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Ver la versión completa : La problemática del sujeto en la teoría crítica



Mari Paz Pascual
25/01/2009, 08:35
La categoría de sujeto es el resultado más significativo de la filosofía moderna. Entendemos por filosofía moderna la que surge a fines del siglo XVI como expresión específica de los intereses de la naciente burguesía. Al crear la figura conceptual del sujeto, esta filosofía manifestaba su rechazo a la ideología clerical-feudal y su interpretación del hombre como ser pasivo y subordinado a un orden invariable por divino.

Con el término sujeto se quiso expresar la capacidad activa y transformadora del ser humano, el carácter racional de su actividad y su pensamiento. Más que hablar de la categoría de sujeto, debemos referirnos a la problemática del sujeto, pues en este concepto se anudan e interrelacionan un conjunto de temas fundamentales del filosofar moderno, tales como la cuestión de la razón y la racionalidad, de la actividad y la práctica, de la totalidad y de la enajenación.

La concepción de Descartes puede ser tomada como paradigmática de la interpretación clásica del sujeto que se fijó inicialmente en la filosofía moderna: el sujeto como ente autocentrado, incondicionado, omnipotente, transperente, absolutamente racional.

La filosofía moderna estableció como cometido el estudio de la relación de apropiación cognoscitiva del objeto por el sujeto. Kant marcó un hito al destacar que para poder aprehender la esencia de ese proceso, era preciso abandonar la concepción cartesiana del sujeto autocentrado para reflexionar sobre los elementos que condicionan la actividad gnoseológica del individuo. Con ello elevó la reflexión filosófica sobre el sujeto a un estadio superior.

La filosofía para poder realizar su cometido, tenía que convertirse en filosofía crítica. Hegel retomó esta idea, y la concretizó aún más. A diferencia de Kant, que entendía las estructuras que condicionaban la actividad racional del hombre como estructuras a priori, existentes desde siempre en la razón humana, Hegel las interpretó como estructuras históricas, que cambiaban con la evolución de la sociedad.

Esas estructuras históricas condicionaban no sólo la actividad cognoscitiva, sino toda las formas de subjetividad social. El programa filosófico hegeliano constituyó un parteaguas en la historia del pensamiento teórico: la filosofía crítica debía estudiar la totalidad de los modos de objetivación de los individuos para poder aprehender las determinaciones esenciales de sus formas de subjetivación.

Toda la historia posterior de la filosofía ha sido un debate en torno a la pertinencia o no de este programa, y de sus vías de realización.

Eduardo Coli
25/01/2009, 13:57
La categoría de sujeto es el resultado más significativo de la filosofía moderna. Entendemos por filosofía moderna la que surge a fines del siglo XVI como expresión específica de los intereses de la naciente burguesía. Al crear la figura conceptual del sujeto, esta filosofía manifestaba su rechazo a la ideología clerical-feudal y su interpretación del hombre como ser pasivo y subordinado a un orden invariable por divino.

Con el término sujeto se quiso expresar la capacidad activa y transformadora del ser humano, el carácter racional de su actividad y su pensamiento. Más que hablar de la categoría de sujeto, debemos referirnos a la problemática del sujeto, pues en este concepto se anudan e interrelacionan un conjunto de temas fundamentales del filosofar moderno, tales como la cuestión de la razón y la racionalidad, de la actividad y la práctica, de la totalidad y de la enajenación.

La concepción de Descartes puede ser tomada como paradigmática de la interpretación clásica del sujeto que se fijó inicialmente en la filosofía moderna: el sujeto como ente autocentrado, incondicionado, omnipotente, transperente, absolutamente racional.

La filosofía moderna estableció como cometido el estudio de la relación de apropiación cognoscitiva del objeto por el sujeto. Kant marcó un hito al destacar que para poder aprehender la esencia de ese proceso, era preciso abandonar la concepción cartesiana del sujeto autocentrado para reflexionar sobre los elementos que condicionan la actividad gnoseológica del individuo. Con ello elevó la reflexión filosófica sobre el sujeto a un estadio superior.

