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Ver la versión completa : Pérez-Reverte y su Perro



jorgesalaz
01/05/2010, 03:10
El Semanal
Arturo Pérez-Reverte -

Un perro ovejero pequeño, feo y valiente, nos tuvo detenidos una vez a varios automóviles durante un rato, porque una oveja de su rebaño estaba rezagada, mordisqueando hierba en la cuneta. Y el chucho seguía quieto, en medio de la carretera como un impasible Don Tancredo, con un ojo en los automóviles y otro en la mala pécora, sin moverse hasta que la tipa cruzó por fin. Entonces le tiró una rutinaria dentellada a los cuartos traseros y se fue detrás, con un trotecillo chulito y la satisfacción del deber cumplido. Fueron dos o tres minutos en que no se oyó ni un solo bocinazo. Impresionados a pesar nuestro, arrancados por un momento a la prisa y la impaciencia, ninguno de los diez o doce conductores detenidos pudo evitar rendir ese pequeño homenaje al valor concienzudo el animal. Aquel chucho era un profesional.

Hay muchas historias propias y ajenas con perros. En un hospital de Lugo, por ejemplo, uno cuyo dueño murió hace siete meses sigue viviendo en la puerta, después de recorrer varios kilómetros persiguiendo a una ambulancia en la que su amo agonizaba.. Llegó exhausto, con las patas heridas por la carrera y allí continúa, esperando verlo salir. Las enfermeras y los vigilantes del hospital, que ahora le dan comida y lo cuidan, ignoran su nombre y lo llaman "Calcetines".

Esa es una historia con final feliz, pero otras no lo son tanto. En Borovo Naselje, en la antigua Yugoslavia, una mujer fue violada por los chetniks serbios, ante la pasividad de sus vecinos, me contaba que el único defensor que tuvo al escuchar sus gritos fue su perro, un pastor alemán que estuvo peleando en la puerta de su casa y en el vestíbulo y en la escalera hasta que los agresores lo mataron de un tiro.

El mío es un labrador negro, macho y se llama Sombra. Durante mucho tiempo, cuando el arriba firmante volvía de noche más flaco y sin afeitar, con una mochila al hombro, de uno de esos territorios comanches donde se ganaba el pan, Sombra salía al jardín enloquecido de entusiasmo, moviendo el rabo y gimiendo plácido, a frotarse contra mis piernas y a tumbarse en el suelo, patas arriba para que lo acariciase. Nunca tuvo un ladrido a destiempo, un gruñido ni un mal gesto. Se queda ahí, quieto y silencioso, mirándome con sus ojos oscuros y fieles, pendiente de una voz o una caricia. Incluso cuando alguna perra en celo o su instinto de libertad lo llaman lejos y se escapa, y vuelve al cabo de varias horas sucio, sediento y fatigado, con el rabo entre las piernas porque sabe que le espera una buena bronca o una zurra por golfo y por putero, lo hace humildemente, dispuesto a llevarse lo suyo, mirándome con esos ojos leales que te desarman. Ya es viejo - tiene doce años - y morirá pronto, supongo. Es un buen perro y lo echaré de menos. Y estoy seguro de que a mí, que no tengo precisamente una lágrima fácil, ese chucho puñetero me hará llorar.

En fin. Humedades sensibles aparte, todo esto viene a cuento porque hoy es el primer domingo de las primeras vacaciones de verano. Y porque a estas horas, estoy seguro que por las carreteras de este país vagan cientos de perros desconcertados, exhaustos, siguiendo la línea de asfalto por la que se fueron sus dueños que los abandonaron. Pues el perro supone un incordio para las vacaciones. Una cosa es el cachorro gracioso para los niños, que se mete en cualquier parte y otra el grandullón al que hay que vacunar, alimentar y albergar y que te fastidia, con su presencia incómoda, el viaje en automóvil, a la costa o al pueblo. Así que al abuelo se le mete en un asilo, y al perro se le lleva a un paraje lejano, se abre la puerta y se le dice, sal, Tobi, juega un poco. Después el propietario acelera y se larga, sin mirar siquiera por el retrovisor. Libre del jodío chucho.
¿Se acuerdan de aquel anuncio estremecedor, un perro abandonado en mitad de una carretera, bajo la lluvia, sus ojos cansados y tristes, bajo el rótulo: "El nunca lo haría"? Es cierto. El nunca lo haría, pero buena parte de nosotros sí. Igual usted mismo, respetable lector que hojea "El Semanal" en este momento, acaba de hacerlo. ¿Y sabe lo que le digo? Pues que, de ser así, ojalá se le indigeste esa paella por la que van a clavarle veinte mil pesetas en el chiringuito, o se le ****** el flotador del pato y se ahogue, cacho cabrón. Porque ya quisiéramos los humanos tener un ápice de la lealtad y el coraje de esos chuchos de limpio corazón. No recuerdo quién dijo aquello de que cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro; pero es cierto. Al suyo, al mío, a cualquier perro.


