Sadness
12/08/2010, 19:32
http://cms7.blogia.com/blogs/s/sa/sak/sakkarah/upload/20061129214258-sensual.jpgDeslizo con desesperada avidez, mi lengua por la suave e inmaculada piel de mi amada, le recorro sin el menor decoro, le provoco y voy venciendo su reticencia, entre suspiros contenidos y estremecimientos evidentes -¡No te detengas…continúa…por favor…mmm...…Ah!- Detengo por un momento, mi lúdica actividad y le observo resistirse ante mis lascivas caricias y claudicar ante su propio deseo-¡Por favor…continúa, te lo ruego…ah…no, no...Detente…por favor, esto no es correcto...No, no me dejes...ah!-Mis pupilas anhelan preservar por una eternidad esa deliciosa imagen: Ella, con los ojos entrecerrados, sus carnosos labios entre-abiertos suspirando y gimiendo, negándose y entregándose. Sus negros y ensortijados rizos dotándole de un aspecto entre inocente y salvaje, sus pequeños pero firmes pechos, erguidos suplicando por más caricias y esas bien torneadas e infinitas piernas que me hacen perder la cordura. Finalmente, termina por ceder y abre ante mí, un ensortijado y obscuro bosque, de inmediato mi lengua reinicia su ataque, me impregno de la más exótica fragancia, mezcla de rosas, almizcle y novedad…mmm...….al tiempo, que mi lengua hurga en su más profunda y virginal intimidad, acaricio las voluptuosas curvas de sus caderas, ella ya no opone la menor resistencia, se ha rendido a mis caricias y a su recién descubierta sensualidad -¿Te gusta cariño? ¡Eres deliciosa, amor!-Perdida en sus propias sensaciones le es imposible responder y un prolongado gemido escapa de su boca, música celestial a mis oídos, que me excita sobremanera -¡Al fin, eres mía!- Y mis caricias se hacen más frenéticas, lamo, succiono, muerdo y sorbo del néctar jamás degustado. Elixir que me da vida...
-¡Un centavo por tu pensamiento!-Su dulce voz me saca abruptamente, de mi ensoñación- No me mires de esa forma- Me reta con dulzura e ingenuidad -¿Qué? ¿Cómo?- Le cuestiono con sorpresa –Así de esa forma, como sueles mirarme, me turba- Me indica, mientras seca su tupida cabellera y una minúscula toalla deja al descubierto su delgada, pero perfecta silueta –No cabe duda, soy extremadamente pudorosa, desde siempre me has podido observar semidesnuda y aun me cohíbo un poco- Reflexiona, al tiempo que se viste ante mi lujuriosa mirada, me enloquecen esos absurdos limites entre su inocente ingenuidad y su sensual magnetismo -¡Dios, Maricarmen, me tienes delirante!- Pienso, mientras me es imposible despegar la mirada de ella -¿Dolores, crees que seré así de tímida en mi noche de bodas?- Me cuestiona tierna – Jajá jajá, pero que cosas digo- Para luego, lanzarse semidesnuda a mis brazos. Y entonces, hago gala de un gran esfuerzo por contener mis instintos -¡No, no puede sospechar que la deseo! ¡Qué muero de celos, tan sólo imaginar que algún hombre, haya podido hacerla suya! ¡Qué deseo matar a cualquiera que pueda ser obsequiado con una mirada, una sonrisa, un beso…de mi imposible amor! Tengo que seguir fingiendo un amor fraterno, ocultar mi pasión por ella…mi más anhelado deseo.
-¡Un centavo por tu pensamiento!-Su dulce voz me saca abruptamente, de mi ensoñación- No me mires de esa forma- Me reta con dulzura e ingenuidad -¿Qué? ¿Cómo?- Le cuestiono con sorpresa –Así de esa forma, como sueles mirarme, me turba- Me indica, mientras seca su tupida cabellera y una minúscula toalla deja al descubierto su delgada, pero perfecta silueta –No cabe duda, soy extremadamente pudorosa, desde siempre me has podido observar semidesnuda y aun me cohíbo un poco- Reflexiona, al tiempo que se viste ante mi lujuriosa mirada, me enloquecen esos absurdos limites entre su inocente ingenuidad y su sensual magnetismo -¡Dios, Maricarmen, me tienes delirante!- Pienso, mientras me es imposible despegar la mirada de ella -¿Dolores, crees que seré así de tímida en mi noche de bodas?- Me cuestiona tierna – Jajá jajá, pero que cosas digo- Para luego, lanzarse semidesnuda a mis brazos. Y entonces, hago gala de un gran esfuerzo por contener mis instintos -¡No, no puede sospechar que la deseo! ¡Qué muero de celos, tan sólo imaginar que algún hombre, haya podido hacerla suya! ¡Qué deseo matar a cualquiera que pueda ser obsequiado con una mirada, una sonrisa, un beso…de mi imposible amor! Tengo que seguir fingiendo un amor fraterno, ocultar mi pasión por ella…mi más anhelado deseo.