La filosofía para poder realizar su cometido, tenía que convertirse en filosofía crítica. Hegel retomó esta idea, y la concretizó aún más. A diferencia de Kant, que entendía las estructuras que condicionaban la actividad racional del hombre como estructuras a priori, existentes desde siempre en la razón humana, Hegel las interpretó como estructuras históricas, que cambiaban con la evolución de la sociedad.

Esas estructuras históricas condicionaban no sólo la actividad cognoscitiva, sino toda las formas de subjetividad social. El programa filosófico hegeliano constituyó un parteaguas en la historia del pensamiento teórico: la filosofía crítica debía estudiar la totalidad de los modos de objetivación de los individuos para poder aprehender las determinaciones esenciales de sus formas de subjetivación.

Toda la historia posterior de la filosofía ha sido un debate en torno a la pertinencia o no de este programa, y de sus vías de realización.

Si que es interesante el tema, como problemático, los modos de objetivación que existen, existen a partir de las estructuras, que asumen adoptan nuestras mentes, para ser destinatarias de un espacio campo subjetivo, donde tiene lugar la experiencia subjetiva, el sujeto se auto determina, se auto concibe, o emerge de esta relación, al asumir adoptar una estructura particular, que los definen y lo determina en la practica y la experiencia, de la creación de una cognición y conciencia particular, la que vendría a significar la de su correspondiente subjetividad.

Solo puede hablar y hacer referencia de si mismo, solo a partir de esto, de tal cosa, difícilmente pueda hacer referencia de si mismo, antes de esto, y después de esto, es decir prescindiendo de la estructura, una estructura. De aquí que en todo caso, dependa en toda ocasión y momento, del uso y el empleo operativo fenomenológico de una estructura confiable.

Como la realidad es ocasionada producida generada a partir de tales cosas, es decir a obtener su significación y organización, racional lógica, como deducible y explicable a partir de los sujetos, las subjetividades que operan, integran, componen tal realidad escenario, en su constitución, difícilmente se puedan ver y entender, como concebir otras realidades, pausible de acontecer, que prescindan del sujeto, y su subjetivad.

Tal camino, a otras realidades, eminentemente tiene que plantearse, el cuestionadito critico, por la categoría significativa valorativa, como por el trabajo gestor, operativo, productivo, participativo, atribuible a la subjetividad que nos corresponde.

Un abrazo

Mari Paz Pascual
25/01/2009, 16:16
Si que es interesante el tema, como problemático, los modos de objetivación que existen, existen a partir de las estructuras, que asumen adoptan nuestras mentes, para ser destinatarias de un espacio campo subjetivo, donde tiene lugar la experiencia subjetiva, el sujeto se auto determina, se auto concibe, o emerge de esta relación, al asumir adoptar una estructura particular, que los definen y lo determina en la practica y la experiencia, de la creación de una cognición y conciencia particular, la que vendría a significar la de su correspondiente subjetividad.

Solo puede hablar y hacer referencia de si mismo, solo a partir de esto, de tal cosa, difícilmente pueda hacer referencia de si mismo, antes de esto, y después de esto, es decir prescindiendo de la estructura, una estructura. De aquí que en todo caso, dependa en toda ocasión y momento, del uso y el empleo operativo fenomenológico de una estructura confiable.

Como la realidad es ocasionada producida generada a partir de tales cosas, es decir a obtener su significación y organización, racional lógica, como deducible y explicable a partir de los sujetos, las subjetividades que operan, integran, componen tal realidad escenario, en su constitución, difícilmente se puedan ver y entender, como concebir otras realidades, pausible de acontecer, que prescindan del sujeto, y su subjetivad.

Tal camino, a otras realidades, eminentemente tiene que plantearse, el cuestionadito critico, por la categoría significativa valorativa, como por el trabajo gestor, operativo, productivo, participativo, atribuible a la subjetividad que nos corresponde.

Un abrazo

Hola Eduardo, me alegra mucho leer tu aportación, interpretas muy bien esos aspectos en su razón de ser, sus motivos subjetivos, esas estructuras valorativas. Si están ahí componiendo la esfera de lo pradójico fenoménico, la fenomenología, que subyace a tal o cual subjetivismo. En cuanto a sujeto tratamos, es pues la conciencia en tema de susceptibilidad.

