Roger Medina Guerra
13/03/2010, 09:33
(a mi hija Maria Andrea)
Eran tus quince años.
Vestías, un divino vestido; color rosa.
Estabas radiante, agraciada……. margarita púrpura de olas.
Reías.
Tus ojos, espejos sublimes de matices;
se deslizaban, en tonos de galanteos y gozos.
Gateaban, cómplices, de tus trenzas rizadas y armónicas.
Hervian, con risueños paquetes de ofrendas y besos.
Yo,
bailaba, el vals a tu lado.
Mi niña……… antorcha encendida de amor,
firmamento encendido de luz.
Danzabas, danzabas y reías.
Los presentes,
diluían tus miradas.
Tus miradas, sonrisas silvestres de sol, ráfagas inocentes de olas.
A tu lado bailaba “tiempo de vals”.
Danzamos, sobre las miradas peregrinas de familiares y amigos.
Danzaste, en un torbellino de luces, compases y besos.
Después:
vinieron las fotos, los brindis, te envolvieron las luces, las sombras, los ecos, los brazos.
Bailabas y reías.
Tú madre, la apacible mujer, que te dio la vida,
aprisionaba,queriendo tenerte siempre, tu cuerpo.
Hasta que las luces del alba,embriagadas de tanto verte
prisioneras, de la alborozada noche
despidieron tus quince años……
tus quince años...…. mi cielo.
Te di, un beso en la frente.
Y partí, a mi mar,
ese mar, que es mi encierro
Eran tus quince años.
Vestías, un divino vestido; color rosa.
Estabas radiante, agraciada……. margarita púrpura de olas.
Reías.
Tus ojos, espejos sublimes de matices;
se deslizaban, en tonos de galanteos y gozos.
Gateaban, cómplices, de tus trenzas rizadas y armónicas.
Hervian, con risueños paquetes de ofrendas y besos.
Yo,
bailaba, el vals a tu lado.
Mi niña……… antorcha encendida de amor,
firmamento encendido de luz.
Danzabas, danzabas y reías.
Los presentes,
diluían tus miradas.
Tus miradas, sonrisas silvestres de sol, ráfagas inocentes de olas.
A tu lado bailaba “tiempo de vals”.
Danzamos, sobre las miradas peregrinas de familiares y amigos.
Danzaste, en un torbellino de luces, compases y besos.
Después:
vinieron las fotos, los brindis, te envolvieron las luces, las sombras, los ecos, los brazos.
Bailabas y reías.
Tú madre, la apacible mujer, que te dio la vida,
aprisionaba,queriendo tenerte siempre, tu cuerpo.
Hasta que las luces del alba,embriagadas de tanto verte
prisioneras, de la alborozada noche
despidieron tus quince años……
tus quince años...…. mi cielo.
Te di, un beso en la frente.
Y partí, a mi mar,
ese mar, que es mi encierro