Blacutt
18/08/2010, 15:18
−Después de que los grandes tatuaron en nosotros las ideas traídas desde el ayer, que retumben en nosotros los timbales y se apresten las trompetas para anunciar que ya tenemos la materia que nos permite esculpir nuestra propia definición sobre lo que es Ideología
−arcillemos nuestro propio molde y lo pongamos a prueba con las definiciones dadas por los grandes; así no correremos el peligro de naufragar en medio de los pecados en flor, entre los cuales, la omisión sería uno de los más peligrosos
−que así sea; propongo que sinteticemos lo que cada uno ha prefigurado como losa infracturada y sustentatoria del edificio conceptual; que la noche de los tiempos no nos sorprenda hablando sobre lo que haremos, sino haciendo lo que hemos hablado
–de acuerdo; para empezar, debemos analizar una ideología consolidada y sobre ella lanzar los lazos de nuestra visión, los que permitan captar sus bajos como sus altorrelieves
−toda buena idea llama a otra
−en virtud de que hay dos sistemas de pensamiento fundamentales, el marxismo y el liberalismo, sugiero que utilicemos uno de ellos como molde de comparación para la tarea de arcillaje que nos proponemos con tanto ánimo y tan poco prejuicio
−planteo el marxismo, por ser un pensamiento cerrado en sí, lo que nos permitirá observar sus cualidades y sus desmoronamientos teóricos, todo al mismo tiempo
−de acuerdo; voy con la palabra, portadora del pensamiento: lo primero que debemos percibir es el hecho de que una ideología, independientemente de sus jaspes, deriva de una visión filosófica
−es necesario establecer que, derivando de una visión filosófica, no sería ideología si la visión no fuera aplicada al análisis histórico de cada país
−¿significaría eso que cada país tiene una ideología aparte de las demás? ¿No dividiríamos así el pensamiento hasta convertirlo en un vitral astillado, tanto del vidrio mismo como de sus colores a la par?
−por eso es importante no poner el dedo en los labios con excesiva devoción; la prudencia no debe estar ahora en el acto de callar sino en decir lo necesario y algo más, para que lo necesario sea más que necesario
−lo cual nos lleva a la conclusión de que una ideología puede existir en abstracto, tanto en la mente como en el libro, pero su aplicación debe ser concretada en un grupo humano con una historia, una cultura y unos objetivos determinados
−así sería, pero sólo bajo el escudo protector de reconocer que en cada país hay varios grupos humanos que tienen, cada uno por su lado, su historia y sus objetivos determinados; por eso es que, adelantándonos a la definición final, di-remos que para que un país sea consolidado debe tener objetivos comunes, los que deben derivar de la coincidencia, por lo menos temporal, de por lo menos alguna parte de sus respectivas ideologías
−me parece un anticipo de valor inestimable
−luego del anticipo, veamos la materia prima que hemos logrado; los marxistas, grandes alquimistas de la era del vapor, han afirmado que la Ideología deriva de la visión materialista “científica” o de cualquiera de las concepciones “idealistas” de la filosofía
−con sutileza celeste, que sería la envidia de la sutileza de un hipopótamo, han postulado que sólo hay una concepción científica de la sociedad: la concepción del Materialismo Histórico, que sería la aplicación de la dialéctica materialista a los estudios de la sociedad, de la historia y del pensamiento
−también han dicho que el materialismo histórico es la ideología del proletariado y con ello, han instruido que ésa es la única que no deformaría la realidad
−sin embargo, esta afirmación autopromocionadora, no borra el hecho de que existan varias interpretaciones del materialismo histórico, tales como las que fueron sustentadas por Marx, Lenín, Trotsky, Kautsky, Mao Tse Tung, Castro, El Che..... para citar algunos de los más conspicuos, cada uno de los cuales protesta ser el verdadero representante de la Ideología Proletaria
−creo que vamos por buen camino
Seguiremos
Blacutt
−arcillemos nuestro propio molde y lo pongamos a prueba con las definiciones dadas por los grandes; así no correremos el peligro de naufragar en medio de los pecados en flor, entre los cuales, la omisión sería uno de los más peligrosos
−que así sea; propongo que sinteticemos lo que cada uno ha prefigurado como losa infracturada y sustentatoria del edificio conceptual; que la noche de los tiempos no nos sorprenda hablando sobre lo que haremos, sino haciendo lo que hemos hablado
–de acuerdo; para empezar, debemos analizar una ideología consolidada y sobre ella lanzar los lazos de nuestra visión, los que permitan captar sus bajos como sus altorrelieves
−toda buena idea llama a otra
−en virtud de que hay dos sistemas de pensamiento fundamentales, el marxismo y el liberalismo, sugiero que utilicemos uno de ellos como molde de comparación para la tarea de arcillaje que nos proponemos con tanto ánimo y tan poco prejuicio
−planteo el marxismo, por ser un pensamiento cerrado en sí, lo que nos permitirá observar sus cualidades y sus desmoronamientos teóricos, todo al mismo tiempo
−de acuerdo; voy con la palabra, portadora del pensamiento: lo primero que debemos percibir es el hecho de que una ideología, independientemente de sus jaspes, deriva de una visión filosófica
−es necesario establecer que, derivando de una visión filosófica, no sería ideología si la visión no fuera aplicada al análisis histórico de cada país
−¿significaría eso que cada país tiene una ideología aparte de las demás? ¿No dividiríamos así el pensamiento hasta convertirlo en un vitral astillado, tanto del vidrio mismo como de sus colores a la par?
−por eso es importante no poner el dedo en los labios con excesiva devoción; la prudencia no debe estar ahora en el acto de callar sino en decir lo necesario y algo más, para que lo necesario sea más que necesario
−lo cual nos lleva a la conclusión de que una ideología puede existir en abstracto, tanto en la mente como en el libro, pero su aplicación debe ser concretada en un grupo humano con una historia, una cultura y unos objetivos determinados
−así sería, pero sólo bajo el escudo protector de reconocer que en cada país hay varios grupos humanos que tienen, cada uno por su lado, su historia y sus objetivos determinados; por eso es que, adelantándonos a la definición final, di-remos que para que un país sea consolidado debe tener objetivos comunes, los que deben derivar de la coincidencia, por lo menos temporal, de por lo menos alguna parte de sus respectivas ideologías
−me parece un anticipo de valor inestimable
−luego del anticipo, veamos la materia prima que hemos logrado; los marxistas, grandes alquimistas de la era del vapor, han afirmado que la Ideología deriva de la visión materialista “científica” o de cualquiera de las concepciones “idealistas” de la filosofía
−con sutileza celeste, que sería la envidia de la sutileza de un hipopótamo, han postulado que sólo hay una concepción científica de la sociedad: la concepción del Materialismo Histórico, que sería la aplicación de la dialéctica materialista a los estudios de la sociedad, de la historia y del pensamiento
−también han dicho que el materialismo histórico es la ideología del proletariado y con ello, han instruido que ésa es la única que no deformaría la realidad
−sin embargo, esta afirmación autopromocionadora, no borra el hecho de que existan varias interpretaciones del materialismo histórico, tales como las que fueron sustentadas por Marx, Lenín, Trotsky, Kautsky, Mao Tse Tung, Castro, El Che..... para citar algunos de los más conspicuos, cada uno de los cuales protesta ser el verdadero representante de la Ideología Proletaria
−creo que vamos por buen camino
Seguiremos
Blacutt