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Ver la versión completa : ¿Schopenhauer, Freud y Hegel?



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
18/04/2008, 08:34
Teniendo en cuenta la interesante aclaración que Serg nos ha ofrecido en el foro de psicología paso algunas cuestiones por él suscitadas a este foro, pues el centro del asunto ahora ya no competen al tema tratado allí originalmente.

Para centrar la cuestión original de mi pregunta a Serg debemos mirar el fondo del asunto. ¿Cómo un autor tan schopenhaueriano como Freud pudo ser tan hegelianamente interpretado?.

La primera cuestión es si Freud es, como digo, schopenhauriano. Defiendo que el problema de Freud reside en el proceder ciego de la voluntad en un estado de naturalidad que crea un problema en el momento que le es negada. La voluntad no cede en su empeño por ser negada, siempre se da aunque no siempre pueda emerger como mostrada. La teoría del principio de realidad de Freud viene a ser una variación de Schopenhuaer de que lo único realmente positivo es el dolor.

“Las amplias coincidencias del psicoanálisis con la filosofía de Schopenhauer, el cual no sólo reconoció la primacía de la afectividad y la extraordinaria significación de la sexualidad, sino también el mecanismo de la represión, no pueden artribuirse sino en época muy avanzada de mi vida” (Freud, OC, vol. VII.; citado en la introducción a “El mundo como voluntad y representación” de Arthur Schopenhauer)

La dependencia de Freud de Schopenhauer sería del tipo qué y no quién, o, como decía la cita que traje de Popper, dependencia lógica y no causal. De manera que lo importante de lo que veo en común es el fondo irracionalista de su reflexión. Desgraciadamente, el uso de “irracionalismo” se ha corrompido por autores súbditos de la razón de sus símbolos, habiendo aireado la estrechez de su reflexión en un tipo de trueque ligero y filosóficamente inmaduro.

La voluntad, en Schopenhauer, es determinante en segundo y tercer grado; la condición del mundo le viene y surge inmediatamente -segundo grado- y su relación como mediación –tercer grado o terceridad-. Me permito asumir la relación de segundidad de la voluntad por estar en un orden anterior al de terceridad, pero ahora no es importante si es cosa en sí o cosa para, ya que se crearían más distinciones y nos obligarían a estudiar las “degeneraciones” de la segundidad.

Creo que parte del problema de Freud y la epistemologia clara y abierta viene a ser el comentario que hice sobre Freud y Fodor. Es decir, si nuestro esquema de conocimiento se está agotando, entonces su urgencia será investigar lo que no sabe, y no dar vueltas sobre lo que ya sabe, que no hace sino sedimentar ese conocimiento. Esta idea es el enfoque de Popper invertido en su intecionalidad como dirección de los problemas. Los problemas son los de verdad, no los verdaderos.

Se ha hecho mención a la arbitrariedad del uso del signo. En un importante sentido defiendo el carácter esencialmente sintético y emergente de los usos, pero ello no contradice su lugar estructural, su “operar entre”. Las relaciones diádicas inicialmente propuestas asumen la referencia inicial –el signo o su objeto- como perteneciente al imaginario –representativo- y lo incorporan “arbitrariamente” al uso que pretenden expresar. En efecto, hay un componente emergente, más como posibilidad que como decisión; no nadamos sobre el vacío, y nuestras creaciones son sólo levemente propias -según Libet y Spinoza, retrospectivamente-. Nuestra inclinación a crear el significado tiene el componente feed-back de su historia y el feed-forward de su anticipación. En mi opinión, la anticipación es una muestra de la intención que no se hecho consciente, y de ahí que aún no sea el objeto el problema. La semiótica a la que me he referido supone que el orden representable es el objeto de estudio, no la totalidad de la realidad, y por eso no nos podíamos considerar poseedores de la totalidad del sentido. Su arbitrariedad es una modificación contenida en su propia lógica.

