idem
28/04/2008, 12:37
Tengo que escribirte...y no sé para qué.
Quizás, como dice Sabina, sólo escribo para ahorrarme el psiquiatra.
Seis de la mañana, y yo despierta.
Siento el exceso de nicotina en mi organismo...creo que fumé demasiado, creo que tengo que dejar de fumar, el problema es que sólo lo creo hoy, mañana se me ha pasado.
Con el tabaco me pasa como contigo. Hoy sé que debo dejarte porque tengo exceso de ti...mañana se me ha olvidado la idea.
A ver si consigo hacer de esa idea un pensamiento permanente.
A ver si de una vez por todas, consigo soltarte.
Seis de la mañana y ya hay sol por ahi fuera.
Algunos bares abren, yo no hace mucho que he salido de uno que cerraba a estas horas.
Tengo que soltarte. Tengo que soltarme.
Seis de la mañana, y yo hablando sola.
Paseo por el salón a oscuras, asustándome con cada sombra, con cada reflejo en el espejo de la entrada. Hasta que descubro que sólo soy yo, y hasta llego a sonreirme.
Sonrío cansada. Quizás porque son las seis de la mañana, tal vez porque hasta de sonreir me he cansado.
Ensayo la sonrisa en el espejo, sin dejar de fumar, nunca me había mirado soltando el humo...y sale una carcajada digna de despertar a todo el vecindario.
El aroma del café me espabila, si es que no lo he estado del todo en esta noche.
Sólo me hace falta soltarte, y dejar el tabaco, dormir un poquito...pero es todo tan difícil.
Son las seis de la mañana y yo hablando sola...
Besos;
Ruth
Quizás, como dice Sabina, sólo escribo para ahorrarme el psiquiatra.
Seis de la mañana, y yo despierta.
Siento el exceso de nicotina en mi organismo...creo que fumé demasiado, creo que tengo que dejar de fumar, el problema es que sólo lo creo hoy, mañana se me ha pasado.
Con el tabaco me pasa como contigo. Hoy sé que debo dejarte porque tengo exceso de ti...mañana se me ha olvidado la idea.
A ver si consigo hacer de esa idea un pensamiento permanente.
A ver si de una vez por todas, consigo soltarte.
Seis de la mañana y ya hay sol por ahi fuera.
Algunos bares abren, yo no hace mucho que he salido de uno que cerraba a estas horas.
Tengo que soltarte. Tengo que soltarme.
Seis de la mañana, y yo hablando sola.
Paseo por el salón a oscuras, asustándome con cada sombra, con cada reflejo en el espejo de la entrada. Hasta que descubro que sólo soy yo, y hasta llego a sonreirme.
Sonrío cansada. Quizás porque son las seis de la mañana, tal vez porque hasta de sonreir me he cansado.
Ensayo la sonrisa en el espejo, sin dejar de fumar, nunca me había mirado soltando el humo...y sale una carcajada digna de despertar a todo el vecindario.
El aroma del café me espabila, si es que no lo he estado del todo en esta noche.
Sólo me hace falta soltarte, y dejar el tabaco, dormir un poquito...pero es todo tan difícil.
Son las seis de la mañana y yo hablando sola...
Besos;
Ruth