antonio sànchez
17/08/2009, 13:19
Copio este artículo para ser considerado por el foro:
http://www.mitosyfraudes.org/articulos/CombFos.html
Los Hidrocarburos
No Son Fósiles
Por Paul Sheridan
El libro The Deep Hot Biosphere (La Profunda y Caliente Biosfera) es la culminación de más de cincuenta años de trabajo en la vida de su notable autor, el astrofísico Thomas Gold, de la Universidad de Cornell. Gold fue el director fundador del Centro de Radiofísica e Investigación Espacial de la Universidad de Cornell, Presidente del Departamento de Astronomía de Cornell y es el autor de más de 260 trabajos en el área de la cosmología, zoología, física y astronomía.
La tesis de Gold en The Deep Hot Biosphere es simple: los hidrocarburos han existido desde los primeros tiempos del universo, y son parte del proceso de formación de los planetas. Sus componentes, hidrógeno y carbón, se originaron en el "caldo primordial" del que se formó la Tierra. Dice Gold que el metano y el petróleo de la Tierra son abiogénicos –no tienen un origen biológico.
Contradiciendo las tradicionales explicaciones, Gold afirma que los hidrocarburos no se disociaron durante los primeros tiempos a causa de las altas temperaturas de la formación planetaria, tal como sostienen los teóricos, sino que, como lo demuestra la actual ciencia geológica, las temperaturas no eran lo suficientemente altas, en especial cuando se tienen en cuenta las presiones relacionadas con la profundidad.
Gold sostiene que las fuentes de hidrocarburos se encuentran a grandes profundidades debajo de la corteza terrestre, y no a pocos kilómetros sino a cientos de kilómetros. Las fuentes profundas de hidrocarburos están todavía funcionando, bombeando toneladas de petróleo y metano a través de las grietas y rocas porosas hasta los niveles sedimentarios más superficiales. Es aquí donde los equipos petroleros acceden a los afloramientos que han sido endicados verticalmente en forma de reservorios de petróleo. Gold afirma que el petróleo no es el resultado de la descomposición de plantas prehistóricas; estaba allí unos cuantos miles de millones de años antes de que la vida apareciera en el planeta.
Gold explica en el libro las últimas informaciones sobre la investigación espacial, muchas de las cuales él mismo descubrió o propuso, que confirma que los hidrocarburos están presentes en cuerpos celestes sin vida como lunas, asteroides, cometas y, por supuesto, en los gigantes gaseosos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. De hecho, la coloración azulada de Urano es resultado del metano, uno de los llamados combustibles fósiles. Gold comenta: "Estoy seguro de que no existen pestilentes pantanos en Titán o Plutón". Para apoyar su teoría de la abiogencidad de los hidrocarburos, Gold hace notar lo siguiente:
Los hidrocarburos se encuentran en áreas geográficas donde la abundancia de vida prehistórica que se conoce que existía allí no podría jamás haber provisto la cantidad de hidrocarburos involucrados. La mayor parte de la vida de superficie se compone de 90 por ciento de agua y 10 por ciento de compuestos orgánicos. De modo que, aún si todo ese 10 por ciento orgánico se convirtió en "combustible fósil" no estaría ni siquiera cerca de la masa de hidrocarburos que ya se han extraído durante los últimos 130 años.
A causa de que los hidrocarburos son tan consistentes, el uso de particulares trazas de metales se pueden usar para identificar su origen geográfico.
Los actuales reservorios de petróleo se están rellenando nuevamente –desde el fondo. Gold lo explica: "El fenómeno de los reservorios de petróleo que parecen estarse llenando otra vez es algo ampliamente informado, de manera notable en el Medio Oriente y a lo largo de la Costa del Golfo de los Estados Unidos.
Venus y los Calentadores Globales
Los ecologistas argumentan que este enriquecimiento de carbono cercano a la superficie se originó de la atmósfera prehistórica, y promueven la noción de que la primitiva atmósfera de la Tierra era muy similar a la del planeta Venus. Ellos dicen que el carbono de la Tierra se precipitó del dióxido de carbono atmosférico a la charca océano-atmosférica; también se produjo una absorción del dióxido de carbono por parte de las plantas.
Gold hace notar que si las rocas carboníferas obtuvieron su carbono de una atmósfera primitiva, los niveles sedimentarios más profundos deberían poseer mayor densidad de componentes carboníferos. Si el carbono hubiese sido precipitado de una atmósfera primitiva que era rica en dióxido de carbono, entonces los especímenes más superficiales de rocas deberían mostrar una sucesiva declinación de compuestos carboníferos.
