El desequilibrio del dogma y ampliación del orden supuesto

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

“Kolers especula que esos retrasos se debieron a la ausencia de aparatos fiables, pero quizá en mayor medida a la resistencia de “una filosofía mecanicista que argumentaba a favor de una correspondencia biunívoca entre la estimulación física y la experiencia psicológica. El fenómeno del movimiento aparente es una violación dramática de esa supuesta equivalencia”. Por desgracia, no siempre las violaciones dramáticas alcanzan a perturbar los dogmas."

(Nelson Goodman, Maneras de hacer mundos, pg. 105)

El recreo mental de lo que es anterior se extiende a lo largo de un área repleta de fisuras –posibles tentativas y creación de nuevas condiciones- que se rellenan por el método grosso modo -totalidad- de la identidad preceptual –lo que representa-, conceptual –lo que engloba de ello- o nouménica –sus condiciones de verdad-. Pero la identidad no es ella sí misma, ensimismada, sino más bien otra cosa a la que se quiere parecer o aproximar -la forma a priori exhibiendo dónde reside su limitación-. El cerebro como órgano medio tonto es distinto de lo que contiene o recrea. El orden supuesto, sin duda, no es más que eso, una hipótesis de trabajo. Si la teoría es fuerte buscará perturbar ese dogma, el menor contenido proposicional para más condiciones -que restrinja lo que dice a aquello que ha de decir o que su extensión discursiva no se indetermine en su falta de conciencia-; es ese clarito con lo que profanar lo que era más sagrado. La verdad que lanzamos por la ventana es una ramera callejera que no dice lo que piensa sino dice lo que uno quiere oír -falta de conciencia-.

Reclamo de filosofía, pues.

[Serg]

“Kolers especula que esos retrasos se debieron a la ausencia de aparatos fiables, pero quizá en mayor medida a la resistencia de “una filosofía mecanicista que argumentaba a favor de una correspondencia biunívoca entre la estimulación física y la experiencia psicológica. El fenómeno del movimiento aparente es una violación dramática de esa supuesta equivalencia”. Por desgracia, no siempre las violaciones dramáticas alcanzan a perturbar los dogmas."

(Nelson Goodman, Maneras de hacer mundos, pg. 105)

El recreo mental de lo que es anterior se extiende a lo largo de un área repleta de fisuras –posibles tentativas y creación de nuevas condiciones- que se rellenan por el método grosso modo -totalidad- de la identidad preceptual –lo que representa-, conceptual –lo que engloba de ello- o nouménica –sus condiciones de verdad-. Pero la identidad no es ella sí misma, ensimismada, sino más bien otra cosa a la que se quiere parecer o aproximar -la forma a priori exhibiendo dónde reside su limitación-. El cerebro como órgano medio tonto es distinto de lo que contiene o recrea. El orden supuesto, sin duda, no es más que eso, una hipótesis de trabajo. Si la teoría es fuerte buscará perturbar ese dogma, el menor contenido proposicional para más condiciones -que restrinja lo que dice a aquello que ha de decir o que su extensión discursiva no se indetermine en su falta de conciencia-; es ese clarito con lo que profanar lo que era más sagrado. La verdad que lanzamos por la ventana es una ramera callejera que no dice lo que piensa sino dice lo que se quiere oír -falta de conciencia-.

Reclamo de filosofía, pues.




En la pag. 20-21 dice,

"The world thus regained, as remarked earlier, is a world without kinds, or order or motion or rest or pattern-a world not worth fighting for or against...Ironically, then, our passion for one world is satisfied, at different times and for different purposes, in many different ways...That right versions and actual worlds are many, does not obliterate th edistinction between right and wrong versions...a broad mind is no substitute for hard work."