El error que atribuyo a la reflexión de Hegel es dar por supuesta la dirección y la intencionalidad. El orden al que pertenece no tiene por qué ser un orden racional, bien puede ser una manera de embelesar nuestra visión. Puede ser que la historia nos impulse a recrearnos en ella misma, pero si realmente hay creación, emergencia o síntesis es entonces no sólo una recreación analítica y reproductora sino un salto sobre lo anterior de una forma nueva. Esta forma la terceridad iría dirigida a un tipo de creación no sólo intencionalmente vinculado con su conciencia, sino con una forma de improbabilidad que no se contenga a sí, sino a algún otro. No nace sobre el vacío, pero el tránsito cuestiona sus propios pasos modificándolos. Como decía Wilde, hay que ser siempre un poco improbable,

Emeric
18/04/2008, 09:36
Teniendo en cuenta la interesante aclaración que Serg nos ha ofrecido en el foro de psicología paso algunas cuestiones por él suscitadas a este foro, pues el centro del asunto ahora ya no competen al tema tratado allí originalmente.Gracias por tu comprensión, Alberto. Creo que voy a aprender mucho en este tema tuyo. Saludos. :yo:

Serg
18/04/2008, 15:25
Me pregunto, Alberto, si como le he mencionado a otro epigrafista, te has topado con alguna obra de Badiou. Recien la estoy leyendo, pero en cuanto termine uno de sus ensayos en cuanto al psicoanalisis, lo traigo a colacion(probablemente, abramos un tema nuevo solo para el; me parece que raya en lo MUY innovador).

Con respecto al tema:

Lamento decirle que no entendi el ultimo parrafo acerca de sus disgusto con Hegel. Asi que, al respecto, nada le opino(por favor, hagase mas explicito).
Afortunadamente, todo lo dirigido a Freu y Schopenhauer si. Siempre me ha parecido obvia, y evidente, el compartir de ambos. De hecho, en un trabajo de universidad, note algo en el olvido(respecto a Freud), que fue, su gran dependencia inicial, de un escritor de 1500's, Johann Weyer. Presente un informe(que trataba sobre la historia de la locura) en el cual, mas alla de las tipicas referencias a Foucault, el mismo Derrida, Sasz, etc...traje a colacion el peso teorico de Weyer, cuya obra quedo sepultada por la ilustracion(avergonzada, porque Weyer, era muy religioso-pero tanto como medico). Freud lo menciona solo una vez en su vida, en una de sus primeras obras. A lo que voy; Me parece que el enfasis hegeliano adviene solo y exclusivamente a traves de la lectura lacaniana. El texto freudiano NO se presta para alguna interpretacion hegeliana seria(a menos que sea, la ya dada por Lacan). Si la pregunta insiste: Precisamente por ello Serg, COMO entonces Lacan u otro lo lee con Hegel'? La respuesta es: Lacan estuvo muy impresionado con Hegel y sus posicionamientos kantianos eran solo hegelianos.Lacan, ve a Hegel en muchos lados en el texto Freudiano: en la estructuracion del yo(aunque mas tarde, la dialectica del amo la critica el mismo), en la topologia psiquica, y sobre todo, en la nocion de lo que es el juego del simbolo(en lo que al espiritu subjetivo hegeliano le parece).
Zizek, tiene un texto muy bueno, que intente trabajar el semestre pasado, y no alcance culminar, porque luego el proyecto se detuvo y no se dio finalmente. Pero en el Zizek postula como leer a Lacan con hegel, y como en general Hegel sigue priveyendo mas provechosa interpretacion a Freud y Lacan, que otros autores. Se llama Interrogating the Real. Creo haber tambien leido al respecto en su libro anterior, El Objeto sublime de la ideologia.

