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Ver la versión completa : Contra la verdad



Pompilio Zigrino
04/01/2009, 12:17
Cuando nos preguntan si hemos dicho la verdad, también podrían habernos preguntado si hemos descrito cierto aspecto de la realidad con un pequeño error, o con ninguno. También en la ciencia experimental existe un error entre nuestras descripciones de la realidad y la propia realidad:

Error = La descripción ─ Lo descrito

En caso de que el error sea nulo (o muy pequeño) decimos que hemos llegado a la verdad. Si las leyes de la naturaleza son invariantes, el grado de aproximación que tenga una descripción científica, no varía en el tiempo. Sin embargo, es posible la aparición de otras descripciones más cercanas a la realidad.

Quienes dedican sus vidas a la búsqueda de la verdad, ya sea desde la filosofía, desde la religión o la ciencia, se encuentran con la sorpresa de que algunos intelectuales afirman que tal verdad no podrá nunca tener una validez universal. Esto contradice, sin embargo, el hecho de que la ciencia ha acumulado un gran caudal de conocimientos de validez universal. Por ejemplo, las leyes de Newton de la mecánica se siguen utilizando en la actualidad y tienen igual validez en la China, como en la India o en Occidente.

Si el propio ser humano está regido por leyes naturales, investigadas por la medicina, o incluso por la neurociencia, será posible encontrar leyes científicas de validez universal, tal como ocurre con la física y con otras ramas de la ciencia. También aquí, el error cometido depende de la diferencia entre nuestras descripciones y la propia realidad.

Todo esto es muy simple. Sin embargo, existen muchos escritores que promueven el relativismo cognitivo, sosteniendo que no es posible encontrar verdades de validez universal. De ahí que las leyes de Newton antes mencionada serían utilizadas por todo el mundo por una simple conveniencia, y no por el grado de adaptación de las mismas a las propias leyes naturales.

Mario Bunge escribió: “El movimiento «posmertoniano» o anticientífico de la sociología del conocimiento surgió en los años sesenta bajo la influencia de T.S. Kuhn y P.K. Feyerabend, la filosofía lingüista de Wittgenstein y el irracionalismo «continental» (vale decir, alemán y francés). Rápidamente tuvo adhesión popular por negar que la investigación científica básica fuera peculiar, racional, objetiva, desinteresada, benigna. Este movimiento se caracteriza por el externalismo radical, el constructivismo, el relativismo y el pragmatismo – y el amateurismo-Más adelante mostraremos que externalismo implica constructivismo y éste, a su vez, relativismo y pragmatismo”

“El externalismo global radical sostiene que todo fragmento de conocimiento es una construcción social. Por otra parte, en cierto modo se referiría a la sociedad, esto es, tendría un contenido social, de manera que, en última instancia, no habría distinciones entre contenido y contexto, ciencias naturales y ciencias sociales y ni siquiera entre discurso y praxis. Esto sería válido aun para la matemática, tradicionalmente considerada como la más pura de todas las ciencias”

“Wright afirma confiado –pero sin pruebas, por supuesto- la tesis de que la física es en realidad una teoría social disfrazada y que la totalidad de la ciencia debe entenderse como referida a la estructura del lenguaje más que a las cosas que están allí afuera”.

“Semejante paso de lo interior a lo exterior viene de perillas a los que insisten en hablar de ciencia sin molestarse en aprenderla. Incluso alimenta la ilusión de que quien está afuera puede «explicar a quien está adentro cómo funciona todo» (Latour)”

“A su turno, el constructivismo implica el relativismo epistemológico, esto es, la concepción de que no hay verdades objetivas. En efecto, si todos los hechos son creación de uno u otro grupo social, no puede haber verdades objetivas referidas a ellos. Y si ése es el caso, no puede haber pruebas de la verdad o «controles de la realidad»”

“En conclusión, la sociología posmertoniana de la ciencia es falsa, superficial y anticientífica. Es crítica de la ciencia genuina pero crédula con la pseudociencia, así como culpable de ideología. Recurre a filosofías irracionalistas, en particular la hermenéutica filosófica, la fenomenología y el existencialismo, esa cumbre del sinsentido poco común. No ha hecho una sola contribución sólida a su campo” (De “Las Ciencias Sociales en discusión” – Editorial Sudamericana SA)

Es oportuno mencionar las opiniones del físico Steven Weinberg (Premio Nobel):

“Es sencillamente una falacia lógica pasar de la observación de que la ciencia es un proceso social a la conclusión de que el producto final, nuestras teorías científicas, es el que es a causa de las fuerzas sociales e históricas que actúan sobre este proceso. Un grupo de escaladores podrá discutir sobre cuál es la mejor vía hacia la cima, y estas discusiones pueden estar condicionadas por la estructura histórica y social de la expedición, pero al final encuentran o no una buena vía hacia la cima, y cuando lo hacen la reconocen. (Nadie pondría a un libro sobre escalada el título de «La construcción del Everest»).

“El relativismo es sólo un ataque más al amplio y más radical a la propia ciencia. Feyerabend apelaba a una separación formal entre la ciencia y la sociedad como la separación entre Iglesia y Estado, razonando que «la ciencia es sólo una de las muchas ideologías que impulsan a la sociedad y debería ser tratada como tal»”

“Sospecho que Gerard Holton está cerca de la verdad al ver el ataque radical a la ciencia como un síntoma de una hostilidad más amplia hacia la civilización occidental, una hostilidad que ha envenenado a los intelectuales occidentales desde Oswald Spengler en adelante. La ciencia moderna constituye un blanco obvio para esta hostilidad; el gran arte y la gran literatura han surgido de muchas de las civilizaciones del mundo pero, desde Galileo, la investigación científica ha estado abrumadoramente dominada por Occidente”.

“Creo que esta hostilidad está trágicamente equivocada. Incluso las más aterradoras aplicaciones occidentales de la ciencia, tales como las armas nucleares, representan sólo un ejemplo más de los incesantes esfuerzos de la humanidad para destruirse con cualquier tipo de armas que se puedan concebir. Si frente a esto sopesamos las aplicaciones beneficiosas de la ciencia y su papel en la liberación del espíritu humano, pienso que la ciencia moderna, junto con la democracia y la música de contrapunto, es algo que Occidente ha dado al mundo y de lo que debemos sentirnos especialmente orgullosos”.

“A la postre, esta cuestión desaparecerá. El método y el conocimiento científico moderno se han difundido rápidamente a países no occidentales como Japón y la India y, de hecho, se está extendiendo por todo el mundo. Podemos prever el día en que la ciencia ya no podrá ser identificada con Occidente sino que será considerada como posesión compartida del género humano” (De “El sueño de una teoría final” – Editorial Crítica SA)

Pompilio Zigrino
05/01/2009, 10:45
No es sólo Mario Bunge el "perverso" que critica a Feyerabend y compañía. También lo hace Weinberg. Incluso este último habla de las causas básicas del anticientificismo: la envidia respecto del éxito. La ciencia es un éxito de Occidente, y ello es, para muchos, imperdonable.....

Emeric
23/08/2010, 10:54
La ciencia es un éxito de Occidente, y ello es, para muchos, imperdonable.....La Ciencia ha vencido, vence y seguirá venciendo la ignorancia.