rebelderenegado
20/09/2010, 01:09
La muchacha pintaba con el pincel gastado y corto, uno de lo paneles de vidrio de la cabina de su avión, con lo mejor que supo dibujar una rosa blanca, antes de despegar para otra misión, sin saber que el enemigo la esperaba para tenderle una emboscada, esta vez se habían prometido no dejarla escapar, el temor, mezclado con un apenas disimulado sentimiento de inferioridad y ridículo, los había hecho partícipes de la cobarde conjura...
La escuadrilla de "vengadores", habían decidido junto a su comando acabar con Lilia, sin saber, que el cansancio y el hartazgo, ya habían hecho la mitad de la tarea.
Las interminables giras de demostración, las ceremonias oficiales de propaganda, la presion de sus aficionados y seguidores, le dejaban muy poco tiempo para el descanso en medio de una guerra de hombres y de políticos despiadados, ella era solamente la rosa blanca.
Empujó con desgano el acelerador de su aparato para forzar un despegue corto, la radio, como de costumbre, se había estropeado en el último aterrizaje y aun no la reparaban.
Los ocho enemigos esperaban individualizarla de entre los señuelos que orbitaban para confundirlos, mientras los "expertos" casi adolescentes, se descolgaban de lo alto para ametrallarl a placer. Tenían órdenes expresas de evitar el combate directo con los Yaks de radiador corto, les habían ocasionado muchísimas bajas, aunque fueran manejados por pilotos novatos.
"Querida Lilia, te escribo porque eres para todos nosotros una héroina de los trabajadores, espero que te den muchas medallas, me llamo Raisa y tengo 12 años y cuando nos dijeron que podíamos escribirte, se me ocurrió que tu podías cuidar a mi papa que está en el frente y hace mucho que no sabemos nada de él, mi mamá y yo te encargamos que lo cuides con tu avión, he comenzado a asistir al aeroclub para estar cerca de los aviones y aprender todo lo que sabes tu y poder algún día, si la guerra no acaba antes, llegar a ser tu compañera en el aire, ayudandote a rechazar a los enemigos de nuestra patria, tal y como nos dijo el comisario político del Konsomol, que podíamos hacerlo si aprobábamos los exámenes de ingreso al V.V.S., espero que esta carta te llegue y que sepas que con mis compañeros de clase te apoyamos desde aqui, que todos nosotros sentimos que volamos contigo. ¡ Y no te olvides de lo que te dije de mi papá!. Con amor Raisa
El papel de la carta pegado contra el tablero, al lado de la postal con un ramillete de rosas amarillas, aleteaba con la fuerte corriente de aire que entraba por los resquicios de la cabina,
Lilia le hecho una ojeada, recordó su contenido;
¡ Claro que si Raisa, claro que cuidaré a tu padre!.
Inclinando el aparato hacia la derecha para poder ver el campo completo, divisó a lo lejos las formaciones de Polikarpovs que arriesgaban todo ofreciendose como "fáciles" blancos a los Messerschmitts, pero cada vez que estos se acercaban a uno, vomitando fuego con sus armas, el pequeño y frágil biplano giraba rápido al interior de su órbita, cerrando el círculo aun más y haciendo pasar de largo al veloz atacante. Este engaño funcionaba siempre y la falta de imaginación de los agresivos teutones, no les permitía aprender sobre la marcha, porque mas de una vez, las oportunidades de tomar otra lección, era cortada en seco por un derribo y la muerte.
Lilia alcanzó una velocidad que le permitiría tomar gran altura rapidamente, para caer sobre el mortal carrousel y tratar de abatir al último ingenuo que hubiera picado el señuelo.
Pero esta vez, la estaban esperando, por encima de ella y de la pelea de perros, el octeto infernal se hallaba al acecho.
Al identificar el aparato de Lilya, las radios de aullaron.
¡Ahi está!!!
-Es esa, la que tiene las manchas blancas a los lados de la cabina.
-¿Manchas?, me habían dicho que eran rosas.
- !Sigueme y no te separes!!!
- El numeral siguió al jefe, él sabía lo que hacía.
Kurt tenía para si un secreto, no era el odio a los rusos ni el amor a la causa nacional socialista lo que lo había llevado hasta alli, la causa real era algo que a nadie siendo germano se le ocurriría imaginar, estaba enamorado de las pilotos rusas desde que cayera en sus manos el primer ejemplar de propaganda soviética de sus escuadrones de cazas integrados nada mas que por mujeres, y ahora tenía la oportunidad de "acercarse" a una de ellas, aunque fuera como enemigo, si tenían algo de verdad las fantásticas exageraciones rusas sobre sus aguerridas y patrióticas luchadoras del aire, debía tratarse sin duda de mujeres excepcionales, y eso lo sabría hoy mismo.
-Apretar a fondo los pedales para frenar el aparato, inclinar la nariz, tirar de la palanca con todas las fuerzas y voilà el primer 109 pasa como la sombra de un gavilán a 600km por hora sobre la cabeza de Lilia, solo un segundo, el trepidar de las ametralladoras y la traspiración en las manos a pesar del frío por la altura casi hacen que se le resbalen los mandos, el Me, hecha humo casi inmediatamente.
Giro a la izquierda para perseguirlo y rematarlo, pero otro enemigo está encima y por detrás.
-¡ Es una trampa!!! una maldita y ******** trampa.
Las sacudidas de los impactos son brutales.
-Simular caida para ganar velocidad y tratar de huir, otra vez los frenos al máximo abajo y la silueta del avión atacante se empeña en el esfuerzo para no pasar de largo y quedar como el pato de la boda.