Espero que el tema tome direcciones especificas para hacerlo mas productivo, puesto que esta interesante. De forma, que, enfoquemos un aspecto particular del tema, y lo trabajemos y traigamos, sea en especifico, que aspectos de la teoria de Freud eran altamente Schopenhaerianos HASTA la lectura lacaniana, cuales no, o cosas por el estilo.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
21/04/2008, 08:06
Serg, le pido disculpas porque no se viese mi disgusto con Hegel. Realmente esperaba traer un texto de su Lógica, pero sólo conseguí de la Fenomenología. Le explico el problema que tengo. Hegel supone que las esencias son algo que es determinable, pero ese proceso dista mucho de ser algo claro y revierte el problema a su propio método –ausencia de determinación que propone como dialéctica-. La dialéctica es especulación filosófica que toma en serio, y como fuente de determinación, el propio proceso que no se sienta a revisar DESDE FUERA. No sé qué lectura es la de las posiciones kantianas desde Hegel, pero Hegel era la inversión de la cosa en sí, del límite del conocimiento al no límite del conocimiento, de la determinación a la esencia.

La intención –debí haber dicho finalidad- que le censuro a Hegel es proponer un sentido –Dios, la historia o el mismo desenvolvimiento, que en cuanto al problema son lo mismo- y no someterlo de verdad a determinación. El sabe que la cosa en sí se abre en todas sus determinaciones, de modo que ya son para y no en sí; pero el problema es continuo y se hace cosa en sí además del problema de su derminación. La dialéctica en un caballo descontrolado que no pasa el examen de la misma conciencia que genera. En lugar de dar sentido al problema buscando de veras la solución, hace acopio de esencialidad y se concentra en el contenido que el concepto esconde. ¿Qué es ésto?. El discurso se engaña a sí mismo porque se cree alguien y no sabe quién se cree. Hegel tiene interés pero hay que ver para qué lo tiene. En este asunto mi reflexión no creo que sea de ningún valor pues conozco levemente a Lacan y siento pudor al tratar de obras que desconozco. Sólo veo que puede tratarse de la dialéctica trascendental vista desde la usurpación que hace Hegel de la cosa en sí. Es un salto interesante -como dije en el pasado- pero muy peligroso por exageración de falsedad y abuso de la recreación en indeterminaciones. Creo que es tan falso como cualquier orden del conocimiento, y Hegel se sirvió de esta debilidad para meter en medio a Dios. No podemos tomar las esencias como parte del discurso sintético en un momento de la historia como proceso que se explica por su contradicción y su finalidad. Jugamos de esta manera en igualdad entre lo que sabemos y no sabemos, son dos momentos que se deben al discurso, y su en sí –en síntesis- es la incógnita de la que nos servimos explicando que el sentido de la esencia es la verdad y el regalo que brinda la conciencia, pero la solución es su teleología, no realmente epistémica, incluso ahora teológica.

Poco después de sublevarme a Hegel estudié cosas de la física moderna que le daban la razón y entonces cedí un poco y dije “tal vez lleve razon”. Pero no, no había justificación. Me ocurre igual con ciertas super-intuiciones de la filosofía oriental. ¿Cómo puedo pensar que la dialéctica trascendental es un método bueno si no sé cómo de bueno es? Saltar de Hegel a Kant en lugar de Kant a Hegel y de nuevo a Kant puede ser un añadido innecesario de indeterminaciones.

Si en Freud es característico el movimiento secreto de la volición, como cosa en sí, su verdad es tan inconsciente como una conciencia desconocida y tomada por real. Schopenhauer pensaba que la cosa en sí era cognoscible al ser dada la voluntad en relación al hombre y el mundo como objeto de conocimiento en sus condiciones universales. Como Hegel, añade el supuesto metafísico intolerable ¿De qué están hablando ustedes?. De Schopenhauer acepto la urgencia del dolor universal -y su estilo- y de Hegel la continuidad. En Hegel la continuidad, en relación al inconsciente, es doblar la debilidad de la cosa en sí. ¿Con qué derecho me creo yo sabedor de ella ahora que es aún mas supuesta?. Ese problema está más alejado del hombre que el del dolor.

Serg, desconozco algunas referencias que usted utiliza pero se me antojan de mucho interés. Agradeceré todas sus corecciones y discrepancias, de manera que podamos poner estas teorías en algún modo de relación.