Y de veras que no lo es! Puesto que sus ejemplos son muy interesantes, y el hecho de que abarque en su obra, desde conceptos de estilo, silogismos, y formacion de movimientos visuales, hace de su espiritu uno abiertamente emprendido y comprometido con su tesis. Una lectura normal(por no decir, adecuada) ve que el mismo Goodman dice que esta defendiendo la realidad que muchos mundos igualmente correctos pueden coexistir sin un criterio 'paneceico' que en realidad haga preferir uno sobre el otro. Pero por decir esto no excusa a la boberia del relativismo fofo! Es esto tan dificil de entender?

Ahora mismo estoy leyendo un libro que se llama Inteligencia Visual: Como construimos lo que vemos, de Donald D. Hoffman, un cientifico y profesor de ciencias cognitivas. Y -pase algunos detractores de Goodman en su tiempo, ahora es mas vigente Goodman que nunca! Hoffman practicamente dice que son un tumulto de reglas las que predisponen y estructuran aquello que-en lugar de registrarse* ingenuamente, le es construido encima a lo que 'vemos' al 'verlo'.

Tiene muchas imagenes, de ejercicio y argumentativas al respecto, que no puedo reproducir aca, pero que usted sabe, habiendo leido el libro de Goodman, se parecen a las de el, pero muchisimo mejores en sus efectos, e impresion(colores).

Ya este tema del 'retraso' de la consciencia, lo que usted una vez atras no ssen~alo respecto de las neurona espejo, si mal no recuerdo, es uno que ,si bien al menos en lo pragmatico de ello, muchos aca, que tanto hablan de ciencia, debiesen seriamente considerar. Porque, como lo diria Baudrillard tambien respecto de ello que la realidad era como un reporte Oficial del estado, que te llega a la casa siempre en tiempo retrasado, pero como su efecto solo depende de su arribo(y no su presencia exacta o rapida) a nadie le importa, y dicen "si*, el gobernador lo decidio hoy a las 6pm", cuando lo que se decidio se decidio hace meses! por decirlo asi. Asi mismo, al llegar el momento de la 'cognicion' del 'estimulo', la desicion se ha tomado hace meses! A otro perro con el hueso ese de la data sensorial y el criterio de verdad empirica.

Yo le creo mas al cerebro que a los tildados sacerdotes del cerebro. Aquel miente de naturaleza, pero aquellos mienten por miedo, miedo de quedar mal, porque sus dogmas e inventos jamas alcanzan la velocidad(si aun lenta) del espectro que nos lanza esa 'deidad', desde los amaneceres de nuestra especie.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Hay una postura asociada al relativismo por aquí propuesto como todo vale. Cuando me he referido al relativismo he mirado a Kuhn, Quine, Goodman, incluso Popper, que no les faltan bazas para ver problemas a las definiciones

No conozco el libro de Hoffman, pero en cuanto se entiende la construcción de ciertos enlaces se ve que ello mismo podría ser invertido de una manera no necesariamente simétrica. De cualquier manera, ya comenté lo aclaratorio de muchos fenómenos de la visión. Lo extraño es que ese momento de crispación es lo que, a mi parecer, descubre la ciencia, aunque se lo trate de no especulativo. Está claro que estas cosas van más allá de los simples nombres que les demos.

En lo del retardo yo me basé en Spinoza y Hume -con Kant se podría problematizar la lógica temporal del fenómeno como condición restringida a ese tiempo subjetivo distinto de aquel otro objeto de su causación o, se se prefiere así, ciencia del desligue- hasta que conocí la medición de Libet -el retraso de la conciencia-, pero lo que me llamó más la atención no fue el retardo, que con ciertos experimentos vulgares es fácilmente comprobable, sino la precipitación sobre la estimulación. En mi opinión, la identidad se quiebra. La sustancia como una especie de cosa en sí lejos de dirigirla a mitificarla debe ser ampliada.

Gran parte del pragmatismo parece a las cabezas ligeras algo así como un modo de relativismo, pero el pragmatismo no trata con la ramera de la verdad, sino con las condiciones de su efectuación; no se frota con ella mientras piensa que una **** es la amada que le entrega su flor virginal -su ridícula verdad-.