-Parece que se sostiene en el aire a pesar de la ventilación de mas. pensó Lilia.
-De todas maneras el primer Me. se ve metido en una barrena de la que no parece no podrá recuperarse.
Al otro avión tendrá que dedicarle su tiempo entonces.
La escuadrilla de "vengadores", habían decidido junto a su comando acabar con Lilia, sin saber, que el cansancio y el hartazgo, ya habían hecho la mitad de la tarea.
Las interminables giras de demostración, las ceremonias oficiales de propaganda, la presion de sus aficionados y seguidores, le dejaban muy poco tiempo para el descanso en medio de una guerra de hombres y de políticos despiadados, ella era solamente la rosa blanca.
Empujó con desgano el acelerador de su aparato para forzar un despegue corto, la radio, como de costumbre, se había estropeado en el último aterrizaje y aun no la reparaban.
Los ocho enemigos esperaban individualizarla de entre los señuelos que orbitaban para confundirlos, mientras los "expertos" casi adolescentes, se descolgaban de lo alto para ametrallarl a placer. Tenían órdenes expresas de evitar el combate directo con los Yaks de radiador corto, les habían ocasionado muchísimas bajas, aunque fueran manejados por pilotos novatos.
"Querida Lilia, te escribo porque eres para todos nosotros una héroina de los trabajadores, espero que te den muchas medallas, me llamo Raisa y tengo 12 años y cuando nos dijeron que podíamos escribirte, se me ocurrió que tu podías cuidar a mi papa que está en el frente y hace mucho que no sabemos nada de él, mi mamá y yo te encargamos que lo cuides con tu avión, he comenzado a asistir al aeroclub para estar cerca de los aviones y aprender todo lo que sabes tu y poder algún día, si la guerra no acaba antes, llegar a ser tu compañera en el aire, ayudandote a rechazar a los enemigos de nuestra patria, tal y como nos dijo el comisario político del Konsomol, que podíamos hacerlo si aprobábamos los exámenes de ingreso al V.V.S., espero que esta carta te llegue y que sepas que con mis compañeros de clase te apoyamos desde aqui, que todos nosotros sentimos que volamos contigo. ¡ Y no te olvides de lo que te dije de mi papá!. Con amor Raisa
El papel de la carta pegado contra el tablero, al lado de la postal con un ramillete de rosas amarillas, aleteaba con la fuerte corriente de aire que entraba por los resquicios de la cabina,
Lilia le hecho una ojeada, recordó su contenido;
¡ Claro que si Raisa, claro que cuidaré a tu padre!.
Inclinando el aparato hacia la derecha para poder ver el campo completo, divisó a lo lejos las formaciones de Polikarpovs que arriesgaban todo ofreciendose como "fáciles" blancos a los Messerschmitts, pero cada vez que estos se acercaban a uno, vomitando fuego con sus armas, el pequeño y frágil biplano giraba rápido al interior de su órbita, cerrando el círculo aun más y haciendo pasar de largo al veloz atacante. Este engaño funcionaba siempre y la falta de imaginación de los agresivos teutones, no les permitía aprender sobre la marcha, porque mas de una vez, las oportunidades de tomar otra lección, era cortada en seco por un derribo y la muerte.
Lilia alcanzó una velocidad que le permitiría tomar gran altura rapidamente, para caer sobre el mortal carrousel y tratar de abatir al último ingenuo que hubiera picado el señuelo.
Pero esta vez, la estaban esperando, por encima de ella y de la pelea de perros, el octeto infernal se hallaba al acecho.
Al identificar el aparato de Lilya, las radios de aullaron.
¡Ahi está!!!
-Es esa, la que tiene las manchas blancas a los lados de la cabina.
-¿Manchas?, me habían dicho que eran rosas.
- !Sigueme y no te separes!!!
- El numeral siguió al jefe, él sabía lo que hacía.
Kurt tenía para si un secreto, no era el odio a los rusos ni el amor a la causa nacional socialista lo que lo había llevado hasta alli, la causa real era algo que a nadie siendo germano se le ocurriría imaginar, estaba enamorado de las pilotos rusas desde que cayera en sus manos el primer ejemplar de propaganda soviética de sus escuadrones de cazas integrados nada mas que por mujeres, y ahora tenía la oportunidad de "acercarse" a una de ellas, aunque fuera como enemigo, si tenían algo de verdad las fantásticas exageraciones rusas sobre sus aguerridas y patrióticas luchadoras del aire, debía tratarse sin duda de mujeres excepcionales, y eso lo sabría hoy mismo.
-Apretar a fondo los pedales para frenar el aparato, inclinar la nariz, tirar de la palanca con todas las fuerzas y voilà el primer 109 pasa como la sombra de un gavilán a 600km por hora sobre la cabeza de Lilia, solo un segundo, el trepidar de las ametralladoras y la traspiración en las manos a pesar del frío por la altura casi hacen que se le resbalen los mandos, el Me, hecha humo casi inmediatamente.
Giro a la izquierda para perseguirlo y rematarlo, pero otro enemigo está encima y por detrás.
-¡ Es una trampa!!! una maldita y ******** trampa.
Las sacudidas de los impactos son brutales.
-Simular caida para ganar velocidad y tratar de huir, otra vez los frenos al máximo abajo y la silueta del avión atacante se empeña en el esfuerzo para no pasar de largo y quedar como el pato de la boda.
-Parece que se sostiene en el aire a pesar de la ventilación de mas. pensó Lilia.
-De todas maneras el primer Me. se ve metido en una barrena de la que no parece no podrá recuperarse.
Al otro avión tendrá que dedicarle su tiempo entonces.