron el sistema económico social, que nos ha mantenido en la miseria, a todos los que estamos al sur de la frontera del Rio Bravo y hasta el Cabo de Hornos.:confused:

Jota E
19/10/2010, 11:58
Terrible las cosas que el imperio y los cipayos de éste hicieron al pueblo paraguayo.
Y pensar que nuestro prócer Artigas buscó cobijo en Paraguay buscando morir lejos de los que lo traicionaron...

ludoviko
20/10/2010, 00:49
Y pensar que nuestro prócer Artigas buscó cobijo en Paraguay buscando morir lejos de los que lo traicionaron...

Y lo cobijó fue nada menos que José Gaspar Rodríguez de Francia, que no era precisamente su amigo. Por otro lado, a Artigas lo venció su dilecto lugarteniente, Francisco Ramírez, el Supremo entrerriano. Ningún cipayo que se sepa.
Saludos.

Jota E
20/10/2010, 10:08
Y lo cobijó fue nada menos que José Gaspar Rodríguez de Francia, que no era precisamente su amigo. Por otro lado, a Artigas lo venció su dilecto lugarteniente, Francisco Ramírez, el Supremo entrerriano. Ningún cipayo que se sepa.
Saludos.

Muchos fueron los que traicionaron a Artigas, comenzando por Fructuoso Rivera que fue uno de los mayores traidores, traidor que por otra parte exterminó a los charrúas, rehabilitados como legítimos habitantes por Artigas.

PHILIPPEMOR
23/10/2010, 19:55
en verdad no debemos olvidar esto que en los echos historicos a sido cambiado con la intencion de justificar las perdidas de tantas vidas humanas...
El Paraguay hubiese sido otro sino se hayan presentado los intereses imperialistas britanicos...

Polidoro Saravia
31/10/2010, 09:24
En el periodo inmediatamente posterior a la independencia de América, Paraguay tuvo un duro régimen dictatorial de veintiséis años encabezado por Gaspar Rodríguez de Francia.


Algo curioso.
La dictadura de Francia no se debió a un golpe de estado o algo impuesto por el propio Francia. Francia fue electo dictador por los propios paraguayos. Luego que Paraguay se libra de los españoles y tiene que decidir su propio gobierno y la forma de gobernarse, una comisión formada por las principales figuras del paraguay opta por nombrar a Gaspar Rodríguez de Francia como dictador vitalicio del Paraguay.

Algo curioso, porque los paraguayos bajo su propia voluntad eligieron cambiar el autoritarismo real (el de la corona española) por el autoritarismo dictatorial (el de Francia). O sea, en este caso sería, el mismo collar pero con diferente perro. Por lo menos el último era un perro criollo.

PHILIPPEMOR
31/10/2010, 16:28
Algo curioso.
La dictadura de Francia no se debió a un golpe de estado o algo impuesto por el propio Francia. Francia fue electo dictador por los propios paraguayos. Luego que Paraguay se libra de los españoles y tiene que decidir su propio gobierno y la forma de gobernarse, una comisión formada por las principales figuras del paraguay opta por nombrar a Gaspar Rodríguez de Francia como dictador vitalicio del Paraguay.

Algo curioso, porque los paraguayos bajo su propia voluntad eligieron cambiar el autoritarismo real (el de la corona española) por el autoritarismo dictatorial (el de Francia). O sea, en este caso sería, el mismo collar pero con diferente perro. Por lo menos el último era un perro criollo.

recuerda hermano algo que ni yo por ser sharpei pekines puedo ignorar, ni tu por ser noble pastor aleman podes en la misma estima olvidar.
recuerda, y sepase que solo se conocia esa forma de gobierno, recuerda igualmente que el liberalismo recien comenzaba...no soy liberal, por que eso me da un terrible hipo por querer encaminar a la libartad a mis demas hermanos...y finalmente dejarles mas fragmantados que unificados...


http://www.youtube.com/watch?v=zywtk9OnQ6o

Polidoro Saravia
02/11/2010, 08:28
recuerda hermano algo que ni yo por ser sharpei pekines puedo ignorar, ni tu por ser noble pastor aleman podes en la misma estima olvidar.
recuerda, y sepase que solo se conocia esa forma de gobierno, recuerda igualmente que el liberalismo recien comenzaba...no soy liberal, por que eso me da un terrible hipo por querer encaminar a la libartad a mis demas hermanos...y finalmente dejarles mas fragmantados que unificados...





Cuando Paraguay se independiza en 1810 no era el autoritarismo el único sistema de gobierno conocido, ya bastantes años antes a la independencia paraguaya se conocía el concepto de republica. Por ejemplo EEUU había creado su primera constitución en 1787. Y aunque a muchos le pese, y estoy de acuerdo que no refleja la realidad actual, los EEUU por esa época era un ejemplo de republica a seguir. Algunos líderes en la lucha por la emancipación de America veían a aquel país y su sistema de gobierno como modelo. Un ejemplo de ello fue José Artigas (contemporáneo a Gaspar Rodríguez de Francia) iniciador de la gesta independentista del Uruguay, que siempre tenía bajo su brazo la constitución de los EEUU.

En el surgimiento de los EEUU, quienes tomaron las riendas de la nueva nación, procuraron en todo momento formar un sistema de gobierno en donde no se concentre la autoridad en una sola persona o un solo órgano y de esta forma evitar el surgimiento de déspotas. Todo esto concluyó en la primer constitución de aquel país con un presidente y sus tres poderes independientes; ejecutivo, legislativo y judicial, sistema que actualmente rige a esté y a la mayoría de los países de América.

Creo que los paraguayos no tomaron una decisión feliz al elegir como su primer gobierno a un sistema dictatorial. Pero también es justo decir que ninguna de las jóvenes naciones que surgieron de la independencia de España supieron tomar buenas decisiones en sus primeros años de gobiernos, pues la gran mayoría de ellas se vieron envueltas en largos conflictos y guerras siviles.

Saludos.



.

PHILIPPEMOR
02/11/2010, 21:10
Cuando Paraguay se independiza en 1810 no era el autoritarismo el único sistema de gobierno conocido, ya bastantes años antes a la independencia paraguaya se conocía el concepto de republica. Por ejemplo EEUU había creado su primera constitución en 1787. Y aunque a muchos le pese, y estoy de acuerdo que no refleja la realidad actual, los EEUU por esa época era un ejemplo de republica a seguir. Algunos líderes en la lucha por la emancipación de America veían a aquel país y su sistema de gobierno como modelo. Un ejemplo de ello fue José Artigas (contemporáneo a Gaspar Rodríguez de Francia) iniciador de la gesta independentista del Uruguay, que siempre tenía bajo su brazo la constitución de los EEUU.

En el surgimiento de los EEUU, quienes tomaron las riendas de la nueva nación, procuraron en todo momento formar un sistema de gobierno en donde no se concentre la autoridad en una sola persona o un solo órgano y de esta forma evitar el surgimiento de déspotas. Todo esto concluyó en la primer constitución de aquel país con un presidente y sus tres poderes independientes; ejecutivo, legislativo y judicial, sistema que actualmente rige a esté y a la mayoría de los países de América.

Creo que los paraguayos no tomaron una decisión feliz al elegir como su primer gobierno a un sistema dictatorial. Pero también es justo decir que ninguna de las jóvenes naciones que surgieron de la independencia de España supieron tomar buenas decisiones en sus primeros años de gobiernos, pues la gran mayoría de ellas se vieron envueltas en largos conflictos y guerras siviles.

Saludos.



.

Que bien que nos traes recuerdos para remontarnos al entorno global de aquel entonces, quien de aqui no ignora que por aquellas fechas previas a esta terrible guerra el ejemplo que nos pones de los EEUU, se encontraban en una terrible guerra civil entre el Norte y el Sur. El sur productor de Algodon con manos de esclavos ciertamente. Inglaterra dejaba de recibir importaciones de esa magnigfica materia prima para su poderosa industria textil. Paraguay era un productor impecable que podia cubrir ese espacio dejado por los Estados Unidos de America. Asi que como modelo ese ejemplo del que nos hablas no entra a competir con lo que era esta gran nacion que hoy en dia parece una provincia pobre de Brasil o la Argentina y esto escrito en diversos foros o youtube.

Pero también es justo decir que ninguna de las jóvenes naciones que surgieron de la independencia de España supieron tomar buenas decisiones en sus primeros años de gobiernos, pues la gran mayoría de ellas se vieron envueltas en largos conflictos y guerras siviles.

esta ultima frase, parece de una logia liberal y adogmatica. recuerda que desde el momento en que se reunian latinoamericanos de aquel entonces,de las tierras en frontera con Oregon antes Mexico hasta la Tierra del fuego Argentina, en Panama y convocados por Bolivar para iniciar una integracion algunos observadores de esa nacion que pones como ejemplo ya se manifestaban liberales adogmaticos y temblaban ante el imponente poder por ejemplo del imperio Mexicano que tenia frontera con Oregon Britanico y al Sur con la gran Colombia integrada por Venezuela, Colombia, Ecuador y una parte de la Guayana Britanica.
para hacertelo mas corto el imperio Mexicano fue fragmentado por las logias yorkinas y escocesas que penetraron a los politicos en Mexico.

nuestra integracion no requiere de la intervencion extraña,

saludos cordiales,

PHILIPPEMOR
02/11/2010, 21:41
http://www.youtube.com/watch?v=LGfKQ6QJbMM&feature=related

rebelderenegado
03/11/2010, 04:31
Hay que leer la crítica a la "historia oficial" imperial para darse cuenta que el sistema de la "división de poderes" y de "contrapesos" en la organización imperial se basó en el simple autoritarismo burgués y financiero, basta con decir que los cargos claves del estado y de las finanzas, no son elegibles y se mantienen a perpetuidad, provocando este perfil de gobierno, mas muertes a manos propias entre la población de entonces, por las continuas sublevaciones, que la misma guerra de "independencia", que hay que dudar que fuese tal, por la cantidad de "gobiernos paralelos" basados en la simple extorsión de las organizaciones de mercachifles locales, que ya se habían instaurado de hecho, en las colonias inglesas de esa región, es notable que una de las principales acividades del "nuevo" gobierno de los gringos de aquella época, fuera el aplastamiento de cualquier cosa que se pareciera a la democracia directa o semidirecta, ellos ya habían establecido por quienes y para quien regiría el sistema y eso fue impuesto a sangre y fuego, hasta que la contradicción reventó en la guerra fratricida, fratricida no porque fuera entre los de un mismo pueblo, fue fratricida porque fue canibalismo entre los de una misma clase, la de los capitalistas, que no conformes con sus ganancias y sus tazas impositivas, no dudaron en hacer asesinar cientos de miles de sus compatriotas menos educados y mas pobres, el mismo pretexto que se usó para desencadenar el conflicto independentista, los impuestos, fue usado para llenar de cadáveres las enormes llanuras en las que, en el colmo del caradurismo, se desarrolló la matanza más sistemática del siglo XIX, teniendo el pueblo súbdito imperial, el dudoso privilegio de entrar, con esa guerra, y por adelantado, al siglo XX, en el que los sistemas coloniales imperiales y los desjustes de las balanzas capitalistas, llevarián dos veces mas, a matanzas mundiales similares, con los mismos o con los mas nuevos métodos modernos y por los mismos viejos y trillados motivos.;)

rebelderenegado
03/11/2010, 04:50
El concepto básico de república tiene su origen teórico y práctico en las regiones mesopotámicas del Asia y es de varios miles de años conocido, no habiendo agregado nada la ex colonia, actual imperio, mas que algunos apuntes poco originales en cuanto al ateismo de estado, que bien de poco les ha servido al estar repletos de fanáticos que ha hecho desaparecer la aparente conquista, todo lo de "valor" de esa constitución se refiere a la implantación y consolidación de la libertad de comercio (para ellos y entre ellos) y del poder financiero, clave real de cualquier potestad en el estado, luego quedan sus decorativas figuras retóricas sobre libertades y conciencias que han sido pisoteadas sistemáticamente hasta nuestro días, en que directamente y con vanales pretextos, han sido borradas lisa y llanamente y hoy nada distingue a un "ciudadano" de un súbdito común o un siervo de la gleba.
El liberalismo, producto del mercantilismo, llega asi a su edad adulta en 1776 luego de un avance titubeante de mas de un siglo, en busca de una organización del gobierno que posibilitara de una vez por todas el máximo de los beneficios para la clase dueña del capital, y eso se logra con la consagración del Acta que pondría las cadenas adecuadas y serviría como modelo para la explotación industrial y financiera del mundo, hasta su reciente y definitivo fracaso global.

Polidoro Saravia
03/11/2010, 22:23
O me explique mal o se entendió mal. Yo no quise decir que EEUU era un ejemplo a seguir en su forma de actuar como nación. Comparto que las políticas internacionales de este país han hecho mucho daño durante el transcurso de la historia. Pero dejando de lado las malas acciones de EEUU, a lo que yo me refería era a su primer constitución y la forma en que estaba hecha. Esta constitución mostró en esa época otro sistema de gobierno totalmente diferente al que se estaba acostumbrado ver en América, completamente opuesto al monárquico, al dictatorial o cualquier otro sistema autoritarista que se conozca. Estaba diseñada para limitar la acumulación de poder de sus líderes y evitar la creación de nuevos déspotas o monarcas criollos (como lo que ocurrió en Paraguay con Gaspar Rodríguez de Francia).

Lo que quiero decir es que cuando América se liberó de la corona española y del autoritarismo, era la constitución de los EEUU y su sistema de gobierno, un buen ejemplo a seguir para formar una nueva nación libre. Que se entienda, me refiero solo a su primer constitución, a su sistema de gobierno, y solo a eso; las acciones y actitudes que tenga los EEUU como nación es otro tema.

rebelderenegado
04/11/2010, 03:39
Yo por mi parte sostengo lo dicho porque lo abala la historia conocida y no la propaganda y el siniestro mundo de las logias que se movilizaron en el mundo para hacer ver por medio de la propaganda y de "declaraciones de independencia" finalmente insípidas como se tergiversó desde el vamos el sentido moderno, para aquellos días, de "democracia" que en el caso imperial siempre se redujo a la de meritocracia, mérito del dinero y de lo que se puede comprar con él, por eso señalé que el engaño había durado hasta hacía muy poco, hasta el momento en que se derrumba el decorado mantenido durante dos siglos basado en el simle y puro engaño de su propio pueblo que ha llegado a ver como propio el "destino manifiesto" de la clase social gobernante, que la del avance imparable de su propósito de conquistar y dominar el mundo por la fuerza, en su evolución el sistema político social y económico implantado en el territorio metropolitano imperial es incompatible con cualquier expresión democrática y facilmente sucumbe a las tentaciones del fascismo, era de esperar que sin la capacidad financiera necesaria para mantener el nivel adecuado de ilusión, las democracias mas debiles y pequeñas devinieran en autocracias oligárquicas muchos antes que eso le sucediera a su sede ideológica de la originalmente se tomara el "modelo".
No ha sido con la idea de libertad para todos en la que se ha fundado la creación del estado federativo de las ex-colonias, sino con la idea muy clara de como unos pocos, podián engañar a muchos, mucho tiempo o todo el tiempo, por supuesto que era genial la invención, prometer todo lo contrario de lo que se iba a hacer y hacer que se traguen el anzuelo, muchos detractores de otra revolución, la rusa de 1917, achacan a esta, precisamente ese defecto sin querer ver, ciertamente, que es escupir para arriba por lo que les toca a las "revoluciones buenas" tanto la francesa como la norteamericana.:confused:

PHILIPPEMOR
07/11/2010, 23:22
hay que leer la crítica a la "historia oficial" imperial para darse cuenta que el sistema de la "división de poderes" y de "contrapesos" en la organización imperial se basó en el simple autoritarismo burgués y financiero, basta con decir que los cargos claves del estado y de las finanzas, no son elegibles y se mantienen a perpetuidad, provocando este perfil de gobierno, mas muertes a manos propias entre la población de entonces, por las continuas sublevaciones, que la misma guerra de "independencia", que hay que dudar que fuese tal, por la cantidad de "gobiernos paralelos" basados en la simple extorsión de las organizaciones de mercachifles locales, que ya se habían instaurado de hecho, en las colonias inglesas de esa región, es notable que una de las principales acividades del "nuevo" gobierno de los gringos de aquella época, fuera el aplastamiento de cualquier cosa que se pareciera a la democracia directa o semidirecta, ellos ya habían establecido por quienes y para quien regiría el sistema y eso fue impuesto a sangre y fuego, hasta que la contradicción reventó en la guerra fratricida, fratricida no porque fuera entre los de un mismo pueblo, fue fratricida porque fue canibalismo entre los de una misma clase, la de los capitalistas, que no conformes con sus ganancias y sus tazas impositivas, no dudaron en hacer asesinar cientos de miles de sus compatriotas menos educados y mas pobres, el mismo pretexto que se usó para desencadenar el conflicto independentista, los impuestos, fue usado para llenar de cadáveres las enormes llanuras en las que, en el colmo del caradurismo, se desarrolló la matanza más sistemática del siglo xix, teniendo el pueblo súbdito imperial, el dudoso privilegio de entrar, con esa guerra, y por adelantado, al siglo xx, en el que los sistemas coloniales imperiales y los desjustes de las balanzas capitalistas, llevarián dos veces mas, a matanzas mundiales similares, con los mismos o con los mas nuevos métodos modernos y por los mismos viejos y trillados motivos.;)

lo que afirmas es verdad, solo basta ver de que forma es elegido un magistrado por ejemplo en la suprema corte de justicia de una nacion como son los estados unidos de america o mexico, los liberales adogmaticos son quienes ostentan el poder...
Algo desde lo oscuro decido sobre quien gobierna.
Una logia fragmenta y desde su possicion de minoria gobierna a las masas.

