Cochero
24/06/2008, 14:07
Y de repente llegas con la siesta
impregnándote en mis ojos,
luego empapas mi mañana trunca
con reproches de amapolas,
y en una mano extensa
recoges mi postrimera gota
para emplearla ataviando tu rostro.
De improviso sueltas amarras
y te engarzas en la luna,
te remontas a mi ansia sin prisa
como algún ave de paso.
En imprevistos te balanceas sobre flor
inventándote una cuna,
y cuando duermo reapareces,
resistiendo en el telón mismo
de mi frágil confusión
al borde de la noche.
impregnándote en mis ojos,
luego empapas mi mañana trunca
con reproches de amapolas,
y en una mano extensa
recoges mi postrimera gota
para emplearla ataviando tu rostro.
De improviso sueltas amarras
y te engarzas en la luna,
te remontas a mi ansia sin prisa
como algún ave de paso.
En imprevistos te balanceas sobre flor
inventándote una cuna,
y cuando duermo reapareces,
resistiendo en el telón mismo
de mi frágil confusión
al borde de la noche.