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Ver la versión completa : De míalegoría y drama



Eduardo Coli
10/12/2008, 23:38
El sentido de aprehensión y pertenecía , se relaciona y asocia, a nuestra presumible identidad.

Me identifico con aquello que se pierde esfuma degrada.
Con el vino, la fruta, y el viento que da sentido a tu piel.
Con el movimiento, la transformación, el cambio constante.
Con los instantes , los momentos únicos irrepetibles, de cada uno de tus latidos.
Con el derroché , la explosión, de belleza, ternura, de cada uno de tus instantes, giros
que emergen, impactan, me sacuden y conmueven.

Si fura por mi me quedaría eternamente girando en ellos ,entrono a ellos.
Pero el tiempo y el espacio, que nos empuja, nos separan, te separan, te dividen a ti y a mi, de cada uno, de esos momentos, instantes, llenos de magia, que se nos pierden para siempre.

Aunque seamos capaz de retener conservar atesorar sus huellas.
Que es una forma de quedarme, quedarnos enamorados, prendados, prendidos, detenidos, totalmente seducidos, renuentes a abandonar, el éxtasis de los instantes momentos del pasado-presente.
Girando entrono a cosas que ya no existen y que nos esforzamos en mantener reproducir prestando sacrificando nuestro tiempo espacio, invirtiendo nuestra vida, para mantener a estos con vida, como centro deidades, de nuestros giros, de la razón de nuestro compromiso, de nuestra fuerza, de nuestro amor, en nosotros.

Para cuando nos demos cuenta ya hemos sido, habremos sido, victima de la auto creación-destrucción viviente, capturados apresados mentalmente, por la imagen el reflejó, el deseo, de apoderarnos, de los acontecimientos, de la belleza y el amor de su esplendor y encanto.

Que perseveran en la experiencia, como la imagen, la ilusión, el espíritu, el fantasma de tales cosas , que nos atrapan, que se quedan suspendidas, se posesionan de nuestro centro, nutriéndose alimentándose de los giros y la rotación, de nuestro espacio tiempo-mental. Que reconstruye una y otras vez, girando mentalmente entrono a sus patrones , a su imagen, a sus huellas, no dejando que estas, como motivo de nuestros deseos , de nuestros giros, se extingan y degraden.

O tremenda ilusión, cuando creemos que hemos capturado, atesorado, retenido, mentalmente, para siempre la existencia inmortal de la belleza, para movernos entrono a la reproducción, custodia representación, de su retención, que es una forma, de detenernos, enterrarnos en vida conjuntamente con el pasado, para que este beba, usurpe se alimente de nuestro suplicio sacrificio, La inexistencia y el pasado cobra consistencia trascendiendo a través del cuerpo vivo, nos identificamos con el pasado que nos negamos a dejar morir.

Este tiempo instante vivido, y sus representaciones, que nos ha cautivado y fascinado se aprovecharán y servirán, de nuestro amor-deseo ,marcándonos a fuego, con su huella. Tras interiorizar , la experiencia y vivencia de sus encantos, quedemos prendados del mismo, eclipsados girando y gravitando, entrono a nuestro objeto, deidad, deseo, persiguiéndole en un circulo viciosos, para a través de esta inercia dar continuidad, al pasado, a través del vivo presente. Invertido lo vivo en la persecución del objeto el momento, el instante, en que hemos sido felices y en que nos hemos quedado encerrados. Alimentándose el pasado, de los mejor que ay en nosotros, del sacrificio la inversión de nuestro presente.

Alimentando con nuestras vidas, el basto complejo, extendió repertorios de objetos, de sombras y espectros, de las cosas que ya no existen o solo existe a través de nuestro cuerpo, colonizado yugulado, subordinado y encadenado a las marcas, los nombres, a las deidades, a las huellas de la historia.

A partir de entonces nos dominan, nos gobiernan, tras robarnos nuestro único presente persiguiéndonos y persiguiendo nosotros, la reiteración de su objeto, intentando recuperar su ser, encerrados en el circulo reproductivo, de la ilusión.

La mente que niega la muerte , el movimiento, el paso del tiempo ,es saqueada y poblada, devorada consumida en vida , por los espectros , las sombras , los fantasmas de los instantes, los momentos del pasado.

Que prosperan como huéspedes inescrupulosos, viviendo a costilla de la carne y la sangre, de nuestro espacio tiempo.

Posesionándose y valiéndose, tras seducirnos enamorados, cautivarnos con sus encanto, fuerza y poder, o complaciéndose de nuestra impotencia y tortura.

Esta nuestras deidades personales, estos nuestros amores, que tienden ha hacerse inmortales, que no envejecen, se afincan en nuestro centro y se niegan a morir, o le negamos la muerte, y en tanto cuanto no hacen abandono del presente, del centro el medio conquistado, de nuestro único sagrado, irrepetible generador de instantes y momentos.

Estos fantasmas, deidades, sombras que se posesionan de nuestra vida- muerte, manejan hablan , puebla gobiernan nuestros cuerpos territorio presente.

Viven y se sirven, se complacen de la magia y la gracia, de la explotación de la carne y la sangre, de la vida y la muerte, a través nuestro.

Y asumen el protagonismo y el saqueo de la realidad, usufructuando a través su identidad y aprovechándose de nuestros deseos y miedos , el protagonismo de nuestra vida-muerte, como una entidad ajena separada del espacio y el tiempo , en el aire posesionada del dominio de nuestro presente.

Es así que tenemos, cargamos y convivimos, con toda una fauna ,una flora de fantasmas, pequeñas y grandes criaturas, que se han esmerado mucho ,posesionándose de la realidad, estableciendo y estructurando organizando, proyectando su gobierno, su reino, su entorno, a través de una gran deidad, ilusión colectiva. Entrono a un gran deseo colectivo, que se posesiona del centro para que nuestra realidad energía, colectiva y social, fluya gire entrono a su sustentación.

Y estas imágenes signos símbolos nos han de perseguir, nos han de gobernar y guiar, no nos han de abandonar, ya que en virtud, de servirse, alimentarse, aprovecharse, de nuestra devoción, vocación de fieles seguidores y servidores. Somos incapaces de dejarlas en paz, y recurrentemente volvemos retornamos a ellas, sin saberles darles futuro, es decir sin saber darles vida-muerte, muerte-vida, una descendencia, una posibilidad de evolución.

Demonios y dioses que tras seducir, fascinar, cautivar, la compleja y esencial organización viviente, sensible vulnerable, de la carne y la sangre, abran de reinar.


Es que no es fácil despertar, salir abandonar el sueño, desear y saber dar muerte-vida, liberando y destronado, a nuestras deidades entidades, eternos inmortales dioses, ídolos, profetas , caudillos, héroes, mentales, de su posición y posesión de privilegió.

Desprendiéndonos de las ilusiones y los deseos, las añoranzas, de ser a imagen y semejanza, de nuestro propios mitos, deidades, miedos y deseos, dioses inmortales. Superando los miedos, para enfrentar y asumir la responsabilidad, de la libertad de quienes viven, de la muerte y la vida.


Asombrosamente este dar sucesivamente muerte se convierte en un circulo de nacimiento vida-muerte, de deidades, de personajes, entidades construcciones nuevas que emergen y afloran, se suceden una a otras a través de nuestra mente.

Siniestramente uno descubre ser el padre- madre, el almuerzo y la cena, de estos personajes, que nos ruegan tratan de seducir, para que no alimentemos nuestra libertada a través del sacrificios, de nuestra obra y objeto. Como creación del hombre estas nos intentan, encantar, fascinar, para subsistir y existir, imperar en alguna y con alguna forma de realidad. Tratando de que el creador sea el dominado y consumido devorado en vida, por el amor y el deseo, los deseos de su obra.

Entonces estas piden ruegan servir , ser nobles y buenas y agradecen y bendicen haber sido rescatadas de las sombras, de la oscuridad, a la madre–padre , al hombre que como un verdadero dios, mentalmente les permite les otorga la existencia, permanecía subsistencia temporal.

El asunto o el dilema aquí es el siguiente, que tras concebir dar forma y realidad al deseo, asumimos su identidad, nos identificamos con la imagen y el objeto. Asumimos su realidad personalidad, a quién asumimos, elegimos, dejamos vivir existir, ser en nuestra representación, ya que somos padre-madre, como hombres amos, de todas estas deidades, criaturas virtuales, construcciones ilusiones mentales, de las cuales invirtiendo el orden de los comensales, las podemos cultivar, siempre que nos sea licito servirnos y alimentarnos de su vida- muerte, o de los productos y la creación de nuestras mentes, no permitiendo que estas criatura, fauna de deidades, que consumen y beben de la carne y sangre, se traguen al creador.

Siempre que seamos capaces de humanizarlas ,marcarles las posibilidades y esencialidades, deservir contribuir, con la muerte y la vida, a la vida y la muerte.

Es que por otro lado, estas, no pueden vivir, crecer, desarrollarse y evolucionar, si se niegan, rehúsan, a morir- vivir.
Si se rehúsan rechazan vivir- morir, por el solo echo de permanecer existir imperar.

En esta metáfora alegórica, creo poder haber descrito, el complejo escenario y drama, en que a diario me debato, concurriendo a dar vida muerte, a mis propias construcciones ,productos ,producciones, mentales.

Antiguas sagradas deidades a las que sacrifico, de las cuales me alimentó en función de fomentar y experimentar mi libertad, asumiendo la responsabilidad y el protagonismo de mi propia vida-muerte.