Roger Medina Guerra
24/04/2009, 16:44
Facunda........... belleza crepuscular de Enero.
Luces pálida
en un torbellino de amor distante.
Imitas, con el eco del mar
el susurro del viento suave, dormido entre luces.
Y pilas;
al pregón de un canto tierno...... Pináculo de olas
el anhelo silvestre de las rosas.
Facunda ...... bella mujer.
Ríen, en tus trenzas, mechones bordados de mar
y gajos de magnolias secas.
Se mueven tus manos
como llamaradas lentas, de crisoles náufragos.
Y corren tus ojos
sobre la senda gris de la montaña:
cuando pilas y cantas.
Facunda............ belleza crepuscular de Enero.
Pálida te ves...... guerrera gota de sol
Como frenesí de cosecha, en tierra veranera
Como hortaliza, esquiva del agua, en tierra seca.
Dulce de mamón,
Labios de papaya fresca.
Facunda.... bella y amorosa.
Tus lagrimas corren, como humarada salobre en la playa.
Ocultas tu belleza; de doncella agraciada de mar
en el ballet incierto de las olas.
Con el pregón alegre; distraído canto de la selva.
Tu faena, maceradora de olvidos.
Gime, en la labor diaria
del golpe impertinaz
del pila que pila.
Cuando tú rancho cerca de mis ojos
sea nido silvestre de besos
yo, navegaré en tus senos
ungidos de dicha y sudor
y ese pilón
sera nuestra cuna de amor.
Luces pálida
en un torbellino de amor distante.
Imitas, con el eco del mar
el susurro del viento suave, dormido entre luces.
Y pilas;
al pregón de un canto tierno...... Pináculo de olas
el anhelo silvestre de las rosas.
Facunda ...... bella mujer.
Ríen, en tus trenzas, mechones bordados de mar
y gajos de magnolias secas.
Se mueven tus manos
como llamaradas lentas, de crisoles náufragos.
Y corren tus ojos
sobre la senda gris de la montaña:
cuando pilas y cantas.
Facunda............ belleza crepuscular de Enero.
Pálida te ves...... guerrera gota de sol
Como frenesí de cosecha, en tierra veranera
Como hortaliza, esquiva del agua, en tierra seca.
Dulce de mamón,
Labios de papaya fresca.
Facunda.... bella y amorosa.
Tus lagrimas corren, como humarada salobre en la playa.
Ocultas tu belleza; de doncella agraciada de mar
en el ballet incierto de las olas.
Con el pregón alegre; distraído canto de la selva.
Tu faena, maceradora de olvidos.
Gime, en la labor diaria
del golpe impertinaz
del pila que pila.
Cuando tú rancho cerca de mis ojos
sea nido silvestre de besos
yo, navegaré en tus senos
ungidos de dicha y sudor
y ese pilón
sera nuestra cuna de amor.