Roger Medina Guerra
27/07/2010, 16:15
Mire su ultimo partir al huerto rígido de tierra y losas.
Fastuoso abrazar de tierra, almas y mar.
Remos tempestuosos con olor a geranios.
Barras aceradas de incienso y sal
habitaron,dieron forma a su cuerpo;
lúcido reflejo, moléculas puras de sol y sol.
Recorrer tras el féretro bordado con flores blancas y amarillas
es retornar al ayer:
pies desnudos, sin camisa, pantalones cortos,
mirada despreocupada, saltarina, cándida.
asido a tus piernas. Cuando reíamos
jugando, al brioso caballo.
Sollozar tu partida, mágica porción de mi ser
por las sincelejanas calles, con olor a cabalgata Enerinas
tras el crujir seco, de unas ruedas de caucho, insignia de la muerte
portando tu cuerpo, dentro del estuche de madera.
y los gemidos, de familiares y amigos,
abrian arcos de nubes llorosas.
Todo eso es……. sentirte a ti.
Sentirte a ti
es volver, al mundo inmaculado de la infancia:
caballos de palo, peleas callejeras, miles de travesuras
de vez en cuando, tus fuertes y oportunos regaños.
Pensarte a ti, padre mío
es volver a correr
bajo la lluvia lánguida de tardes sublimes
escoltando, a los relámpagos anémicos y el arco iris evasivo.
Pensarte a ti
es el escuchar
tras las gotas diáfanas del rocío el “no te mojes hijo, que te refrias”.
¡A ti!
que fecundaste con mi madre, en un hálito erótico, mi vida.
Que me diste ternura, caricias.
Que en noches miedosas, se tendió a mi lado, canto a mi oído.(Cuentos de hadas y ratones perdidos)
Entre el viajar de mis fantasías
abrigó mi cuerpo
y, entre dormido
sentí un beso, un abrazo, un suspiro.
la frase lejana que decía….. duérmete hijo mío.
A ti
que en las madrugadas de neblina intensa
baño mi cuerpo y me despidió al colegio.
Volver al pasado:
es percibirte
motilando, escribiendo tus cantos poéticos
caminando a pasos tardos, asido a la reja de hierro.
Dando a tus nietos, divinos cogollos de ti
tus manos tersas, envejecidas, graciosas, gladiadoras de cabellos.
Tus mimos de abuelo.
Volver al pasado
es mirarte dormido,
despierto, afligido, sonriendo.
Es mirarte puro, tierno
es verte a ti
¡padre mío!
Volver al ayer
es verte sobre el lecho duro, inerte
acomodado en un féretro, al paseo largo de la muerte
¡adiós padre mío!
Fastuoso abrazar de tierra, almas y mar.
Remos tempestuosos con olor a geranios.
Barras aceradas de incienso y sal
habitaron,dieron forma a su cuerpo;
lúcido reflejo, moléculas puras de sol y sol.
Recorrer tras el féretro bordado con flores blancas y amarillas
es retornar al ayer:
pies desnudos, sin camisa, pantalones cortos,
mirada despreocupada, saltarina, cándida.
asido a tus piernas. Cuando reíamos
jugando, al brioso caballo.
Sollozar tu partida, mágica porción de mi ser
por las sincelejanas calles, con olor a cabalgata Enerinas
tras el crujir seco, de unas ruedas de caucho, insignia de la muerte
portando tu cuerpo, dentro del estuche de madera.
y los gemidos, de familiares y amigos,
abrian arcos de nubes llorosas.
Todo eso es……. sentirte a ti.
Sentirte a ti
es volver, al mundo inmaculado de la infancia:
caballos de palo, peleas callejeras, miles de travesuras
de vez en cuando, tus fuertes y oportunos regaños.
Pensarte a ti, padre mío
es volver a correr
bajo la lluvia lánguida de tardes sublimes
escoltando, a los relámpagos anémicos y el arco iris evasivo.
Pensarte a ti
es el escuchar
tras las gotas diáfanas del rocío el “no te mojes hijo, que te refrias”.
¡A ti!
que fecundaste con mi madre, en un hálito erótico, mi vida.
Que me diste ternura, caricias.
Que en noches miedosas, se tendió a mi lado, canto a mi oído.(Cuentos de hadas y ratones perdidos)
Entre el viajar de mis fantasías
abrigó mi cuerpo
y, entre dormido
sentí un beso, un abrazo, un suspiro.
la frase lejana que decía….. duérmete hijo mío.
A ti
que en las madrugadas de neblina intensa
baño mi cuerpo y me despidió al colegio.
Volver al pasado:
es percibirte
motilando, escribiendo tus cantos poéticos
caminando a pasos tardos, asido a la reja de hierro.
Dando a tus nietos, divinos cogollos de ti
tus manos tersas, envejecidas, graciosas, gladiadoras de cabellos.
Tus mimos de abuelo.
Volver al pasado
es mirarte dormido,
despierto, afligido, sonriendo.
Es mirarte puro, tierno
es verte a ti
¡padre mío!
Volver al ayer
es verte sobre el lecho duro, inerte
acomodado en un féretro, al paseo largo de la muerte
¡adiós padre mío!