Observador
15/10/2009, 09:41
En Estados Unidos existe una organización llamada United Way. Existe la posibilidad de que todos los contribuyentes y empleados declaren en un formulario si desean donar parte de sus ingresos a alguna institución no lucrativa o bien, dejar que la United Way determine dónde asignar tales donaciones.
La Watchtower Bible & Tract Society figura como una organización no lucrativa en la lista de United Way. Lo sorprendente es que la Watchtower siempre habla mal de United Way.
La página donde se hacía constancia de esto ya la han quitado, pero era
http://www.unitedwaysb.org/framenw.html
Aquí la página principal de United Way
http://unitedwaysb.org/
Y aquí la lista de asociaciones, etc. beneficiarias de United Way.
http://www.unitedwaysb.org/help_agency.html
Watchtower Bible & Tract Society aparece con el número 531.
Más información en inglés
http://www.jehovahs-witness.net/watchtower/scandals/60988/1/Watchtower-0531-With-United-Ways
¡¡¡Hipócritas!!! ¡¡¡Babilónicos!!!
Observador
15/10/2009, 10:58
Watchtower y United Way, de la cual es beneficiaria la WT.
Por primera vez en su larga historia," informa el Chronicle de San Francisco, California, "la United Way está proveyendo fondos a un grupo de homosexuales; 30.000 dólares al Pacific Center for Human Growth de Berkeley." Sin duda les interesará a los contribuyentes saber cómo se usa su dinero.
Despertad. 8/12, 1978. Pág. 30
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El director de la organización Ciudadanos Preocupados por la Caridad de San Francisco declaró: "Por todo el país se está librando una guerra entre los que reúnen fondos profesionalmente, y entre éstos no hay caridad." Evidentemente, a muchas de las organizaciones de caridad más pequeñas le parece que la organización de caridad gigantesca, United Way (El camino unido), las está excluyendo a la fuerza de su porción del dólar de caridad. Acusan al United Way de prácticas monopolizadoras y, en algunos casos, están presentando sus cargos en litigios.
Despertad, 8/6, 1978. Pág. 30
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El National Catholic Reporter ha revelado un acuerdo, del cual no se sabía previamente, entre la archidiócesis católica romana de Filadelfia y United Way, un instituto de caridad para re***** fondos. Esta publicación mencionó un pacto privado al que se llegó en 1975 entre el cardenal John Krol y el entonces presidente de la United Way, según el cual pacto United Way accedió a negar ayuda financiera a cualquier programa o servicio que contradijera los "principios morales de la Iglesia Católica." Esto era casi igual a dar poder de veto a la Iglesia sobre los fondos recogidos del público. El arreglo salió a la luz cuando a un grupo de mujeres se le negó la ayuda de United Way porque este grupo proveía consejo sobre el control de la natalidad.
Reacciones adversas a este acuerdo entre bastidores vinieron de muchas partes. Algunas personas cancelaron sus promesas de dinero a la United Way; otros pidieron un reembolso. Miembros de la facultad y del cuerpo administrativo de la Universidad de Temple y de la Universidad de Pensilvania, además de los empleados de la ciudad de Filadelfia, retiraron su apoyo a la campaña anual de recolección de fondos de la United Way. Consejeros legales de la Unión Americana de Libertades Civiles dijeron que esto pudiera hacer surgir preguntas constitucionales acerca de discriminación contra las mujeres y cuestiones en cuanto al apoyo estatal a una institución religiosa
Despertad. 8/6, 1980. Pág. 30
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La ciudad de Nueva York ya no permite que la institución benéfica más grande de los Estados Unidos, la "United Way," solicite fondos de los empleados municipales por medio de automáticamente restar una cantidad de sus sueldos. El Times de Nueva York dijo: "Según Diane M. Coffey, asistente administrativa del alcalde Koch, al alcalde le pareció que los métodos empleados por la ‘United Way’ para solicitar fondos hacía a los empleados sentir que se les obligaba a contribuir y además estos métodos malgastaban el tiempo de los empleados municipales. La Sra. Coffey dijo que la campaña de ‘United Way’ requería la participación de los directores de los diferentes departamentos municipales y la asignación de capitanes para solicitar las contribuciones. ‘La ciudad había emprendido un esfuerzo acelerado e intenso de solicitar fondos,’ dijo la Sra. Coffey, ‘y al alcalde le pareció que no era apropiado que los empleados municipales gastaran este tiempo o desempeñaran esta función.’ ... La Sra. Coffey dijo que otro factor que se consideró al tomar esta decisión fue el creciente número de otros grupos caritativos que pedían los privilegios de restar dinero de los sueldos
Despertad, 22/9, 1982. Pág. 29
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