Ahora bien, una vez aclarado y puesto el punto de paratida, encuentro y divulgo que es el objeto en sí el que problematiza al sujeto, esa relación sujeto-objeto media en la realidad a saber si pudiendo entrar en el mundo de la ficción, la literatura, o podría de la abstracción singular, sin concreción de aplicabilidad teórica. ESa apreciación del sujeto en el objeto, no es la conciencia, sino las posibilidades del objeto en la conciencia.

Son terminaciones que en variabiidad se aproximan pero distantes en su realización. Que para la crítica tendremos que determinar cual de ellas sería la real, si por el lado del sujeto o por el del objeto.

Afectuosos saludos

Mari Paz Pascual
25/01/2009, 16:27
Pero el sujeto no es sólo bien común a la filosofía. En los últimos años, el recurso al sujeto forma parte sustancial no sólo del universo conceptual de ciencias sociales como la psicología y la ética, sino también de la teoría política y del discurso político de izquierda.

Desde este se invoca la necesidad de que las masas populares se conviertan en sujetos políticos y sociales, de contribuir a la estructuración de estos sujetos, etc. Curiosamente, sin embargo, ahora que el término sujeto, que fue creado por la filosofía, goza de una aceptación y utilización que la trasciende a ella e incluso al campo del pensamiento teórico, existe otra vertiente de la producción filosófica contemporánea que lo rechaza, acumulando sobre él todo tipo de acusaciones.

Las así llamadas “teorías de la postmodernidad” impugnan la categoría de sujeto, identificando este instrumento conceptual con el pensamiento totalitario y con prácticas políticas represivas y uniformizadoras. ¿Por qué este ataque desde la filosofía (o por mejor decir, desde una cierta filosofía) al sujeto, y qué consecuencias tiene para esa “pretensión a la madurez”, tan cara a la teoría crítica?

Eduardo Coli
25/01/2009, 19:43
Pero el sujeto no es sólo bien común a la filosofía. En los últimos años, el recurso al sujeto forma parte sustancial no sólo del universo conceptual de ciencias sociales como la psicología y la ética, sino también de la teoría política y del discurso político de izquierda.

Desde este se invoca la necesidad de que las masas populares se conviertan en sujetos políticos y sociales, de contribuir a la estructuración de estos sujetos, etc. Curiosamente, sin embargo, ahora que el término sujeto, que fue creado por la filosofía, goza de una aceptación y utilización que la trasciende a ella e incluso al campo del pensamiento teórico, existe otra vertiente de la producción filosófica contemporánea que lo rechaza, acumulando sobre él todo tipo de acusaciones.

Las así llamadas “teorías de la postmodernidad” impugnan la categoría de sujeto, identificando este instrumento conceptual con el pensamiento totalitario y con prácticas políticas represivas y uniformizadoras. ¿Por qué este ataque desde la filosofía (o por mejor decir, desde una cierta filosofía) al sujeto, y qué consecuencias tiene para esa “pretensión a la madurez”, tan cara a la teoría crítica?


Nuestra subjetivada tomará al cuerpo como el primer objeto, del cual no podrá prescindir, a la hora de la organización de su conciencia, subjetiva experiencia, en relación a y con el mismo, objeto, del cual no podrá prescindir, aunque pueda posteriormente, mentalmente trascenderlo, o relegarlo a otras pociones, con la creación incorporación de otros objetos, de los cuales poder ser concientes.

Este no es un objeto cualquiera, es un objeto muy particular como especial, el mismo como objeto es requirente de un vital relacionamiento, cultivo de vínculos con el mundo. Ya que demanda y requiere de otros, afectos, cuidados, amor, alimento etc., etc.

Es un objeto, acotado y determinado en una categoría, por los proseos de la sociedad, la cultura, la mente y los procesos mentales, que lo emplean, dominan, determinan y lo definen, como tal, dentro del basto contexto ontológico, epistemológico del orden social.

Balla problematización de la situación cuando por otro lado, el mismo se hace indefinible, he indeterminable, o lo que es lo mismo, la mente descubre que su definición y determinación como objeto de la limitación y acotación, o parcelación espacial-temporal, es un producto necesario, ( antojadizo imparcial) entre otra cosas, para al organización y estructuración ontológica, espacial- temporal, de la mente del individuo, de aquí que este objeto, tan en especial, es dado y establecido por las necesidades de la mente.

