Umbras Monstrator
09/02/2010, 00:38
Perpetuarse es ver más allá de nosotros
sin las típicas formas de los cuerpos.
Es disiparse en el intento efímero de una lágrima.
Ser eterno no es vivir para siempre.
Es persistir en cada recuerdo transitorio
que viene con las gotas de alguna lluvia,
es gritarle a la tenaz quietud de la noche
infestada de vanos secretos.
De igual manera, sería estupendo entender al olvido
y darle un harmonioso golpe de besos.
Ensombrecer de pronto al horizonte,
esperar el quiebro de tus manos
cuando caiga el sol y nazca el hastío.
Inmortalizarse en alguna caricia
adormilada en el bolsillo de una madre.
Ser la fastuosidad del mar
llevando a cuestas la tarde vieja.
Escapar por un hueco en el cielo,
o escabullirse en una hoja que cae,
derramar un copo diminuto de nieve
sobre el plumaje negro del ave.
Poder sombrear un arco iris
tatuándole tu nombre en su pecho.
Escapar, huir, gastarse a tientas.
Perderse en un segundo de tiempo.
Callar en el hombro de un amigo,
encenderse como a fuego las manos
mientras arrecian los párpados dormidos.
Perpetuarse, es ser todo en un verso
y hacerse nada con el grito de una palabra.
Ser las notas del piano irreemplazable
que suena mas allá de toda orquesta.
Ser eterno no es vivir para siempre.
Es mirarse al espejo sabiendo que existes.
Esperarte siempre aunque no vengas
cuando sea invierno y rechine el frío.
Abandonar, huir y regresar.
Perdurarse en el segundo final de un astro en fuga.
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sin las típicas formas de los cuerpos.
Es disiparse en el intento efímero de una lágrima.
Ser eterno no es vivir para siempre.
Es persistir en cada recuerdo transitorio
que viene con las gotas de alguna lluvia,
es gritarle a la tenaz quietud de la noche
infestada de vanos secretos.
De igual manera, sería estupendo entender al olvido
y darle un harmonioso golpe de besos.
Ensombrecer de pronto al horizonte,
esperar el quiebro de tus manos
cuando caiga el sol y nazca el hastío.
Inmortalizarse en alguna caricia
adormilada en el bolsillo de una madre.
Ser la fastuosidad del mar
llevando a cuestas la tarde vieja.
Escapar por un hueco en el cielo,
o escabullirse en una hoja que cae,
derramar un copo diminuto de nieve
sobre el plumaje negro del ave.
Poder sombrear un arco iris
tatuándole tu nombre en su pecho.
Escapar, huir, gastarse a tientas.
Perderse en un segundo de tiempo.
Callar en el hombro de un amigo,
encenderse como a fuego las manos
mientras arrecian los párpados dormidos.
Perpetuarse, es ser todo en un verso
y hacerse nada con el grito de una palabra.
Ser las notas del piano irreemplazable
que suena mas allá de toda orquesta.
Ser eterno no es vivir para siempre.
Es mirarse al espejo sabiendo que existes.
Esperarte siempre aunque no vengas
cuando sea invierno y rechine el frío.
Abandonar, huir y regresar.
Perdurarse en el segundo final de un astro en fuga.
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