[Serg]

Hay una postura asociada al relativismo por aquí propuesto como todo vale. Cuando me he referido al relativismo he mirado a Kuhn, Quine, Goodman, incluso Popper, que no les faltan bazas para ver problemas a las definiciones

No conozco el libro de Hoffman, pero en cuanto se entiende la construcción de ciertos enlaces se ve que ello mismo podría ser invertido de una manera no necesariamente simétrica. De cualquier manera, ya comenté lo aclaratorio de muchos fenómenos de la visión. Lo extraño es que ese momento de crispación es lo que, a mi parecer, descubre la ciencia, aunque se lo trate de no especulativo. Está claro que estas cosas van más allá de los simples nombres que les demos.

En lo del retardo yo me basé en Spinoza y Hume -con Kant se podría problematizar la lógica temporal del fenómeno como condición restringida a ese tiempo subjetivo distinto de aquel que es el del objeto de su causación o, se se prefiere así, ciencia del desligue- hasta que conocí la medición de Libet -el retraso de la conciencia-, pero lo que me llamó más la atención no fue el retardo, que con ciertos experimentos vulgares es fácilmente comprobable, sino la precipitación sobre la estimulación. En mi opinión, la identidad se quiebra. La sustancia como una especie de cosa en sí lejos de dirigirla a mitificarla debe ser ampliada.

Gran parte del pragmatismo parece a las cabezas ligeras algo así como un modo de relativismo, pero el pragmatismo no trata con la ramera de la verdad, sino con las condiciones de su efectuación; no se frota con ella mientras piensa que una **** es la amada que le entrega su flor virginal -su ridícula verdad-.

En efecto, el pragmatismo NO es un relativismo. Pero trate de explicar, como las condiciones y efectos de la 'verdad' son mejores objetos de consideracion que ella misma(en si misma un objeto fraudulento), a quienes solo ven tras ella, como tras la hermanita menor, o tras la mujer mas bella. Los custodios de la razon occidental, ora analiticos en filosofia, ora cientificos en la produccion social, son flacos, debiles, tienen tras si* el ascetismo racional al que los obliga una diosa que se sabe ella misma espejismo. Aca, digamos, detras de la cortina que tanto custodian, esta solo un hombrecillo haciendo voces con maquinas(como en Oz). Solo que ellos lo saben, y a encararlo le temen.


Los filosofos de verdad-no los de a sueldo, o de 'proyecto-, siempre han preferido subvertir, que reconstruir. Alli el pecado de la genialidad kantiana, la de Hegel, la de Newton,la de Husserl, ... Nietzsche, un ejemplar: medico de la filosofia, unico rol saludable para muchos, so pena de dar el proximo paso(el de producir un edificio) y chocar con la ignomina de la chapuceria.

pero seamos honestos: el pragmatismo SI fue una reconstruccion. Pues meor aun para nuestro punto! Alli, sepultado bajo tres nombres (James, Dewey, Pierce) hay tela para que el siglo 21 aun corte. Alli la diferencia, de la chapuceria deportiva, y la chapuceria ingenua. La una, es condicion de la evolucion del pensamiento. La otra, vulgar exceso, lujo de unos para fastidiar con otros.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Pero me pide el ejercicio que critico. A la insuficiencia le pongo condiciones que marco en la acción. No es como mover un brazo y llamar a esa toda la filosofía, pero si limito el movimiento a ese margen de acción –trascendental- que trato de plantear puedo hacer más cercano mi discurso. Hace unas semanas explicaba a un conocido cómo sería con la vista. A dragonfly se lo expliqué como no ver pero hacer como si viese, con el conocimiento de las condiciones que se pueden dar.

