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Ver la versión completa : El desenlace irracional de las teorías y su recreación



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
04/11/2008, 11:18
La conciencia especulativa, la posibilidad del curso de unas ideas a otras, sucede con todo lo que ese curso proporciona y lo que de él se integra.

Una de las mayores insensateces del mal del cientificismo es presumir que el efecto de su idolología, las teorías que conforman su creencia ideológica, termina ejerciendo una verdad en las vidas de las personas de verdad tan grande como en ellos, zombis inhumanos y desalmados recreadores de la ley natural que creen en la finalidad de esa verdad como un todo con bondad ideológica intrínseca a cargo de su supuesta atracción divina. Esta petición de principio, que las teorías tienen un efecto ideológico conforme a su grado de verdad, es el mismo supuesto absurdo que el repetidamente denunciado como el falso orden de Spinoza, que consiste, básicamente, en exigir al orden del mundo una simetría con arreglo a unos cánones límite de la razón. De esa manera, no sólo se presume lograr racionalizar la experiencia posible, el efecto espejo que tan irracionales nos hace, sino atenazar la experiencia libre, espontánea o causa suya, llamándola libre y racional conforme a ella, a una racionalidad que dicen hace libres a costa de aceptarla. De nuevo, es la razón la definición y no lo que la define. Una tergiversación perversa de la razón y la libertad. Llaman razón a la obediencia, creer, y libertad a su sujeción, no crear.

La irracionalidad se basa en la acción no conforme a la razón que las haría racionales, sino conforme a un apetito –actualidad del organismo-, una tradición –como la misma racionalidad u otro sentido propuesto anteriormente-, un estímulo -algo que causa en nosotros una respuesta inmediata- o un motivo –algo que causa una respuesta mediata que condiciona la acción en su conciencia-.

Las decisiones humanas se han caracterizado desde nuestros primeros tiempos por ser esencialmente irracionales. Podemos actuar conforme a un fin, la expectativa teleológica de racionalidad, lo que no elimina la posibilidad de que nuestras decisiones caigan en momentos irracionales. Al ser la conciencia un fenómeno tardío, sintetizado en un retraso, su expectativa es necesariamente irracional, pues no sabe qué será lo que de aquel orden esperado se mantendrá. Es siempre irracional porque siempre puede ser que algo no cuadre.

Este último giro de forzamiento escéptico pone la carga de prueba en nosotros, en el mismo escepticismo, que es según el radicalismo científico de Popper, el filósofo de la ciencia con más influencia en el S.XX, el sentido con más contenido para las hipótesis científicas. Esa radicalidad, la más importante para determinar qué es o no ciencia, sin chapuzas de burócrata copista, es la que distingue, seriamente, el dominio de la actividad de la ciencia. Aunque Popper, como mostró el texto de trajo serg, u otros más controvertidos que podría traer yo, sí habló de la verdad, nunca la empujó más allá de su carácter necesariamente hipotético.

Popper, uno de los filósofos que más ha influido en mí, paradigma de lo que defiendo de creativo en la ciencia, totalmente opuesto al conservadurismo perezoso, estéril, repetitivo y chapucero, defendía la línea que yo vengo atacando como primacía del sentido, una no necesidad que se hace fuerte en su aceptación; lo contrario, lo no establecido, no es racional, es nuevo, creativo e irracional, un no-contenido y una clara emergencia.

La influencia de las ideas tiene un destino que anticipé en su día como mucho más darwinista –limitando su sentido a lucha por su supervivencia- e irracional que lo que cualquier teleología espera; su esperanza de racionalidad es su temor, y sobre la que construye su ad-hocismo generalizado. Es decir, podemos aceptar las ideas de cualquier manera establecida y no podemos más que especular con su curso. El destino de la ideología científica, por sus propios términos, no esta exento de ello. Es, pues, por muchos afeites con los que se recubra, una irracionalidad. Desde ahí, el cacareo sobre lo que es ciencia es algo bien distinto de su ejercicio. Eso es lo que hace ser chapuza al que niega la filosofía especulativa.