Todo el complejo edificio de la organización y articulación social, de la vetusta civilización, descansa y se sustentan, como dependen de la estabilidad de la subjetivada mentalmente sostenida creada.

Es decir, de la productividad, la interacción, y el entramado operativo, de nuestras subjetividades. No es cosa simple avalar la posibilidad, de que estas se diluyan desintegren, perdiendo toda confiabilidad, al diluirse desintegrase los objetos, los vitales núcleos, para la presunta y estable organización de nuestras conciencias y subjetividades.
Estaríamos ante las posibilidades teóricas, de la desintegración operativa productiva, de nuestras subjetividades, o parcializadas segmentadas realidades, nuca como antes, ante el presunto horror, de la desintegración o mutación total, de la civilización.


Viviendo tiempos de incertidumbres cuestionamientos y angustias todo tipo.

A mi humilde entender, estimada amiga, de estos espacios de reflexión, has tocado un tema crucial. Aunque tu rebatiendo por tales posibilidades, y yo abogando por ellas.

Es loable y me congratulo en ello, el respeto de tu persona por las diferencias ópticas.

Mari Paz Pascual
25/01/2009, 20:07
Viviendo tiempos de incertidumbres cuestionamientos y angustias todo tipo.

A mi humilde entender, estimada amiga, de estos espacios de reflexión, has tocado un tema crucial. Aunque tu rebatiendo por tales posibilidades, y yo abogando por ellas.

Es loable y me congratulo en ello, el respeto de tu persona por las diferencias ópticas.

Si Eduardo aunque estoy de acuerdo contigo en el entramado subjetivo, productivo, rebato algún aspecto de esos que creo importante señalar, El objeto problematiza al sujeto, abarca todos los objetos, pero, también hay objetos que son objetivados son comunes a todos, sus representaciones son una conciencia coletiva intersubjetivada, son los hechos que se hacen inmanentes radian propiedades y características de las que todos apreciamos y parciarizamos, considerando esa aceptación, podemos hablar por ejemplo de las teorias. Que son creaciones en el penamiento.

Desde luego, comparto que esas como toda hipótesis su configuración real resulta de algo irracional en lo que es instrumental. Pero es necesidad sobreponerse a ese estado, no recreando en la conciencia sino; Tomando conciencia de sus prolongaciones observadas para un uso común, de acuerdo y compartivo; como verás siempre vuelvo al lado del consenso, que es donde la razón llama y en mi vuelta traigo conmigo aspectos que escribo.

O sea, toda teoría idea de pensamiento, creación, tiene un discurso compartido mientras exponga las partes que afirma y define como sus eventualidades.

En otra cosa, podría ser una apreciación pero no una idea construida en un pensamiento, a pesar que hablamos de crítica. Un pensamiento que debe en sutento, ir por encima de aquello a lo que se refiere.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
26/01/2009, 06:41
Pero el sujeto despertó con Marx, Nietzsche y Freud. La primera desmitificación del sujeto fue su materialización con Marx; Nietzsche lo miró más profundamente, y mostró que bajo tanto afeite no había sino la porquería que con tanto esmero se pretendía disimular (y que tan instruidamente sociologizó Max Weber); y Freud dijo que tal sujeto era otra cosa que la que pensaba.

La crítica posmodernista es, en mi opinión, básicamente, nietzcheanismo y hegelianismo.

Nietzsche pensó la historia intensivamente, razón por la que es el pensador moral más importante que conozco. Muchos sociólogos aprendieron su lección, pero cierta profesionalización olvidó su objeto. En los foros tenemos un buen ejemplo de ello. La ñoñería representa la pulcritud y las buenas formas, la predisposición comteana y el cientificismo; por el contrario, los cínicos criticamos que se dé de comer papilla a quienes quieren fortalecer la dentadura.

Hegel es el disparate que se hace no sólo sujeto sino, además, histórico. A pesar de que es habitual en mis críticas, es crucial para entender el desarrollo del hombre en sus relaciones objetivas; el sujeto se invierte, se negativiza.