PHILIPPEMOR
07/11/2010, 23:29
o me explique mal o se entendió mal. Yo no quise decir que eeuu era un ejemplo a seguir en su forma de actuar como nación. Comparto que las políticas internacionales de este país han hecho mucho daño durante el transcurso de la historia. Pero dejando de lado las malas acciones de eeuu, a lo que yo me refería era a su primer constitución y la forma en que estaba hecha. Esta constitución mostró en esa época otro sistema de gobierno totalmente diferente al que se estaba acostumbrado ver en américa, completamente opuesto al monárquico, al dictatorial o cualquier otro sistema autoritarista que se conozca. Estaba diseñada para limitar la acumulación de poder de sus líderes y evitar la creación de nuevos déspotas o monarcas criollos (como lo que ocurrió en paraguay con gaspar rodríguez de francia).

Lo que quiero decir es que cuando américa se liberó de la corona española y del autoritarismo, era la constitución de los eeuu y su sistema de gobierno, un buen ejemplo a seguir para formar una nueva nación libre. Que se entienda, me refiero solo a su primer constitución, a su sistema de gobierno, y solo a eso; las acciones y actitudes que tenga los eeuu como nación es otro tema.

estoy de acuerdo contigo en alguna parte, en lo novedoso que era esa proposion que dista de lo que las logias liberales y adogmaticas hoy en dia nos imponen.
Paraguay era una nacion progresista, la mejor en ese momento en toda latinoamerica, y lo digo por su desarrollo que fue el motivo para que interviniera el imperialismo ingles en america.

Wicho
27/11/2010, 18:16
¡Hola! Soy Ludoviko. Por esos arcanos para mí insondables de las nuevas TIC's, perdí mi contraseña. Tras mucho esfuerzo, paciencia y saliva, lo único que logré fue generar un nuevo nickname.


Algo curioso.
La dictadura de Francia no se debió a un golpe de estado o algo impuesto por el propio Francia. Francia fue electo dictador por los propios paraguayos. Luego que Paraguay se libra de los españoles y tiene que decidir su propio gobierno y la forma de gobernarse, una comisión formada por las principales figuras del paraguay opta por nombrar a Gaspar Rodríguez de Francia como dictador vitalicio del Paraguay.


En realidad, la elección de Rodriguez de Francia no sucedió por elección popular. Solo votaban los vecinos "notables", como en todas partes de la América española. "Notables" en bienes y renombre, lógicamente. No votaban ni los criollos humildes, ni los indios, ni las mujeres, ni los esclavos, es decir la mayoría de la población. De hecho también se hizo así en la República Argentina. Así que en ese sentido, el caso paraguayo carece de orginalidad.

Por otra parte:
1) Se critica a la Triple Alianza como mera ejecutora de los designios del imperialismo británico, interesada en abrir la navegación de los ríos interiores a los barcos mercantes de todos los países, en especial, e implícitamente, a los más industrializados de entonces. Ese fue precisamente el objetivo del intento de la escuadra anglo-francesa en 1845, por forzar ese pasaje, con 22 navíos de guerra y 92 mercantes. Precisamente, el 20 de noviembre de ese año, ocurrió la batalla de la Vuelta de Obligado. Ese fue el motivo de la elección de esa fecha como día de la soberanía nacional. La flota extranjera logró pasar con gran dificultad. Pero la expedición comercial fue un fracaso, pues solo logró colocar una mínima parte de sus productos en Corrientes -entonces enfrentada a Rosas-, y el Paraguay. Los interventores apreciaron que se trataba de mercados paupérrimos, que no justificaban sus pérdidas ni esfuerzos, de modo que se desinteresaron de ellos. Nótese que la anterior intervención francesa de 1838, en el marco de la guerra civil, la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana, y Guerra Grande del Uruguay, contó con el beneplácito de Alberdi, emigrado en Montevideo, como recurso para expulsar del poder a Rosas; luego gran crítico de la Triple Alianza. En suma: a menos que entre 1845 y 1865 (inicio de la guerra de la Triple Alianza) el Paraguay hubiera experimentado un crecimiento económico y demográfico explosivo, no habría resultado un mercado receptor atractivo para manufacturas industriales, ni un proveedor apetecible de materias primas.

2) El otro tema sobre el que se enfatiza, es la presunta importancia del Paraguay como proveedor de algodón. Se mantiene que Inglaterra estaba ávida de provisiones de esa materia prima, a causa de la escasez derivada de la destrucción de sus fuentes de suministros de los estados del sur de EE.UU., por la Guerra de Secesión (|1861-1865). Sin embargo, lo real es que Inglaterra se proveyó en abundancia antes de esa guerra civil, aprovechándose de la misma necesidad de los estados esclavistas para obtener armamento. Además, durante esa guerra civil, Inglaterra aprovechó para desarrollar otras fuentes de abastecimiento, y éstas fueron la India y Egipto. El Paraguay apenas consiguió enviar a Europa una partida de algodón como prueba en 1864, al parecer con resultados satisfactorios, pero al iniciarse la Guerra de la Triple Alianza, los aliados le impusieron el bloqueo, y no pudo continuar con su proceso de ganar mercados.
3) Visto así, no había ningún motivo ni interés para Gran Bretaña, en eliminar un presunto experimento económico estatista exitoso, en un rincón remoto y aislado del mundo.
Debe agregarse que las relaciones entre el Imperio del Brasil, supuesto personero de Gran Bretaña, y ésta, atravesaban en la época, un período sumamente difícil. A partir la llamada "Cuestión Christie", con un bloqueo naval inglés sobre Río de Janeiro en 1862 incluido, las relaciones estaban interrumpidas. La armada brasileña se había munido de unidades navales aptas para la defensa de sus costas marítimas, ante un eventual ataque inglés, y no disponía de naves fluviales como necesitó para la guerra con el Paraguay. Las relaciones con Gran Bretaña solo se normalizaron en diciembre de 1865, tras el arbitraje del Rey de Bélgica. En ese momento, el Brasil ya estaba en guerra con el Paraguay desde hacía más de un año. Al comenzar las hostilidades, Brasil contaba con un ejército de línea de 18.000 hombres, desperdigados en su inmenso territorio.
Argentina por su lado, acababa de salir de la etapa de las guerras civiles posteriores a Caseros, con la secesión de Buenos Aires, y la rebelión del Chacho Peñaloza. Solo disponía de un ejército de línea de 6000 a 6500 hombres, desplegados en la frontera contra los indígenas (perdón por el sustantivo), muy lejos del escenario del conflicto. Ante ese panorama, carece de importancia si la declaración de guerra fue anterior o no a la toma de Corrientes, que determinó el ingreso argentino en la guerra, pues la Argentina no estaba en condiciones de defensa inmediata.
Paraguay poseía un ejército de unos 28.000 hombres, y con una reserva que le permitía remontarla hasta unos 60.000 ó 70.000 hombres como máximo.
O sea: en principio, Paraguay era mucho más poderoso militarmente que la Argentina y el Brasil individualmente.
Adicionalmente, si la Triple Alianza fue una herramienta o un simple peón del imperialismo inglés para destruir al Paraguay, ¿por qué fue precisamente el Parlamento Británico quien publicó el texto del tratado constitutivo de aquella, con sus cláusulas secretas, apenas un año después de su firma (1866)? ¿No hubiera sido más creíble que el Parlamento, lo ocultara discretamente mientras pudiera, si es que realmente tenía algo que ver con el mismo?
Este era a grandes rasgos, el panorama al momento del inicio de la Guerra de la Triple Alianza.
Por consiguiente, no existen datos objetivos que justifiquen una conjura internacional previa, para asfixiar y eliminar a un Paraguay rebelde y exitoso. Si se aceptara esa conjura, los países miembros de la alianza deberían haberse preparado militarmente para atacarlo desde el comienzo; y eso no fue lo que ocurrió. En la realidad, fue Paraguay quien atacó primero al Mato Grosso de Brasil en noviembre de 1864 y a la Argentina en abril de 1865, con lo que se generó la contienda.


Ludoviko

Wicho
27/11/2010, 18:51
Sigo con mi mensaje precedente.

Ahora si el Paraguay era económica, cultural y militar tan fuerte, ¿por qué perdió la guerra? Las respuestas posibles son: porque contaba con debilidades estructurales comparativas con sus adversarios, porque los enfrentó en conjunto, y porque su dirigencia adoptó más decisiones estratégicas erróneas que sus adversarios.

El aislamiento del Paraguay constituyó en primer término su ventaja. Ello le permitió atravesar un período de más de 60 años de paz, mientras sus vecinos estaban enfrascados en arduas y amargas luchas civiles y externas. Nótese que el Paraguay prácticamente no contribuyó en nada a la guerra del independencia, ni propia ni ajena. El personaje más ilustre de esa nacionalidad en esa contienda, fue José Félix Bogado. Este fue reclutado a la fuerza como marinero de la expedición fluvial del marino realista Capitán Romarate en Paraguay, y en el regreso, actuó en el combate de San Lorenzo. Tomado prisionero allí, se incorporó como voluntario al regimiento de Granaderos a Caballo; cumplió toda la campaña; ascendió por méritos de combate, de soldado raso a coronel; y finalmente condujo el regreso al país de los últimos 60 granaderos. Después, su rastro se pierde en la historia.
Fuera de los combates de Paraguarí y Tacuarí, con la magra expedición de Belgrano en 1810, la única intervención bélica del Paraguay, fue en 1845. Entonces un contingente de 4.500 hombres, participó de la campaña del general Paz en Corrientes, contra Rosas. No llegó a combatir. En unos pocos meses regresó a su país. Paraguay llegó a un acuerdo con la Confederación, en el cual se difirieron las cuestiones pendientes.
Ese aislamiento le permitió al Paraguay primero un discreto desarrollo económico autónomo a nivel de supervivencia, y mínimamente excedentaria, durante la dictadura de Rodríguez de Francia. Luego prosiguió un desarrollo más dinámico durante las presidencias de Carlos Antonio López, con la instalación del ferrocarril de Asunción a Paraguarí -aproximadamente 60 km-, establecimiento del primer periódico paraguayo, la fundición de hierro de Ybicuí, el telégrafo que unía Asunción con Humaitá. Para lograr ese desarrollo contrató el concurso de técnicos (médicos e ingenieros) y profesionales europeos. Eran unos 250, y de ellos 200 eran ingleses. Además, la tecnología (locomotoras, telégrafos) fue adquirida en Inglaterra. Todo ello, milita en contra de la tesis del imperialismo inglés como impulsor de la destrucción del díscolo Paraguay.
El comercio exterior paraguayo dependía exclusivamente de su pasaje por el puerto de Bs. As. De esta suerte, era muy fácil estrangularlo en caso de un conflicto con Argentina o Brasil.
Paraguay hubiera necesitado endeudarse para proveerse de material bélico moderno en las naciones industrializadas. Pero su política fue pagarlo a muy corto plazo, con sus exportaciones de materias primas, sin recurrir al crédito. Cuando declaró la guerra a la Argentina, el congreso autorizó a su presidente la toma de un empréstito de 5.000.000 de libras, pero no lo llegó a efectivizar debido precisamente a su aislamiento geográfico.
Tampoco poseía un servicio diplomático eficiente que le permitiera conocer en profundidad la situación de sus vecinos. En Argentina disponía apenas de un agente comercial, sin acreditación diplomática, residente en Rosario. Este señor (Egusquiza) habría sido el encargado de presentar la declaración oficial de guerra al gobierno argentino, pero al parecer no lo hizo en tiempo y forma.

Ese aislamiento determinó la carencia de experiencia militar y de oficiales capacitados. Durante el gobierno de Rodríguez de Francia, el grado máximo en el ejército paraguayo era de capitán, con promociones decididas a dedo por el dictador. Al morir Rodríguez de Francia se hizo cargo del gobierno un consulado integrado por el Teniente Roque Alonso y el abogado y sobrino del dictador, Carlos Antonio López. Al poco, Alonso desapareció del escenario público, y el segundo fue designado presidente. Aquí comenzó la brillante carrera militar de su hijo Francisco Solano López, quien llegó al grado máximo de Brigadier General y jefe del ejército a los 18 años de edad, y ministro de guerra a los 22 años. Su única experiencia militar fue la de comandar el contingente paraguayo que intervino en Corrientes en 1845. De él dice el General José María Paz, quien no era ningún improvisado, en sus Memorias Póstumas: "... general Francisco Solano López, joven paraguayo de 18 años, hijo del presidente de aquella República. Adornarán quizás a este joven muy bellas cualidades privadas, pero ningunos conocimientos militares, y, lo que es más, ideas ningunas de la guerra y del modo de hacerla. Por otra parte, desde el (primer) momento dejó entrever una exquisita susceptibilidad y vivísimos deseos de que en el ejército de su país no se introdujesen jefes ni oficiales, sino en el carácter de instructores, y sin tener mando ni influencia alguna".
Ningún otro mérito militar acumuló F. S. López con posterioridad, como no fuere desarrollar su habilidad en la esgrima y en el baile de salón durante su estadía en el París de la época de Napoleón III.
A la muerte de su padre, F. S. López fue designado presidente del Paraguay (1862). Desde entonces acometió una agresiva política internacional tendiente a convertirse en el árbitro del cono sur. Cuando declaró la guerra a la Argentina (1865), automáticamente el Congreso Paraguayo lo ascendió a Mariscal, le sextuplicó el sueldo y le recomendó que no se expusiera en combate. ¡Esa es una carrera militar brillante, qué tanto!
Por contraste, sus vecinos Brasil, Uruguay y Argentina, habían estado más de 60 años enfrascados en guerras internas y externas, de manera que experiencia militar sobraba.

