Blacutt
25/07/2010, 15:36
EL POLÍTICO Y EL POETA
Síntesis de la verdadera democracia del político en todos los tiempos, en todos los lugares:
Nadie debe ser torturado en contra de su voluntad
Nadie debe vivir si mejor está muerto
No estoy de acuerdo con lo que usted dice y quiero que sepa que lucharé hasta el día de SU muerte para que no vuelva a decirlo
La Utopía del Poeta:
Algún día, todos obraremos con Buena Intención
La bondad de la acción no dependerá de los resultados
Es cierto, hay lianas de distinta textura que unen al Poeta y al Político, lianas que semejan luces de un fuego cruzado de percepciones. Algo los une, pero los separa todo; ambos son constructores de utopías, pero el uno imagina súbditos, el otro vislumbra Seres
Todo político quiere la felicidad de la Nación (si no fuera así, el político sería un feto en alcanfor)
Desde el Faraón hasta El Tamerlán, desde Julio César hasta el Hitler, el deseo de hacer feliz a la Patria ha sido el objeto de las noches de conspiración y de los días de demagogia
Pero el objeto ansiado en este caso, no es el nervio motor; el ojo del Huracán surge del amor egoísta, del querer que los demás sean, para ser sobre ellos
La Nación hace concreta la aspiración de devenir Supremo: la posesión de la facultad de imponer la arquitectura deseada; la Nación es al político, lo que al hombre que ama es la mujer amada
Ninguno permitirá que sea otro el que logre la felicidad que ambos han esculpido para cada una de “las ellas”; el amor egoísta es tan vulnerable, que se opondrá a la simple aparición de otro constructor
La mano que aprisiona la Voluntad matará a cualquier fuerza que pretenda erigir la bienandanza de la que se ama; ¡Es tan extraño el amor de aquél que todo lo quiere, del que pretende que todo lo da a cambio de la negación del ser amado!
El Poeta en cambio no pide nada, excepto el placer de convocar la felicidad del Ser; el vibrar ante la inminencia de la buenaventuranza. Goza la luz que en el alma se infiltra directo, desde una ignota estrella polar escondida
El Poeta ve este mundo como un pedazo de azul que el cosmos ha desprendido para cobijarlo en el fondo mismo del alma; es un corpúsculo de aire tibio, un cuerpecillo que vive con el palpitar del magma, una brizna escapada de algún suspiro celeste
Es un adarme que se estremece ante el cariño, como el diapasón, a la nota lanzada por el gran piano
El Poeta, compañeros, es el musguito en la piedra de Violeta Parra.........
Hay ocasiones en que la utopía del político se hace sustancia: ha tomado ¡por fin! el Poder y con él la soñada instancia de repartir el bien desde el cetro de los que jamás lo han conocido
¡La Nación será Soberana! ¡La Nación será Respetada! ¡La Nación será Fuerte! ¡La Nación será Potente!; por sobre todas las almas ¡la Nación será temida! (¡Horca pendiente sobre las fosas de los mapas!)
El político mira los cimientos de la nueva obra, como el escultor feroz aquilata la forma del mármol que surge de la nada; en cada esfera de sus ojos parpadea el cuerpo de algún torturado y tiene en las pupilas dos antorchas que fueron arrebatadas a los fuegos de San Telmo
El Poeta sabe que el Ser quiere vivir su fase lunar sin proyectar su sombra en la lava de los volcanes
Que siente la vida dentro de sí, sabiendo que aún le falta algo; lo siente, intuyendo que su destino son dos paralelas, las que ansían el vértice vital para ser un ángulo perfecto
Conoce por intuición que el Ser no quiere bosques de banderas, sino de árboles verdes sobre alfombras verdes, bajo un cielo de azules
Que su ambición no es la de trepar sobre una pirámide de calaveras, pues sólo quiere, en la pradera con agua y brisa, la mano que sostenga la suya, para sostener entre ambas, las manos que ellas han creado
Adivina que el hombre siente que sólo puede ser, a condición de ser con los demás
Afirma que el hombre es la expresión que ha descubierto que ser es no ser si lo que ama no es
El político se horroriza ante lo que él llama fragilidad de baldados: él, que es una tempestad buscando huracanes para abrazarlos en ahogos ferinos y lanzarlos como un Júpiter moderno lanza su rayo
Él, que es la zarpa de una ola para rasgar todos los azules; él, que es un relámpago continuo que necesita truenos, como ecos de su poder inmenso
Él, que tiene miedo de todo, pero sobre todo, del alma que late en el corazón del pueblo: entonces hiere, entonces tortura, entonces mata; así vemos, cómo, ante la frustración de ver fracasada su obra, el escarapelo de ayer es el guillotino de hoy
El Poeta conoce que el Ser será lo que deba ser por la Voluntad de Ser; que su destino es una célula del destino cósmico; que algún día la Intuición del Hombre se extenderá en los hemiciclos corticales; que algún día el Hombre dejará de ser astuto, para ser Intuición
El Poeta sabe que algún día el hombre dejará de matar por los restos del Mamuth
Sentirá que después de tantas fosas oscuras cavadas por la Razón, el cariño egoísta habrá sido reemplazado por el Principio de la Buena Intención; principio absoluto, porque no depende de los resultados
Cuando ese día llegue, el Poeta sabrá que habrá llegado el día inaugural de la historia verdadera del verdadero Ser
Al evocar todo ese futuro para el hombre en su lucha por Ser, el Poeta siente que los ojos se le llenan de la emoción húmeda y definitiva
Sabe que no estará ni allá ni entonces para ver ese día, pero que está aquí y ahora para anticiparlo
En eso reside su alegría de Poeta y su continuo homenaje al Ser y a la Vida.......
