Umbras Monstrator
05/11/2008, 00:04
Válgame, señor, qué necio es usted;
deme una razón para no callarle la boca
¡la boca se le haga a un lado!
No tengo nada más que decir,
o mejor dicho: sí,
me quedan muchas cosas por pronunciar
más que las que tiene usted
o al menos con más sentido,
¿ha sentido lo que le he dicho?
Mirando para atrás no logrará nada
y nada diga porque todo lo conozco:
sus argumentos truchos,
duchos, sucios, pegajosos,
no como caramelos
más bien como asquerosa baba.
No es que esto se parezca a lo de antes,
o mejor dicho, sí, se parece un poco,
pero sólo porque me he aficionado.
Desde luego que no será lo mismo,
aquello ya lo dije y si de nuevo lo digo
pues lo estaría repitiendo,
repito que no es lo mismo
pero es la misma cosa,
son un montón de palabras acomodadas
a la qué te importa...
eso... ¿qué te importa?
¿Quién te dio la autonomía?
¿Quién te creerá la pantomima?
Qué poco te queda el traje de lo justo
y cómo te ajusta el de la cordura,
te queda justito, justito
el faldón de las vergüenzas.
Señor mío,
me temo mucho que su metáfora
se está metiendo en terreno ajeno,
y sépase que su ironía
no es nada fina ni refinada,
es un absceso burlesco en la literatura,
un patético intento dantesco
el suyo de escribir una poesía
juntando palabras en montoncitos.
Sépase que una letra más otra no hacen una palabra
y que una palabra más otra
no hacen un verso,
sépase, señor, que hay que tener talento
o al menos caraduría poetisada.
Tú... tú ¿o será usted?
del te al se me voy de lado,
me confunden las musas locas de la madrugada...
será que Baco anda dando vueltas.
deme una razón para no callarle la boca
¡la boca se le haga a un lado!
No tengo nada más que decir,
o mejor dicho: sí,
me quedan muchas cosas por pronunciar
más que las que tiene usted
o al menos con más sentido,
¿ha sentido lo que le he dicho?
Mirando para atrás no logrará nada
y nada diga porque todo lo conozco:
sus argumentos truchos,
duchos, sucios, pegajosos,
no como caramelos
más bien como asquerosa baba.
No es que esto se parezca a lo de antes,
o mejor dicho, sí, se parece un poco,
pero sólo porque me he aficionado.
Desde luego que no será lo mismo,
aquello ya lo dije y si de nuevo lo digo
pues lo estaría repitiendo,
repito que no es lo mismo
pero es la misma cosa,
son un montón de palabras acomodadas
a la qué te importa...
eso... ¿qué te importa?
¿Quién te dio la autonomía?
¿Quién te creerá la pantomima?
Qué poco te queda el traje de lo justo
y cómo te ajusta el de la cordura,
te queda justito, justito
el faldón de las vergüenzas.
Señor mío,
me temo mucho que su metáfora
se está metiendo en terreno ajeno,
y sépase que su ironía
no es nada fina ni refinada,
es un absceso burlesco en la literatura,
un patético intento dantesco
el suyo de escribir una poesía
juntando palabras en montoncitos.
Sépase que una letra más otra no hacen una palabra
y que una palabra más otra
no hacen un verso,
sépase, señor, que hay que tener talento
o al menos caraduría poetisada.
Tú... tú ¿o será usted?
del te al se me voy de lado,
me confunden las musas locas de la madrugada...
será que Baco anda dando vueltas.