Roger Medina Guerra
07/08/2009, 11:51
Anoche:
Entre las hendijas cobrizas del cielo.
Entre las olas incesantes del mar.
Entre las grietas grises de nubes.
Mis ojos buscaban tu rostro.
Mis ojos, melancólicos en el silencio;
dibujan en pinceladas cristalinas, tus labios.
Tus labios que huyen de mí, cuando para mí,
son dulces cerezos.
La otra noche,
soñé con tus besos;
corrí tras de ellos
y solo encontré,
retazos de besos.
Anoche.
Entre hendijas cobrizas del cielo,
quise encontrarte de nuevo.
Quise encontrarte, entre rosas, jazmines,
en mil huertos, en todos los jardines.
Anoche, me dormí, en más profundo silencio.
No quería que el aire,
naufragara mis sueños.
Anoche espere tu regreso
Espere tu regreso,
con los brazos abiertos.
¡No llegaste!
Pero mis ojos dormidos,
siguen dibujando
Tus besos.
Entre las hendijas cobrizas del cielo.
Entre las olas incesantes del mar.
Entre las grietas grises de nubes.
Mis ojos buscaban tu rostro.
Mis ojos, melancólicos en el silencio;
dibujan en pinceladas cristalinas, tus labios.
Tus labios que huyen de mí, cuando para mí,
son dulces cerezos.
La otra noche,
soñé con tus besos;
corrí tras de ellos
y solo encontré,
retazos de besos.
Anoche.
Entre hendijas cobrizas del cielo,
quise encontrarte de nuevo.
Quise encontrarte, entre rosas, jazmines,
en mil huertos, en todos los jardines.
Anoche, me dormí, en más profundo silencio.
No quería que el aire,
naufragara mis sueños.
Anoche espere tu regreso
Espere tu regreso,
con los brazos abiertos.
¡No llegaste!
Pero mis ojos dormidos,
siguen dibujando
Tus besos.