jorgesalaz
08/03/2009, 16:43
Ya me tenían harto los amigos de mi grupo del café. Cada vez que se ofrecía, sacaban a relucir su pretendido machismo haciendo alarde de su dominancia sobre la mujer, presumiendo cómo dependían totalmente de ellos ya sea sentimental o económicamente. Me fui haciendo a la idea de que sus esposas eran sumisas, calladas, obedientes como las mujeres musulmanas. En una ocasión, estábamos planeando hacer una comida campestre el sábado siguiente: ¿Vas a ir, Jorge? Me preguntó el organizador. -Déjame ver que planes tiene mi señora y luego te confirmaré mi asistencia... Nada más dije éso y se me echaron encima varios de mis compañeros: ¿Quién manda en tu casa? ¿Por qué tienes que pedir permiso? ¿Y tú, no tienes voluntad propia? ¡Mándala al demonio! ¿En qué lugar quedas tú?... Esperen esperen, déjenme explicarles. -Les contesté. -Yo no tengo la cupa de haber nacido con un cerebro más desarrollado que el de ustedes y de haberlo ejercitado debidamente a través de los años. No pueden culparme de haber tenido la inteligencia de elegir como esposa a una mujer con altos valores, que no se deja rebajar a la condición de sirviente o de objeto a disposición de ése bruto que se dice su propietario. Ella no es de mi propiedad y no puedo disponer de su vida como ustedes lo hacen con ésas hembras, que no mujeres que tienen en sus casas. Hemos formado una sociedad conyugal y cada quién tiene un papel en dicha empresa. Mi esposa es una verdadera mujer, con dignidad, con coraje, con arrestos y no permitiría jamás de nadie, mucho menos de su marido que sea sobajada, disminuída en su condición como mujer. Todas nuestras decisiones las tomamos en conjunto. Como inteligente que es, sabe también darme mi lugar y para ella su marido es el más hombre de la tierra y lo dice porque así lo siente, no porque alguien la domina sentimental ni económicamente. Iba a seguir con mi defensa, pero uno de ellos me dijo muy serio. -¡Ya Jorge, es suficiente! Te iba a pedir disculpas a ti, pero creo que lo mejor es que sean para mi esposa. Tienes razón. -Sólo quiérela y es todo. -Le dije. Los demás con la mirada baja, pagaron su café y se fueron callados a su casa...
Hoy es el Día Internacional De La Mujer y quería compartirles esta experiencia. ¡Felicidades y sigan siendo Bellas, Independientes, Valerosas y ¿Qué les cuesta? Cariñosas también!
Hoy es el Día Internacional De La Mujer y quería compartirles esta experiencia. ¡Felicidades y sigan siendo Bellas, Independientes, Valerosas y ¿Qué les cuesta? Cariñosas también!