PDA

Ver la versión completa : "un fantasma en agonia"



Derbys
05/09/2009, 04:33
Cae el silencio tras una fuerte lluvia sin vientos que azoten la amargura, ni frío que asesine el deseo de quien quiere morir, para nunca jamás luchar contra la naturaleza de lo infinito, el stress del pensamiento y una vida sin vida, sin aliento.
Piensa sin conciencia y actúa sin movimientos, sabe que está presente en el abismo de la duda; quien ha merecido el tiempo, puede entender lo gris de su corazón, lo helado de sus lágrimas y la batalla incesable de los tormentos, producto de lo que quiere, lo que le afecta, lo que le quema en el cuerpo vacio de sus entrañas, de lo hueco que tiene el alma, sin compañía, solo, sin la soledad.
Un siglo después que ha desaparecido, vuelve a brotar la amargura y se reúne el más despreciable de los recuerdos; tiene miedo de mirar donde está, aun no sabe que está muerto.
George Braun le cede el paso a los momentos, a su vida, a su sufrimiento.
-Era solo un niño-, recuerda. El trabajo en casa era fuerte, pero me encantaba la naturaleza y el llevar a cabo muchos inventos, que de un zarpazo me quitaban la conciencia y me hacían olvidar por completo mi deber.
Como resultados grandes castigos, que si pagaran por ellos, todavía me tocaría cobrarles 100 monedas del dorado.
Así pues, por mirar con gran reproche a quien me propinaba semejante paliza, tenía como recompensa ordeñar las vacas, cargar el agua, cortar la maleza y dormir junto a la casa del perro frente al granero…

Derbys
06/09/2009, 01:54
El frio continúa azotando el alma de los vivos, pero quema el corazón de los muertos entre los muertos. – Christina ¡oh! Christina, mi primer amor, sé que no lo sabías; mi amor llegó hasta el límite, hasta que jamás te pude ver-
Se hostigan los perros entre sí, confundidos, saben que los acompaña pero no lo ven, él está allí cerca de la bodega abandonada.
-Recuerdo que después de algún tiempo relumbraba tú horrible presencia, ya no eras la misma, eras el espectro menos parecido que se pueda haber imaginado alguno…fea y gorda, sin dientes-. Comentaba George; mirando en todas direcciones. – Que cambiado está todo, no hay caballos ni cantinas y… la iglesia, debe ser aquella, forrada de polvo y trepadoras; la gente duerme con mucho ruido. ¿Qué me ha traído a esto?-.
Se oye el rechinar de una ventana y el suave silbido de una lechuza, la más vieja del pueblo. -¡Ya no puede volar!- Exclama con voz melancólica.-vive en el árbol de baobabs, casi dobla mi edad, si supiera donde estoy sabría que con certeza donde nací-.