Saludos

Serg
21/04/2008, 22:32
Creo ahora ver mejor su critica a Hegel,y pues, me parece que es la critica comun que se le tiene, con respecto a la insuficiencia de la dialectica, de su burda peticion de principio, o al menos circularidad(y no cualquiera, sino circularidad tonta) en lo que a metodo/objeto se refiere. Muy deacuerdo. Que yo sepa, de mis lecturas de Lacan, que tampoco han sido la 'millonada', apenas varios seminarios(2,7,10,11,20) conferencias(3),entrevistas(4), sus Ecrits, o libros(4) acerca de el, esto, evidentemente, no me constituye en lo absoluto, en alguien 'conocedor' de Lacan, sino en la posicion de Asiduo suyo, de admirador, pues en ellas la nocion hegeliana que encuentro, no remite a la dialectica que usted(y yo) critica. Lacan, mas aun, evidentemente tampoco se intereso por insertar ese tercer elemento finalista, sea dios, sea espiritu, sea destino, sea lo que sea que hegel mueve.
Lacan unicamente lee en Freud, una forma de hacer el analisis, que no se habia vociferado, pero que parecia estar presente: el analisis en Freud, en lo que al inconsciente tocaba, era una mera dialogizacion suya, es decir, cada caso, cada linea, cada postura, se venia a ver como la operacion de un inconsciente que hablaba, y que no solo hablaba, sino que estaba estructurado como un lenguaje. Esto, no que fuese lengua, sino que funcionaba, como la linguistica de Saussure, o Jackobson parecian postular: la logica del significante/signo, etc...
S
_
s
Donde, por ejemplo, en el lapsus linguae, es el S(significante) el que esta barrado del significado, surge como una disfuncion, como un sintoma de una discrodancia entre una cadena y otra en el psiquismo(ha habido represion de esto).

De todas formas, la otra instancia, es la formacion del 'je' en el estadio del espejo.
La otra, que tiene mucho ique ver con la segunda, es su apropiacion de la dialectica del 'Amo y el esclavo" de Hegel. Hay que ver, le prometo releer ese escrito de Hegel, y de Kojeve, y la apropiacion lacaniana, para explicarsela, puesto que ahora, se ha convertido en parte de eso que conoci, utilice, y en el desuso, se torno mera reminicencia.
Acerca de lo representable en el incoscniente freudiano, de que quiere hablar?
En lacan, el inconsciente esta del lado del Real, lo cual opera con una ley ubicua: la del no-todo. De forma que, hay una constante 'dialectica' de representacionalidad, pero que solo se da en relacion a un hueco, una fisura, que a medida que se expande, paradojicamente no se ve mas grande: habria que comparar, y en el Real, no hay tal cosa como panoptismo, puesto que no se presta fundamentalmente a ser representado.

No se puede saber, si se le ha representado mucho, puesto que habria que ironicamente representarnoslo todo, ademas, de que se podria sugerir, que en lo que al devenir historico de las ideas respecta, parece inclinarse mas al hecho de que hemos representado muchas representaciones previas(una vision revisionista) a que hemos producido constantes representaciones noveles.

Vendre con man.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
22/04/2008, 06:18
Necesitaría ver más claro de dónde saca Lacan de Hegel el método de entrar a analizar el discurso. Imagino que le impresionó la fenomenología, pero es algo desquiciado como orden supuesto. Nunca he llegado a entender qué ve la gente en Hegel y no en otros. Si se hubiese preocupado más de avances de la ciencia de su tiempo hubiese dicho menos disparates que son tomados por absoluta sabiduría filosófica. Una gran parte de los filósofos más renombrados de Europa han sido seguidores suyos. Cuando cogí la fenomenología estuve un tiempo a gusto con ella, pero, al final, ¡la hubiese lanzado a las llamas!. Con Freud me pasa algo parecido, transitan la incertidumbre. Si el desconocido se hubiese replegado en lo conocido podría llevar a algo claro, pero la teoría de los contrarios impone su propio orden, y allá se las arregle el mundo y el conocimiento. En mi primera lectura de Freud ya me llamó la atención esa inclinación a encontrar significados contrarios a los términos como los objetos de los sueños y la polarización del personaje del otro y el uno. ¿Cómo justifican la simetría? ¿Porque sí? ¿Dónde está la teoría que los ponga en relación? Por eso me interesaría saber qué más herramientas tenía Lacan que la especulación a secas (que es el motor de la dialéctica, su injustificación y el veneno que inyectó a sus vástagos: de determinación nada, sólo hablar de ella).