La sociología de George Simmel aunó estas dos vertientes en una clara y profunda sociología filosófica. Era un pensador complejo y robusto que es retomado habitualmente por muchos de los sociólogos más influyentes del mundo occidental. No es extraño que su influjo vaya de Martin Heidegger o José Ortega y Gasset a Peter Berger o Zygmunt Bauman. Es, probablemente, junto a Charles Sanders Peirce, Max Weber o Friedrich Nietzsche, el sociólogo más filosófico que haya habido.

Mari Paz Pascual
26/01/2009, 11:21
Pero el sujeto despertó con Marx, Nietzsche y Freud. La primera desmitificación del sujeto fue su materialización con Marx; Nietzsche lo miró más profundamente, y mostró que bajo tanto afeite no había sino la porquería que con tanto esmero se pretendía disimular (y que tan instruidamente sociologizó Max Weber); y Freud dijo que tal sujeto era otra cosa que la que pensaba.

La crítica posmodernista es, en mi opinión, básicamente, nietzcheanismo y hegelianismo.

Nietzsche pensó la historia intensivamente, razón por la que es el pensador moral más importante que conozco. Muchos sociólogos aprendieron su lección, pero cierta profesionalización olvidó su objeto. En los foros tenemos un buen ejemplo de ello. La ñoñería representa la pulcritud y las buenas formas, la predisposición comteana y el cientificismo; por el contrario, los cínicos criticamos que se dé de comer papilla a quienes quieren fortalecer la dentadura.

Hegel es el disparate que se hace no sólo sujeto sino, además, histórico. A pesar de que es habitual en mis críticas, es crucial para entender el desarrollo del hombre en sus relaciones objetivas; el sujeto se invierte, se negativiza.

La sociología de George Simmel aunó estas dos vertientes en una


clara y profunda sociología filosófica. Era un pensador complejo y robusto que es retomado habitualmente por muchos de los sociólogos más influyentes del mundo occidental. No es extraño que su influjo vaya de Martin Heidegger o José Ortega y Gasset a Peter Berger o Zygmunt Bauman. Es, probablemente, junto a Charles Sanders Peirce, Max Weber o Friedrich Nietzsche, el sociólogo más filosófico que haya habido.

Estoy de acuerdo, Marx asumió este programa, y lo desarrolló reformulando los términos de su planteamiento. Destacó el carácter no sólo histórico, sino también social de las estructuras condicionadoras de la actividad humana. Entendió esta actividad no sólo como actividad espiritual, sino como actividad material, como práctica, y colocó la interpretación dialéctico-materialista de la producción en el centro de su teoría.

Esas estructuras sociales que condicionan la actividad humana son, a la vez, resultado de esta. Al producir su vida material, los hombres establecen entre ellos una red de relaciones sociales, que condicionan a la vez sus formas de subjetividad. Esas relaciones sociales son tanto (y simultáneamente) relaciones de los hombres con los objetos (relaciones objetuales) como relaciones de los hombres entre sí (relaciones intersubjetivas).

Con esto, se transitó un escalón decisivo en la conceptualización crítica sobre el sujeto: en primer lugar, se pasó de la concepción sobre El Sujeto (con mayúscula y en singular) a la conceptualización sobre los sujetos (en minúscula y en plural); en segundo lugar, la superación de la trascendencia y a la vez la despersonalización de la imagen del sujeto.

Marx no entendió al sujeto como un principio ideal (al estilo del Espíritu Absoluto hegeliano) ni lo identificó con el individuo. Los sujetos no son simplemente los individuos, entendiendo por tales a entes dados de una vez para siempre, creadores demiúrgicos de la realidad, sino los individuos entendidos como nudos de relaciones sociales, productos a la vez que productores, creadores de esas relaciones sociales a la vez que objetos de la acción de esas fuerzas.

La teoría marxiana significó un momento importante en el ataque a la concepción cartesiana del sujeto autocentrado, pero ataque que se mantuvo dentro de los marcos de una teoría crítica que se entendía a sí misma no como negación sino como superación de los objetivos de la filosofía moderna y de la Ilustración. Albrecht Wellmer destaca otros tres embates importantes al cartesianismo en la cuestión del sujeto: la crítica psicoanalítica, la crítica lingüística y la crítica a la razón instrumental Todas estas críticas intentaban superar la especulación en la interpretación del sujeto, concretizar su conceptualización, pero no negar su importancia como instrumento teórico.

