dragonfly
20/12/2009, 19:44
Nunca el cerebro humano tuvo en la historia un impacto tan profundo como el que produce la Red. Los resultados son muy positivos, dice el neurocientífico Gary Small, de la Universidad de California.
http://www.contexto.com.ar/uploads/2009/12/10//size2_45457_evol.jpg (http://www.contexto.com.ar/uploads/2009/12/10//size1_45457_evol.jpg)
Internet no ha cambiado solamente la forma en que las personas producen, se comunican y se divierten. Altera, además, el funcionamiento del cerebro. Esa es la conclusión de un estudio conducido por el neurocientífico estadounidense Gary Small, director del Centro de Investigaciones en Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California (UCLA). La investigación fue hecha con voluntarios de entre 55 y 76 años, que fueron sometidos a pruebas de resonancia magnética funcional mientras navegaban por internet. “Percibimos que la exposición a la red fortalece algunos circuitos neuronales. Hacemos más con el cerebro, gastando menos energía”, explica Small. De acuerdo con el investigador, internet puede ser una fuente de ejercicios para la mente, atenuando la degradación provocada por la edad. Pero eso ocurre sólo cuando hay un uso moderado ya que la sobreexposición tiene efectos nocivos.
Periodista: Usted afirma que, desde que el hombre primitivo descubrió cómo usar una herramienta, el cerebro humano nunca fue afectado de un modo tan rápido y dramático como lo está ahora. ¿Por qué?
Gary Small: Es una consecuencia del uso de las computadoras y, más específicamente, de internet. Nuestros circuitos cerebrales están formados por las conexiones entre las neuronas, por las sinapsis. Esos circuitos responden en todo momento a las variaciones del ambiente. Al pasar horas frente a la computadora, ya sea para investigar, mandar mails o hacer compras, las personas están exponiendo el cerebro a una tormenta de estímulos. Por eso, el uso de la tecnología digital altera nuestros circuitos cerebrales.
Periodista: ¿Cuáles son las consecuencias de la exposición a los estímulos digitales?
Small: El uso de internet tiene resultados positivos para el funcionamiento del cerebro. Eso fue lo que comprobamos en estudios con un grupo de voluntarios de más de 55 años. Pero el problema surge cuando se exagera. Pasar 10 horas por día frente a la computadora puede reducir las aptitudes de una persona para el contacto personal, como mantener una conversación cara a cara.
Periodista: ¿Cómo sucede eso?
Small: Técnicamente, la sobreexposición a los estímulos constantes de internet afecta a la mayoría de los circuitos corticales y a la capa externa del área gris del cerebro, lo que incluye los lóbulos frontal, parietal y temporal. El resultado de esto es que se produce un reforzamiento de los circuitos cerebrales que controlan las habilidades tecnológicas. Pero los circuitos relacionados con las habilidades sociales son dejados de lado.
Periodista: ¿Qué tipo de habilidades sociales perdemos?
Small: Una elevada exposición a la tecnología parece disminuir nuestra capacidad de captar ciertos detalles durante una conversación. Dejamos de leer las informaciones no verbales existentes en la charla, como la postura corporal y los gestos. Esto también fue constatado en un estudio reciente, hecho con 200 personas de entre 17 y 23 años. El trabajo dio como conclusión que cuando esos jóvenes jugaban un juego violento, se reducía la habilidad para reconocer el contexto emocional de algunas situaciones. En cuanto jugaban, veían fotos de personas y no identificaban con rapidez si estaban a punto de llorar o si fruncían las cejas, con una expresión malhumorada.
Periodista: ¿Los jóvenes son los más afectados por esa exposición excesiva a la información digital?
Small: Sí. Muchas veces pasan más tiempo en internet que cultivando los contactos sociales directos. Y un joven que está en pleno desarrollo es más vulnerable. Su cerebro no desarrolló completamente el lóbulo frontal, la sección que nos diferencia de los animales y que controla los pensamientos más complejos y nuestra capacidad de planificación.
Periodista: ¿Eso acentúa las diferencias entre los jóvenes y los adultos?
Small: Sí. Además de la tradicional brecha entre generaciones, marcada por las diferencias de valores, actitudes y preferencias culturales, estamos asistiendo a la aparición de una brecha cerebral que separa a los jóvenes de los adultos. De un lado, están los nativos de la era digital. Ellos nacieron después de los ´80, en el mundo de las computadoras, en el que se sumergen las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Del otro lado están los inmigrantes digitales, aquellos que conocieron las computadoras y las tecnologías de la era digital siendo ya adultos.
Periodista: ¿Cuáles son las diferencias entre los dos grupos?
Small: Los típicos inmigrantes digitales, que en general son personas de más de 30 años, fueron entrenados de un modo muy diferente en cuanto a la socialización y al aprendizaje. Hacen las tareas paso a paso, y de a una por vez. Aprenden metódicamente y ejecutan los trabajos de una forma más precisa. Con las habilidades más dirigidas hacia el contacto social, son más lentos en lo que se refiere a la adaptación y uso de las nuevas tecnologías. Los nativos digitales son mejores para tomar decisiones rápidas y para agrupar una gran cantidad de estímulos sensoriales del ambiente.