Es cierto que el problema del discurso está en que no es recomponible justamente, pero ese debiera ser el siguiente paso en su análisis. Peirce buscó, desde Hegel y en contra de Hegel, el análisis semiótico que tiene muchas más posibilidades que las estrictamente lógicas, pues el objetivo era ampliar las categorías kantianas y arrancar la mismisidad a la cosa en sí. El tercer paso, la terceridad, era la puesta en relación en sentido de representación, hacerse cargo de la inmensidad de una función representativa que no se agota, es un problema continuo. El problema es que Peirce no se preocupó del lenguaje como discurso por su arbitrariedad, se preocupó de lo no arbitrario. ¿A qué responde esta?.

“Se nos plantea, pues, la labor de investigar la relación … en general de todos los hombres con la realidad y a***** así, en el cuerpo de nuestras teorías, la significación psicológica del mundo exterior real.

… No es difícil reconocer la tendencia a que estos procesos primarios obedecen, tendencia a la cual hemos dado el nombre de principio de placer. Tienden a la consecución del placer, y la actividad psíquica se retrae de aquellos actos susceptibles de engendrar displacer (represión). Nuestros sueños nocturnos y nuestra tendencia general a sustraernos a las impresiones penosas son residuos del régimen de este principio y prueba de su poder.

… expusimos ya nuestra hipótesis de que el estado de reposo psíquico era perturbado al principio por las exigencias de imperiosas de las necesidades internas. En estos casos, lo pensado (lo deseado) quedaba simplemente representado en una alucinación, como hoy sucede con nuestras ideas oníricas. La decepción ante la ausencia esperada motivó luego el abandono de esta tentativa de satisfacción por medio de alucinaciones, y para sustituirla tuvo que decidirse el aparato psíquico a representar las circunstancias reales del mundo exterior y tender a su modificación real. Con ello quedó introducido un nuevo principio de la actividad psíquica. No se representaba ya lo agradable, sino lo real, aunque fuese desagradable. Esta introducción del principio de realidad trajo consigo consecuencias importantísimas.” (Freud, Los dos principios del suceder psíquico)

De nuevo nos sorprende el estilo schopenhauriano de Freud. Esos órdenes de relación son los grados de objetivación de la voluntad y la emergencia de la conciencia en sus diferentes grados. Schopenhauer era radicalmente kantiano en cuanto a las formas del conocimiento y representación de la realidad. ¿Dónde sacan aquí a Hegel?. Schopenhauer es claro en la oposición de la voluntad a la razón, pero nunca a modo de negación dialéctica (que su único sentido es recrear hacia atrás) sino negación de la voluntad a través del conocimiento en sus formas puras (esta idea se podría traducir a jerga hegeliana y seguiría teniendo un sentido contrario al de Schopenhauer). Los distintos grados no dan de sí síntesis con finalidad alguna –salvo la causalidad y el dolor- (sería el estudio de las segundidades). Se incluyen en el proceso y allí derivan. Está claro que su representación es el problema en el sentido del conocimiento como forma de continuidad –el sentido de las síntesis de Kant-.

Freud distinguía el inconsciente de lo no consciente (no dado a la conciencia), de manera que no era representable en un sentido fenomenológico. ¿Pero y si representamos las relaciones de la conciencia con las segundidades de la voluntad?.

Me ha gustado lo del no-todo, yo lo extraigo estrictamente de mi lectura de Kant (es el no-consciente de Freud). No sé qué uso le da Lacan, pero es un arma peligrosa. Es el momento escéptico que no sabe y busca saber. Del uso infinitesimal de esa noción de Leibniz, Hegel lo pasó a conceptos indeterminados (repitiendo la palabra de determinación), lo contrario de Kant.