Pero, en los últimos decenios se ha manifestado en la filosofía otro tipo de embate, dirigido no a la interpretación cartesiana del sujeto, sino al rechazo total de este concepto - o por mejor decir, a la problemática expresada en forma concentrada en el mismo.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
26/01/2009, 13:38
Casi todo el valor de Marx lo veo anteriormente en Hegel. No es de extrañar, de manera alguna, que Hegel haya cegado a tantos.

El sujeto lo pongo hacia fuera, en el conocimiento, y ocultado como cosa en sí, para dentro.

Lo de las relaciones simultáneas entre los hombres y los objetos es algo muy interesante. Sostengo, en este aspecto, que la solidaridad hacia objetos como símbolos es distinta de la que surge entre personas. Y digo más, que se indetermina conforme se aleja de su origen. Es algo crucial para entender fenómenos como la anomia, es decir, los significados ante la falta de solidaridad y quiebra en la expectativa.

En su día sostuve que la anomia era el reverso de la solidaridad. En cierto modo llevaba razón, pero cometí el error de verlo como pliegues continuos, cuando estaba claro que se debían crispar con lo que no era continuo. La comprensión, en este asunto, como en el caso que has abierto sobre Alienación parental, puede superar al enfoque casual al comprenderlo en la posibilidad de su ampliación

Mari Paz Pascual
26/01/2009, 15:21
Casi todo el valor de Marx lo veo anteriormente en Hegel. No es de extrañar, de manera alguna, que Hegel haya cegado a tantos.


El sujeto lo pongo hacia fuera, en el conocimiento, y ocultado como cosa en sí, para dentro.

Esto me lo puedes aclarar un poco más, porque como habrás leido es la última posición en filosofía crítica. Puede decirse que está ausente, no implica no aparece solo sería el cuerpo sin mente dentro de la relación sujeto- objeto, en este punto ¿como queda el sujeto?




Lo de las relaciones simultáneas entre los hombres y los objetos es algo muy interesante. Sostengo, en este aspecto, que la solidaridad hacia objetos como símbolos es distinta de la que surge entre personas. Y digo más, que se indetermina conforme se aleja de su origen. Es algo crucial para entender fenómenos como la anomia, es decir, los significados ante la falta de solidaridad y quiebra en la expectativa.

En su día sostuve que la anomia era el reverso de la solidaridad. En cierto modo llevaba razón, pero cometí el error de verlo como pliegues continuos, cuando estaba claro que se debían crispar con lo que no era continuo. La comprensión, en este asunto, como en el caso que has abierto sobre Alienación parental, puede superar al enfoque casual al comprenderlo en la posibilidad de su ampliación

Hombre Alberto, que alegria por fin, veo que no malinterpretamos. Nos ha estado costando. Si es así, mira eso exactamente que dices, sin necesidad de referirse al concepto de solidaridad, es lo que hay en la conciencia colectiva cuando tratamos a esos hechos inmateriales, los más propios en representaciones de estados específicos o sustratos de la conciencia, sin llegar a reducirse a la conciencia individual,por sus características sui generis (único) como son las normas, valores o colectividades. no todos llegan con fuerza a ser materializados.

La anomia es otro fenómeno por lo que se explica lo que es anormal y la patológia social sus efectos, es decir, es causa de suicidio. Y de las desviaciones de conducta manifiestas en sociedad, Durheim dejó extensos estudios sobre ello. El enfoque es causal, por el tipo de objeto, la dialécica da mucho campo cuando su posibilidad lo permite.

Había algo de razón, pero quedaba en los primeros rasgos por tener otras posibilidades. Has visto las cosas no son como se nos aparece.

Parece que la expectativa también devenga por no decir dependa del enfoque, no tanto del objeto en sí.

Si quieres se puede mirar si la Alineación Parental supera el enfoque causal.

Eduardo Coli
26/01/2009, 23:42
No se si corto y pincho en el marco de debate de vuestros conocimientos y tiempo invertidos en ellos.