Como lo demuestra Gold, los registros geológicos prueban lo contrario. No hay una sucesiva declinación de compuestos carboníferos; la densidad se mantiene constante a lo largo del tiempo geológico. "La única explicación sensata" –dice Gold, "es que los gases atmosféricos se han derivado principalmente del desprendimiento de compuestos volátiles de sólidos enterrados en las profundidades, y no de una gran atmósfera inicial adquirida durante la formación de la tierra o por posteriores capturas de gases del espacio".
Más convincente, en mi opinión, es el asunto del carbono-13. En la última década se ha probado que las plantas no inhalan el dióxido de carbono que contiene el isótopo pesado C-13. El proceso de difusión usado por las plantas durante su respiración permite sólo al dióxido de carbono que contiene C-12. Ahora, el C-13 se da en la naturaleza a una tasa del 1%. Esto significa que si los hidrocarburos que fueron sedimentados durante millones de años son el resultado de la descomposición de vida vegetal, estos "combustibles sólidos" deberían mostrar una ausencia de C-13. Sin embargo, las muestras de hidrocarburos obtenidas de pozos profundos no muestran tal constitución isotópica.
Lo que se encuentra es la constitución nucleo-sintética estelar de 99% de C-12 y 1% de C-13. Gold nos advierte que un proceso de fraccionamiento geológico, especialmente del metano, debe tenerse en cuenta al discutir constituciones similares de las rocas carboníferas.
El Asunto del Helio
Impregnando todo descubrimiento de petróleo a lo largo de la historia del mundo, está la presencia de emanaciones de helio. De hecho, es tan abundante en los campos petrolíferos, que las compañías petroleras usan detectores de helio como una de sus herramientas de exploración, y se envasan cantidades comerciales de helio en las áreas de perforación para su venta. Gold dice: "La asociación del helio con los hidrocarburos es, con toda probabilidad, el hecho más impactante que la teoría biogénica (combustibles fósiles) no puede explicar, y ha sido para mí de un gran interés".
Curiosamente, el helio no se encuentra en cantidades significantes en áreas que no producen petróleo o metano. Cuando los constituyentes de los pozos de petróleo se analizan para determinar la tasa de helio, los patrones de información son consistentes en todo el planeta. Por si mismo, el helio no tiene las presiones fluidas necesarias para alcanzar la superficie de la manera observada.
Gold explica que la única manera de que tal cantidad y consistencia en las mezclas de helio son posibles, es gracias a la existencia de una profunda fuente de "gas portador" como el metano. La profundidad de estas fuentes está muy por debajo de la profundidad de penetración de la vida de superficie y sus fósiles. (Ver figura 1)
El Experimento del Anillo Siljan
Otro ejemplo que usa Gold para ilustrar la teoría abiogénica es el del Anillo Siljan, una estructura producida por el impacto de un meteoro en la zona central de Suecia, cerca de la ciudad de Rattvik. Como está ubicado muy al norte, no se lo considera un sitio donde se podrían encontrar abundantes "combustibles fósiles". El interior de la estructura de impacto tiene muy pocas rocas sedimentarias, como resultado de la explosión causada por el impacto. El interior de la estructura también tiene una roca basal que es sumamente fina.
En 1986, Gold y sus colegas Suecos y americanos perforaron hasta 7,8 km de profundidad a partir del fondo del interior del impacto. La idea era penetrar la corteza más baja y, en lo posible, la parte superior del manto. A estas profundidades y en esta locación, no había posibilidad de existencia de vida de superficie que se hubiese descompuesto a lo largo de los años, lo que la hacía una excelente elección para una investigación científica con intenciones de ensayar la teoría abiogénica de la formación de hidrocarburos.
Hago énfasis sobre "investigación", porque la intención no era la producción de gas o petróleo a gran escala. A pesar de ello, para 1991, el experimento del Anillo Siljan estaba produciendo 80 barriles de crudo diarios. Estas no son cantidades comerciales, pero no era esa la intención del proyecto: la intención era la investigación científica.
Los rusos tomaron nota de los hallazgos científicos de Gold; las principales compañías petroleras americanas no lo hicieron aún. Para 1998, los rusos tenían ya más de 300 pozos, perforados en la roca basal guiados por los resultados del experimento del Anillo Siljan, todos los cuales están produciendo cantidades comerciales de gas natural y petróleo crudo.
Usando el conocimiento y la experiencia ganada por Gold, los rusos transfirieron su tecnología de perforación a sus aliados en Vietnam. Hasta ahora, en lo que se llama el Campo del Tigre Blanco, se han perforado 20 pozos a través de la roca basal. Los vietnamitas están produciendo más de 6.000 barriles diarios de crudo por pozo, en una región donde la teoría biogénica de los "combustibles fósiles" sostiene que no existen hidrocarburos.
Parece que la discusión ha llegado a su fin.