Cuando la represión tiene objetos representados puede emerger a la conciencia, de ahí su interés

Serg
22/04/2008, 21:25
El problema, es que Lacan ve en Freud, algunas cosas inconsecuentes y con la unica arma que encuentra poder sacarles punta, es, con Hegel.
Por ejemplo:
1)Freud sustrae(reduce) todo el funcionamiento y el devenir psiquico a una economia libidinal(la famosa Catexis) regida a su vez(en lugar de el Capital, o La reglamentacion de Mercados Libres Internacionales) por el Principio del Placer. Aqui, es donde Lacan se detiene a protestar. En este punto dicta un seminario, y escribe acerca de "Mas alla del principio del Placer", "Como?" bueno notando al menos dos coyunturas muy burdas:
a)la compulsion de repeticion de parte del inconsciente, en la revivencia esporadica y continua, de traumas, de lo que contribuye a la desestabilidad del 'yo' bien 'libidinalmente construido'.
b)si la angustia en Freud, se reduce a una queja, angustia pura primaria(eje:cuando el bebe se siente separado, llora por leche, extra~a a su madre, etc...) pero a la vez Freud dice que al ser un afecto solo pertenece al orden del yo, Como es que se da, en un sujeto que carece de 'yo' alguno! Puesto que el mismo Freud describe al hombre como aquel organismo al cual el lenguaje lo atraviesa y lo hace encorbarse sobre si mismo(autoconsciencia) y lacan habia dicho que 'se tiene inconsciente porque se habla'!
Lo del no-todo y el real, bien se lo pienso ampliar algo despues.
Pienso que a usted le puede interesar.
bueno, vengo con mas despues, no estoy teniendo mucho tiempo estos dias. Ando bueno...algo envuelto.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
23/04/2008, 07:31
Serg, creo que vamos a encontrar dos dificultades que tal vez problematicen la discusión porque veo que entramos en el juego que nos puede confundir, el de Hegel. Por muy interesante que sea por momentos la fenomenología, una mirada atenta descubre las “fisuras” de la misma conciencia que trata de estudiar. Hegel propuso esta línea de estudio de la conciencia en unas determinaciones lógicas que desafiaban la misma estructura que edificaban. Zarandearon las categorías hasta quitarles todo el sentido a costa de poder contar con el elemento indeterminado pero determinante que todo lo puede; el trascendental libre, que cambia el conocimiento por las esencias. Ahora, el orden del mundo es el de la conciencia determinada por un proceso que se ha negado a aceptar por la suposición de la misma naturaleza de la conciencia, SER -en sí por sí y para sí-. Es la inversión a la que me he referido que hizo Hegel de Kant. Puedo aceptar el salto de negarse a la limitación e imposición, pero la deja en suspenso asumiendo con descaro el sentido de su progreso, su finalidad. ¡No!. No sólo no recuperamos la conciencia desalojada -de sí-, sino dejamos que sea la misma locura quien nos dirija.

No puedo decir que el problema sea ridículo especulativamente, como si la especulación fuese ridícula, pues yo mismo participo de los juegos especulativos. No estoy totalmente en contra de algunas ideas de Hegel, pero se traiciona en cuanto priva de sentido –no ensimismado- al proceso-progreso al que se dirige. ¡Traiciona la misma dialéctica dejándola vacía-hueca!. ¿Por qué el ser-anterior ha de ser superior al ser-posterior o el ser-posterior superior al ser-anterior? ¿Por qué asumimos los sentidos de las síntesis si son realmente sintéticas y emergen sobre su pasado? No podemos saber su sentido si no es habiéndolo supuesto-propuesto-. Eso es lo contrario de una verdadera fenomenología-lógica.

Disculpe que insista en Hegel, pero sus ideas están incrustadas en el proceder de muchos pensadores, y no sólo llevan censurar otros discursos, sino a asumir un cierto sentido de totalidad.

