Cochero
08/06/2008, 16:25
Si, así es…¡tenías razón!
Te has grabado
inmortal en mis sueños,
como tornasol indeleble,
como besos de ardor y azabache.
En cada uno de mis pasos fortuitos
voy punteando con lágrimas,
el camino que transito
nocherniego y desconsolado.
Si, así es…
¡Qué pedante he sido!
admitiendo que de rodillas
y reclamándoles con voces enérgicas
a éstos crucifijos de madera,
tu reaparecerías a ampararte
para siempre en mi cuerpo.
¿Cuántas elegías he lapidado hoy,
cuántos versos para aplacar mi tormento?
¿Cuántos mi cielo, para rendirme al final
y saberme al dedillo
lo inútil de mi mismo?
¡Si, tenías razón...!
Mi hipocresía de trueque
me causaría demasiado,
así me dijiste
mientras engalanabas mi pugna,
por la bucólica oración
de mi última balada de Otoño.
Qué delicado el aroma agridulce
de aquellas flores que un día,
tejieron mil bailes
recorriendo tus bordes.
Si, así es…¡tenías razón!
Ahora hacen cola sin prisa
por que quieras de nuevo
cobijarte y mimarte con ellas.
¡Qué pedante he sido!, si...
Y como esclavo del mismo destino,
ahora inclino mi cabeza
hacia el yugo perpetuo.
Si, mi cielo...¡tenías razón!
El vacío de ti
terminará por matarme…
Te has grabado
inmortal en mis sueños,
como tornasol indeleble,
como besos de ardor y azabache.
En cada uno de mis pasos fortuitos
voy punteando con lágrimas,
el camino que transito
nocherniego y desconsolado.
Si, así es…
¡Qué pedante he sido!
admitiendo que de rodillas
y reclamándoles con voces enérgicas
a éstos crucifijos de madera,
tu reaparecerías a ampararte
para siempre en mi cuerpo.
¿Cuántas elegías he lapidado hoy,
cuántos versos para aplacar mi tormento?
¿Cuántos mi cielo, para rendirme al final
y saberme al dedillo
lo inútil de mi mismo?
¡Si, tenías razón...!
Mi hipocresía de trueque
me causaría demasiado,
así me dijiste
mientras engalanabas mi pugna,
por la bucólica oración
de mi última balada de Otoño.
Qué delicado el aroma agridulce
de aquellas flores que un día,
tejieron mil bailes
recorriendo tus bordes.
Si, así es…¡tenías razón!
Ahora hacen cola sin prisa
por que quieras de nuevo
cobijarte y mimarte con ellas.
¡Qué pedante he sido!, si...
Y como esclavo del mismo destino,
ahora inclino mi cabeza
hacia el yugo perpetuo.
Si, mi cielo...¡tenías razón!
El vacío de ti
terminará por matarme…