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Paul Sheridan es un ingeniero y consultor de la industria automovilística, basado en Dearborn, Michigan.
http://www.mitosyfraudes.org/articulos/CombFos.html
Los Hidrocarburos
No Son Fósiles
Por Paul Sheridan
El libro The Deep Hot Biosphere (La Profunda y Caliente Biosfera) es la culminación de más de cincuenta años de trabajo en la vida de su notable autor, el astrofísico Thomas Gold, de la Universidad de Cornell. Gold fue el director fundador del Centro de Radiofísica e Investigación Espacial de la Universidad de Cornell, Presidente del Departamento de Astronomía de Cornell y es el autor de más de 260 trabajos en el área de la cosmología, zoología, física y astronomía.
La tesis de Gold en The Deep Hot Biosphere es simple: los hidrocarburos han existido desde los primeros tiempos del universo, y son parte del proceso de formación de los planetas. Sus componentes, hidrógeno y carbón, se originaron en el "caldo primordial" del que se formó la Tierra. Dice Gold que el metano y el petróleo de la Tierra son abiogénicos –no tienen un origen biológico.
Contradiciendo las tradicionales explicaciones, Gold afirma que los hidrocarburos no se disociaron durante los primeros tiempos a causa de las altas temperaturas de la formación planetaria, tal como sostienen los teóricos, sino que, como lo demuestra la actual ciencia geológica, las temperaturas no eran lo suficientemente altas, en especial cuando se tienen en cuenta las presiones relacionadas con la profundidad.
Gold sostiene que las fuentes de hidrocarburos se encuentran a grandes profundidades debajo de la corteza terrestre, y no a pocos kilómetros sino a cientos de kilómetros. Las fuentes profundas de hidrocarburos están todavía funcionando, bombeando toneladas de petróleo y metano a través de las grietas y rocas porosas hasta los niveles sedimentarios más superficiales. Es aquí donde los equipos petroleros acceden a los afloramientos que han sido endicados verticalmente en forma de reservorios de petróleo. Gold afirma que el petróleo no es el resultado de la descomposición de plantas prehistóricas; estaba allí unos cuantos miles de millones de años antes de que la vida apareciera en el planeta.
Gold explica en el libro las últimas informaciones sobre la investigación espacial, muchas de las cuales él mismo descubrió o propuso, que confirma que los hidrocarburos están presentes en cuerpos celestes sin vida como lunas, asteroides, cometas y, por supuesto, en los gigantes gaseosos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. De hecho, la coloración azulada de Urano es resultado del metano, uno de los llamados combustibles fósiles. Gold comenta: "Estoy seguro de que no existen pestilentes pantanos en Titán o Plutón". Para apoyar su teoría de la abiogencidad de los hidrocarburos, Gold hace notar lo siguiente:
Los hidrocarburos se encuentran en áreas geográficas donde la abundancia de vida prehistórica que se conoce que existía allí no podría jamás haber provisto la cantidad de hidrocarburos involucrados. La mayor parte de la vida de superficie se compone de 90 por ciento de agua y 10 por ciento de compuestos orgánicos. De modo que, aún si todo ese 10 por ciento orgánico se convirtió en "combustible fósil" no estaría ni siquiera cerca de la masa de hidrocarburos que ya se han extraído durante los últimos 130 años.
A causa de que los hidrocarburos son tan consistentes, el uso de particulares trazas de metales se pueden usar para identificar su origen geográfico.
Los actuales reservorios de petróleo se están rellenando nuevamente –desde el fondo. Gold lo explica: "El fenómeno de los reservorios de petróleo que parecen estarse llenando otra vez es algo ampliamente informado, de manera notable en el Medio Oriente y a lo largo de la Costa del Golfo de los Estados Unidos.
Venus y los Calentadores Globales
Los ecologistas argumentan que este enriquecimiento de carbono cercano a la superficie se originó de la atmósfera prehistórica, y promueven la noción de que la primitiva atmósfera de la Tierra era muy similar a la del planeta Venus. Ellos dicen que el carbono de la Tierra se precipitó del dióxido de carbono atmosférico a la charca océano-atmosférica; también se produjo una absorción del dióxido de carbono por parte de las plantas.
Gold hace notar que si las rocas carboníferas obtuvieron su carbono de una atmósfera primitiva, los niveles sedimentarios más profundos deberían poseer mayor densidad de componentes carboníferos. Si el carbono hubiese sido precipitado de una atmósfera primitiva que era rica en dióxido de carbono, entonces los especímenes más superficiales de rocas deberían mostrar una sucesiva declinación de compuestos carboníferos.
Como lo demuestra Gold, los registros geológicos prueban lo contrario. No hay una sucesiva declinación de compuestos carboníferos; la densidad se mantiene constante a lo largo del tiempo geológico. "La única explicación sensata" –dice Gold, "es que los gases atmosféricos se han derivado principalmente del desprendimiento de compuestos volátiles de sólidos enterrados en las profundidades, y no de una gran atmósfera inicial adquirida durante la formación de la tierra o por posteriores capturas de gases del espacio".
Más convincente, en mi opinión, es el asunto del carbono-13. En la última década se ha probado que las plantas no inhalan el dióxido de carbono que contiene el isótopo pesado C-13. El proceso de difusión usado por las plantas durante su respiración permite sólo al dióxido de carbono que contiene C-12. Ahora, el C-13 se da en la naturaleza a una tasa del 1%. Esto significa que si los hidrocarburos que fueron sedimentados durante millones de años son el resultado de la descomposición de vida vegetal, estos "combustibles sólidos" deberían mostrar una ausencia de C-13. Sin embargo, las muestras de hidrocarburos obtenidas de pozos profundos no muestran tal constitución isotópica.
Lo que se encuentra es la constitución nucleo-sintética estelar de 99% de C-12 y 1% de C-13. Gold nos advierte que un proceso de fraccionamiento geológico, especialmente del metano, debe tenerse en cuenta al discutir constituciones similares de las rocas carboníferas.
El Asunto del Helio
Impregnando todo descubrimiento de petróleo a lo largo de la historia del mundo, está la presencia de emanaciones de helio. De hecho, es tan abundante en los campos petrolíferos, que las compañías petroleras usan detectores de helio como una de sus herramientas de exploración, y se envasan cantidades comerciales de helio en las áreas de perforación para su venta. Gold dice: "La asociación del helio con los hidrocarburos es, con toda probabilidad, el hecho más impactante que la teoría biogénica (combustibles fósiles) no puede explicar, y ha sido para mí de un gran interés".
Curiosamente, el helio no se encuentra en cantidades significantes en áreas que no producen petróleo o metano. Cuando los constituyentes de los pozos de petróleo se analizan para determinar la tasa de helio, los patrones de información son consistentes en todo el planeta. Por si mismo, el helio no tiene las presiones fluidas necesarias para alcanzar la superficie de la manera observada.
Gold explica que la única manera de que tal cantidad y consistencia en las mezclas de helio son posibles, es gracias a la existencia de una profunda fuente de "gas portador" como el metano. La profundidad de estas fuentes está muy por debajo de la profundidad de penetración de la vida de superficie y sus fósiles. (Ver figura 1)
El Experimento del Anillo Siljan
Otro ejemplo que usa Gold para ilustrar la teoría abiogénica es el del Anillo Siljan, una estructura producida por el impacto de un meteoro en la zona central de Suecia, cerca de la ciudad de Rattvik. Como está ubicado muy al norte, no se lo considera un sitio donde se podrían encontrar abundantes "combustibles fósiles". El interior de la estructura de impacto tiene muy pocas rocas sedimentarias, como resultado de la explosión causada por el impacto. El interior de la estructura también tiene una roca basal que es sumamente fina.
En 1986, Gold y sus colegas Suecos y americanos perforaron hasta 7,8 km de profundidad a partir del fondo del interior del impacto. La idea era penetrar la corteza más baja y, en lo posible, la parte superior del manto. A estas profundidades y en esta locación, no había posibilidad de existencia de vida de superficie que se hubiese descompuesto a lo largo de los años, lo que la hacía una excelente elección para una investigación científica con intenciones de ensayar la teoría abiogénica de la formación de hidrocarburos.
Hago énfasis sobre "investigación", porque la intención no era la producción de gas o petróleo a gran escala. A pesar de ello, para 1991, el experimento del Anillo Siljan estaba produciendo 80 barriles de crudo diarios. Estas no son cantidades comerciales, pero no era esa la intención del proyecto: la intención era la investigación científica.
Los rusos tomaron nota de los hallazgos científicos de Gold; las principales compañías petroleras americanas no lo hicieron aún. Para 1998, los rusos tenían ya más de 300 pozos, perforados en la roca basal guiados por los resultados del experimento del Anillo Siljan, todos los cuales están produciendo cantidades comerciales de gas natural y petróleo crudo.
Usando el conocimiento y la experiencia ganada por Gold, los rusos transfirieron su tecnología de perforación a sus aliados en Vietnam. Hasta ahora, en lo que se llama el Campo del Tigre Blanco, se han perforado 20 pozos a través de la roca basal. Los vietnamitas están produciendo más de 6.000 barriles diarios de crudo por pozo, en una región donde la teoría biogénica de los "combustibles fósiles" sostiene que no existen hidrocarburos.
Parece que la discusión ha llegado a su fin.
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Paul Sheridan es un ingeniero y consultor de la industria automovilística, basado en Dearborn, Michigan.