Tengo actualmente unos “escritos” de Lacan sobre el amo y el esclavo con mucha huella hegeliana que debo repasar un poco más antes de comentárselos.

En cuanto a su distinción de a) y b) creo leer la estructura y el proceso mismo del que se sirve la estructuración. Espero me lo amplíe con respecto al lenguaje.

Espero con interés sus ampliaciones sobre el tema.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
25/04/2008, 05:11
“Freud sustrae(reduce) todo el funcionamiento y el devenir psiquico a una economia libidinal(la famosa Catexis) regida a su vez(en lugar de el Capital, o La reglamentacion de Mercados Libres Internacionales) por el Principio del Placer. Aqui, es donde Lacan se detiene a protestar”

Aunque estoy a la espera de sus ampliaciones, me voy adentrar en cuestión. La determinación del orden del hombre por factores y agentes económicos no la discute nadie, sino que sus efectos sean la totalidad del problema. Aun suponiendo los problemas económicos como una totalidad, hay problemas que han emergido de esa situación atendiendo a distintos niveles de conflictos, que sí han sido o son su determinación, su terceridad asumida en el proceso sintético, y que llamé "problematizar la causalidad social" (me refería a sociología y no a economía, pero son lo mismo). Lo que me lleva a comentar

“La compulsion de repeticion de parte del inconsciente, en la revivencia esporadica y continua, de traumas, de lo que contribuye a la desestabilidad del 'yo' bien 'libidinalmente construido”.

Como he dicho, lo que llega a emerger se puede recomponer desde hipótesis representacionales. Está claro que ésto no soluciona todo el problema, ¿pero es que, acaso, el inconsciente es la determinación total del problema? ¿es el “todo o nada” una especie de inconmesurabilidad?.

Si nos remitimos a problemas en la mediación de diferentes problemáticas encontramos la aclaración del espacio hueco que suponía la miopía, pues no es que no esté, es que no se ve (los problemas de la visión son muy aclaradores, en mi sentido de fenomenología, y no en el de la escuela conocida por ese nombre). Este enfoque gestalt no creo ques sea sospechoso de reduccionismo, pero lo usa si lo requiere en algún momento. Este es el margen que distaba entre la intención y las síntesis, y es el problema.

Como se sugería en la problemática P-K, dos teorías pueden convivir –no es necesario que sea pacíficamente- con sus márgenes de aplicación y sus dominios. Sin duda, su ampliación requerirá nuevas síntesis de puesta en relación. ¿No he dicho que no hay tal cosa como la cosa en sí?. El en sí es el supuesto de contenido, su desvele el problema; qué pensar.

El centro del significado de las problemáticas puede ser, si se quiere, sólo epistemológico (conocimiento sin más objeto que el mismo conocimiento); eso no niega la validez del uso de ese conocimiento en distintas situaciones. Ya le sugerí hace meses a Pompilio que se trataba de una generalización del ad-hoc-ismo. Ese espacio hueco era el que hacía vacío el conocimiento al no tener más que su original sentido, el conocimiento que no tiene más objeto que el relacionado con urgencias epistemológicas. Por ese camino tomamos el problema de la cosa en sí, con total y la más deplorable actitud filosófica, como si fuese algo –y es que en verdad lo es, ¡ello mismo!-. La ausencia de determinación no es de la teoría con sentido –aunque no ensimismado-, sino de la que vive su sentido como una totalidad abstracta y hueca a la espera de su determinación, pero que llama su verdad. En efecto, cosa "en sí".

Serg
25/04/2008, 21:19
Le digo , que sus reflexiones a veces, se tornan impenetrables, aunque me atrevo ser generoso, y decir, que en el mejor de los casos: en los que es por profundidad sincera, y no por oscurecimiento vanidoso(al decir de Nietzshe).

Le ruego que discurra a algun nivel en que nos entendamos, sea, a manera de 'tanteo' al menos,jeje.