Cuando inició la guerra, el ejército del Paraguay no disponía de estado mayor. Todo dependía de las órdenes directas de su jefe, el Mariscal-Presidente F. S. López . Sus jefes subordinados exhibieron en general limitaciones tremendas en iniciativa, creatividad, y habilidad estratégica. Eran simples y ciegos ejecutores de la orden superior. De hecho, durante la guerra, F.S.López hizo ejecutar a cerca de 500 jefes y oficiales de su ejército.
La guerra comenzó a fines de 1864, cuando Paraguay atacó el Mato Grosso. El Brasil no estaba preparado, y el ataque devino un paseo. La situación geográfica aislada y lejana del Mato Grosso, requería su aprovisionamiento y comunicación por medio del río Paraguay. Al estar clausurado éste, el Imperio del Brasil envió una expedición desde Sao Paulo, la cual tardó un año y medio (!), con la pérdida de dos tercios de sus efectivos antes de entrar en combate, debido a la distancia, selvas, territorio desconocido, pantanos, enfermedades, y deserciones.

Ludoviko

Wicho
27/11/2010, 19:07
Prosigo mi peroración anterior.

Si F.S.López se hubiera conformado con la consecución de sus objetivos en el Mato Grosso, ante la neutralidad declarada de la Argentina, habría quedado en una posición sumamente fuerte, apta para una negociación ventajosa con el Imperio. Sin embargo, en una decisión a la postre catastrófica para su país, optó por invadir a Corrientes.
Su casus beli fue la negativa del gobierno argentino de permitir el pasaje de las fuerzas paraguayas por el territorio neutral argentino (Corrientes), para atacar Río Grande y enlazar con el Uruguay. El revisionismo histórico ha criticado esta negativa, como una trampa del gobierno de Mitre para ingresar en la guerra y provocar la destrucción del Paraguay.
Visto desde la perspectiva actual, opino que la decisión de Mitre fue acertada. Supongamos que Mitre hubiera accedido a la petición de López. Ello implicaba la recíproca autorización para que el Brasil utilizara el suelo argentino en igual términos. De ahí a perder la jurisdicción y a que el suelo argentino se convirtiera en campo de batalla de beligerantes extranjeros hay un paso muy pequeño. Pero hay más. Supóngase que Paraguay ganara la guerra. Entonces Misiones (entonces bajo el poder efectivo de Paraguay, aunque en litigio), las actuales provincias de Chaco y Formosa (también en litigio), y hasta la propia Corrientes habrían sido absorbidas por el Paraguay. Supóngase que ganara el Brasil. Entonces, Argentina hubiera perdido Misiones, y hubiera incrementado las aspiraciones del Imperio sobre Corrientes (en ese entonces Misiones formaba parte de Corrientes) y quién sabe qué más.
La neutralidad argentina le permitía al Paraguay seguir recibiendo armamento desde Europa, ya que el Paraná había sido declarado "aguas internacionales". De hecho, la última remesa de armas fue remitida a Humaitá en el mismo barco argentino (el Pavón) que había traído el despacho dirigido al agente comercial paraguayo en Rosario, a fines de marzo o principios de abril de 1865. Este cargamento fue incautado después de la toma de la ciudad de Corrientes por los paraguayos (13 de abril de 1865). Es decir que si no hubiera involucrado a la Argentina, el Paraguay pudo ganar tranquilamente la guerra contra el Brasil, o al menos lograr una ventaja considerable.

La campaña de Corrientes fue desastrosa para el Paraguay. En 6 meses, perdió 10.000 hombres en combate (muertos, heridos y prisioneros), muchos más por enfermedades, y casi toda su escuadra. Ya no podía ganar ninguna guerra.
Un estadista prudente, hubiera tratado de llegar a una paz razonable, y eventualmente se hubiera sacrificado por su patria. En cambio, F.S. López prosiguió una lucha de 4 años más, sin ninguna esperanza, causando decenas de miles de muertos por combates, por enfermedades, por hambre, y dejando a su nación totalmente arruinada, postrada y endeudada.

Las pérdidas humanas del Paraguay fueron catastróficas, pero nunca pudieron ser del orden del millón de personas. El origen de esa cifra parece ser la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica que le asigna una población 1.300.000 personas, al momento previo a la guerra, con una supervivencia de 220.000. Pero la edición de la misma enciclopedia de más 80 años después, corrige a 528.000 la población previa, con esa misma supervivencia. Se conoce la realización de un censo del año 1846, que arrojó 245.000 habitantes, aunque las condiciones geográficas del Paraguay, con zonas escasamente accesibles, pobladas por indígenas, insinuarían una población mayor quizás no significativamente. Después de la guerra, en 1870-71, un censo dispuesto por las autoridades provisorias dio 116.000 de habitantes, dos tercios de mujeres. Se puede objetar que la capacidad material de las autoridades provisorias era muy exigua, y que hubo mucha emigración ocasionada por las penurias resultantes de la guerra, hacia territorio argentino y en menor medida hacia el Mato Grosso. Así que los cálculos más atinados, inducen a pensar en una pérdida de alrededor de 300.000 personas durante la guerra, la mayoría varones.
Si se repasa toda la campaña de la guerra, no se encuentran matanzas excesivas (si así pueden llamarse). Hubo matanzas de combatientes paraguayos tras las batallas de Peribebuy, y Acosta Ñu, ya en la fase final de la guerra, prisioneros la mayoría niños y adolescentes, alistados a la fuerza por F.S.López, al extremo de utilizar barbas postizas para hacerlos parecer mayores. Era un uso habitual en aquella época: un ejército muy superior intimaba a otro inferior la rendición, bajo apercibimiento de “no tener cuartel”. Eso implicaba el sacrificio de los prisioneros. Los paraguayos asesinaron a los heridos aliados que quedaron en el campo de batalla de Curupaity. Además, Francisco Solano López hizo ejecutar a cerca de 4000 prisioneros aliados por intentar escapar, o bien los dejó morir por hambre, enfermedad o agotamiento (se los usaba para excavar trincheras, y trasladar piezas de artillería).
La inmensa mayoría de las víctimas paraguayas combatientes y civiles, deben atribuirse -a mi entender- a la inútil extensión de una guerra ya perdida, por capricho u obstinación de F.S.López.

La Argentina moderna surgió de esta guerra, nos guste o no. Ganó la mayor parte de los territorios en disputa con el Paraguay: las provincias de Misiones, Formosa y Chaco. Dejó de ser una confederación y se convirtió en un estado unificado. Desarrolló un ejército moderno, con el cual impuso la soberanía sobre la Patagonia, al aprovechar que Chile, enzarzado en la Guerra del Pacífico (1879-1884) con Perú y Bolivia, tuvo que renunciar a sus pretensiones en el sur, para asegurarse la neutralidad argentina. Es decir que directa o indirectamente, a causa de la Guerra de la Triple Alianza, la Argentina triplicó su territorio continental, ya que incorporó las actuales provincias de Misiones, Formosa, Chaco, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Existen muchos otros datos y detalles por considerar, pero prefiero frenar aquí para no volverme excesivamente latoso.

Ludoviko

PHILIPPEMOR
27/11/2010, 21:07
Prosigo mi peroración anterior.

Ludoviko

La guerra que enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, entre 1865 y 1870, respondió más a los intereses británicos y de acabar con un modelo autónomo de desarrollo como el paraguayo, que podía devenir en un "mal ejemplo" para el resto de América latina, que a los objetivos de unificación nacional y defensa del territorio proclamados por sus promotores.

El conflicto que terminó por enfrentar al Paraguay con la Triple Alianza, formada por Argentina, Brasil y Uruguay, tuvo su origen en 1863, cuando el Uruguay fue invadido por un grupo de liberales uruguayos comandados por el general Venancio Flores, quienes derrocaron al gobierno blanco, de tendencia federal y único aliado del Paraguay en la región.

La invasión había sido preparada en Buenos Aires con el visto bueno del presidente Bartolomé Mitre y el apoyo de la armada brasileña. El Paraguay intervino en defensa del gobierno depuesto y le declaró la guerra al Brasil.

El gobierno de Mitre se había declarado neutral pero no permitió el paso por Corrientes de las tropas comandadas por el gobernante paraguayo Francisco Solano López. Esto llevó a López a declarar la guerra también a la Argentina.

Brasil, la Argentina y el nuevo gobierno uruguayo firmaron en mayo de 1865 el Tratado de la Triple Alianza, en el que se fijaban los objetivos de la guerra y las condiciones de rendición que se le impondrían al Paraguay.

Hasta 1865 el gobierno paraguayo, bajo los gobiernos de Carlos Antonio López y su hijo Francisco Solano López, construyó astilleros, fábricas metalúrgicas, ferrocarriles y líneas telegráficas. La mayor parte de las tierras pertenecía al Estado, que ejercía además una especie de monopolio de la comercialización en el exterior de sus dos principales productos: la yerba y el tabaco. El Paraguay era la única nación de América Latina que no tenía deuda externa porque le bastaban sus recursos.

Decía Alberdi: "Si es verdad que la civilización de este siglo tiene por emblemas las líneas de navegación por vapor, los telégrafos eléctricos, las fundiciones de metales, los astilleros y arsenales, los ferrocarriles, etc., los nuevos misioneros de civilización salidos de Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, etc., etc., no sólo no tienen en su hogar esas piezas de civilización para llevar al Paraguay, sino que irían a conocerlas de vista por la primera vez en su vida en el ‘país salvaje’ de su cruzada civilizadora".

La impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza, sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, provocó levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis.

El caudillo catamarqueño Felipe Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión y a no participar en una guerra fratricida diciendo: "Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas".

A pesar de contar con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los modernos fusiles de Buenos Aires.

La participación argentina en la guerra respondía también al interés del gobierno en imposibilitar una posible alianza entre las provincias litorales y el Paraguay.

La guerra era para los paraguayos una causa nacional. Todo el pueblo participaba activamente de una guerra defensiva. Los soldados de la Triple Alianza peleaban por plata o por obligación. Esto llevó a los paraguayos a concretar verdaderas hazañas militares, como el triunfo de Curupaytí, donde contando con un armamento claramente inferior, tuvieron sólo 50 muertos frente a los 9.000 de los aliados, entre ellos Dominguito, el hijo de Domingo Faustino Sarmiento.

Decía La Nación, el diario de Mitre, decía: "Algunos miopes creen que el fanatismo de los paraguayos es el temor que tienen al déspota (Solano López) y explican su servilismo por el sistema rígido con que son tratados. Soy de diferente opinión: ¿cómo me explica usted que esos prisioneros de Yatay, bien tratados por los nuestros y abundando en todo, se nos huyan tan pronto se les presenta la ocasión para ir masivamente a engrosar las filas de su antiguo verdugo?"

Mitre trataba de explicar las dificultades de la guerra echándole la culpa a la creciente oposición interna: "¿Quién no sabe que los traidores alentaron al Paraguay a declararnos la guerra? Si la mitad de la prensa no hubiera traicionado la causa nacional armándose a favor del enemigo, si Entre Ríos no se hubiese sublevado dos veces, si casi todos los contingentes de las provincias no se hubieran sublevado al venir a cumplir con su deber, si una opinión simpática al enemigo extraño no hubiese alentado a la traición ¿quién duda que la guerra estaría terminada ya?"

En nuestro país, la oposición a la guerra se manifestaba de las maneras más diversas, entre ellas, la actitud de los trabajadores correntinos, que se negaron a construir embarcaciones para las tropas aliadas y en la prédica de pensadores que, como Juan Bautista Alberdi y José Hernández, el autor del Martín Fierro, apoyaban al Paraguay.

En 1870, durante la presidencia de Sarmiento las tropas aliadas lograron tomar Asunción poniendo fin a la guerra. El Paraguay había quedado destrozado, diezmada su población y arrasado su territorio.

Mitre había hecho un pronóstico demasiado optimista sobre la guerra: "En 24 horas en los cuarteles, en 15 días en campaña, en 3 meses en la Asunción".

Pero lo cierto es que la guerra duró casi cinco años, le costó al país más de 500 millones de pesos y 50.000 muertos. Sin embargo, benefició a comerciantes y ganaderos porteños y entrerrianos cercanos al poder, que hicieron grandes negocios abasteciendo a las tropas aliadas.

El general Mitre declaró: "En la guerra del Paraguay ha triunfado no sólo la República Argentina sino también los grandes principios del libre cambio (...) Cuando nuestros guerreros vuelvan de su campaña, podrá el comercio ver inscripto en sus banderas victoriosas los grandes principios que los apóstoles del libre cambio han proclamado".

Por el tratado de la Triple Alianza, se establecía que los aliados respetarían la integridad territorial del Paraguay. Terminada la guerra, los ministros diplomáticos de los tres países se reunieron en Buenos Aires. El ministro de Relaciones Exteriores de Sarmiento, Mariano Varela expresó: "La victoria no da a las naciones aliadas derecho para que declaren, entre sí, como límites suyos los que el tratado determina. Esos límites deben ser discutidos con el gobierno que exista en el Paraguay y su fijación será hecha en los tratados que se celebren, después de exhibidos, por las partes contratantes, los títulos en que cada una apoya sus derechos".

El embajador del Brasil en Argentina, Barón de Cotepige, negoció separadamente con el Paraguay tratados de límites, de paz, de comercio y navegación. Esto provocó el enojo de la Argentina, que decidió enviar a Río una misión diplomática encabezada por Mitre. Al ser recibido por el ministro brasileño, dijo el delegado: "Me es grato hacer los más sinceros votos por la prosperidad y el engrandecimiento de la Gran Nación Brasileña, unida a la Argentina, sin olvidar la República Oriental del Uruguay, y por la gloria y sacrificios comunes de dos décadas memorables de lucha contra dos bárbaras tiranías que eran el oprobio de la humanidad y un peligro para la paz y la libertad de estas naciones".

Lo cierto es que Brasil si pensaba que la victoria daba derechos: saqueó Asunción, instaló un gobierno adicto y se quedó con importantes porciones del territorio paraguayo.

El regreso de las tropas trajo a Buenos Aires, en 1871, una terrible epidemia de fiebre amarilla contraída por los soldados en la guerra. La peste dejó un saldo de trece mil muertos e hizo emigrar a las familias oligárquicas hacia el Norte de la ciudad, abandonando sus amplias casonas de la zona Sur. Sus casas desocupadas fueron transformadas en conventillos.


EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...

la historia hece ver que ante todo triunfo la sinrazon, sopretexto de que un loco gobernaba y es o fue justificable tal crimen para el bien de la sociedad de aquella epoca.
hablemos de los empresitos monetarios que los ingleses dieron a la triple alianza tanto al mismo Paraguay para sortear esta guerra fraticida.
te parece Ludowiko??????

Wicho
29/11/2010, 00:34
EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...

la historia hece ver que ante todo triunfo la sinrazon, sopretexto de que un loco gobernaba y es o fue justificable tal crimen para el bien de la sociedad de aquella epoca.
hablemos de los empresitos monetarios que los ingleses dieron a la triple alianza tanto al mismo Paraguay para sortear esta guerra fraticida.
te parece Ludowiko??????

