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Ver la versión completa : La pobreza y los políticos



Pompilio Zigrino
19/11/2009, 11:09
Aunque recibiré críticas por ubicar escritos de otros, creo que puede ser interesante:





“Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo…
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación.

No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.

Dr. Adrián Rogers, 1931 - Pastor americano





Enamorados de la pobreza



Por Gonzalo Neidal





De pronto, hemos descubierto a los pobres.



No nos ponemos de acuerdo si son muchos o muchísimos. Pero el país tiene una cantidad respetable de pobres, de gente que carece de trabajo, de vivienda digna, de ingresos suficientes, de hábitos laborales y, sobre todo, de horizontes próximos para salir de la pobreza.



Y los pobres de hoy, son más que los de ayer. Pero menos que los de mañana. Porque esta sociedad produce pobres sin parar. Es, quizá, nuestra gran ventaja comparativa respecto de todos los demás países.



Ni el Indec puede hacer bajar la cantidad de pobres. Y eso dice mucho.



Antes, hace cincuenta o sesenta años, la condición de pobre era circunstancial. Un tránsito efímero hacia una situación más acomodada que incluía un buen trabajo y una vida de familia organizada.



Ahora, en cambio, ser pobre parece ser una situación perpetua, que además se transmite de padres a hijos. Zafar de la miseria pareciera ser mucho más complejo y difícil.



Además, la atención que presta la política hacia los pobres pareciera destinada -voluntariamente o no- a congelarlos en su situación, promover el orgullo por tener tan desgraciada situación y establecer mecanismos de ayuda que están muy lejos de incentivar los mecanismos por los cuales los pobres pueden dejar de serlo: educación de los hijos, trabajo, esfuerzo y sacrificio.



Al momento de identificar las causas de la pobreza, nos gustan siempre aquellas de índole general y, por lo tanto, elusivas: el sistema, los noventa, los imperios.



No se trata, claro está, de un problema de fácil solución: en estos años de crecimiento económico formidable -debido a las excepcionales condiciones del mercado mundial- la pobreza ha aumentado. Todos estamos preocupados por los pobres. Desde Marcelo Tinelli hasta la Iglesia Católica, pasando por el gobierno nacional. Pero lo cierto es que tenemos más pobres que antes.



Los pobres son cortejados por los políticos, que aspiran a pasar a la historia cubiertos de laureles en el altar de la sensibilidad social. Muchos pobres son, potencialmente, muchos votos. Y, se piensa, muchas dádivas a los pobres son casi seguramente muchos votos. Así funciona la cabeza de los políticos.



Y nadie puede oponerse a un subsidio a los pobres sin ser acusado de insensible, oligarca o hachedepé. Ni siquiera se librará de esos calificativos si dijera que no es ésa sino otra, la manera de combatir la pobreza de un modo definitivo y serio.



Por ejemplo, tener al setenta por ciento de los jubilados ganando 800 pesos es promover la pobreza, aunque los jubilados puedan ver gratis los diez partidos de cada fecha del torneo de la AFA.



En definitiva, el desvelo por los pobres suele encerrar una cierta intención, por parte de quien ayuda, de obtener un rédito de la clase que fuere, que se transforma en el principal motivo de la cacareada ayuda.



En tal sentido, la última Encíclica Caritas in Veritate advierte sobre este tema:

“A veces, el destinatario de las ayudas resulta útil para quien lo ayuda y, así, los pobres sirven para mantener costosos organismos burocráticos, que destinan a la propia conservación un porcentaje demasiado elevado de esos recursos que deberían ser destinados al desarrollo”.



Por su lado, el filósofo Alejandro Rozitchner utiliza el vocablo “pobrismo” para identificar, con duras palabras, esa dialéctica entre pobres y política:



“Pobrismo es halagar al sentido común, halagar al pueblo en sus aspectos más quedados y conservadores, pobrismo es conformar ese poder de un pueblo encaprichado con su facilismo, armar una ciudadanía con el lomo de sus prejuicios bien sobado, contenta de ser mediocre y tiránica a la hora de descalificar cualquier instancia que busque desafiarla, hacerla crecer, llevarla a confrontar con sus límites de comodidad y a desprenderse de su moral de pobreza justa, de pobreza racionalizada, de pobreza padecida pero de la cual siempre otro es responsable, de pobreza que se convierte en plan de lucha en contra de aquel que osó no ser pobre para castigar su osadía”.



Palabras severas quizá inspiradas en el temor de que cunda un facilismo que se vislumbra: achacar la pobreza de unos a los que, con esfuerzo y duro trabajo, lograron eludirla.

Polidoro Saravia
21/11/2009, 09:57
“Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo…
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.

