jorgesalaz
05/05/2008, 02:16
Hugo Chávez viajaba por un camino rural cuando su automóvil sufrió una descompostura. Logró apenas llegar a una granja, y le pidió al granjero, quien no lo reconoció, que le permitiera pasar ahí la noche. El granjero le dijo que podría dormir en el cuarto de su hijo. Llamó al muchacho, un adolescente flaco, largirucho y con acné, y le pidió que llevara al viajero a su habitación. El muchacho lo guió, y Chávez quedó gratamente sorprendido al ver que en la pared del cuarto había tres retratos: uno de Simón Bolívar, otro de Fidel Castro y uno de él mismo, tomado en uniforme de campaña. "Dime, muchacho -le pregunta-. ¿quién es el personaje que está en el primer retrato?". "-Es de Simón Bolívar -responde el chico-. El Libertador". "¿Y el segundo?". "-Es de Fidel Castro, el Revolucionario". "Y ahora dime, joven estimable -prosigue Hugo Chávez inflando el pecho y adoptando pose heroica-. ¿Quién es el que está en el tercer retrato". "La mera verdá no sé, señor -responde el chico-. Mi mamá me encontró un día haciendo cosas conmigo mismo, y me puso ahí ese retrato para que vea que así puedo quedar si las sigo haciendo"...