En lo general, no estoy de acuerdo con Pigna. En lo particular, destaco que para él los principales productos paraguayos de exportación eran la yerba y el tabaco. No menciona para nada al algodón, para alimentar la industria textil británica, lo cual coincide con mi peroración previa. Ello desdice totalmente esa presunta causalidad inglesa para destruir al Paraguay.
Soy argentino del interior. Crecí bajo el influjo de la corriente revisionista. En el interior en general se es revisionista o bien olímpicamente desconocedor del asunto de la Triple Alianza. No obstante, al crecer e interesarme por el tema con la bibliografía a mi alcance, un detalle me llamó la atención. Supongamos que efectivamente hubiera existido la hipotética conjura internacional digitada por Gran Bretaña para arruinar y dominar al Paraguay. ¿Debía caer necesariamente en la trampa F.S.López?
La trampa consistió en obligarlo a invadir el territorio argentino para auxiliar a los blancos orientales en su lucha contra los colorados apoyados materialmente por el Brasil, e indirectamente aunque no menos realmente por Buenos Aires. La caída de Paysandú sucedió el 2 de enero de 1865, con lo cual, los blancos abandonaron la lucha. La invasión a Corrientes ocurrió el 13 de abril 1865, presuntamente para apoyar a los blancos. Me parece una gruesa inconsistencia.
Supuestamente hubo una falsa neutralidad del gobierno argentino al apoyar solapadamente al bando colorado uruguayo, y eso sería el anzuelo que forzó a F.S.López a involucrarse en la cuestión oriental. Sin embargo, esas intervenciones en los problemas de países vecinos eran entonces la regla y no la excepción. En 1817-1818, el Paraguay del Dr. Rodríguez de Francia, participó en una alianza tácita con los luso-brasileños contra el lugarteniente de Artigas, Andrés Guazurarí, lo que ocasionó la derrota de éste en las Misiones de Corrientes.
En 1838-1840, el Dr. Rodríguez de Francia, participó contra Rosas en una coalición en que intervino también la escuadra francesa. Como consecuencia de esa participación, Paraguay mantuvo el dominio sobre la margen derecha del Alto Paraná, frente a la ciudad de Encarnación, hasta 1865, en un sitio fortificado que se llamó Trinchera de San José, o Trinchera de los Paraguayos, hoy ciudad de Posadas, capital de Misiones. Este punto estratégico le hubiera permitido a F.S.López, el acceso a Río Grande do Sul y al Uruguay sin necesidad de atravesar territorio argentino poblado. De hecho, ese fue el derrotero que siguió la columna paraguaya del Teniente Coronel Estigarribia, que terminó sitiada y rendida en Uruguayana. Nuevamente, queda en entredicho la necesidad de declarar la guerra e invadir a la Argentina por el Paraguay.
En 1845-1846, el Paraguay de Carlos Antonio López se alió con la provincia de Corrientes, los unitarios, los colorados uruguayos, los brasileños y la escuadra anglo-francesa (precisamente intentaban abrir el Paraná al tráfico internacional), en contra de la Confederación Argentina encabezada por Rosas, y los blancos uruguayos. El Paraguay envió un cuerpo expedicionario de 4.500 hombres (bastante significativo para la época), bajo el mando de su mejor general, Francisco Solano López, joven de 18 años, casualmente hijo del presidente. En realidad, era el único general paraguayo en el momento. Es decir: fue un momento en que el Paraguay intervino en una coalición contra su vecino platense, en una instancia cabalmente recíproca a la que luego se imputa a la República presidida por Mitre.
A fines de 1866, el Coronel Felipe Varela, ex lugarteniente del asesinado Ángel Vicente Peñaloza, encabezó desde Chile donde estaba asilado, una columna federal que se unió al alzamiento de las provincias de Cuyo y el noroeste argentino. En esa columna participó un cuerpo de 150 soldados chilenos incorporados extraoficialmente, y puestos por Varela bajo el mando de un comandante chileno Medina. Iban provistos de algunas armas automáticas, la última palabra en tecnología militar de aquella época (ver Wikipedia, artículo: “Felipe Varela”). En Chile existía una opinión generalizada de enojo hacia el gobierno argentino por su falta de solidaridad ante el ataque de la escuadra española sobre Valparaíso (marzo de 1866), y luego sobre El Callao (Perú: mayo de 1866). El presidente de Bolivia, General Melgarejo, esbozó un intento de atacar a la Argentina (ver: Ruiz Moreno, Isidoro J.: “Campañas Militares Argentinas”; Ed. Claridad; Bs.As. 2008; Tomo 4°, pág. 216). Ello en conjunto con las rebeliones del interior, alentaron a F.S.López, a evitar la paz con la Triple Alianza. Debe recordarse que la Argentina se encontraba ya en guerra con el Paraguay. Entiendo que tampoco este país manifestó solidaridad ante el ataque español.
Opino que tales intervenciones demuestran que la intervención del Brasil y de la Argentina (ésta bastante implícita), en la guerra civil uruguaya, eran frecuentes y hasta el Paraguay la había practicado a su turno contra la Argentina.
Acerca de los otros detalles de tu mensaje, los postergo para otro momento en que cuente con más tiempo.
Ludoviko

Wicho
29/11/2010, 19:38
La guerra que enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, entre 1865 y 1870, respondió más a los intereses británicos y de acabar con un modelo autónomo de desarrollo como el paraguayo, que podía devenir en un "mal ejemplo" para el resto de América latina, que a los objetivos de unificación nacional y defensa del territorio proclamados por sus promotores.


En principio, no me da la impresión de que hubiera un interés especial en contra del Paraguay, ni en acabar con el "mal ejemplo". Como anticipé en mi mensaje anterior, de 250 técnicos europeos contratados por Paraguay para desarrollar sus emprendimientos metalúrgicos, ferroviarios, telegráficos, etc., 200 eran ingleses. Una de dos: o se contrataron espías que facilitaran la acción de sus enemigos, o bien no existió interés real de Gran Bretaña en aprovecharse de esa oportunidad. Incluso el ingeniero inglés George Thompson, contratado en 1863 para la instalación del ferrocarril paraguayo, fue incorporado al ejército; fue el responsable de las fortificaciones de Curupaytí, de triste memoria para los aliados; y terminó como Teniente Coronel, al mando de la división de Angostura donde quedó cercado después de la victoria aliada de Lomas Valentinas (diciembre de 1868, y no tuvo más remedio que rendirse. No consta ningún caso de esos técnicos y profesionales que haya operado como espía para los aliados.
También la tecnología para esos emprendimientos, fue importada ern su mayor parte de Inglaterra.
Paraguay pagaba de contado, a pocos meses de plazo. Por eso no tenía deuda externa. Como mercado atractor de capitales, Paraguay era mucho más conveniente que la Argentina. Este país pasaba por más de 50 años de guerras casi permanentes, con breves intermitencias, abruptos cambios de gobierno, economías regionales devastadas. En cambio Paraguay, venía de otros tantos años de paz, con una administración fuerte y estable, y economía saneada. La situación del Uruguay era similar a la de Argentina, con la salvedad de la diferencia de tamaño. El cuarto contendiente, Brasil, aunque había pasado por momentos difíciles, era una economía gigantezca para los parámetros de entonces, con una gran población, en expansión territorial y económica casi permanente; así que podía contar con mucho crédito.
Cuando Paraguay declaró la guerra a la Argentina, simultáneamente procuró un empréstito de 5.000.000 de libras. No llegó a materializarlo, porque merced a la sabia decisión de su gobierno de declarar las hostilidades, se obturó su única salida al exterior --el puerto de Buenos Aires--, y quedó aislado del resto del mundo. La banca internacional optó por colocar sus créditos en los otros contendientes.
La Argentina, en una grave situación económica, no tenía interés lógico en inmizcuirse en otra contienda (insisto en mi postura de esa falta de interés, a falta de pruebas en contrario). Así que comprensiblemente debió recurrir al crédito internacional. ¿O acaso tenía otra opción?

Ludoviko

Wicho
03/12/2010, 10:07
EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...

la historia hece ver que ante todo triunfo la sinrazon, sopretexto de que un loco gobernaba y es o fue justificable tal crimen para el bien de la sociedad de aquella epoca.
hablemos de los empresitos monetarios que los ingleses dieron a la triple alianza tanto al mismo Paraguay para sortear esta guerra fraticida.
te parece Ludowiko??????

Dispongo de los datos que requieres, solo que dispersos. No soy experto, ni tengo el tiempo necesario para desarrollarlos. En otro momento, con mayor disponibilidad podría encararlos.
Sin embargo, a los fines de este foro, creo que sería suficiente con aceptar que los costos fueron terribles para todos los participantes, en manera especial para el derrotado. No existe guerra barata. Si conoces alguna, me interesaría que me pases el dato. Lamentablemente, una vez producidos de algún modo hay que afrontarlos. Y ¿de dónde se podrían obtener los fondos? La banca internacional ni entonces ni ahora eran entidades de beneficencia. A ella le importaba el negocio: colocar fondos y recuperarlos con la ganancia correspondiente. El problema es quiénes y por qué originaron esos gastos.
¿Fue la banca internacional? A mi juicio la respuesta es negativa. No encuentro datos objetivos en contrario. Todo lo que hizo fue aprovecharse de la circunstancia.
¿La guerra fue provocada por los aliados? Evidentemente no. Fue Paraguay quien primero declaró la guerra a Brasil, e invadió el Mato Grosso. A los pocos meses, declaró la guerra a la Argentina e invadió Corrientes. No fueron los aliados quienes atacaron a Paraguay. El motivo argüido por Paraguay fue defender “el equilibrio del Plata” que consideró vulnerado por la intervención brasileña en el Uruguay. La continuidad inútil de guerra, cuando ya evidentemente estaba perdida, se justificó en la defensa del honor nacional. ¿Mantuvo el Paraguay el equilibrio del Plata después de la guerra? Por lo visto no. La incipiente gravitación política y estratégica previa al comienzo de la guerra, se perdió a causa de ésta, y quedó reducido a la mera condición de satélite oscilante entre Argentina y Brasil. ¿Salvó el Paraguay su honor nacional? Quizás. ¡Pero a qué costo! Su población quedó reducida a un tercio, en condiciones de penuria extrema. Su situación floreciente anterior se evaporó. No tenía deuda externa, ahora la tiene ¡y en qué grado! Los territorios en disputa los perdió en su mayor parte. No digo todos, pues algo salvó. En otra intervención pienso explayarme sobre este tópico.

Ludoviko

Wicho
03/12/2010, 20:24
La impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza, sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, provocó levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis.


Considerar la impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza, sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, requiere a mi manera de ver, ubicarse en las condiciones imperantes en la época. Las provincias argentinas existentes eran: Jujuy, Salta salvo el chaco salteño, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero salvo el chaco santiagueño, Tucumán, La Rioja, San Juan, Mendoza salvo el sur en manos indígenas, San Luis salvo el sur en manos indígenas, Córdoba salvo el sur en manos indígenas, sector central de Santa Fe, es decir salvo norte correspondiente al chaco santafesino y el sur en manos indígenas, Corrientes salvo el sector nororiental de las Misiones correntinas, Entre Ríos, y una estrecha franja norte de la Provincia de Buenos Aires, con el centro y sur en manos indígenas. Era aproximadamente una tercera parte de la Argentina continental contemporánea. Pese a eso, era un territorio inmenso con una población sumamente escasa. Las ciudades eran apenas villorrios, y en la mayoría de los casos apenas rancheríos. Las distancias eran enormes; los caminos eran meras sendas borrosas; los transportes eran las diligencias para la gente acomodada, el caballo para los gauchos, las carretas tiradas por bueyes para el traslado de mercaderías. Todas bajo la constante amenaza de los malones indígenas, sobre manera en las zonas fronterizas.
Todo ello generó en el interior profundos sentimientos localistas, y la tendencia a las economías autonómicas de casi subsistencia. La mayoría de la población era analfabeta.
Situaciones particulares fueron las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, bien articuladas sobre el río Paraná, gestaron importantes vínculos comerciales y productivos con el Uruguay y el Brasil, y sociedades relativamente desarrolladas. El grupo cuyano de Mendoza, San Luis y San Juan se articulaba con el comercio chileno.
La excepción era Buenos Aires, poseedora del único puerto de ultramar y monopolizadora de la aduana. De ahí que fuera la sociedad más conectada con el resto del mundo, usufructuaria de las riquezas de importación y exportación a través de la aduana, y de los conocimientos generados en el exterior. Es comprensible que fuera la sociedad más rica y desarrollada del país. Por ese motivo prevaleció sobre el interior. Durante la secesión de Buenos Aires, tras la derrota en la segunda batalla de Cepeda (1859), el estado separado compró a la escuadra de la Confederación con lo que forzó una paz ventajosa (con la ayuda del mediador Francisco Solano López). La Confederación con capital provisoria en Paraná, estaba reducida a una situación paupérrima, dada la escasez de sus ingresos fiscales, y al ahogo y dependencia a que la sometía Buenos Aires.
Con la nueva crisis del año 1861, el ejército de Buenos Aires bajo el mando de Mitre, se compuso fundamentalmente de infantería conforme a las nuevas tendencias que se esbozaban en la época, mientras el de la Confederación era de caballería. En la batalla de Pavón, si bien la caballería confederal logró dispersar a la bonaerense, la infantería porteña se sostuvo, y ello definió la ventaja del estado separado. Aún se discute la actuación del general Urquiza como jefe del partido federal y del ejército de la Confederación. Desde mi punto de vista, Urquiza se convenció de la inviabilidad de una Argentina sin Buenos Aires, tanto si se integraba como si no lo hacía. De suerte que optó por retirarse, y reconocer la superioridad de ésta.
Tras la batalla de Pavón, Mitre se hizo cargo del poder ejecutivo, y aprovechó para enviar diversas expediciones al interior a fin de eliminar los focos de resistencia federal. Estas campañas se desarrollaron entre 1861-1863, e implicaron entre otras la derrota y asesinato del general Ángel Vicente Peñaloza a manos nacionales. A fines de 1863, la Guardia Nacional (antiguas milicias provinciales) fue desmovilizada, y el ejército nacional (ex ejército de Buenos Aires) se desplegó en las fronteras contra los indígenas.
Tras estas cruentas luchas, el erario público quedó arruinado, el interior arrasado, con la amarga sensación de la prepotencia porteña. De ahí que resulte inverosímil la idea de que Mitre tendiera una trampa al Mariscal López para forzar la intervención argentina para disciplinar al Paraguay.
Sigo después.
Ludoviko

PHILIPPEMOR
04/12/2010, 21:46
http://www.youtube.com/watch?v=zywtk9OnQ6o


AL HONORABLE PUEBLO PARAGUAYO DE AQUELLA EPOCA.

Wicho
06/12/2010, 00:52
http://www.youtube.com/watch?v=zywtk9OnQ6o


AL HONORABLE PUEBLO PARAGUAYO DE AQUELLA EPOCA.

Philippemor: ¡Muy bueno el vídeo! Ahora bien: entiendo que su autor es descendiente de Francisco Solano López, en consecuencia, lo menos que uno puede esperar es que intente favorecer a su antepasado.
Noto que utiliza muchos temas pictóricos de los oficiales argentinos veteranos de esa guerra, a saber: José Ignacio Garmendia y Cándido López.
De Garmendia es muy famoso el cuadro que representa a un soldado paraguayo anciano arrodillado junto al cadáver de su hijo, niño o adolescente, también soldado. Garmendia intervino en la guerra con distinción, desde el grado de capitán hasta teniente coronel. Posteriormente llegó al grado de general de división. Fue pintor y escritor. En sus libros analizó detenidamente esta desgraciada guerra. Sobre F.S.López escribió:
"El desequilibrio de sus más nobles facultades lo impulsó violento a los mayores desaciertos. Su mente torturada por una ambición desmedida, y herido su amor propio por los estiletazos de la prensa bonaerense, se lanzó al Rubicón, no como el gran romano sino como un atolondrado inexperto.
"Con esa provocación dio comienzo a la contienda sin lapreparación necesaria, ni la previsión de los obstáculos que encontraría en el camino, asaltando de improvispo a un enemigo a quien nunca hubiera vencido a causa de que las Naciones que lo representaban eran inagotables en hombres y recursos con respecto a él; y es por eso que lo vemos con un Ejército hambriento, desnudo, armado con viejos cañones y fusiles de chispa, sacrificarlo sin medida ni precaución en combates estériles e interminables.
"Todo lo que se puede decir para dar una idea de la falta de preparación en esta guerra por parte del que tanto parecía haber meditado este gran acontecimiento, es que al poco tiempo de iniciarse la lucha ya carecía el Ejército Paraguayo de papel, medicamentos, telas y otros objetos de suma necesidad. Como consecuencia, la miseria y los sufrimientos originaron enfermedades que, diezmando al Ejército Paraguayo, le hizo sufrir tan enormes pérdidas que las del plomo enemigo eran mínimas con relación a aquéllas.
"Constituía el caudillo paraguayo lo que en buen español denominaríamos un ignorante presuntuoso, soplado tenazmente por una vanidad desmedida, que fue siempre la causa principal de sus desastres. No conocía ni las más simples nociones de las batallas, porque le faltaba experiencia. Confiaba el éxito de sus operaciones a un plan que frecuentemente era vulnerable, y jamás ajustado a los preceptos de la guerra.
"Confiaba sus planes militares a hombres muy bravos pero más ignorantes que él, que lanzaban aquellas negras masas con ímpetu violento al enemigo, entendido y disciplinado, sin preocuparse de la relación inmediata que debiera existir entre los diversos ataques de las columnas de combate, que arremetían desordenadamente sin puntos de apoyo y sin una idea fija.
"Otro de los grandes errores de la ignorancia de López se reflejaba en ese deseo inquieto que lo dominaba constantemente de dar pequeños combates sin ventajas en perspectiva, que lentamente aniquilaban su hermoso Ejército: combates parciales que comprometen después mayores fuerzas. Siempre tomaba la iniciativa sin prever de antemano las inmensas ventajas del adversario, que anonadaban con su potente artillería y múltiples esfuerzos aquel avance irreflexivo." (Citado por RUIZ MORENO Isidoro J.: "Campañas Militares Argentinas"; Tomo 4; págs. 41-42. Ed. Claridad. Bs.As. 2008).
El otro pintor argentino, Cándido López, era fotógrafo y daguerrotipista. De esta experiencia pasó a la pintura. Al comenzar la guerra, se enroló como teniente en el Batallón San Nicolás. Durante la campaña de Corrientes y Río Grande, su regimiento no participó en las operaciones bélicas; sí lo hizo en primera fase de la campaña del Cuadrilátero (1866). En la batalla de Curupaytí, perdió el brazo derecho, por lo que fue retirado como inválido. Aprendió a valerse de la mano izquierda. Con ella completó su serie de cuadros sobre la guerra, que había iniciado durante su participación directa. Su pintura se caracteriza por la distancia; paisajes muy detallados; tropas y equipos vistos a la lejanía. Procura una visión desapasionada y objetiva desde el enfoque de los aliados.
Se puede hablar largo y tendido sobre el vídeo. Lo postergo por ahora para no extenderme en demasía.

