Cochero
03/01/2009, 14:53
Afuera es todo gris,
y llueve.
Yo jamás había llorado tanto.
Limpié mi alma toda con llanto,
dejando caer mi enjuto vestido de duelo,
hacia el frío más próximo.
Acaricié con mi asfixiada vista
el vislumbre tenue del sol,
que se apagaba con cada gota.
Mis manos extintas rodaban,
tocando el cansancio de mi rostro.
Un efímero segundo,
casi imperceptible,
se opuso a mi sonrisa,
haciéndola añicos.
Mi corazón gemía con susto,
tu imagen gritaba con gusto
con cada bramido de centella,
y en uno de sus sollozos,
dejó salir entre mortajas tu beso.
El silencio de mi boca
parecía quebrarse con cada suspiro,
de aquella mariposa atrapada
en el rincón de mi lecho.
Resbaló tu nombre por mis labios.
En mi garganta callada
no encontró refugio alguno.
Mientras caía le susurraba,
pretendiendo perpetuarlo en el espacio
y paladearlo un momento.
Tu nombre se precipitaba
como esta suave canción de invierno.
¿Afuera?
Afuera todo es gris y llueve.
¿Yo?
Yo nunca había llorado tanto.
y llueve.
Yo jamás había llorado tanto.
Limpié mi alma toda con llanto,
dejando caer mi enjuto vestido de duelo,
hacia el frío más próximo.
Acaricié con mi asfixiada vista
el vislumbre tenue del sol,
que se apagaba con cada gota.
Mis manos extintas rodaban,
tocando el cansancio de mi rostro.
Un efímero segundo,
casi imperceptible,
se opuso a mi sonrisa,
haciéndola añicos.
Mi corazón gemía con susto,
tu imagen gritaba con gusto
con cada bramido de centella,
y en uno de sus sollozos,
dejó salir entre mortajas tu beso.
El silencio de mi boca
parecía quebrarse con cada suspiro,
de aquella mariposa atrapada
en el rincón de mi lecho.
Resbaló tu nombre por mis labios.
En mi garganta callada
no encontró refugio alguno.
Mientras caía le susurraba,
pretendiendo perpetuarlo en el espacio
y paladearlo un momento.
Tu nombre se precipitaba
como esta suave canción de invierno.
¿Afuera?
Afuera todo es gris y llueve.
¿Yo?
Yo nunca había llorado tanto.