juanerick
26/04/2010, 13:08
Todos, antes de ser padres, fuimos adolescentes, tuvimos dudas e inquietudes acerca de la sexualidad que aclaramos con los amigos, con libros, enciclopedias o con rumores que escuchamos por ahí.
Actualmente, nuestros hijos tienen acceso a Internet, libros y clases, reciben charlas y cursos sobre sexualidad, sin embargo, necesitan de la orientación de los padres. Si bien el colegio se encarga de la instrucción de los niños y jóvenes, no es el principal responsable de su educación.
Los verdaderos protagonistas son los miembros de la familia, los padres y los hijos; por lo tanto, para que se pueda hablar con libertad y confianza acerca de sexualidad, se necesita de la comunicación pero de una comunicación efectiva, es decir, que tanto padres como hijos puedan expresarse sin miedo a críticas, reproches ni invasiones a la intimidad.
Para poder hablar de sexualidad con nuestros hijos debemos estar informados y preparados, así podremos contestar las preguntas con fundamentos, nada mejor que conocer bien el tema para mostrarnos seguros y confiables. De igual manera debemos dejar de lado los gestos de desaprobación, los tonos de voz desafiantes y autoritarios, ya que éstos impedirán la comunicación efectiva, promoviendo un bloqueo en la comunicación.
Es conveniente hablar con nuestros hijos de sexualidad desde que son niños, pero si nuestros hijos ya son adolescentes, recordemos: más vale tarde que nunca.
Los padres podemos aprovechar momentos cotidianos como las horas de las comidas, los ratos en los que vemos televisión o películas con nuestros hijos, para tocar entre varios temas, el de la sexualidad, debemos tratar de hacerlo de manera espontánea, aceptando las opiniones de nuestros hijos y entendiendo que tienen capacidad de decisión.
Podemos por ejemplo, hablar acerca del personaje del programa de televisión que es de la misma edad que nuestro hijo, diciendo lo que haríamos si fuéramos su papá o su mamá, o preguntando que haría nuestro hijo si le pasara algo similar. Así podríamos dar a conocer nuestras opiniones y enterarnos cómo piensan nuestros hijos o qué tan informados están acerca del tema.
Recordemos siempre que lo prohibido es más provocativo, así que nada de imposiciones ni pensamientos pecaminosos acerca de la sexualidad, ya que, es parte de lo que nos identifica como seres humanos, como personas que expresamos emociones, sentimientos, cariño y placer.
Un joven bien informado, preparado y apoyado por sus padres, será capaz de detectar las señales de peligro en torno a su sexualidad que puedan afectar aspectos de su vida (Infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados,etc.), así como de actuar oportunamente y tomar decisiones acertadas.
Lic. Rebeca Podestá Soberón
Actualmente, nuestros hijos tienen acceso a Internet, libros y clases, reciben charlas y cursos sobre sexualidad, sin embargo, necesitan de la orientación de los padres. Si bien el colegio se encarga de la instrucción de los niños y jóvenes, no es el principal responsable de su educación.
Los verdaderos protagonistas son los miembros de la familia, los padres y los hijos; por lo tanto, para que se pueda hablar con libertad y confianza acerca de sexualidad, se necesita de la comunicación pero de una comunicación efectiva, es decir, que tanto padres como hijos puedan expresarse sin miedo a críticas, reproches ni invasiones a la intimidad.
Para poder hablar de sexualidad con nuestros hijos debemos estar informados y preparados, así podremos contestar las preguntas con fundamentos, nada mejor que conocer bien el tema para mostrarnos seguros y confiables. De igual manera debemos dejar de lado los gestos de desaprobación, los tonos de voz desafiantes y autoritarios, ya que éstos impedirán la comunicación efectiva, promoviendo un bloqueo en la comunicación.
Es conveniente hablar con nuestros hijos de sexualidad desde que son niños, pero si nuestros hijos ya son adolescentes, recordemos: más vale tarde que nunca.
Los padres podemos aprovechar momentos cotidianos como las horas de las comidas, los ratos en los que vemos televisión o películas con nuestros hijos, para tocar entre varios temas, el de la sexualidad, debemos tratar de hacerlo de manera espontánea, aceptando las opiniones de nuestros hijos y entendiendo que tienen capacidad de decisión.
Podemos por ejemplo, hablar acerca del personaje del programa de televisión que es de la misma edad que nuestro hijo, diciendo lo que haríamos si fuéramos su papá o su mamá, o preguntando que haría nuestro hijo si le pasara algo similar. Así podríamos dar a conocer nuestras opiniones y enterarnos cómo piensan nuestros hijos o qué tan informados están acerca del tema.
Recordemos siempre que lo prohibido es más provocativo, así que nada de imposiciones ni pensamientos pecaminosos acerca de la sexualidad, ya que, es parte de lo que nos identifica como seres humanos, como personas que expresamos emociones, sentimientos, cariño y placer.
Un joven bien informado, preparado y apoyado por sus padres, será capaz de detectar las señales de peligro en torno a su sexualidad que puedan afectar aspectos de su vida (Infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados,etc.), así como de actuar oportunamente y tomar decisiones acertadas.
Lic. Rebeca Podestá Soberón