Ludoviko

PHILIPPEMOR
06/12/2010, 16:21
me extraña que minimizas con una explicacion de salubridad de la epoca que ella fue quien diezmo mas al ejercito y poblacion paraguayos¡
como es que la mayoria de supervvientes a esta indigna guerra hayan sido en su mayoria niños, ancianos y mujeres??? la enfermedad puede elegir como el plomo??

http://www.youtube.com/watch?v=8v3CTIXbL4A&feature=related

PHILIPPEMOR
06/12/2010, 16:25
que otra explicacion quieres darnos para justificar tal ignominia???http://www.youtube.com/watch?v=8v3CTIXbL4A&feature=related

Wicho
08/12/2010, 01:54
me extraña que minimizas con una explicacion de salubridad de la epoca que ella fue quien diezmo mas al ejercito y poblacion paraguayos¡
como es que la mayoria de supervvientes a esta indigna guerra hayan sido en su mayoria niños, ancianos y mujeres??? la enfermedad puede elegir como el plomo??

http://www.youtube.com/watch?v=8v3CTIXbL4A&feature=related

Lamentablemente, las razones de salubridad están presentes en todas las guerras. En la Guerra de Secesión de EE.UU., inmediatamente anterior a la Guerra del Paraguay, de las probablemente más de 600.000 víctimas fatales, más de la mitad no fueron víctimas de las acciones bélicas. Las víctimas militares fatales fueron mayoría por infecciones post operatorias. En aquella época, para evitar las gangrenas solo había una solución: amputación. Los instrumentos quirúrgicos y las manos de los cirujanos no se higienizaban. No se habían descubierto los antibióticos. Así que las operaciones exitosas más bien eran la excepción que la regla.
El médico inglés George Masterman, alistado ern el ejército paraguayo, consignó en 1870:
<El Ejército fue enviado en medio del invierno a Humaitá, lugar húmedo y malsano en donde no se encontraba una partícula de alimento vegetal (base de la alimentación del paraguayo), lo que ocasionó, como era de esperar, varias enfermedades epidémicas como diarreas, neumonías y fiebres gástricas. Los miserables galpones que servían de hospitales estaban llenos de enfermos, y fueron pronto foco de nuevas dolencias... el sepulturero tuvo pronto más ocupación que el instructor.> [citado por: RUIZ MORENO, I.J., op.cit., pág. 19].
El Coronel del Ejército Paraguayo, Juan Crisóstomo Centurión, quien acompañó al Mariscal López hasta Cerro Corá, en que terminó herido gravemente en la mandíbula, y sobrevivió, dijo:
<Las enfermedades reinantes en el Ejército desde el principio hasta el fin, con más o menos intensidad, eran la diarrea y la disentería. Ellos eran debido al cambio de alimentación y de las aguas. Pero lo que causó mayor estrago en Humaitá, meses antes de nuestro regreso, fue el sarampión acompañado de diarrea. El Ejército, cuando el mal llegó a su mayor desarrollo, no se ocupaba de otra que de enterrar los muertos.> [citado en ibídem pág. 20].
La invasión a la Provincia Argentina de Corrientes -que causó la intervención de Argentina en la guerra- y Río Grande do Sul, fue protagonizada por unos 34.000 paraguayos. La columna del río Paraná fue inicialmente comendadsa por el General Wenceslao Robles, y se integraba por uno 24.000 hombres. La columna del río Uruguay, se integró por unos 12.000 hombres bajo el mando del Teniente Coronel Estigarribia (quien terminó sitiado y rendido en Uruguayana), del Mayor Duarte, cuya columna de unos 3.500 hombres operó sobre la rivera derecha del río, fue aniquilada en la batalla de Yatay; más de la mitad de sus efectivos fueron muertos y el resto cayó prisionero. Esa expedición finalizó en un verdadero desastre, ya que consumió las mejores tropas del Mariscal López.

Ludoviko

Wicho
08/12/2010, 02:37
El Teniente Coronel del Ejército Paraguayo, el ingeniero inglés George Thompson, indica:
<A fines de octubre (de 1865: nota mía) levanté un plano trigonométrico del terreno que media entre el Paraná y Humaitá, teatro probable de las futuras operaciones. Éste es el primer reconocimiento topográfico que se haya hecho hasta el día en aquel terreno.
<El Ejército que volvía de Corrientes parecía extremadamente fatigado, pero todos sus hombres se regocijaban de haber vuelto a Paraguay. Sólo volvieron sanos como 14.000 hombres y 5.000 enfermos. Estos últimos habían llegado en diferentes ocasiones durante la campaña. Cerca de 8.500 hombres habían perecido en Corrientes, lo que incluyendo la columna de Estigarribia daba una pérdida total de 21.000 hombres.
<En Paraguay habían muerto desde el principio del reclutamiento unos 30.000 hombres, haciendo un total de 40.000 hombres muertos y 10.000 rendidos, cuando la guerra recién empezaba. Los que morían eran generalmente los reclutas, pues los veteranos resistían mejor. Desde el principio del reclutamiento la diarrea y la disentería no habían cesado de hacer grandes estragos. Estas enfermedades eran causadas principalmente por el cambio de alimentos, y reinaron durante toda la guerra con mayor o menor intensidad. Hubo también epidemias de viruela y sarampión, tanto en Paraguay como en Corrientes, que arrebataron millares de hombres, dejando a otros tantos en un estado completo de extenuación. Por dos o tres meses después de la llegada de López a Humaitá los hospitales eran perfectamente atendidos, porque aun cuando las drogas escaseaban, había abundancia de vino y azúcar, traídos de los pueblos de Corrientes.> [citado por Ruiz Moreno, I.J.: op.cit., págs. 98-99].

A mi criterio, tales pérdidas empalidecen hasta las sufridas por los aliados en Curupaytí.

Además, el cirujano del Ejército Paraguayo, el también ingles George Masterman, aclara:
<Los enfermos eran mandados a Cerro León, donde morían casi todos. No faltaban las medicnas sino la dieta y el alimento apropiado; pues no era probable que sanasen personas atacadas de disentería cuando su único alimento era la carne cocida. Hice presente esto a López, pero me contestó sardónicamente: -Si como médico no puede ofrecerme otra idea que ésta, no venga a verme más.- Había también terribles epidemias de sarampión, neumonías, viruelas y cólera asiática. La lista de mortalidad espantaba; ante que hubiese tenido lugar ninguna batalla seria en tierra, los paraguayos habían perdido 50.000 hombres en los hospitales!> [citado en ibídem, pág. 99].

Del lado de los aliados, las pérdidas tanto militares como civiles fueron en conjunto semejantes. Recuérdese por ejemplo, que cerca de 20.000 personas murieron solo en Buenos Aires, a causa de la fiebre amarilla, transferida desde el Paraguay donde es endémica. Hasta el vicepresidente argentino, el Dr. Marcos Paz, murió de cólera contagiada por combatientes de la guerra, lo que obligó a Mitre a dejar el mando de la alianza para hacerse cargo del gobierno.

Me parece que los datos disponibles son claros e incontrovertibles. Los que haz propuesto son -hasta ahora- meras aseveraciones carentes de sustento fáctico. Te invito a que presentes argumentos verificables.

Ludoviko


Ninguno debe pensar
Que vengo en son de revancha
No es mi culpa si en la cancha
Tengo con qué galopiar.
El que me quiera ganar
Ha'i tener buen parejero.
Yo me sacaré el sombrero
Porque así me han enseñao
Y me doy por bien pagao
Dentrando atrás del primero.

Milonga del solitario.
Atahualpa Yupanqui, pseudónimo de Héctor José Chavero,
poeta y folklorista argentino.

Wicho
12/12/2010, 00:15
me extraña que minimizas con una explicacion de salubridad de la epoca que ella fue quien diezmo mas al ejercito y poblacion paraguayos¡
como es que la mayoria de supervvientes a esta indigna guerra hayan sido en su mayoria niños, ancianos y mujeres??? la enfermedad puede elegir como el plomo??

http://www.youtube.com/watch?v=8v3CTIXbL4A&feature=related

Según los datos disponibles Paraguay disponía al comienzo de la guerra de un ejército efectivo de 28.000 hombres, con una reserva de 36.000 hombres más, que ya habían recibido instrucción. Si realizaba la leva a la totalidad de los hombres útiles, podía llegar a los 115.000 hombres (incluidos niños y ancianos). Esto es lo que terminó ocurriendo ya en la campaña del cuadrilátero [1866-1868]. Además, recurrió a niños al declararlos mayores de edad a los 12 años, ancianos y mujeres. Debe tenerse en cuenta que el Paraguay era el único país de la región que contaba con un ejército permanente, formado por la totalidad de los ciudadanos útiles en servicio militar obligatorio.

Brasil y Argentina contaban con "ejércitos de línea". Éstos estaban integrados por personal a sueldo (mercenarios): 18.000 hombres en el primer caso, 6.500 en el segundo. Uruguay disponía de unos 3.500 hombres, muchos de ellos mercenarios extranjeros. La diferencia en los dos primeros estrbaba en las milicias provinciales, llamadas "guardia nacional". En el Brasil se estimaban en más de 400.000 hombres, pero éstos no tenían condición militar sino policial, tanto que dependían del Ministerio de Justicia [ver DORATIOTO Fernando: MALDITA GUERRA; Nueva Historia de la Guerra del Paraguay; Emecé Argentina; Bs. As. 2008]. Brasil, con grandes esfuerzos logró llevar al frente hasta 50.000 hombres. Argentina poco menos de 30.000, de los cuales cayeron 18.000 entre bajas de batalla y enfermedades.

Al terminar la campaña del Cuadrilátero (fines de 1868, con la batalla de Lomas Valentinas, al ejército paraguayo sólo le habían quedado unos pocos cientos de hombres. De ahí que el Mariscal López apelara a niños de 12 años para remontar sus tropas, lógicamente, sin instrucción militar, ni armamento. Esto explica las inútiles matanzas de niños.

A medida que la guerra se prolongaba, consumía la mayor parte de los recursos disponibles. La población comenzó a padecer hambre. Tras la caída de Asunción, a comienzos de 1869, Francisco Solano López se retiró con los restos de su ejército hacia las cordilleras, practicando la política de tierra arrasada, tanto por exacción de lo que podía llevarse, como de destrucción de lo que no podía, a fin privar de recursos al enemigo. Pero eso también aumentó las penurias a su propia población.

Creo que ésto contesta tus preguntas.

Ludoviko:-(

Wicho
19/12/2010, 11:17
Prosigo con el tema de la impopularidad de la guerra en el interior argentino.

Por lo general, se tiende a relacionar a los caudillos federales con el pueblo bajo, y a las élites de las provincias con la aristocracia porteña y el unitarismo. En realidad, las cosas no eran tan claras. La mayor parte de los caudillos federales pertenecían a las élites de sus provincias. Lo cierto es que antes de la llegada de la corriente inmigratoria europea (1870 en adelante), el 30 % de la población argentina provenía de un único tronco familiar, en el cual todos los apellidos estaban entrelazados tanto en el país como en Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile.
Las lealtades partidarias tampoco eran claras. Por ejemplo, desde 1813, en plena guerra de la Independencia, se comenzaron a esbozar las corrientes federal y unitaria. La federal, bajo el liderazgo de Artigas, agrupó a la Banda Oriental (después Uruguay), Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba (ésta en una situación oscilante, dada su centralidad). Tras la eliminación del foco de resistencia realista de Montevideo (1814), el polo artiguista se concentró en la resistencia ante el avance de Portugal (aliado de España), y de los porteños.
El polo unitario asentado en Buenos Aires, una vez asegurado (más o menos alejado) el peligro realista, buscó establecer su predominio sobre el resto del país. Mantenía desde la época de la colonia, el poder económico derivado de la posesión del único puerto, de la aduana, y de sus conexiones con Europa.
El enfrentamiento entre federales y unitarios tuvo su primera crisis en 1820, cuando los federales artiguistas Estanislao López de Santa Fe y Francisco (Pancho) Ramírez de Entre Ríos, enfrentaron a los unitarios de Buenos Aires dirigidos por José Rondeau y lo derrotaron en la (primera) batalla de Cepeda. En ese momento, el triunfo estaba prácticamente en manos federales. Sin embargo, Artigas había sido derrotado por los portugueses y debió refugiarse en Entre Ríos. En esta circunstancia, su primitivo lugarteniente Pancho Ramírez se volvió contra él, lo derrotó en varias batallas y lo obligó a exiliarse en Paraguay. Nótese que tampoco Estanislao López movió un dedo para auxiliar a su antiguo líder. Acto seguido, se enfrentaron Ramírez con Estanislao López de Santa Fe, éste aliado con Buenos Aires (su anterior enemigo), y con Juan Bautista Bustos gobernador de Córdoba y también federal. Esto terminó con la derrota y muerte de Ramírez.
Las oposiciones continuaron durante 40 años más, con alianzas y cambios de bando, en los cuales frecuentemente se enfrentaban coaliciones de federales y unitarios, con otros federales y así sucesivamente. La disposición de ambos partidos no era nítida. Más bien cabría hablar de “provincianos” y “porteños”. Tanto en el interior como en Buenos Aires, había unitarios y federales, los cuales se unían o separaban por intereses locales y a veces personales. De ahí que la situación argentina fuera sumamente dinámica en esa etapa. Es muy interesante pero escapa al propósito de este tema.
Lo que podríamos concebir como la popularidad de los caudillos federales con la gente de pueblo de sus provincias, estaba más ligado a sus contactos personales, prestigio, y carismas. La gente de pueblo se sentía más representada con esos líderes que con los provenientes de otras zonas, y peor aún con los porteños, visualizados como europeizados, e insensibles con el interior.
Por la época de la Guerra del Paraguay, el enfrentamiento de federales y unitarios (ahora asumidos como liberales), incluyó al caudillo catamarqueño Felipe Varela, con los santiagueños hermanos Antonino y Manuel Taboada (de origen federal y aliados de Mitre). Al ser derrotado Varela, y emprender la retirada hacia Bolivia, fue perseguido por las fuerzas nacionales del también federal y catamarqueño Octaviano Navarro, antiguo compañero de Varela en las huestes del Chacho Peñaloza. Se dice que lo persiguió de cerca, pero sin alcanzarlo nunca.
A su vez, nótese la curiosa situación del Paraguay, con un estado estrictamente unitario, apoyado por los federales argentinos.
En el Uruguay, el General Venancio Flores era un gaucho y se preciaba de serlo. Siempre estuvo vestido de paisano. Rara vez apareció de uniforme militar.

Ludoviko :-)

Wicho
20/12/2010, 21:06
:cry:
http://www.youtube.com/watch?v=zywtk9OnQ6o


AL HONORABLE PUEBLO PARAGUAYO DE AQUELLA EPOCA.

Este documental menciona que en Paraguay en la época de la Guerra de la Triple Alianza, no había esclavitud. Véase:

La esclavitud en Paraguay
La esclavitud en el Paraguay comenzó en la época del gobernador Hernandarias. Aunque se considera que fue el país que tuvo menos esclavos, en el siglo XVII, estos constituían el 12% de la población asuncena y sus alrededores. Los esclavos provenían de Guinea, Nigeria y Congo. Algunos de ellos pudieron comprar su libertad y otros fueron liberados por la voluntad de sus amos.
Como toda mercancía, existían diferencias en la calidad y en el precio de los esclavos:
Cabeza de negro o cabeza de esclavo, era todo individuo de cualquier edad, género o condición proveniente de los barcos negreros.
Piezas de India eran los esclavos robustos, con todos los dientes, sin defectos y en edad productiva.
Negro bozal era el recién llegado del África.
Muleque era el negro bozal de siete a diez años.
Mulecónel negro de diez a dieciocho años.
Los colonizadores no fueron los únicos que sometían a los negros. Las órdenes religiosas también contaban con gran cantidad de esclavos negros que constituyeron la base poblacional de Paraguarí, Roque González de Santa Cruz y Areguá. También había esclavos en Emboscada y Villeta. En la Guerra contra la Triple Alianza, 6.000 esclavos negros fueron reclutados.
En 1869 se abolió la esclavitud en el Paraguay, pero apenas 450 esclavos disfrutaron de este logro, por que el resto había quedado en el campo de batalla.
Los esclavos que se fugaban recibían 50 azotes y se los enviaba de vuelta a la casa del amo.
Para hablar de la esclavitud en el Paraguay recurrimos a las informaciones e imágenes de la “Historia del Paraguay”, tomo II, publicado por ABC Color.

Esta nota la he obtenido a través de Google, en el sitio ABC Digital, que corresponde al diario de Asunción del Paraguay, edición del 14 de septiembre de 2007.
Anoto que el reclutamiento de los 6.000 esclavos fue dispuesto por Francisco Solano López, tras la batalla de Tuyutí (24 de mayo de 1866). Allí el ejército paraguayo, merced a la "hábil" conducción del Mariscal-Presidente quedó reducido a solo 10.000 efectivos, de los 24.000 previos a la batalla. Las bajas aliadas fueron de la mitad de esa cifra. Prácticamente el ejército paraguayo terminó con esa batalla. (Véase: Doratioto: "Maldita Guerra", págs. 208-215; Ruiz Moreno: "Campañas Militares Argentinas", Tomo 4, págs. 142-144).
A su vez, el Mariscal-Presidente tendió a utilizar a los libertos en las operaciones más peligrosas (Véase el artículo reproducido arriba). De todos estos libertos, uno sólo alcanzó rango de oficial. En la etapa previa a la invasión a Paraguay (principios de 1866), destacamentos paraguayos atravesaban el río Paraná en canoas, para hostilizar a los aliados. Tras una de esas misiones, un sargento negro, regresó con una bolsa con 9 cabezas de soldados aliados, las que presentó a López. Fue ascendido a oficial. El Mariscal-Presidente lo envió a todos los combates, exponiéndolo hasta que terminó muerto (Doratioto, op.cit., pág. 193, citando a Thompson y a Centurión, ambos testigos).

Así pues, esa información de que no había esclavos en Paraguay, brindada por el vídeo, es falsa.

Ludoviko :cry:

Wicho
23/12/2010, 19:29
http://www.youtube.com/watch?v=zywtk9OnQ6o


AL HONORABLE PUEBLO PARAGUAYO DE AQUELLA EPOCA.

En este vídeo se declara que los niños que se sacrificaron --yo diría mejor: fueron sacrificados-- para permitir la retirada del Mariscal-Presidente, y que utilizaron palos tallados para simular fusiles. Además --esto no lo dice el vídeo pero se sabe de otras fuentes inobjetables--, se les procuraron barbas postizas confeccionadas con crin de caballo para aparentar adultez.

Pregunto: ¿eso fue culpa de los aliados? ¿Éstos podían saber a priori que peleaban contra niños inermes, cuando el mando paraguayo pretendía hacerlos pasar por adultos y bien armados? Implícitamente, según el vídeo, los aliados debieron condolerse de los pobres niños, que lo único que habrían pretendido era detenerlos con una inocente e inútil travesura; y quizás tirarles las orejas, o retarlos, o ponerlos en penitencia, rodearlos y seguir de largo en busca de su verdadero objetivo: el Mariscal-Presidente.

Por otra parte, buena parte de las tropas brasileñas que participaron eran esclavos libertos, sin ningún interés personal en la guerra. Para ellos, era una forma de esclavitud peor que las fazendas, porque los sometía a la directa eventualidad de la muerte inmediata. Tampoco, por lo mismo, eran muy patriotas que digamos. Según se quejaba el Jefe brasileño Mariscal marqués de Caxias, estas tropas se desbandaban y huían fácilmente aún a la vista de la fuga de sus enemigos, y cuando quedaban claramente vencedores, se desquitaban bárbaramente de sus propias desdichas con los prisioneros y heridos enemigos que caían en sus manos, fuera del control --o no-- de sus superiores (ver: Doratioto: "Maldita Guerra"; págs. 351-352, y 399-400). Debe observarse que las tropas brasileñas en general, a esa altura (1869) estaban hartas de la guerra, y exasperadas por su inútil prolongación.

Menciono a los brasileños porque es a quienes se acusa de la matanza.

Ludoviko :x

PHILIPPEMOR
23/12/2010, 23:05
Tengo entendido que en las tropas argentinas hubo muchos esclavos negros tambien,,, es una ironia que actualmente la poblacion negra haya desaparecido de la argentina.

Wicho
24/12/2010, 11:59
En 1870, durante la presidencia de Sarmiento las tropas aliadas lograron tomar Asunción poniendo fin a la guerra. El Paraguay había quedado destrozado, diezmada su población y arrasado su territorio.

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...


En realidad, la toma de Asunción por las tropas aliadas ocurrió en enero de 1869, o sea un año antes del dato consignado. Si no se ha deslizado un error de transcripción, la falla es del historiador referido.
Los aliados suponían que la guerra había terminado. Sin embargo, la tosudez del Mariscal-Presidente prolongó inútilmente la tragedia un año y tres meses más, con la consecuente miseria y desdicha de su pueblo.

Ludoviko :confused:

Wicho
24/12/2010, 12:22
Tengo entendido que en las tropas argentinas hubo muchos esclavos negros tambien,,, es una ironia que actualmente la poblacion negra haya desaparecido de la argentina.

En Argentina ya no había esclavos, porque habían sido liberados por la Constitución de 1853. No obstante, la población negra era muy preferida para surtir las filas militares, dada su indefensión cultural y el racismo inmanente en la sociedad argentina.

Desde la guerra de la independencia, se apeló a la manumisión de los esclavos para dotar los ejércitos independientes. Si lograban sobrevivir, quedaban libres. Desde luego éstos fueron minoría. En ésto, la Argentina no difirió de sus vecinos, Paraguay incluido, y con mayor razón el Brasil que recién dispuso la liberación de sus esclavos bastante después de la guerra.

En Argentina, la población negra no ha desaparecido, sino que pasa desapercibida ya que no se la ha considerado en los censos. En el último censo nacional, precisamente de 2010, se incluyeron por primera secciones dirigidas a determinar ese origen. Ahora, por la calle uno puede advertir personas con rasgos que harían pensar en ancestros de ese origen. Hasta el presente, solo una minoría de las personas de origen afro reivindican ese origen. La mayoría se avergüenza. Actualmente la situación tiende a revertirse.

También, algo poco conocido, es que el ejército de línea argentino de 6.500 hombres, previo al inicio de la guerra, comprendía 500 indígenas del sur con estado militar, e incluso oficiales indios. Éstos no participaron en la guerra, sino que permanecieron en la frontera sur.

Ludoviko :-|

Wicho
25/12/2010, 19:54
http://www.youtube.com/watch?v=zywtk9OnQ6o


AL HONORABLE PUEBLO PARAGUAYO DE AQUELLA EPOCA.

Prosigo con el tema de los territorios arrebatados al Paraguay a consecuencia de su derrota en la Guerra de la Triple Alianza. Estos territorios fueron: el sur del Mato Grosso que pasó a manos del Brasil, ­el nordeste de la provincia de Corrientes que pasó a manos argentinas y actualmente constituye la provincia de Misiones, y la región del Chaco austral y central, que pasaron a manos argentinas y actualmente constituyen las provincias de Chaco y Formosa. En cambio, el Paraguay pudo conservar el Chaco boreal. Esta última región fue objeto entre 1932-1935 de una guerra con Bolivia, y repartida entre ambas a razón de un 60 % para el Paraguay, y el 40 % restante para Bolivia.

El territorio del sur del Mato Grosso, al momento de la guerra, estaba en disputa con el Brasil. No había un dominio efectivo por ninguno de los dos países, si bien el Brasil contaba con la aceptación mayoritaria de los habitantes indígenas de la etnia guaycurú, enemigos tradicionales de guaraníes y paraguayos.

El territorio nordeste de Corrientes estaba en disputa con Argentina, y retenido por los paraguayos desde la época de Rodríguez de Francia (1838-1840), a causa de su intervención en la guerra civil e internacional contra la Confederación Argentina dirigida por Rosas. Estaba poblado por indígenas de la etnia guaraní, pero más afines con los correntinos que con los paraguayos. Recuérdese que habían sido aliados de Artigas bajo la dirección del lugarteniente de éste Andrés Guazurarí, y objetos del ataque mancomunado de luso-brasileños y paraguayos.

El territorio del Chaco era reclamado por Paraguay y la Argentina, pero ninguno de ellos había ejercido acto de dominio sobre el mismo. Estaba poblado por diversas etnias indígenas: wichi, nivaklé, pilagá, qom, etc., todas ellas correspondientes al tronco guaycurú, y entonces enemigas del estado paraguayo. El término guaycurú es guaraní, y connota: “salvaje”, “bárbaro”. La única localidad paraguaya a la derecha del río Paraguay, era la Villa Occidental, situada cerca de la confluencia del río Pilcomayo con aquél; en la actualidad se llama Villa Hayes, en homenaje al presidente norteamericano que laudó la disputa con la República Argentina, otorgando al Paraguay el Chaco boreal. Desde la confluencia del Río Paraguay con el Paraná, hacia el sur, considerado como continuidad de aquél, se encuentra sobre su margen derecha la provincia de Santa Fe. El Chaco boreal fue en definitiva, el único territorio en disputa que logró conservar el Paraguay tras la Guerra de la Triple Alianza. En la actualidad forma los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay, todos ellos muy despoblados aún.

Es normal que todos los países reivindiquen los territorios correspondientes a su máxima extensión histórica, que generalmente no coincide con la presente. Los territorios perdidos siempre fueron injustamente arrebatados por conjura internacional, traición, etc. Sin embargo, suele pasarse por alto que tales territorios atañen a otros países que dicen exactamente lo mismo de sus propios territorios.

Los argentinos nos consideramos herederos del Virreinato del Río de la Plata, una división administrativa creada artificialmente por la corona española y que duró de 1776 a 1814, o sea un total de 38 años. Esta fugacidad impidió que se consolidara como entidad económica y cultural. Llegó a comprender los territorios de la actual Argentina, Uruguay, Paraguay, la mayor parte de Bolivia, partes del sur de Brasil, las islas del Atlántico Sur, y hasta las islas africanas de Fernando Poo y Annobón hoy pertenecientes a Guinea Ecuatorial. Es decir que si miramos nuestro actual territorio los argentinos tenemos para llorar un rato largo. No obstante, como ya señalé en otras intervenciones previas, nunca el virreinato logró imponer su dominio sobre el Chaco ni sobre la Patagonia, ni sobre las islas africanas. Ni bien empezó la guerra de la Independencia, el Paraguay se separó de hecho, el Uruguay virtualmente, y tras esa guerra, Bolivia se separó a su vez. Sobre las islas del Atlántico Sur, el dominio tanto del virreinato como de su sucesora Las Provincias Unidas del Río de la Plata, fue muy precario, así que sin mayor esfuerzo quedaron bajo dominio británico hasta hoy.

En base a los mismos criterios por los cuales el vídeo deplora los territorios perdidos por Paraguay, los argentinos podríamos deplorar que el Paraguay no sea hoy parte efectiva de la Argentina. ¡En fin!

Postergo para una intervención posterior, analizar el Tratado de la Triple Alianza y su incidencia sobre los participantes en la guerra.

Ludoviko

Wicho
29/12/2010, 01:33
La guerra era para los paraguayos una causa nacional. Todo el pueblo participaba activamente de una guerra defensiva. Los soldados de la Triple Alianza peleaban por plata o por obligación. Esto llevó a los paraguayos a concretar verdaderas hazañas militares, como el triunfo de Curupaytí, donde contando con un armamento claramente inferior, tuvieron sólo 50 muertos frente a los 9.000 de los aliados, entre ellos Dominguito, el hijo de Domingo Faustino Sarmiento.

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...



Sugerir que para los paraguayos, la guerra era una causa nacional, importa forzar un tanto los hechos.

1) Sería interesante conocer la opinión del soldado paraguayo anciano ante el cadáver de su joven hijo también soldado, retratado por José Ignacio Garmendia, sobre el sacrificio que ha ofrecido a su patria, para mantener “el equilibrio del Plata”. Ese fue el motivo de Francisco Solano López para atacar a sus vecinos y originar la guerra.

2) No fue una guerra defensiva, al menos al principio. Como acabo de observar, se originó en el ataque paraguayo primero al Brasil y luego a la Argentina. Luego continuó en territorio paraguayo al negarse el Mariscal-Presidente a apartarse del mando, y dejar a su país que negociara una paz que seguramente hubiera sido mucho menos costosa que la guerra llevada a sus últimas consecuencias como ocurrió debido a su desastrosa obstinación.

3) La guerra fue proclamada por el congreso paraguayo como ratificación de los actos consumados (invasión al Mato Grosso), y de la intención del Mariscal-Presidente de atravesar el territorio correntino para invadir Río Grande do Sul. El congreso paraguayo solo se reunía en condiciones extraordinarias, siempre para convalidar las decisiones del Ejecutivo. No se elegía por votación popular, sino a dedo, entre los miembros más conspicuos de la sociedad. La vez anterior que se reunió fue en 1862, para admitir la designación de Francisco Solano López como Presidente, realizada desde su lecho de muerte por Carlos Antonio López. Algunos de sus miembros que insinuaron un desacuerdo (como el padre Fidel Maíz, personaje de actuación muy controvertida y oscilante), terminaron en la cárcel. Así que los congresales estaban bien aleccionados acerca de sus conveniencias. El historiador argentino Antonio J. Pérez Amuchástegui (1921-1983), revisionista, nacionalista, simpatizante de F.S.López, dice:
El 10 de diciembre de 1862, moría el presidente paraguayo. Y conforme a la vieja tradición hispánica, malgrado la Constitución, dejó un pliego de mortaja –es decir una voluntad escrita que debía cumplirse− por el que encomendaba a su hijo Francisco Solano el gobierno del Paraguay, medida que descontaba sería ratificada por el Congreso Nacional. A rey muerto, rey puesto. En el Congreso ni en parte alguna del territorio, había opositores de agallas que pudieran impedir el cumplimiento de la voluntad presidencial, sobre todo cuando el heredero era el jefe supremo de las fuerzas armadas y un auténtico caudillo popular. Una débil argumentación de algunos diputados con la aquiescencia de Benigno López –hijo también del finado presidente− se estrelló contra la decisión mayoritaria y la energía del gobernante provisional. Conforme al legado paterno, Francisco Solano López, con sus 36 años, su título de generalísimo y su fe incontrolada en los destinos del pueblo paraguayo, fue ungido presidente de la Nación.
(Crónica Argentina, Ed. Códex, Bs.As. 1969, 4-LXI-LXII; negritas son mías), ¡Más claro…!

4) Desde la época de la colonia, el pueblo paraguayo estaba acostumbrado a un rígido estado paternalista, tanto desde sus gobernantes españoles o criollos, como de parte de los misioneros jesuitas. Aunque toda o la mayor parte de la población supiera leer y escribir, no constan noticias de obras literarias o de desarrollo intelectual ni político, como sí las hubo en el mismo período en Argentina por lo menos. Todas las escasas publicaciones periodísticas existentes eran propiedad del gobierno.

5) El Paraguay era el único de los países involucrados en el conflicto que poseía servicio militar obligatorio. Esto constituyó en principio una ventaja, pues tenía su ejército organizado, y además su servicio era gratuito. Los otros países: Argentina, Brasil, y Uruguay, debían partir de sus ejércitos de línea, formados por voluntarios y/o enganchados, a sueldo, o bien la guardia nacional también a sueldo. De ahí su carácter de “mercenarios”. La paga para el soldado raso en el ejército argentino era de 6 pesos por mes, casi siempre percibidos con mucho,…, mucho atraso. Existen testimonios irrefutables al respecto. Después de la batalla de Yatay y la rendición de Uruguayana (1865), el ejército argentino incorporó a 1.030 voluntarios paraguayos, de los cuales unos 300 fueron destinados a la frontera sur, donde su rastro se pierde. De los restantes, muchos desertaron y se reintegraron al ejército paraguayo, aunque otros continuaron en el ejército argentino. En los sumarios labrados en el cuartel paraguayo en Paso de la Patria (fines de 1965, principios de 1866), estos soldados reincorporados informaron que se les pagaba idéntico sueldo que a los argentinos y también con mucho atraso (Doratioto, op.cit., pág. 176).

6) La batalla de Curupaytí merece un tratamiento especial.

Ludoviko

Wicho
29/12/2010, 12:11
Mitre había hecho un pronóstico demasiado optimista sobre la guerra: "En 24 horas en los cuarteles, en 15 días en campaña, en 3 meses en la Asunción".

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...


En efecto, el pronóstico de Mitre fue demasiado optimista. Sin duda obedeció a la intención de responder al entusiasmo de la multitud reunida ante su domicilio al conocerse la toma de la ciudad de Corrientes por los paraguayos. Implicó a todas luces uina "metida de pata".
Pero a la vez, denota que Mitre no tenía mucha idea ni de las dificultades de la guerra en ciernes, ni de las características del pueblo paraguayo. Por ende, también milita en contra de la presunta conspiración internacional en contra del Paraguay, y de la preparación previa Argentina para someter a ese país.

Ludoviko :|

Wicho
02/01/2011, 22:15
La guerra era para los paraguayos una causa nacional. Todo el pueblo participaba activamente de una guerra defensiva. Los soldados de la Triple Alianza peleaban por plata o por obligación. Esto llevó a los paraguayos a concretar verdaderas hazañas militares, como el triunfo de Curupaytí, donde contando con un armamento claramente inferior, tuvieron sólo 50 muertos frente a los 9.000 de los aliados, entre ellos Dominguito, el hijo de Domingo Faustino Sarmiento.

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...


La batalla de Curupaytí ha sido objeto de minuciosos estudios, desde contemporáneos de la guerra a posteriores, tanto paraguayos, brasileños, argentinos y de otros países. Constituyó la más grave derrota de los aliados a lo largo de toda la guerra. Se ha discutido profusamente, y probablemente se continuará en el futuro, la responsabilidad e importancia de las pérdidas ocasionadas.

En el contexto internacional, comprendió uno de los primeros ejemplos de la llamada “guerra de posiciones”: amplias extensiones de trincheras, fuertemente armadas, en posiciones convenientes. Ejemplos anteriores fueron la batalla de Balaclava con la famosa carga de la Brigada Ligera durante la Guerra de Crimea, o la defensa de Richmond por el ejército confederado durante la última etapa de la Guerra de Secesión. La etapa de la “guerra de posiciones” dominó las tácticas bélicas hasta la 2da. Guerra Mundial.
Conviene ubicarse en la situación concreta. En septiembre de 1866, los aliados habían invadido el sector meridional del Paraguay, zona de confluencia entre los ríos Paraguay y Paraná. Enfrentaban un elaborado sistema de fortificaciones paraguayas, entre Itapirú y Timbó, con centro de gravedad en Humaitá, conocido como “el Cuadrilátero”. En ese sector de unos 50 km. de extensión, se estancó la Guerra de la Triple Alianza durante más de 2 años.

El ejército aliado se componía de unos 40.000 hombres, bien equipados, y más el apoyo de la escuadra brasileña, la más moderna y poderosa del subcontinente. Frente a ellos se emplazaba el ejército paraguayo de unos 20.000 hombres. Ya no era el ejército del principio de la guerra: tras las tremendas pérdidas sufridas hasta entonces, comprendía una alta proporción de reclutas demasiado jóvenes o demasiado viejos, y esclavos recientemente manumitidos, de gran espíritu de lucha, pero de bajo nivel de instrucción, y armamento muy inferior en muchos casos obsoletos: fusiles de chispa, cañones de ánima lisa, coheteras congreve (invento inglés).

La defensa de Curupaytí fue encomendada al general José Eduvigis Díaz, al frente de 5.000 hombres con 49 cañones. La preparación de las trincheras comenzó el 3 de septiembre. Los paraguayos trabajaron de noche, en el mayor de los silencios debido a la proximidad de los aliados. Los trabajos fueron supervisados por el ingeniero inglés George Thompson, al servicio de los paraguayos.

El día 12 de septiembre, a pedido del Mariscal López, se entrevistaron éste con el jefe del ejército aliado General Bartolomé Mitre. Participó fugazmente el jefe uruguayo General Venancio Flores, quien se retiró disgustado al ser culpado por López de haber sido causa de la guerral. El jefe brasileño, Mariscal Polidoro se abstuvo de participar, por delegar su representación en el general Mitre. La entrevista fue un fracaso, pues López no aceptó las condiciones impuestas por los aliados según el Tratado de la Triple Alianza, y Mitre recibió y trasmitió a los aliados la propuesta de López, también de términos inaceptables para éstos. Se especula con que esta entrevista haya sido en realidad una maniobra dilatoria para posibilitar el progreso de los trabajos de defensa, ya que era evidente que el siguiente objetivo aliado sería ese reducto.

El plan aliado consistía en un ataque previo de la escuadra brasilera que debía destruir, o inutilizar la artillería paraguaya, y crear cráteres aptos para facilitar la protección de los atacantes. Una vez completada esa fase, comenzaría el avance frontal de la infantería aliada, dirigido a tomar las trincheras y parapetos. Estaba previsto también un movimiento envolvente de un cuerpo de caballería brasileño de 3.000 hombres, que debía atacar la izquierda paraguaya a fin de practicar un reconocimiento de fuerza, y eventualmente un ataque que distrajera o aliviara la presión defensiva sobre el ataque frontal principal.

La operación había sido fijada para el 17 de septiembre, pero debió suspenderse a causa del mal tiempo que persistió hasta el 20. El terreno de suyo anegadizo quedó convertido en un lodazal.

Finalmente, el día 22 de septiembre se concretó el ataque. El cañoneo de la escuadra duró unas 2 horas y fue totalmente ineficaz, pues apenas logró inutilizar un cañón. Es probable que esta ineficacia se debiera a la falta de conocimiento del terreno, de suerte que la escuadra cañoneaba a tientas, muy por encima del objetivo que estaba emplazado a una altura de 9 metros sobre el nivel del río. El jefe de la escuadra, el Vicealmirante Tamandaré, era veterano y no conocía acabadamente las posibilidades de la moderna tecnología de su escuadra; desconfiaba de los argentinos desde la época de la guerra argentino-brasileña de 1825-1828, y sospechaba que éstos pretendían destruir la flota. Esta fue la razón principal de su persistente inactividad y del desaprovechamiento del potencial naval, mientras las fuerzas de la alianza estuvieron bajo el mando de Mitre.

Tras el bombardeo, se pasó al ataque terrestre. Las defensas estaban prácticamente intactas y resistieron todas las oleadas de avances aliados. El reconocimiento de flanco no se concretó.

Las pérdidas paraguayas fueron menores a 100 entre muertos y heridos. Subsiste la polémica acerca de las bajas inferidas a los aliados. Las estimaciones más fiables las sitúan entre 4.000 y 9.000 entre muertos y heridos, fundamentalmente brasileños y argentinos. El historiador argentino José María Rosa, ferviente anti-mitrista, eleva las pérdidas hasta 10.000 hombres, pero esta cifra parece exagerada. Aparte culpa a Mitre de no haber realizado exploraciones previas del terreno, pero eso no se ajusta a la verdad, pues realizó incluso dos reconocimientos personales. Su error pudo deberse a los cambios en la profundidad y consistencia de los bañados producidos por las recientes lluvias. Además, Mitre presenció el desarrollo de las acciones a tiro de cañón de las defensas paraguayas al punto de que su caballo fue herido por una esquirla y debió cambiarlo (Doratioto, op.cit. 233). Teniendo en cuenta que la fuerza de ataque fue de unos 20.000 hombres, las bajas fueron sumamente significativas.

Debe tenerse en cuenta, que aparte de las pérdidas de tropas, cayeron muchos cuadros de oficiales y jefes, lo cual redundó en la necesidad de reconstituir las unidades.

Doratioto (pág. 235), citando al Tte. Cnel. Ing. George Thompson, dice:

Cuando terminó la batalla, de las trincheras de Curupaytí salió un batallón para re***** las armas y despojos que habían dejado los aliados en el terreno, así como también para apresar a los heridos. Los soldados paraguayos les preguntaban a los argentinos y brasileños heridos si podían caminar, y mataban a quienes respondían en forma negativa. Eran pocos los que conseguían caminar, pues de lo contrario hubieran retrocedido para encontrarse con sus compañeros; de esta forma, apenas hubo “una media docena” de prisioneros. Los soldados del batallón paraguayo volvieron a la trinchera vestidos con los uniformes argentinos, con relojes de los muertos y con libras esterlinas, pues hacía poco que los aliados habían recibido el sueldo. Posteriormente, esas libras fueron “compradas” por Elisa Lynch con papel moneda paraguayo. Varios batallones paraguayos se vistieron con los uniformes de los aliados muertos y se armaron con los 3 mil fusiles capturados. Los entrecomillados son del original; las negritas son mías.

Desde luego, con esos datos, muchos de los heridos habrán sido considerados como fallecidos en combate y deben haber incrementado sensiblemente la cantidad de bajas fatales.

A partir de esta derrota aliada, la guerra ingresó en un impasse, que se extendió hasta junio de 1867.

Ludoviko

Wicho
05/01/2011, 00:53
La impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza, sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, provocó levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis.

El caudillo catamarqueño Felipe Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión y a no participar en una guerra fratricida diciendo: "Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas".

A pesar de contar con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los modernos fusiles de Buenos Aires.

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...




Los levantamientos citados se produjeron a fines de 1866, y tuvieron su momento álgido en abril de 1867. Se conocieron como la revolución de los colorados.

El primer levantamiento ocurrió en la cárcel de la ciudad de Mendoza el 9 de noviembre de 1866. Fue protagonizado por gendarmes más 280 hombres reclutados para el frente de la guerra del Paraguay. Recuérdese que menos de 2 meses antes, había sucedido la derrota de los aliados en Curupaytí. Al amotinarse, liberaron a algunos presos entre quienes se encontraba un destacado político federal puntano (es decir: originario de la Provincia de San Luis): el Coronel Carlos Juan Rodríguez. Éste se hizo cargo de la dirección del movimiento. A fin de evitar la intervención del gobierno nacional, intentó en un principio reducir sus alcances a la esfera local, o sea: contra el gobierno de la Provincia de Mendoza a cargo Melitón Arroyo, a quien se achacaba su elección por medios fraudulentos. Esta motivación fue admitida unos meses más tarde por el propio General Mitre al Vicepresidente Marcos Paz, cuando comentó que a las conmociones del interior han “…contribuido no poco los malos Gobiernos locales, que como en Mendoza habían llegado a anular el sistema representativo, aboliendo la elección y dando así mayor asidero a la anarquía, proclamando el desorden desde lo alto del Gobierno.” (ver: Ruiz Moreno I.J.: Campañas Militares Argentinas; Tomo 4, pág. 187). Esto no quiere decir que Mitre fuera un dechado de respeto a la voluntad popular, pero al menos lo dijo.

Esta disconformidad por razones locales, y la resistencia a luchar en el Paraguay, pronto se conjugó con el recuerdo de la violenta represión del interior, más la muerte del Chacho Peñaloza, ocurrida apenas 3 años antes. Así pues, a poco andar, la situación se fue de madre, y la sublevación se extendió hasta la Provincia de San Luis.

Paralelamente, en diciembre de 1866, ingresó el Coronel Felipe Varela, desde Chile, con una columna de 150 hombres, la mitad de ellos chilenos. Operó desde el noroeste de San Juan, oeste de la Rioja y Catamarca. Pronto llegó a reunir un ejército de unos 5.000 hombres.
Ambos focos rebeldes, sin embargo, nunca llegaron a organizar un plan coordinado, ni a definir objetivos claros. Operaron independientemente.

Mitre dejó el mando del ejército aliado en el Paraguay y regresó al país en febrero de 1867, con tropas retiradas el frente. La reacción del gobierno nacional ocurrió en dos (2) frentes: en San Luis, con las tropas retiradas del frente bajo el mando del General Paunero, y en Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca, con fuerzas bajo el mando del caudillo mitrista el santiagueño Antonino Taboada.

El 1 de abril de 1867, los federales provenientes de Mendoza, bajo el mando del General Felipe Saá, se enfrentaron a la división del Coronel Arredondo en San Ignacio, cerca de la ciudad de San Luis. Los federales eran unos 3.500 hombres, de ellos 2.500 jinetes, con 10 cañones; o sea: un ejército en regla y no una montonera. Los nacionales eran unos 1.600 hombres, de caballería, infantería y dos (2) piezas de artillería. El encuentro fue muy reñido, y los federales estuvieron a punto de vencer. La decisión recayó en una carga a la bayoneta dirigida por el Teniente Coronel Luis María Campos, que causó el desbande de los federales. Con esta batalla concluyó la insurrección en Cuyo (Mendoza, San Luis y San Juan). Los federales huyeron y se refugiaron en Chile.

