Pompilio Zigrino
06/08/2008, 09:49
Es necesario decir que aún hoy, la sociología dista bastante de ser lo que en un principio propuso Auguste Comte. Al respecto escribió: “Entiendo por física social la ciencia que tiene por objeto el estudio de los fenómenos sociales considerados con el mismo espíritu que los astronómicos, los físicos, los químicos o los fisiológicos, es decir, sujetos a leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento es el objeto especial de investigación”.
Se lo critica por ser el iniciador del positivismo, asignando a este término la postura que luego adoptó una parte de los científicos, mientras que Comte, en realidad, significaba con esta palabra el carácter científico que debería adoptar la sociología. F.S. Marvin escribió: “Significa, prácticamente, para quienquiera que lo use, ya sea en francés o en español, algo «cierto» o científico, algo que podemos demostrar con relación a la evidencia de nuestros sentidos. Un hecho «positivo» es aquél que todos admitirían, si se les brindara la misma oportunidad de juzgar” (De “Comte” – Fondo de Cultura Económica)
Siendo lo positivo lo cierto, lo científico, lo observable y cuantificable, se vuelven injustas las críticas a Comte debidas al “positivismo” posterior que imperó en la ciencia. No es lo mismo el positivismo en una ciencia naciente, que debe abandonar su metodología filosófica, a una ciencia experimental con cierta tradición, en cuyo caso la postura positivista presenta algunas limitaciones evidentes. E. L. Thorndike escribió: “Nada debería considerarse fuera del alcance de la ciencia, y cualquier regularidad o ley que pueda descubrir la ciencia en la sucesión de acontecimientos, es un paso hacia la única libertad fecunda para los hombres y un aliento para llevar una vida buena”.
La búsqueda de una síntesis de lo social viene implícita en el propio método de la ciencia experimental, ya que la existencia de aspectos observables de la realidad siempre lleva a una organización del conocimiento de una manera axiomática.
Al existir leyes naturales, se puede hablar de un orden natural. Al encontrar dichas leyes y al adaptarnos a ellas, se logra un orden social que ha de estar en armonía con dicho orden natural.
Creyó que las ideas podrían ser el factor esencial del progreso social; las ideas emergentes de la descripción sociológica. Incluso no vio en la ciencia algo opuesto a la religión, por cuanto propuso una religión universal adelantándose a la época. No alcanzó a vislumbrar cuáles eran las leyes relevantes a ese objetivo, de ahí el poco éxito logrado en ese aspecto, pero sus ideas abren la posibilidad del establecimiento de una religión natural enteramente compatible con la ciencia experimental.
Se lo critica por ser el iniciador del positivismo, asignando a este término la postura que luego adoptó una parte de los científicos, mientras que Comte, en realidad, significaba con esta palabra el carácter científico que debería adoptar la sociología. F.S. Marvin escribió: “Significa, prácticamente, para quienquiera que lo use, ya sea en francés o en español, algo «cierto» o científico, algo que podemos demostrar con relación a la evidencia de nuestros sentidos. Un hecho «positivo» es aquél que todos admitirían, si se les brindara la misma oportunidad de juzgar” (De “Comte” – Fondo de Cultura Económica)
Siendo lo positivo lo cierto, lo científico, lo observable y cuantificable, se vuelven injustas las críticas a Comte debidas al “positivismo” posterior que imperó en la ciencia. No es lo mismo el positivismo en una ciencia naciente, que debe abandonar su metodología filosófica, a una ciencia experimental con cierta tradición, en cuyo caso la postura positivista presenta algunas limitaciones evidentes. E. L. Thorndike escribió: “Nada debería considerarse fuera del alcance de la ciencia, y cualquier regularidad o ley que pueda descubrir la ciencia en la sucesión de acontecimientos, es un paso hacia la única libertad fecunda para los hombres y un aliento para llevar una vida buena”.
La búsqueda de una síntesis de lo social viene implícita en el propio método de la ciencia experimental, ya que la existencia de aspectos observables de la realidad siempre lleva a una organización del conocimiento de una manera axiomática.
Al existir leyes naturales, se puede hablar de un orden natural. Al encontrar dichas leyes y al adaptarnos a ellas, se logra un orden social que ha de estar en armonía con dicho orden natural.
Creyó que las ideas podrían ser el factor esencial del progreso social; las ideas emergentes de la descripción sociológica. Incluso no vio en la ciencia algo opuesto a la religión, por cuanto propuso una religión universal adelantándose a la época. No alcanzó a vislumbrar cuáles eran las leyes relevantes a ese objetivo, de ahí el poco éxito logrado en ese aspecto, pero sus ideas abren la posibilidad del establecimiento de una religión natural enteramente compatible con la ciencia experimental.