Con lo de condiciones de verdad -su prolema no sería nominal- la ponía en un límite continuo o, si lo prefiere así, no a priori –carácter universal de verdad- sino abiertas a la nueva condición.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Bueno, eso de la reconstrucción y la edificación no tiene más importancia que en la obra. Wilde tenía una teoría interesante acerca de la ocultación de los medios para exhibir la belleza misma de la obra. Pero Wilde, que era un maestro del encanto de la mentira, ocultaba la fuente para apropiarse de ella de una manera más elegante; es decir, simulando sutilmente la propiedad o, si se prefiere así, la reconstrucción.

Ya hablamos de ello en las falsas ideas propias y la aprioriedad de la historia, sin la que efectualmente nos desubicamos. El pragmatismo, como lo he defendido, es afinamiento. Así, he hablado de fisuras de la identidad perceptual, conceptual y nouménica. La grieta no es sólo pivote de una ampliación epistemológica, sino de unas condiciones de la acción a crear. Mi relación con James fue, como le dije, floja en este punto y esa sensatez con las creencias de uno mismo; Dewey ampliaba, al menos, el margen de acción más lejos de la mera epistemología y lo extendía en un contexto amplio; pero Peirce crispa las contradicciones en algo no sólo no conflictivo, contrariamente al modo esencialmente especular de Hegel, sino en la filosofía como afinamiento comprensivo y continuo. En Peirce sí hay ruptura de la continuidad de una teoría que en la ley de la mente emerge en una nueva desproporción, en un desequilibrio. La cadena de perceptos, conceptos o verdades no es definitiva sino una secuencia que a veces se angustia y otras se expande. Las categorías, como muy bien muestra Goodman, son desde una postura filosófica –o artística- un obstáculo para la ampliación del tiempo, espacio, ciencia, educación, emoción, etc., etc.

Voy a ponerle algunos ejemplos muy sencillos: cuando mi hija era pequeña se me ocurrió hacer con ella ciertas travesuras perceptivas que mostraban una inclinación a saber del todo indeterminada pues no conocía lo que quería. Aunque la desorientación no llegaba a desaparecer del todo, si jugaba con los intervalos de exposición podía no sólo crear una forma de expectativa sino cambiarla de tono –forma o color- y hacer de los simétricos y asimétricos distintos e iguales. Luego vi que Quine hacía algo parecido desde la psicología experimental y la conformación los conceptos.

Cuando saco el lavavajillas en casa disfruto con el recipiente de los cubiertos que indetermina mi percepción en función del grueso que se cierne a su alrededor. La red visual de cuchillos sólo se muestra cuando se reduce cierta intensidad de tenedores o cucharas. Realmente están a la vista, pero no se ven –el caso de la problematización antes mencionada de Kant y ciencia del desligue-.

Hay un punto en que la percepción al no ser capaz de discriminar rellena con el contenido del que dispone todo lo que no alcanza a determinar –los experimentos de la gestalt-. La expectativa, proposicionalmente falsa, está totalmente adaptada a la lógica de la situación.

Si observamos en un paso a nivel la conducta de un grupo que quiere cruzarlo ante la cercanía del tren y otro que lo estimule –a más cantidad de gente mayor poder de atracción de la solidaridad y emergencia de la imitación- se podrá comprobar la desigualdad entre estímulos –ver que otro cruza-, motivos –hay que cruzar para llegar al sitio al que se quiere ir, el objeto de la imitación- y razón –si me coge el tren me mata-. Esto lo hacen en la etnometodología, que viene a ser como prácticas de acción en diversos grados no relativos sólo a la verdad que los condiciona.

Resumiendo, la verdad no es la amante incondicional –¡la muñeca de plástico tampoco!, es sólo una ramera fría poco aficionada al trabajo de verdad, el rozamiento de dos cuerpos calientes y sudorosos-. La coherencia de la acción es, en cuanto a esa acción, no válida para todo; lo que se hace es indeterminarla o, si se prefiere así, sacarla de quicio. Los perceptos, conceptos y razones son expectativas de reproducción estructural, y que sean una normalización del estilo de vida no lo dice todo de la verdad, sino más bien al contrario.

Cojan bien el año nuevo