Pompilio Zigrino
04/08/2009, 17:10
El Estado totalitario constituye la culminación de tendencias doctrinarias que conducen a la aniquilación de la persona humana y a su absorción integral por la comunidad política en nombre de diferentes mitos (Nación, Raza, Clases) según se trate del fascismo, el nacionalsocialismo o el comunismo.
El totalitarismo se caracteriza por su irracionalidad y su inclinación por la masificación y la burocratización. En cuanto a la organización política del Estado, muestra las siguientes modalidades:
a) Unipartidismo
b) Inexistencia de división de poderes
c) Ausencia de oposición legalizada
d) Desconocimiento de libertades esenciales
e) Control centralizado de la economía
(De “Historia de las Ideas Políticas” de Alberto Rodríguez Varela – A-Z Editora SA – Buenos Aires 1995)
Nótese que en todos los casos aparece algún tipo de discriminación sectorial, ya que los que impulsan el nacionalismo discriminan al extranjero; los que promueven ideas de superioridad racial, discriminan a las razas distintas e, incluso, consideradas “inferiores”; los que promueven la lucha de clases discriminan al que posee cierto nivel económico y social, siendo otra forma de discriminación.
Sin embargo, en la actualidad predomina la idea de que el Mal viene asociado al liberalismo económico, que es el que impulsa a la economía de mercado y propone a la democracia como sistema político. Nótese que los totalitarismos (fascismo, nazismo, marxismo) son los acérrimos opositores al liberalismo y a la democracia. De ahí que, cuando un fascista, un nazi o un marxista hablan con desprecio y descalifican al “neoliberalismo”, debe tomarse casi como un elogio, tratándose de quien viene la crítica.
Como la mayor parte de la sociedad considera a la democracia como el mejor sistema político, los totalitarios adoptan un disfraz democrático, y tienden a la progresiva usurpación del Estado, hasta que la sociedad descubre el engaño, aunque casi siempre es demasiado tarde.
Cuesta bastante criticar a las ideologías totalitarias por cuanto casi siempre se esconden detrás de disfraces y mentiras, siendo la autoasignación de “defensores de los pobres” (ante la “maldad” empresarial) una de las más comunes.
El totalitarismo se caracteriza por su irracionalidad y su inclinación por la masificación y la burocratización. En cuanto a la organización política del Estado, muestra las siguientes modalidades:
a) Unipartidismo
b) Inexistencia de división de poderes
c) Ausencia de oposición legalizada
d) Desconocimiento de libertades esenciales
e) Control centralizado de la economía
(De “Historia de las Ideas Políticas” de Alberto Rodríguez Varela – A-Z Editora SA – Buenos Aires 1995)
Nótese que en todos los casos aparece algún tipo de discriminación sectorial, ya que los que impulsan el nacionalismo discriminan al extranjero; los que promueven ideas de superioridad racial, discriminan a las razas distintas e, incluso, consideradas “inferiores”; los que promueven la lucha de clases discriminan al que posee cierto nivel económico y social, siendo otra forma de discriminación.
Sin embargo, en la actualidad predomina la idea de que el Mal viene asociado al liberalismo económico, que es el que impulsa a la economía de mercado y propone a la democracia como sistema político. Nótese que los totalitarismos (fascismo, nazismo, marxismo) son los acérrimos opositores al liberalismo y a la democracia. De ahí que, cuando un fascista, un nazi o un marxista hablan con desprecio y descalifican al “neoliberalismo”, debe tomarse casi como un elogio, tratándose de quien viene la crítica.
Como la mayor parte de la sociedad considera a la democracia como el mejor sistema político, los totalitarios adoptan un disfraz democrático, y tienden a la progresiva usurpación del Estado, hasta que la sociedad descubre el engaño, aunque casi siempre es demasiado tarde.
Cuesta bastante criticar a las ideologías totalitarias por cuanto casi siempre se esconden detrás de disfraces y mentiras, siendo la autoasignación de “defensores de los pobres” (ante la “maldad” empresarial) una de las más comunes.