En el otro frente, los nacionales de Taboada tomaron la ciudad de La Rioja y la sometieron a saqueo. Varela se encontraba en Catamarca, al norte. Al conocer la presencia de Taboada en La Rioja resolvió enfrentarlo. Esta medida fue un grave error, ya que debió emprender una larga marcha carente de la mínima provisión de agua. Los nacionales conocían esa situación y la aprovecharon. Se fortificaron a la entrada de la ciudad, en el lugar conocido como Pozo de Vargas, única fuente de agua de la zona.
El ejército de Varela consistía de unos 4.000 hombres, fundamentalmente de caballería, 4 batallones de infantería y 2 cañones de pequeño calibre. Según un testigo del ejército nacional: “No es una montonera sino un verdadero Ejército de las tres armas, perfectamente armado, equipado y organizado. Su armamento de caballería e infantería es excelente: muchos de los fusiles son rayados, y creo que alguna parte de su infantería pertenece a los cuerpos de línea de Chile.” Existen discrepancias sobre el número de chilenos integrantes del ejército de Varela; éstos fueron no menos de 40, y estaban bajo el mando del Coronel chileno Estanislao Medina. Pero la verdadera debilidad de los federales fue la sed. Su caballada estaba debilitada por ella y por la extensa marcha previa.

La batalla se concretó el 9 de abril de 1867, apenas 8 días después de la de San Ignacio.

Los nacionales contaban con unos 1.600 infantes y 800 jinetes. La infantería se atrincheró delante del pozo de agua.

La caballería federal llegó a realizar múltiples ataques, destrozó a la caballería nacional, pero no pudo romper el cuadro de la infantería. En un determinado momento tomó el parque y hasta la tienda del jefe nacional. Finalmente, los jinetes federales entraron en la ciudad, y allí se desbandaron en la búsqueda de agua, y algunos hasta se emborracharon.

Las pérdidas federales resultaron en unas 1000 bajas, más otro millar de prisioneros. Felipe Varela se retiró apenas con 180 hombres. Los nacionales perdieron unos 200 hombres, pero quedaron tan maltrechos que no pudieron perseguirlo. Es curioso, pero en cierto modo la batalla del Pozo de Vargas se asemeja a Curupaytí, con un ejército inferior firmemente atrincherado en espera de otro más numeroso y obligado a atacar de frente.

Se discute por qué Varela intentó tomar la ciudad de La Rioja. Quizás trataba de unirse con el otro grupo revolucionario que acababa de ser derrotado en San Ignacio, aunque él lo desconocía. Su mejor opción habría sido consolidarse en Catamarca, y extenderse a Salta y Jujuy. De hecho ambas provincias se sublevaron después de la batalla del Pozo de Vargas. Felipe Varela pudo resistir hasta 1869 en esas provincias, pero nunca pudo reorganizar un ejército como el derrotado en Pozo de Vargas. Incluso llegó a tomar fugazmente a La Rioja, Salta y San Salvador de Jujuy. Además, Bolivia bajo la conducción del General Manuel Mariano Melgarejo, amagaba con atacar a la República Argentina en apoyo del Paraguay y de los federales, lo cual en definitiva no ocurrió.

Finalmente, Varela terminó asilado en Chile, donde murió de tisis en junio de 1870.

En otra intervención trataré el tema de la zamba de Vargas.

Ludoviko

Wicho
08/01/2011, 11:14
A pesar de contar con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los modernos fusiles de Buenos Aires.

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...


Este comentario se basa en Wikipedia, artículos “Zamba de Vargas”, “Andrés Chazarreta” y “Juan Alfonso Carrizo”.

La primera mención documentada de la llamada Zamba de Vargas, es del 10 de abril de 1906, es decir: casi exactamente 39 años después de la batalla del Pozo de Vargas (9 de abril de 1867), en un artículo periodístico de un veterano de la misma, el ex capitán de las fuerzas de Taboada (mitristas), Ambrosio Salvatierra. En esa mención se dice que cuando las fuerzas santiagueñas estaban a punto de ser vencidas, su jefe el general Taboada ordenó a la banda de música tocar la zamba, y a sus acordes los santiagueños reaccionaron y lograron la victoria sobre los riojanos de Felipe Varela (federales).

La primera versión melódica se debe al folklorista y compilador Andrés Chazarreta, santiagueño (1876-1960), quien adujo su origen en el cantar de su abuela. En la batalla del Pozo de Vargas, participó también entre las fuerzas taboadistas un tío de Andrés Chazarreta, Manuel Antonio Chazarreta, quien tras esa batalla partió a luchar en la frontera del sur y no regresó. Este tío habría trasmitido las coplas a su madre, abuela del floklorista. Según el hijo del folklorista, Agustín, su padre le relató su vivencia infantil de este modo:

-Cuénteme mama una vez más..., cuénteme lo que sabían recordar mi tío Manuel Antonio, don Ambrosio Salvatierra, el Negro Chagaray y los otros.
-Carne de gallina se me hace el cuerpo cuando me imagino aquel mediodía en el Pozo de Vargas. El General Taboada desesperado veía perder la batalla. Muchos eran los chilenos de Varela y poca la gente de su tropa. La Virgen de la Montonera lo tiene que haber iluminado. "¡La banda,...la banda!", dicen que gritó como enloquecido. "¡Que el piquete de Brizuela toque la zamba!". Así sabía contar tu tío....
Y la voz de la anciana se quebró y sus ojos secos se mojaron con el recuerdo de Manuel Antonio –el hijo ingrato- joven guerrero del Pozo de Vargas, que al volver de la batalla se enganchó en las tropas del sur y nunca más se supo de él.
-Tome otro mate mama y perdóneme, yo tengo la culpa.
-No hijo, me gusta complacerte y me gusta recordar. Dicen que cuando nuestros soldados oyeron la zamba, hicieron coro, y fusil en mano atacaron con más bríos, ganando la batalla.
-¿Ese fue mama, el bautismo de la zamba?
-¡"La Zamba de Vargas", hijo!, allí fue bautizada en el campo de batalla.
Y canturreó una copla:
Batallón de Varela,
Pozo de Vargas
La despedida es corta, mi vida,
La ausencia es larga.
Existe otra versión derivada de las investigaciones del investigador catamarqueño Juan Alfonso Carrizo (1895-1957). Éste recopiló múltiples coplas populares del noroeste argentino. Entre ellas recuperó tres coplas anónimas, que fueron identificadas por otro folklorista, Bartolomé Peralta Luna (s/d), como pertenecientes a la versión riojana, favorable a Varela. A este último autor, se debe un recitado que suele acompañar la ejecución de la zamba:

Cuentan de los santiagueños,
que al verse ya derrotados,
su jefe mandó a tocar
la zamba para animarlos.
Y cuando vibrar oyeron
la música de sus pagos
volvieron cara, venciendo
al ejército invasor.
El tema es muy interesante y merecería todo un tema por sí mismo. Sucintamente, puede decirse:
a. Ambas versiones contienen elementos claramente legendarios y míticos. Así se evoca que al escuchar la zamba, los combatientes santiagueños se pusieron a cantar, bailar abrazados a sus fusiles, y mientras tanto, volvían caras y derrotaban a los riojanos.
b. Se señala que los riojanos (federales) eran invasores, cuando en realidad era al revés.
c. Contienen coplas amorosas mezcladas.
d. Se menciona como jefe santiagueño a Manuel Taboada, quien era jefe de uno de los batallones. El verdadero jefe era su hermano Antonino Taboada.
e. Se cita la participación de Wenceslao Paunero, quien no intervino. En realidad se hallaba a cerca de 1.000 km de distancia.
f. Los musicólogos argentinos contemporáneos estiman mayoritariamente que la zamba como género musical aún no había surgido, por la época de la batalla. La zamba como género, deriva de la zamacueca de origen afro-peruano, y de allí habría pasado a Chile como cueca.
g. Algunos escritores revisionistas especulan que los chilenos que acompañaban a Varela pudieron traer ese ritmo. De hecho la versión riojana posee ritmo de cueca.
h. Es posible que ambas versiones, santiagueña y riojana se hayan influido recíprocamente, y hasta que existan préstamos e intercambios de una a otra.
i. Lo concreto es que ambos ejércitos contaban con bandas de música.
j. Lo cierto es que la “Zamba de Vargas” es la más antigua que se conoce, y se la llama “madre de todas las zambas”.
k. No he encontrado la versión que alude a “lanzas contra fusiles”, que alude supuestamente la glosa de Pigna.

Desde mi punto de vista, la “Zamba de Vargas” en sus diversas variantes, indica la preponderancia de los caudillos, más que los valores en juego para cada bando. Eso lo adelanté en una de mis intervenciones previas.

Ludoviko

Wicho
15/01/2011, 22:38
Brasil, la Argentina y el nuevo gobierno uruguayo firmaron en mayo de 1865 el Tratado de la Triple Alianza, en el que se fijaban los objetivos de la guerra y las condiciones de rendición que se le impondrían al Paraguay.

Por el tratado de la Triple Alianza, se establecía que los aliados respetarían la integridad territorial del Paraguay. Terminada la guerra, los ministros diplomáticos de los tres países se reunieron en Buenos Aires. El ministro de Relaciones Exteriores de Sarmiento, Mariano Varela expresó: "La victoria no da a las naciones aliadas derecho para que declaren, entre sí, como límites suyos los que el tratado determina. Esos límites deben ser discutidos con el gobierno que exista en el Paraguay y su fijación será hecha en los tratados que se celebren, después de exhibidos, por las partes contratantes, los títulos en que cada una apoya sus derechos".

EL AUTOR ES FELIPE PIGNA, HISTORIADOR ARGENTINO...


Debe partirse de la tradicional desconfianza imperante entre el Brasil y la Argentina ya desde la época colonial. Esta desconfianza degeneró en guerra abierta por la cuestión de la República Oriental del Uruguay, entre 1825 y 1828. En esa guerra, el ejército argentino y uruguayo, logró importantes victorias terrestres. Pero en el mar la ventaja quedó para el Imperio, pues contaba con una flota mucho más poderosa que la argentina. En definitiva, la guerra terminó en un virtual empate, pues la flota brasileña bloqueó el Río de la Plata y asfixió a la Argentina. Además, los argentinos se dividieron en primero en una guerra civil intermitente entre federales y unitarios. Esto obligó a ambos países a concertar la paz, y admitir la independencia del Uruguay, de cual ambos se convirtieron en garantes.

Sin embargo, allí apenas había empezado el problema. Siguió un período de más de treinta años en que Brasil y Argentina, o sectores políticos de ambos países se involucraron en los conflictos internos de la zona. Ej.: Guerra de los Farrapos; Guerra Grande del Uruguay; Intervenciones Francesa y Anglo-Francesa en el Paraná; guerras civiles argentinas.

Para la diplomacia brasileña el problema más importante era evitar la consolidación y crecimiento de la República Argentina. La situación de las relaciones con el Paraguay era un problema secundario.

Para algunos sectores argentinos, el Paraguay era una provincia argentina que se había separado ilegalmente. El más conspicuo de los dirigentes argentinos que mantuvo esa tesitura fue Juan Manuel de Rosas. Otro cuya posición iba en ese sentido fue Domingo Faustino Sarmiento, quien en su etapa de periodista en Chile en 1844, defendió la unidad de la Argentina, Uruguay y Paraguay, y sugería como capital a la isla de Martín García. En la época del inicio de la Guerra de la Triple Alianza, aún existían sectores políticos importantes favorables a la integración de ambas naciones menores a la Argentina. Puede imaginarse la importancia política y económica que habría llegado a ganar semejante bloque en el Sur de América.

Es decir: la preocupación del Brasil era evitar la absorción del Paraguay por la Argentina.

He examinado el texto del Tratado de la Triple Alianza en su versión de Wikisource, y no he advertido nada de vergonzoso. La parte inicial establece las características de las operaciones militares a iniciarse, la dirección, los abastecimientos, etc.; la declaración de que la guerra se realizaba contra el gobierno y no contra el pueblo del Paraguay; el respeto de la independencia, soberanía e integridad territorial del Paraguay; la libre navegación de los ríos Paraná y Paraguay para los buques mercantes o de guerra de los aliados; la delimitación de las fronteras pretendidas por los aliados mayores; la obligación de los aliados de no establecer la paz por separado; de la mutua asistencia de los aliados en sus negociaciones; y de las indemnizaciones a exigir al Paraguay. Preveía el mantenimiento de la condición secreta de todas las secciones del tratado que no requirieran ratificación por los poderes legislativos de los respectivos países aliados. Estuvo fechado el 1 de mayo de 1865.

Las características del Tratado están dentro de los usos y costumbres de la época. Incluso son similares a las alianzas de las naciones vencedoras en la 1ra. y 2da. Guerras Mundiales. Para la República Argentina, tal vez el aspecto más controversial podría ser la pretensión sobre la totalidad del Chaco.
De inmediato se creyó necesario incorporar un protocolo adicional que imponía expresamente la demolición de la fortaleza de Humaitá y la prohibición de erigir otras similares, a los fines de permitir la libre navegación del río Paraguay por los buques aliados; así como el modo de distribución del botín de guerra entre los países signatarios. Este anexo implica a mi juicio, una muestra del apuro con que fue confeccionado el tratado, ya que apunta a circunstancias si se quiere accesorias.

La discusión del tratado en el parlamento brasileño provocó serias críticas de la oposición conservadora, radicalmente anti-argentina. Se objetó que de entregarse a l Argentina todo el Chaco, nuestro país obtendría dos (2) extensas zonas limítrofes con Brasil: por el sur y el oeste, a Corrientes y Misiones, y por el sur y oeste el Chaco. Esos límites coincidían con dos (2) áreas muy sensibles del Imperio: Santa Catarina, y el Mato Grosso. Ello motivó la adición de una cláusula reversal al tratado, que no figura en el texto del mismo, y que establecía que el derecho argentino a la posesión del Chaco, estaría limitado al eventual derecho sobre el mismo de un tercer país, en este caso Bolivia. De esta manera relativizó de un plumazo toda la posible pretensión territorial argentina.

A comienzos de enero de 1869, los aliados tomaron Asunción. A los pocos meses instauraron un Triunvirato formado por paraguayos adictos. En ese momento, había asumido como presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento; éste era liberal, pero de tendencia anti-brasileña, al contrario de su predecesor Mitre. Los brasileños temían que el propósito de Sarmiento fuera la absorción lisa y llana del Paraguay por Argentina, de modo que maniobraron a fin de colocar en puestos clave del gobierno provisorio a paraguayos afines; incluso con el tiempo apelaron a ex partidarios de Francisco Solano López. Además, las insurrecciones del interior argentino, habían obligado al retiro de la mayor parte de las fuerzas argentinas, de modo que el peso de las operaciones recaía sobre el ejército brasileño, bajo el mando supremo del Marqués de Caxias.

Por su lado Sarmiento creía que la intención brasileña era la absorción del Paraguay, o bien la delimitación unilateral de sus fronteras. De ahí la célebre definición del canciller argentino Mariano Varela de que “la victoria no da derecho”. Esto fue interpretado por el Brasil para declarar la caducidad del Tratado de la Triple Alianza, y de ahí procedió a tratar por su cuenta con el gobierno provisorio y a anexionar el sector sur del Mato Grosso que pretendía.

Argentina había quedado en posesión de la Villa Occidental, sobre la rivera derecha del Paraguay, y al norte del Pilcomayo. Esto le daba un cierto derecho al Chaco Boreal. Pero encerrado por la propia declaración de Varela (el pez por la boca muere), en una condición bélica muy debilitada, con el Paraguay ocupado militarmente por Brasil, con la isla del Cerrito situada en la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná también en poder del Brasil, y con la escuadra brasileña desplegada en los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, la Argentina no pudo hacer valer su pretensión al Chaco Boreal. Brasil alentó y respaldó al gobierno provisorio paraguayo para que arribara a un laudo arbitral sobre el Chaco Boreal. Este laudo estuvo a cargo del presidente norteamericano Rutherford B. Hayes, quien a fines de 1878, concedió al Paraguay el Chaco Boreal. Argentina debió evacuar la Villa Occidental, que pasó al Paraguay, renombrada como Villa Hayes.

Brasil cumplió su propósito de establecer un estado tapón que impidiera el excesivo engrandecimiento argentino.

En conclusión, el Tratado de la Triple Alianza fundado en las recíprocas desconfianzas de los aliados, permitió la subsistencia independiente del Paraguay.

Ludoviko :neutral: