jorgesalaz
01/06/2009, 20:33
Una madre observaba a su hija que se preparaba para salir con su jefe esa noche, quien la había invitado por primera vez .
Mientras la muchacha, (que tenía dieciocho hermosos años muy bien puestos) se maquillaba, la madre empezó a llorar…
- ¿Qué pasa mamá?
- Es que yo sé lo que va a pasar esta noche
- ¿Qué va a pasar esta noche, mami?
- Esta noche, hija, tu jefe te va a venir a buscar con un auto lujoso. Te va llevar a cenar a uno de esos lugares caros con velas y músicos que tocan el violín entre las mesas. Después te va a llevar a bailar y a tomar una copa en algún lugar oscuro y mientras estéis bailando, te dirá de lo guapa que eres y todo eso…
- Bueno, mamá. ¿Y qué tiene eso de malo?
- Que después te va a invitar a conocer su casa. Yo sé como va a acabar todo.
- ¿Y?
- Y la casa va a ser uno de esos departamentos modernos que tienen un balcón desde donde se ve el río. Y entonces mientras mireis por el balcón él va a poner música y va destapar una botella de champagne. Va a brindar por ti y por el encuentro, te va a invitar a mostrarte la casa… Y ahí es donde podría pasar la tragedia.
- ¿Cuál tragedia, mamá?
- Cuando lleguéis al dormitorio, él te va a mostrar la vista desde allí y te va dar un beso. Eso no me asusta. Pero después, hijita, después él te va a mostrar la cama y se va a tirar encima tuyo. Y si tú le permites que se acueste encima de ti…. Yo me voy a morir. Y si yo me muero tú vas a cargar con esa culpa por el resto de tu vida… ¿Entiendes por qué lloro, hija? Lloro por ti, por tu futuro.
- Bueno, mamá, quédate tranquila. No creo que pase eso que dices.
- Acuérdate hija, acuérdate… Yo me muero, acuérdate.
A la hora señalada, un auto importado carísimo para enfrente de la puerta de la familia. Toca la bocina, la hija sale, sube al auto, y parten…
A las cinco de la mañana “la joven” vuelve a casa. La madre, por supuesto, está despierta sentada en el sillón.
- ¿Y, hija? ¿Qué pasó? Cuéntale todo a tu madre.
- ¡Mami! ¡es increíble! Todo fue como me dijiste. El restaurante, el baile, el departamento. Todo.
- ¿Y…? ¿Y…?
- Pero cuando llegamos al dormitorio y él quiso subirse encima de mí, me acordé de ti, mami. Me acordé de la culpa que me iba a quedar si tú te morías.
- Muy bien, hijita. ¿Y te fuiste… ?
- No. Me acosté yo encima de él. ¡Y que se muera su madre !
Mientras la muchacha, (que tenía dieciocho hermosos años muy bien puestos) se maquillaba, la madre empezó a llorar…
- ¿Qué pasa mamá?
- Es que yo sé lo que va a pasar esta noche
- ¿Qué va a pasar esta noche, mami?
- Esta noche, hija, tu jefe te va a venir a buscar con un auto lujoso. Te va llevar a cenar a uno de esos lugares caros con velas y músicos que tocan el violín entre las mesas. Después te va a llevar a bailar y a tomar una copa en algún lugar oscuro y mientras estéis bailando, te dirá de lo guapa que eres y todo eso…
- Bueno, mamá. ¿Y qué tiene eso de malo?
- Que después te va a invitar a conocer su casa. Yo sé como va a acabar todo.
- ¿Y?
- Y la casa va a ser uno de esos departamentos modernos que tienen un balcón desde donde se ve el río. Y entonces mientras mireis por el balcón él va a poner música y va destapar una botella de champagne. Va a brindar por ti y por el encuentro, te va a invitar a mostrarte la casa… Y ahí es donde podría pasar la tragedia.
- ¿Cuál tragedia, mamá?
- Cuando lleguéis al dormitorio, él te va a mostrar la vista desde allí y te va dar un beso. Eso no me asusta. Pero después, hijita, después él te va a mostrar la cama y se va a tirar encima tuyo. Y si tú le permites que se acueste encima de ti…. Yo me voy a morir. Y si yo me muero tú vas a cargar con esa culpa por el resto de tu vida… ¿Entiendes por qué lloro, hija? Lloro por ti, por tu futuro.
- Bueno, mamá, quédate tranquila. No creo que pase eso que dices.
- Acuérdate hija, acuérdate… Yo me muero, acuérdate.
A la hora señalada, un auto importado carísimo para enfrente de la puerta de la familia. Toca la bocina, la hija sale, sube al auto, y parten…
A las cinco de la mañana “la joven” vuelve a casa. La madre, por supuesto, está despierta sentada en el sillón.
- ¿Y, hija? ¿Qué pasó? Cuéntale todo a tu madre.
- ¡Mami! ¡es increíble! Todo fue como me dijiste. El restaurante, el baile, el departamento. Todo.
- ¿Y…? ¿Y…?
- Pero cuando llegamos al dormitorio y él quiso subirse encima de mí, me acordé de ti, mami. Me acordé de la culpa que me iba a quedar si tú te morías.
- Muy bien, hijita. ¿Y te fuiste… ?
- No. Me acosté yo encima de él. ¡Y que se muera su madre !