Serg
04/11/2008, 21:45
cacareo sobre lo que es ciencia es algo bien distinto de su ejercicio

Ortega y Gasset, tuvo muy acertadas intuiciones acerca de la ciencia. Se puede decir, que en ocasiones se mostraba construccionista, a veces algo vitalista, pero en general, quien ha tenido un saborcillo de lectura en Kuhn, Feyerabend, Lakatos, o Popper, vera que ya los adelantaba(digo, contemporaneamente con popper), puesto que daba mas enfasis al caracter creativo de la ciencia, que al tradicional(hipotetico-deductivo). Esto se ve mejor en su descripcion del proceso vital* en que el sujeto se configura(y se continua configurando toda la vida), al describirlo a manera de falsacion, si*, lo que propone Ortega es un falsacionismo subjetivo/existencial, que luego cubre con su sombra la labor(evidentemente) empirica.
Cada 'persona' es, segun Ortega, un sistema de caracteristicas y variables en movimiento que continuamente se esta restando o an~adiendo, contrastando, desde el primero momento que uno le adjudica x o y valor, y se da con que en una o varias instancias se produce lo contrario. Uno, se forma luego de conocer al otro. Pero no el Otro, ni uno, se detenienen en esa desenfrenada lucha de 'limarse'.
Ortega describio la ciencia como una poesia. Una poesia cuyos temas y modos, pues, podria suponerse que fueran tan universales como los de la lirica o el mito. Eso no rebaja la ciencia, eleva la consciencia a tarea y no a regalo!

En el fondo, solo la personalidad vaga, ociosa, idolatra, puede querer servir a una Imagen del Saber que se describe como 'dado', 'ahi', 'a puesta de limpiar el cristal'(Bacon), 'libre de todo esfuerzo imaginativo', etc...

Pompilio Zigrino
05/11/2008, 16:47
La filosofía especulativa no se puede negar......existe, lamentablemente. Es decir, no es criticable la filosofía especulativa que admite la ciencia, lo que es criticable es que alguien haga filosofía e ignore los conocimientos aportados por la biología, la física, etc, etc.

No se puede hablar del tiempo y del espacio sin conocer la relatividad, o hablar del determinismo sin al menos conocer la mecánica cuántica, o hablar del universo sin tener en cuenta la expansión del universo y la evolución biológica......en realidad, yo no sé cómo hacen algunos que son anticientíficos para ignorar gran parte del conocimiento científico.

Mari Paz Pascual
08/11/2008, 20:29
Del saber especulativo en sus desarrollos se entiende que es una práctica o ejercicio intelectual en un nivel superior de lo sofisticado de un mundo imaginario buscando lo incognoscible, toma como aparente la fantasia determinada por su alcance de raiz idealísta, se ampara en las categorias trascendentales del entendimiento y afirma que, " las leyes universalmente válidas provienen de la propia estructura del intelecto cognoscente.

Se le atribuye un momento positivo sería el entendimiento, un momento dialéctico y por último un momento especulativo en el que su posibilidad es la contradicción y encuentra salida en el devenir, el movimiento trascendente de su misma superación.

Ha recibido muchas críticas por ser teológico, tautológico, nihilista, irracional y no se le reconoce como conocimiento formal atiende a una proposición más o menos lógica en dependencia de su invariabilidad.

En oposición otros filósofos como Leibniz expresa que no tiene una razón suficiente. Shoepenhauer entre muchas otras cosas define que esta doctrina no dispone de las causas que lo motivaron.

Este mismo autor dió respuesta a lo incognoscible con el concepto de " voluntad " para el que constituye la esencia misma del cosmo. Todo lo que vive está animado por esta fuerza. Lo que existe es la voluntad. Lo demás no constituye sino apariencia en sus palabras " representación ".