super_alen
08/12/2009, 02:53
Detrás de la esquina de mi vida, con piernas temblorosas me asomo a mirar lo que hay del otro lado, como un niño tímido que observa a un grupo de chicos jugando y que no se atreve a unirse con ellos por miedo a ser rechazado.
Miro hacia atrás y me encuentro con las tres decenas de calles que he recorrido, a veces me siento cansado, pero contemplo lo que está del otro lado de la esquina y aún así con miedo, me he dado cuenta que no he hecho muchas cosas aún, y que en cada cuadra caminada dejé varios pendientes por los cuales no creo pueda regresar.
Veo que el amor se quedó atrapado en una puerta...solo unos metros atrás, pidiendo que vaya a rescatarlo...infructuosamente tengo que dejarlo, como muchas cosas de las que debo desprenderme cuando decida voltear esta esquina.
Trato de colocar la punta del pie al otro lado, apoyándome en el vórtice de la pared...intentando averiguar si el suelo no se hundirá y si mis sueños no colapsarán cuando traspase esta barrera del tiempo, la que tarde o temprano tendré que cruzar, porque la vida es así, llena de esquinas que doblan nuestro camino...pero al fin las esquinas no permiten mirar lo que dejamos detrás de ellas...no son como un libro el cual podemos regresar las páginas. Solo tumbando la pared completa podremos visualizar lo perdido, lo olvidado, lo odiado y lo amado...más aún cuando este último con llanto te ruegue que no lo dejes atrás.
Porque todo es así y llegará la hora de doblar la esquina para saber si viviré o me ahogaré con mis recuerdos, en el caso que al pasar al otro lado de un paso en falso y me caiga en el desagüe de la soledad y en las aguas de mi propio llanto.
Miro hacia atrás y me encuentro con las tres decenas de calles que he recorrido, a veces me siento cansado, pero contemplo lo que está del otro lado de la esquina y aún así con miedo, me he dado cuenta que no he hecho muchas cosas aún, y que en cada cuadra caminada dejé varios pendientes por los cuales no creo pueda regresar.
Veo que el amor se quedó atrapado en una puerta...solo unos metros atrás, pidiendo que vaya a rescatarlo...infructuosamente tengo que dejarlo, como muchas cosas de las que debo desprenderme cuando decida voltear esta esquina.
Trato de colocar la punta del pie al otro lado, apoyándome en el vórtice de la pared...intentando averiguar si el suelo no se hundirá y si mis sueños no colapsarán cuando traspase esta barrera del tiempo, la que tarde o temprano tendré que cruzar, porque la vida es así, llena de esquinas que doblan nuestro camino...pero al fin las esquinas no permiten mirar lo que dejamos detrás de ellas...no son como un libro el cual podemos regresar las páginas. Solo tumbando la pared completa podremos visualizar lo perdido, lo olvidado, lo odiado y lo amado...más aún cuando este último con llanto te ruegue que no lo dejes atrás.
Porque todo es así y llegará la hora de doblar la esquina para saber si viviré o me ahogaré con mis recuerdos, en el caso que al pasar al otro lado de un paso en falso y me caiga en el desagüe de la soledad y en las aguas de mi propio llanto.