Continúa...
http://www.contexto.com.ar/uploads/2009/12/10//size2_45457_evol.jpg (http://www.contexto.com.ar/uploads/2009/12/10//size1_45457_evol.jpg)
Internet no ha cambiado solamente la forma en que las personas producen, se comunican y se divierten. Altera, además, el funcionamiento del cerebro. Esa es la conclusión de un estudio conducido por el neurocientífico estadounidense Gary Small, director del Centro de Investigaciones en Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California (UCLA). La investigación fue hecha con voluntarios de entre 55 y 76 años, que fueron sometidos a pruebas de resonancia magnética funcional mientras navegaban por internet. “Percibimos que la exposición a la red fortalece algunos circuitos neuronales. Hacemos más con el cerebro, gastando menos energía”, explica Small. De acuerdo con el investigador, internet puede ser una fuente de ejercicios para la mente, atenuando la degradación provocada por la edad. Pero eso ocurre sólo cuando hay un uso moderado ya que la sobreexposición tiene efectos nocivos.
Periodista: Usted afirma que, desde que el hombre primitivo descubrió cómo usar una herramienta, el cerebro humano nunca fue afectado de un modo tan rápido y dramático como lo está ahora. ¿Por qué?
Gary Small: Es una consecuencia del uso de las computadoras y, más específicamente, de internet. Nuestros circuitos cerebrales están formados por las conexiones entre las neuronas, por las sinapsis. Esos circuitos responden en todo momento a las variaciones del ambiente. Al pasar horas frente a la computadora, ya sea para investigar, mandar mails o hacer compras, las personas están exponiendo el cerebro a una tormenta de estímulos. Por eso, el uso de la tecnología digital altera nuestros circuitos cerebrales.
Periodista: ¿Cuáles son las consecuencias de la exposición a los estímulos digitales?
Small: El uso de internet tiene resultados positivos para el funcionamiento del cerebro. Eso fue lo que comprobamos en estudios con un grupo de voluntarios de más de 55 años. Pero el problema surge cuando se exagera. Pasar 10 horas por día frente a la computadora puede reducir las aptitudes de una persona para el contacto personal, como mantener una conversación cara a cara.
Periodista: ¿Cómo sucede eso?
Small: Técnicamente, la sobreexposición a los estímulos constantes de internet afecta a la mayoría de los circuitos corticales y a la capa externa del área gris del cerebro, lo que incluye los lóbulos frontal, parietal y temporal. El resultado de esto es que se produce un reforzamiento de los circuitos cerebrales que controlan las habilidades tecnológicas. Pero los circuitos relacionados con las habilidades sociales son dejados de lado.
Periodista: ¿Qué tipo de habilidades sociales perdemos?
Small: Una elevada exposición a la tecnología parece disminuir nuestra capacidad de captar ciertos detalles durante una conversación. Dejamos de leer las informaciones no verbales existentes en la charla, como la postura corporal y los gestos. Esto también fue constatado en un estudio reciente, hecho con 200 personas de entre 17 y 23 años. El trabajo dio como conclusión que cuando esos jóvenes jugaban un juego violento, se reducía la habilidad para reconocer el contexto emocional de algunas situaciones. En cuanto jugaban, veían fotos de personas y no identificaban con rapidez si estaban a punto de llorar o si fruncían las cejas, con una expresión malhumorada.
Periodista: ¿Los jóvenes son los más afectados por esa exposición excesiva a la información digital?
Small: Sí. Muchas veces pasan más tiempo en internet que cultivando los contactos sociales directos. Y un joven que está en pleno desarrollo es más vulnerable. Su cerebro no desarrolló completamente el lóbulo frontal, la sección que nos diferencia de los animales y que controla los pensamientos más complejos y nuestra capacidad de planificación.
Periodista: ¿Eso acentúa las diferencias entre los jóvenes y los adultos?
Small: Sí. Además de la tradicional brecha entre generaciones, marcada por las diferencias de valores, actitudes y preferencias culturales, estamos asistiendo a la aparición de una brecha cerebral que separa a los jóvenes de los adultos. De un lado, están los nativos de la era digital. Ellos nacieron después de los ´80, en el mundo de las computadoras, en el que se sumergen las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Del otro lado están los inmigrantes digitales, aquellos que conocieron las computadoras y las tecnologías de la era digital siendo ya adultos.
Periodista: ¿Cuáles son las diferencias entre los dos grupos?
Small: Los típicos inmigrantes digitales, que en general son personas de más de 30 años, fueron entrenados de un modo muy diferente en cuanto a la socialización y al aprendizaje. Hacen las tareas paso a paso, y de a una por vez. Aprenden metódicamente y ejecutan los trabajos de una forma más precisa. Con las habilidades más dirigidas hacia el contacto social, son más lentos en lo que se refiere a la adaptación y uso de las nuevas tecnologías. Los nativos digitales son mejores para tomar decisiones rápidas y para agrupar una gran cantidad de estímulos sensoriales del ambiente.
Continúa...