Eduardo Coli
21/02/2009, 00:15
Nos abre
desvía
de nuestros estados
egocéntricos
inciertamente a los otros
Sin que nos demos cuenta
nos podemos introducir
encontrar perder en los otros
Los otros
se pueden introducir
perder encontrar
pronunciar
en nosotros
Abiertos por la poesía
alcanzados por la palabra
consevidos fecundados
por el ser del discurso
Quien se mueve
desplaza hacia los demás
integrándose
desintegrándose
en la incertidumbre
certeza
del todo la nada
es el misterio
Hasta que de repente
ocurre
irrumpe la voz
suena repercute
extraña lejana
incierta en nosotros
¿Nos podemos reconocer
a nosotros mismos
en la palabra?
Ay que ver quien viene
(Con la palabra)
Que intenciones lo traen
lo llevan
Nuestra vida-muerte
o muerte-vida
puede ser tomada
conquistada
saboteada por la palabra
por las construcciones
las ilusiones
que conquistan
y establecen su realidad
por este medio
No así por la poesía
Este discurso
se asemeja
al calor y los sabores
que se disuelven en la boca
que puebla fundan
la renovación
de nuestras pieles
como la lluvia y el relámpago
el entramado vivo de la tierra
estallando
en la reconstrucción
de nuestras manos
moviéndonos por ella
podemos alcanzar el ser
los miedos temores
del primer hombre
O este
con sus señales
sus pobreza y miserias
angustias y horrores
puede venir
amanecer
en nuestro presente
Usurpando
el fructífero discurso
de nuestros latidos
Desde el primer día
el futuro
de todo el hombre
se encuentra
sumergido
plegado
escondido
contenido
latente
en el universo
de la palabra
Para el que se mueve
traslada
por este medio
vehiculó
no ay distancias
limites
puede cruzar alcanzar
frecuentar unir
vivir y revivir
lugares sitios
momentos
aparentemente muy distantes
Separados por la ilusión
generada por la desenvoltura
del espacio y el tiempo
Solo tenemos que saber
desviarnos
desvincularnos
mentalmente
de la localidad cíclica
de nuestros representados
repertorios
de los concéntricos
circulos
cerrados habitáculos
de nuestra orbita discursiva
Para profundizar
en la nada y el todo
con la poesía
desvía
de nuestros estados
egocéntricos
inciertamente a los otros
Sin que nos demos cuenta
nos podemos introducir
encontrar perder en los otros
Los otros
se pueden introducir
perder encontrar
pronunciar
en nosotros
Abiertos por la poesía
alcanzados por la palabra
consevidos fecundados
por el ser del discurso
Quien se mueve
desplaza hacia los demás
integrándose
desintegrándose
en la incertidumbre
certeza
del todo la nada
es el misterio
Hasta que de repente
ocurre
irrumpe la voz
suena repercute
extraña lejana
incierta en nosotros
¿Nos podemos reconocer
a nosotros mismos
en la palabra?
Ay que ver quien viene
(Con la palabra)
Que intenciones lo traen
lo llevan
Nuestra vida-muerte
o muerte-vida
puede ser tomada
conquistada
saboteada por la palabra
por las construcciones
las ilusiones
que conquistan
y establecen su realidad
por este medio
No así por la poesía
Este discurso
se asemeja
al calor y los sabores
que se disuelven en la boca
que puebla fundan
la renovación
de nuestras pieles
como la lluvia y el relámpago
el entramado vivo de la tierra
estallando
en la reconstrucción
de nuestras manos
moviéndonos por ella
podemos alcanzar el ser
los miedos temores
del primer hombre
O este
con sus señales
sus pobreza y miserias
angustias y horrores
puede venir
amanecer
en nuestro presente
Usurpando
el fructífero discurso
de nuestros latidos
Desde el primer día
el futuro
de todo el hombre
se encuentra
sumergido
plegado
escondido
contenido
latente
en el universo
de la palabra
Para el que se mueve
traslada
por este medio
vehiculó
no ay distancias
limites
puede cruzar alcanzar
frecuentar unir
vivir y revivir
lugares sitios
momentos
aparentemente muy distantes
Separados por la ilusión
generada por la desenvoltura
del espacio y el tiempo
Solo tenemos que saber
desviarnos
desvincularnos
mentalmente
de la localidad cíclica
de nuestros representados
repertorios
de los concéntricos
circulos
cerrados habitáculos
de nuestra orbita discursiva
Para profundizar
en la nada y el todo
con la poesía