De seguro que es muy poco lo que pesco, ante lo mucho que se me escapa, de aquí que no sepa, si puede llegar a ser de alguna importancia, lo que pueda aportar.

Entre otras cosas porque no manejo el lenguaje técnico y académico, que ustedes emplean.

Pero arriesgando hacer el ridículo desde mis letanías, les expongo mis argumentos. Considero o especulo, que el sujeto emerge por virtud del objeto, los objetos mentalmente creados, formados y determinados por la mente, no importando por la mente de quien.

Se crea y produce realidad a partir de la acción y relación recurrente entre sujeto y objeto, en interacción con el medio. No ay sujeto, o no se conoce ni concibe sujeto, sin objeto, es decir que mi subjetividad emerge como deriva a partir de los objetos que tomo asumo mentalmente.

Ciertas instituciones y organizaciones sociales, se convierte en sujeto, de la acción y producción de realidad, cuando toman, asumen, un objeto, o el objeto de su ser y acción.
El de su existencia o razón de ser, el objeto, su objeto, actúa como principio normativo de su organización.

Pudiendo incluso llegar a reducir, negar importancia, cuando no a prescindir de los sujetos sociales, en otros caso creándolos o proponiéndolos, como necesidades para el orden y la composición en la participación productiva de la sociedad, al establecer y determinar el objeto, por el cual se constituyen los mismos, es decir, individuos como sujetos de la utilización y la practica generativa, del dinámico y cambiante entramado del requerimiento social, que en sus momentos requieren de unos sujetos, con sus respectivos comportamientos, y en otros momento, prescinden de otros, descalificando su comportamiento, como claudicando su productividad social.


Las grandes corporaciones de la dinámica financiera productiva de los mercados, crean y moldean, de muchas maneras, a los sujetos que participan de su dinámica, de los cuáles no puede prescindir su negocio- productividad- realidad.

Por otro lado se que mi ver y entender como mi productividad y respuesta será y dependerá del objeto o los objetos que asuma, mi relacionamiento comunicación y mas precisamente, entendimientos social, con otros, como con ustedes, en estos momentos dependerá de la similitud o cercanía de nuestros objetos.

Como de la naturaleza y estabilidad, o lo concreto de los mismos, (aquí quiero aportar la posibilidad de la no definición del objeto). Es muy difícil el entendimiento o acoplamiento comprensivo, de la interacción comunicativa de dos subjetividades compuestas de objetos muy distintos. De aquí que me vea forzado como necesitado de asumir ciertos y muy claros objetos, para ser para el otro, como para mi mismo, auto reconociéndome como una subjetividad enmarcada, como parcialmente determinada, limitada, por el recurso de los imprescindibles objetos de nuestra función subjetiva.

Al no captar con claridad, el objeto estructural subjetivo, utilizado empleado por las personas con que me intento relacionar, no puedo captar en plenitud, como en estos momentos, la organización sujetiva, argumentativa, significativa de sus expresiones y manifestaciones.

Un abrazo

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
27/01/2009, 06:55
Mari Paz, lo de la explicación es lo que llamo fenómeno de la precipitación, e intentaré abrir un tema sobre ello en el foro.

En verdad, Dukheim trató con admirable seriedad la relación causal en sociología. Uno de los peligros de los que avisaba era tomar los efectos por causas, algo muy común en el cientificismo. La regresión inductiva de los efectos a las causas es la base epistemológica de la ciencia que toma por verdad al apresurarse sobre ello; sus condiciones límite son, de por sí, una definición epistemológica. Es una diferencia entre ciencia a secas, mostrando orgullosamente su nombre, y ciencia con filosofía, haciendo su ejercicio y tomando conciencia de él. Mi posición ante ello no debiera despertar muchas dudas,

La conciencia colectiva es una parte o grado de la solidaridad que cuanto más se aleje de su origen más se crispa; es algo capital. Pero la solidaridad es más efectiva; es lo que se precipita sobre esa conciencia, la que vuelve el proceso en sintético no del ejercicio de la conciencia, sino de su recreo solidario, como un efecto inmediato. Durkheim la tomó originalmente en La división del trabajo social evolucionando de un estado simple, mecánico, a otro complejo, orgánico. Con mi distinción entre inmediación y mediación se pretende diferenciar las parcelas como grados de conciencia de un mismo fenómeno.