"A veces me preguntan: ¿Por qué inviertes tanto tiempo y dinero hablando de la amabilidad para con los animales cuando existe tanta crueldad hacia el hombre?. A lo que yo respondo: Estoy trabajando en las raíces"

Caracolamarina
01/05/2010, 07:57
jorgesalaz...Felicitaciones, el post es ..tan real, y tan "internacional"" o mejor dicho global. Porque acá, ( Argentina) también sucede lo mismo. Después del Verano en las cercanías de los balnearios, vagan perros solitarios, muchos de ellos casi desfallecientes, porque han perseguido el auto de los amos por la carretera, aunque no han podido alcanzarlos, ellos creen que si siguen el asfalto los encontraran y muchos e ellos mueren así en las rutas de Verano.
Y ni te digo en Chile, que pareciera que los odian, porque cada vez que voy, me encuentro con los pobres canes andando por las ciudades...( Valparaíso, Viña del Mar, Santiago ) porque allá el perro, no es el mejor amigo del hombre para muchos, pareciera que es el enemigo...Los tratan como lo que son según ellos ( no todos pero muchos ciudadanos así lo hacen ...) Y les dicen""" Perros Vagos"""...como si fuera culpa del pobre can tener que andar vagabundeando en las calles, para poder comer o sobrevivir.
Cuando he alegado por ellos, me han insultado y dicho de todo menos linda. En el último viaje...le compraba huesos a varios, que estaban viviendo como podían, en un lugar en que estaban a punto de construir...Los que venían ( los obreros de la construcción, no todos pero la mayoría) les daban de palos, para que estos ""perros vagos"" se fueran del lugar...Casi un día me llevan presa, por defenderlos. Sin entender estos enérgumenos llamados humanos, que los perros no eligirían jamás ser vagos...el Hombre los hace así...al abandonarlos..
Un tema muy sensible éste. Que me pone mal al recordar a los perros de allá...que en este minuto, están caminando solitarios por las calles, temerosos de todos los que deberíamos ser, los que los protegieran...Una pena y una verdad sobre el país vecino.

piscis-02
22/05/2010, 16:28
que historias tan estremecedoras bueno en mi casa que queda en un campo cerca de una ciudad norteña de mexico tenemos esa suerte de tener un lugar donde tenemos perros que llegan solos en busca del alimento el agua y el descanso que necesitan. tambien tenemos los que han nacido aqui y muchas anecdotas con ellos, una muy especial que tengo es que para ir a la ciudad desde mi casa es necesario un automovil si no pues tendras que recorrer 5 kilometros a pie, y siempre habia uno de los chuchos que siempre queria acompañarnos en esa ocasion “rinchi“ se las arreglo para que no nos dieramos cuenta que iba detras ibamos llegando a la ciudad y pues por mas que lo regresabamos no hacia caso, no podiamos llevarlo con nosotros porque tomariamos un camion al centro asi que tuvimos que dejarlo en un arbol cerca de una casa confiando en que se regresaria solo, eran las 9 de la mañana cuando salimos de vuelta por el mismo camino ya eran las 6 de la tarde y yo no dejaba de pensar que el perrito le hubiera pasado algo. entonces de repente en el mismo arbol donde lo habiamos dejado movia la cola con el gusto de vernos como dicendonos aqui me quede esperandolas me porte bien, y emprendimos el camino de vuelta y el ya iba por delante con el gusto de que volviamos con el:grouphug::love::clap2: