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Ver la versión completa : "Las Fuerzas Ocultas"



rebelderenegado
21/05/2010, 22:32


No todo se le puede achacar a la ley de Murphy, porque seriamos injustos si olvidáramos a las brujas y que si las hay, no hay duda alguna, pues ahí está la prueba incontrastable; la mitad de la raza humana pertenece al género femenino.

El gordo era "propietario" de un cine-club
¿Se acuerdan de los cineclubes?
Allá por las décadas de los superpolitizados años 60 y 70, estaban de moda, y tenían la peculiaridad de que en en la platea se producían, después de terminada la película, aquellos famosos debates que muchas veces terminaban en una colosal pelea.

En episodios de pugilato campal, en donde los irreductibles bandos chocaban sobre puntos como; si Bergman había representado a La Muerte con el caballo blanco a orillas del mar, o solo le había sobrado negativo y decidido fotografiar al anónimo equino.

Esto era suficiente motivo, para una gresca sensacional y para desorientar a la policía que asistía atónita al deleznable espectáculo, porque donde se suponía que se encontraban intelectuales, con gustos algo extraños, por no decir snobs, simpatizantes de izquierda y algún que otro hippie, amor y paz, solo había una cuadrilla de macacos destructores.

Aquella èlite de vanguardistas, no parecía que pudiese tener el comportamiento propio, de los muchachones, que poblaban las gradas de los estadios, los cines de barrio y del centro de gusto "popular", donde objetos y materias inenarrables, surcaban el aire en medio de la función y proyectaban una siniestra y fugaz sombra sobre la pantalla de plata, aviso este, que apenas servía para adivinar la trayectoria y agacharse a tiempo.

Aun así, la pasión por el séptimo arte impulsaba al "Gordo" Jorge, que le había encargado a Don Noriega la reparación del nuevo y único proyector de la sala, para alargar la temporada sin tropiezos (evitando ir todos presos el primer día). Como todo técnico que se precia, Don Noriega no era afecto al trabajo a destajo, mucho menos de los hechos a las apuradas, "Todo a su tiempo", era el lema no solo de su modo de trabajar, sino de su vida entera, ya que si lo "apretaban", no sacaban de él, mas que sus tics de tartamudo.

Luego de incentivarlo repetidas veces, con sumas nada despreciables de dinero, el "Gordo" logró que Noriega diera por finalizada la reparación y la puesta a punto total del aparato, que como todos los que han operado un simple proyector de diapositivas saben, son algo temperamentales.

Ubicados los dos en la cabina del operador, pusieron a prueba la calidad del trabajo realizado, sin dificultad alguna, el aparato pasó unos viejos rollos de "Sucesos Argentinos" que se usaban para ese objeto, y cuyas imágenes del comienzo eran de una similitud cercana al plagio, con las de la serie para televisión de los estudios Walt Disney "El Zorro".

Como era el mediodía, se habían dejado la puerta de acero de la sala de proyección abierta, para ventilar mejor el cerrado espacio, y así ahorrarse el encendido del equipo de refrigeración, grave error, porque esto permitió que Olga, una feroz perseguidora del dueño del cine-club apareciera en la puerta sin el menor aviso.

-Hola chicos ¿Qué están haciendo con este calor, aquí encerrados?...

-Nada Olguita, aquí estamos con el Don, probando el equipo porque hoy largamos con la primera función y no quiero arrancar mal, asi que...

No pudo terminar la frase, ya que el voluminoso y susurrante mecanismo del proyector, se apagó, como si se hubiera abierto un agujero negro, en el mismo lugar de su emplazamiento.

-¿Qué pasó Noriega, no estaba ya todo listo?...

-¡ Cla...Cla...Clarooo que es...es...estaba listo Don Jorge, usted lo...lo...lo vió como andaba!!!

-¡Si lo ví pero ahora ya no lo veo que funcione más... a ver si hace algo hombre... que esto no puede pasar justo hoy... métale carajo!!!

Noriega tocaba aqui, probaba allá, ajustaba esto, retocaba aquello, mientras la traspiracion, le corría como cascadas por la piel, y su tartamudez, lo incomunicaba cada vez más.

Solo después de que la visita, fuese convencida, con más o menos buenas maneras a salir del cine, el renuente proyector volvió a funcionar de manera tan inexplicable, como había dejado de hacerlo.

El flaco Sergio que pasaba casualmente por la puerta, se decidío a hacer una visita, entró subió las escaleras hasta la salita del proyector y al verlos, alli sentados en silencio y cariacontecidos; preguntó.

-¿Qué pasa, que están con esa cara?

- Esta porquería no anda. Masculló el gordo.

-¡Yo...yo...yo sese lo...lo...arreglé todo, a nuevo, como usted p, p, p, pidió Don Jorge!!! - Dijo, casi de solo un solo tirón Noriega.

-¿Y probaron con esto? El flaco, con solo apretar la llave de encendido, como habían tratado sin éxito un millón de veces, devolvió la vida a la máquina, que arrancó con un perfecto chasquido y el tranquilizador, suave y armonioso susurro, de los mecanismos que funcionan bien.

Caracolamarina
21/05/2010, 22:58
"" La perversidad de las cosas inanimadas" y sus historias.
Cuando pasan estas situaciones ( con la lavadora por ejemplo, ( bien de dueña de casa ) que de repente, con toda la carga de ropa puesta y el detergente y todo lo demás...no anda...y en un dos por tres...funciona...cuando justo se puso a llover y no se puede tender....jejejejejeje
Muy bueno el relato, rebelderenegado...Saluditos y te leemos.