Saludos cordiales
Blacutt
Síntesis de la verdadera democracia del político en todos los tiempos, en todos los lugares:
Nadie debe ser torturado en contra de su voluntad
Nadie debe vivir si mejor está muerto
No estoy de acuerdo con lo que usted dice y quiero que sepa que lucharé hasta el día de SU muerte para que no vuelva a decirlo
La Utopía del Poeta:
Algún día, todos obraremos con Buena Intención
La bondad de la acción no dependerá de los resultados
Es cierto, hay lianas de distinta textura que unen al Poeta y al Político, lianas que semejan luces de un fuego cruzado de percepciones. Algo los une, pero los separa todo; ambos son constructores de utopías, pero el uno imagina súbditos, el otro vislumbra Seres
Todo político quiere la felicidad de la Nación (si no fuera así, el político sería un feto en alcanfor)
Desde el Faraón hasta El Tamerlán, desde Julio César hasta el Hitler, el deseo de hacer feliz a la Patria ha sido el objeto de las noches de conspiración y de los días de demagogia
Pero el objeto ansiado en este caso, no es el nervio motor; el ojo del Huracán surge del amor egoísta, del querer que los demás sean, para ser sobre ellos
La Nación hace concreta la aspiración de devenir Supremo: la posesión de la facultad de imponer la arquitectura deseada; la Nación es al político, lo que al hombre que ama es la mujer amada
Ninguno permitirá que sea otro el que logre la felicidad que ambos han esculpido para cada una de “las ellas”; el amor egoísta es tan vulnerable, que se opondrá a la simple aparición de otro constructor
La mano que aprisiona la Voluntad matará a cualquier fuerza que pretenda erigir la bienandanza de la que se ama; ¡Es tan extraño el amor de aquél que todo lo quiere, del que pretende que todo lo da a cambio de la negación del ser amado!
El Poeta en cambio no pide nada, excepto el placer de convocar la felicidad del Ser; el vibrar ante la inminencia de la buenaventuranza. Goza la luz que en el alma se infiltra directo, desde una ignota estrella polar escondida
El Poeta ve este mundo como un pedazo de azul que el cosmos ha desprendido para cobijarlo en el fondo mismo del alma; es un corpúsculo de aire tibio, un cuerpecillo que vive con el palpitar del magma, una brizna escapada de algún suspiro celeste
Es un adarme que se estremece ante el cariño, como el diapasón, a la nota lanzada por el gran piano
El Poeta, compañeros, es el musguito en la piedra de Violeta Parra.........
Hay ocasiones en que la utopía del político se hace sustancia: ha tomado ¡por fin! el Poder y con él la soñada instancia de repartir el bien desde el cetro de los que jamás lo han conocido
¡La Nación será Soberana! ¡La Nación será Respetada! ¡La Nación será Fuerte! ¡La Nación será Potente!; por sobre todas las almas ¡la Nación será temida! (¡Horca pendiente sobre las fosas de los mapas!)
El político mira los cimientos de la nueva obra, como el escultor feroz aquilata la forma del mármol que surge de la nada; en cada esfera de sus ojos parpadea el cuerpo de algún torturado y tiene en las pupilas dos antorchas que fueron arrebatadas a los fuegos de San Telmo
El Poeta sabe que el Ser quiere vivir su fase lunar sin proyectar su sombra en la lava de los volcanes
Que siente la vida dentro de sí, sabiendo que aún le falta algo; lo siente, intuyendo que su destino son dos paralelas, las que ansían el vértice vital para ser un ángulo perfecto
Conoce por intuición que el Ser no quiere bosques de banderas, sino de árboles verdes sobre alfombras verdes, bajo un cielo de azules
Que su ambición no es la de trepar sobre una pirámide de calaveras, pues sólo quiere, en la pradera con agua y brisa, la mano que sostenga la suya, para sostener entre ambas, las manos que ellas han creado
Adivina que el hombre siente que sólo puede ser, a condición de ser con los demás
Afirma que el hombre es la expresión que ha descubierto que ser es no ser si lo que ama no es
El político se horroriza ante lo que él llama fragilidad de baldados: él, que es una tempestad buscando huracanes para abrazarlos en ahogos ferinos y lanzarlos como un Júpiter moderno lanza su rayo
Él, que es la zarpa de una ola para rasgar todos los azules; él, que es un relámpago continuo que necesita truenos, como ecos de su poder inmenso
Él, que tiene miedo de todo, pero sobre todo, del alma que late en el corazón del pueblo: entonces hiere, entonces tortura, entonces mata; así vemos, cómo, ante la frustración de ver fracasada su obra, el escarapelo de ayer es el guillotino de hoy
El Poeta conoce que el Ser será lo que deba ser por la Voluntad de Ser; que su destino es una célula del destino cósmico; que algún día la Intuición del Hombre se extenderá en los hemiciclos corticales; que algún día el Hombre dejará de ser astuto, para ser Intuición
El Poeta sabe que algún día el hombre dejará de matar por los restos del Mamuth
Sentirá que después de tantas fosas oscuras cavadas por la Razón, el cariño egoísta habrá sido reemplazado por el Principio de la Buena Intención; principio absoluto, porque no depende de los resultados
Cuando ese día llegue, el Poeta sabrá que habrá llegado el día inaugural de la historia verdadera del verdadero Ser
Al evocar todo ese futuro para el hombre en su lucha por Ser, el Poeta siente que los ojos se le llenan de la emoción húmeda y definitiva
Sabe que no estará ni allá ni entonces para ver ese día, pero que está aquí y ahora para anticiparlo
En eso reside su alegría de Poeta y su continuo homenaje al Ser y a la Vida.......
Saludos cordiales
Blacutt