Completamente cierto. Les sacan a unos para darles a otros. Yo pago los impuestos y el estado destina parte de ese dinero en salud publica, en hacer hospitales para que los que no pueden pagar cobertura mutual (o salud privada) se atiendan gratis, mientras yo, que sí puedo pagar salud privada y no genero gasto al estadio, tengo que pagar para que otros tengan salud gratuita. O cuando me sacan plata para volcarla en educación, para educar gratis a esos niños que sus padres no pueden pagar enseñanza privada, mientras que yo, no le genero gastos al estado porque a mis hijos los mando a colegios pagos. ¿Suena un poco egoísta no? Es que de eso se trata los impuestos, de sacarle a la sociedad para luego volcar en ella lo recaudado y tratar de mejorarla, solo que a veces se invierte en obras de uso general, que todos disfrutamos, como rutas, puentes, plazas...., y otras se inversiones en obras que no todos las disfrutan, como salud publica, educación publica y apoyo a los sectores carenciados. Tanto las inversiones que todos disfrutan como las que disfrutan solo algunos, son iguales de importantes para la evolución y desarrollo de la sociedad, claro esta, siempre que estas sean bien implementadas.
En el tema de las criticadas políticas de ayuda social, para mí, el error está en ver que se le está quitando dinero a algunos para darles a otros, se toma como un despilfarro para mantener haraganes y no como una inversión social que permite el progreso y desarrollo del sector marginal, que les permite el ingrese al sector productivo de la sociedad.
Los que protestan por los impuestos que pagan para ser volcados en ayuda social, no ven que al termino de un plazo se verán beneficiado; estas políticas sociales ayudan a prevenir la delincuencia, por lo que se verá beneficiada la doña que vive atemorizada por la inseguridad. También se beneficiará al empresario, que encontrará en el mercado laboral mano de obra más calificada y preparada. Se beneficiará toda la sociedad, porque un mayor porcentaje de ella estará más instruido y gozará de mejores valores sociales.






En definitiva, el desvelo por los pobres suele encerrar una cierta intención, por parte de quien ayuda, de obtener un rédito de la clase que fuere, que se transforma en el principal motivo de la cacareada ayuda.

No sé que tan descreído está usted de sus políticos, al parecer no confía para nada en la vocación de los políticos, en su buena voluntad y en las ganas que puedan tener de servir al país. Usted habla (o el texto que copió y pegó) de que los políticos practican asistencialismo o brindan ayuda a los pobres por la mera intención de ganar sus votos, y que tratan de mantenerlos conformes en esa mediocre situación de dependencia en busca de fidelidad. Me parece una teoría muy simple y algo mal intencionada. Utilizando su mismo criterio, yo le podría decir entonces, que la clase política que sigue la línea de no aplicar políticas sociales, y que a usted al parecer tanto le gusta, no dan ayuda a los pobres porque se benefician de la pobreza y la ignorancia. No dan ayuda a los pobres porque a los ignorantes se los puede explotar más fácil, pues no conocen sus derechos. No dan ayuda a los pobres porque se los puede hacer reventar trabajando por 5 reales, pues no tienen estudio alguno y se tienen que resignar a romperse el lomo laburando. No dan ayuda a los pobres porque para los gobiernos corruptos y que quieren perpetuarse en el poder siempre será más fácil doblegar un pueblo ignorante que uno instruido. Entonces ¿no será que los que no practican políticas sociales lo hacen con la mera intención de mantener un pueblo pobre, ignorante y fácil de controlar? Me parece muy simple el análisis de que todo se hace por algún interés, aparte, este análisis se puede aplicar para cualquier sistema político.

Sé que usted está embarcado en una ferviente oposición contra la política Kitchener. Mucho de lo que usted escribe o copia y pega, por mas que no lo mencione, tiene un matiz opositor en contra de las políticas del actual gobierno argentino. Yo, en este post, he escrito en forma genérica, dejando de lado a los Kitchner, a sus políticas y a la Argentina. Escribí refiriéndome a los pobres y los políticos en general. Lo aclaro para que no se crea que estoy haciendo defensa a la política Kitchner.

Saludos.

PHILIPPEMOR
23/11/2009, 18:57
este ensayo no atina en decir que los politicos y su demagogia esteril solo nos dividen para estar enfrentados como grupos antagonicos que buscan protagonismos alejados del sentido comun.
el egocentrismo de un politico de izquierdas o derechas roza en absurdos que ocupan de ideas que bien alguna personita desde su escritorio puede monopolizar en nombre de un grupo oligarquico.
la solucion se da en escritorio, quiza como reducir la poblacion para controlar la riqueza.(monopolio.) desde un escritorio puedo afirmar que los recursos son insuficientes??
los politicos o quienes les controlan cada vez se ven en complicaciones, ya que actuan fuera del sentido comun que la humanidad requiere.
requieren ser vigilados?? requieren que les eduquemos??
requieren manejarnos por medio de ongs??
no esta claro que pretende un politico, si todos alegan que van a servir al pueblo. de tanto talento se complican las cosas??


saludos cordiales,

Flavio Vespaciano
03/12/2009, 21:04
Los políticos piensan que todos los empresarios son malos, mientras que los empresarios piensan que todos los políticos (abogados en su mayoría) son malos.

Platon
03/12/2009, 21:35
Los políticos piensan que todos los empresarios son malos, mientras que los empresarios piensan que todos los políticos (abogados en su mayoría) son malos.

La sociedad necesita de empresarios y politicos.
Lo que hay que evitar a toda costa es que nos gobiernen Politicos-Empresarios o al revez Empresarios - Politicos.

Pompilio Zigrino
09/12/2009, 11:29
También hay que evitar que los políticos hagan de empresarios.......cuando el Estado usurpa lo privado.....

El empresariado (y los sindicalistas) aliados de los políticos, conducen al fascismo.