La dialéctica en Durkheim no está nada clara. Es cierto que juega con oposiciones como en lo sagrado y lo profano, explica uno por oposición al otro, pero es porque los orígenes y los límites de los términos están ahí, en el cauce de su desarrollo. Distinto es en significados superiores, donde la conciencia se indetermina ente ellos. En mi opinión, la escuela de Frankfurt pervirtió la solidaridad con un uso dialéctico de Durkheim, muy discutible, malinterpretado. El mismo Durkheim tenía en poca estima la costumbre de los opuestos. No son nuevos, de todos modos, mis graves problemas con la dialéctica. Es un método con gran interés, pero fácilmente falso; en ese caso, sí me interesa la ciencia, si es con conciencia, como ejercicio de crispación del aumento de conocimiento. Observa que no es casual la relación tan significativa entre dialéctica y ciencia, entre movimiento y momento del proceso. No es la primera vez que ésto se relaciona ni yo quien lo hace. La complejidad de la relación social no se puede determinar sólo para su avance porque, lo primero de todo, precipita la conciencia del mismo haciéndola igual y olvidando, al agarrarse a su identidad, su diferencia; eso entra en la comprensión, que es un recreo sutil de la conciencia entre sus márgenes. Por ello es importante que no sólo hagamos dialéctica de la solidaridad, sino del resto de las cosas, incluida, la primera de todas, la propia dialéctica.

La anomia es un fenómeno muy complejo y muestra lo desarreglado de ciertos fenómenos sociales, lo que se relaciona muy bien con la urgencia, la que es, una auténtica predisposición ética. Entre la urgencia, que está en su conciencia, y su emergencia, la síntesis y el conocimiento, está el cuidado de un proceso que no es sólo causal. Muchas lecturas de la anomia pecan de ello, de ser demasiado causales. El análisis de Durkheim, contrariamente a sus perversiones, lleva más a ser comprensivo de la causalidad que meramente causal. Las relaciones estadísticas y los datos están muy bien, pero hay que tener una conciencia que los interprete y no se deje llevar por su mera inclinación, o, si se prefiere así, su pereza.

Mi Durkheim preferido es el adulto, el de la época en la que todo era religioso, solidaridad o moral trascendida. En este sentido, no puedo ocultar que es, sin lugar a dudas, una de mis influencias decisivas. Ten en cuenta que leo a Durkheim como filósofo y no como actualidad del método. Me parece un pensador extremadamente sensible para lo social. Conceptos como la solidaridad, al igual que la acción social de Weber, me parecen lugares necesarios para la reflexión sociológica. Lo contrario de ello es una ciencia social que no me compete; yo trato de la que es básica e intrínsecamente social.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
27/01/2009, 07:13
Eduardo, no hay que saber de algo para que lo comentemos. Estaría bueno. Otra cosa son los petulantes que presumen de su saber y de la falta del nuestro. Es el sentido de algunas de mis asperezas, denunciar que nuestro saber no sólo es presumido sino puesto, aunque esos cursis hablen de críticas serias cuando su estrechez técnica no es más que ignorancia e incapacidad. Por ello valoro mucho más tus reflexiones menos académicas que las de un burócrata copista con falsas ideas propias.

Voy a hacer sólo unos breves comentarios a tus palabras:

“el sujeto emerge por virtud del objeto”. Y por cierta predisposición o expectativa. Son las propensiones.

“subjetividad emerge como deriva a partir de los objetos que tomo asumo mentalmente”. Pero eso se hace objeto propio.

“El de su existencia o razón de ser, el objeto, su objeto, actúa como principio normativo de su organización”. Y con frecuencia ese objeto llega a creerse y termina subjetivándose en los demás o cosificándose como algo enajenante.

“claudicando su productividad social”. En efecto, la idiocia de la reducción del margen causal; lleva a decir, con facilidad y sin conciencia, grandes tonterías.

“Es muy difícil el entendimiento o acoplamiento comprensivo, de la interacción comunicativa de dos subjetividades compuestas de objetos muy distintos.". La comprensión abarca perfectamente la diferencia, El problema surge cuando la olvida.