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Ver la versión completa : Sanciones en el ámbito educativo



Pompilio Zigrino
16/07/2008, 11:25
En la actualidad se discute respecto de las ventajas de sancionar a los alumnos secundarios mediante amonestaciones. Se argumenta que no son efectivas, de ahí que algunos sugieren suprimirlas. Sin embargo, debemos tener presente que la principal causa de su ineficacia radica en la falta de amor propio en los alumnos, cuando poco les importa la opinión que de ellos tienen los demás y no sienten la mínima vergüenza ante la sanción moral que trae asociada una amonestación. Incluso tal vergüenza tampoco existe en su medio familiar, que a veces se ubica al lado del alumno y en contra del docente, fomentando conductas indebidas.

Hay quienes sostienen que el adolescente normal trae cierta “perversidad natural” y que el culpable de su accionar irrespetuoso es el docente que no se hace respetar. Incluso se le pregunta a veces al docente porqué “permite” que algunos alumnos le falten el respeto. Es un caso similar a preguntarle a la víctima de un acto delictivo porqué “permitió” tal acto; en realidad la víctima no lo permite, sino que el delincuente actúa contra la voluntad de su víctima.

Si se acostumbra a culpar al docente por las actitudes negativas de los alumnos, se les está informando tácitamente que sólo deben respetar a algunos docentes; a otros, no. La educación debe apuntar a que en el alumno no surja ninguna actitud irrespetuosa hacia ninguna persona.

Cuatro son las instancias que inducen a un individuo a tener una actitud ética adecuada:

a) Conciencia moral individual

b) Influencia del ámbito familiar

c) Influencia del ámbito social

d) Penalidades de la justicia

Cuando falla la primera instancia, y el individuo no muestra un comportamiento social adecuado, es el ámbito familiar el que ha de inducirlo a una mejora. Si falla esta segunda instancia, es el medio social (a través de la escuela, por ejemplo) quien debe encauzarlo por el buen camino. Si aún falla esta instancia, serán las leyes las que, como última alternativa, tratarán de encauzarlo por la buena senda.

Quienes suponen que a partir de leyes adecuadas se logrará mejorar a la sociedad, no tienen en cuenta que sólo constituyen una última instancia, que tiene sentido su aplicación cuando han fallado las tres anteriores, por lo que debe apuntarse a una mejora ética en las etapas previas. Sin embargo, debido a que está generalizada la idea de que no existe ni el Bien ni el Mal, ni siquiera la verdad objetiva, poco podrá hacerse en las tres primeras instancias.

La actual crisis educativa es un aspecto más de la crisis que afecta a toda la sociedad, y ella está asociada a la vigencia de ideas y creencias erróneas tales como la mencionada existencia del relativismo moral y el relativismo de la verdad. Si no existe el Bien ni la Verdad, tampoco tiene sentido buscarlas.