Eduardo Coli
26/11/2008, 21:27
Como y cuando empecé a filosofar, increíblemente trabajando en el monte.
No fue en la escuela, no fue en ninguna universidad.
(Disléxico y pésimo alumno, no transite por la educación formal).
Cuando me percate que la mente pude intervenir, transformar la realidad, la organización viviente.
Puede convertir a la realidad viviente en mera existencia.
Ya que yo estaba participando activamente en eso, desvirtuando la realidad viviente de los árboles, convirtiéndolos en objetos de la realidad y la existencia objetiva significativa de la existencia social.
Me percate del horror y la tragedia ya que uno mismo podía ser victima y objeto de la acción intervención mental.
De la acción, la planificación, del pensamiento social, o de las necesidades organizativas productivas del sistema social, que operan sobre la realidad através de la mente, o lo mental.
Es decir, que uno mismo, como parte de la objetiva construcción de la acción social, podría encontrase y subyacer desvinculado del medio la realidad viviente, como los árboles para pasar a existir objetivamente en virtud de los objetivos y las necesidades de la acción el pensamiento social.
Descubrí que podría tener conciencia objetiva de mi existencia, podía gravitar existir, actuar, con una forma representativa y practica, y decir o afirmar, yo soy esto, mi ser y objetivo es ser esto, y tener como las sillas, las mesas, y los otros objetos, mentalmente creados, un sentido, un lugar representativo productivo, en el orden y al organizaron social.
Existir no es vivir, vivir no es existir, lo mentalmente separado desvinculado en un instante, en un momento dado del medio viviente, por la intervención mental puede existir, permanecer, conservarse inmune ajeno, al paso y las transformaciones del tiempo y el espacio viviente, subyacer aislado, desvinculado, ajeno, a la connotaciones, he interrelaciones comunicativa, de la construcción participación de la realidad el universo viviente.
Puede volverse uno en contra de al compleja organización viviente, y ser comportarse como un objeto, un cuerpo extraño.
Entre otras cosas preguntándose o auto interrogándose que es la vida, que es la muerte, ya que las existencias son eso, objetos mentalmente aislados desvinculados, ajenos, que no participan del espacio y el tiempo viviente.
Existen gravitan, tiene conciencia de su existencia, son producto de la acción intervención desvinculante de la mente. Pueden actuar desde sus existencias, desde sus conciencias realidades objetivas y practicas, desde su desvinculación sobre la realidad viviente.
Yo empiezo a filosofar aquí, en este borde océano de interrogantes, sospechas he inquietudes.
Y entre las tantas cosas, empiezo a sospechar que los mecanismo operativos mentales que envuelven comprenden determinan la realidad objetiva practica de una existencia pueden abrirse, pueden romperse
Que la experiencia existencial mental, difiere totalmente de la experiencia viviente mental.
Mi filosofía de serlo, o de ser algo, se relaciona y alude a esta problemática o gran interrogante.
No fue en la escuela, no fue en ninguna universidad.
(Disléxico y pésimo alumno, no transite por la educación formal).
Cuando me percate que la mente pude intervenir, transformar la realidad, la organización viviente.
Puede convertir a la realidad viviente en mera existencia.
Ya que yo estaba participando activamente en eso, desvirtuando la realidad viviente de los árboles, convirtiéndolos en objetos de la realidad y la existencia objetiva significativa de la existencia social.
Me percate del horror y la tragedia ya que uno mismo podía ser victima y objeto de la acción intervención mental.
De la acción, la planificación, del pensamiento social, o de las necesidades organizativas productivas del sistema social, que operan sobre la realidad através de la mente, o lo mental.
Es decir, que uno mismo, como parte de la objetiva construcción de la acción social, podría encontrase y subyacer desvinculado del medio la realidad viviente, como los árboles para pasar a existir objetivamente en virtud de los objetivos y las necesidades de la acción el pensamiento social.
Descubrí que podría tener conciencia objetiva de mi existencia, podía gravitar existir, actuar, con una forma representativa y practica, y decir o afirmar, yo soy esto, mi ser y objetivo es ser esto, y tener como las sillas, las mesas, y los otros objetos, mentalmente creados, un sentido, un lugar representativo productivo, en el orden y al organizaron social.
Existir no es vivir, vivir no es existir, lo mentalmente separado desvinculado en un instante, en un momento dado del medio viviente, por la intervención mental puede existir, permanecer, conservarse inmune ajeno, al paso y las transformaciones del tiempo y el espacio viviente, subyacer aislado, desvinculado, ajeno, a la connotaciones, he interrelaciones comunicativa, de la construcción participación de la realidad el universo viviente.
Puede volverse uno en contra de al compleja organización viviente, y ser comportarse como un objeto, un cuerpo extraño.
Entre otras cosas preguntándose o auto interrogándose que es la vida, que es la muerte, ya que las existencias son eso, objetos mentalmente aislados desvinculados, ajenos, que no participan del espacio y el tiempo viviente.
Existen gravitan, tiene conciencia de su existencia, son producto de la acción intervención desvinculante de la mente. Pueden actuar desde sus existencias, desde sus conciencias realidades objetivas y practicas, desde su desvinculación sobre la realidad viviente.
Yo empiezo a filosofar aquí, en este borde océano de interrogantes, sospechas he inquietudes.
Y entre las tantas cosas, empiezo a sospechar que los mecanismo operativos mentales que envuelven comprenden determinan la realidad objetiva practica de una existencia pueden abrirse, pueden romperse
Que la experiencia existencial mental, difiere totalmente de la experiencia viviente mental.
Mi filosofía de serlo, o de ser algo, se relaciona y alude a esta problemática o gran interrogante.