Acerca de lo que entendi, si estoy deacuerdo con la primera parte acerca de lo sociologico, pero seria peticionar en vano una posicion. Le digo que Lacan ya ve en esto un problema en Freud, la catexis no es el todo del funcionamiento del psiquismo.
Bueno, me tardo porque quiero poder traerle muy especificas bibliografias, pero le adelanto entonces, en el seminario 2 de Lacan, hay uno o varios capitulos(clases)articulando a Hegel y el funcionamiento de la consciencia en Freud. En el seminario 'Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanalisis", tambien, en "El reverso del Psicoanalisis" tambien, en un librito, que contiene tres conferencias distintas, a tres publicos distintos, en las cuales Lacan tenia una hora o dos para introducir su pensamiento, hace una mencion de hegel, y varias de Heidegger, en relacion a su frase 'language speaks man'. Se llama 'Mi ense~anza" de Jacques lacan, compilado por Jacques Allain Miller.

Estoy buscando algunas citas para traerlas y postearlas. Espero hacerlo pronto.

Pero continue, no hay porque detener la conversacion, al menos, las partes que no requieren de estas citas.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
28/04/2008, 07:40
Lamento la impenetrabilidad, Serg. Le agradeceré si me cita lo que parezca escondido. Hubo unos meses en los que pretendí que fuesen los mismos aportes que hacía los que sirviesen de aclaración a mis textos, pero como me citaba a mí mismo, se me tomó por pedante y falsa autoridad. Por Dios, ¡no es quién!. En el tema que he abierto de dialéctica me he referido a otro tema en el que participamos Santiago y yo hace meses. Muchas cosas que digo vienen de otros temas, autores comentados u obras. Para eso creo que están los distintos aportes. Tal y como sugiero, las síntesis son muy problemáticas porque usurpan el sentido en su aplicación, tomando la parte por el todo y el momento por la sucesión.

Tengo que agradecerle que me cite las referencias. Voy a repasar ese seminario.

Me gustaría que me aclarase lo de la petición en vano. Estoy de acuerdo en que un supuesto es una petición, pero la terceridad se dirige a que no sea en vano; más bien, ella misma es un sentido, no su fundamento. Como me dijo usted hace unos días:”mis criterios de 'superacion' son los mas sencillos: aquellos que rorty demarca pragmaticamente” y “Mover la red de creencias, hilvanar nuevas modaidades en esa red, me parece que es una tarea loable(de hecho inevitable), es la cuestion de 'progreso' la que, me suena media realista aun”. Si lee lo que critico de Hegel no puedo aceptar el sentido de progreso más que como dejado en suspenso.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
29/04/2008, 07:27
“La significación cultural que se revela –y que revela horizontalmente, en cierto modo, que se revela a partir de un mundo histórico al que pertenece y -que revela-, según la expresión fenomenológica, los horizontes del mundo-; esta significación mundana se encuentra subvertida y transformada por otra presencia, Abstracta (o, más exactamente, absoluta), presencia no integrada al mundo. Esta presencia consiste en venir hacia nosotros, en presentarse. Lo que puede enunciarse así: el fenómeno que es la aparición del Otro, es también rostro; o dicho de otro modo (para mostrar esta entrada siempre novedosa en la inmanencia y la historicidad esencial del fenómeno): la epifanía del rostro es una visitación.”
(Levinas, Humanismo del otro hombre)

“¿cuál es la realización, el fin de la historia? … Quiere decir lo que ustedes hacen, aún cuando no piensen en ello … ¿el conjunto del progreso de la fenomenología del Espíritu es un dominio cada vez más elaborado?. … El fin de la historia es el saber absoluto. De aquí no nos zafamos: si la conciencia es el saber, el fin de la dialéctica de la conciencia es el saber absoluto, escrito como tal en Hegel. … en Hegel este saber absoluto se encarna en un discurso … todo está siempre ahí, toda la historia está siempre actualmente presente, en vertical … de lo que se trata … es que el discurso se cierre sobre sí mismo, que esté enteramente de acuerdo consigo mismo, que todo lo que puede ser expresado en el discurso sea coherente y justificado.

Esto nos conducirá a … la originalidad de lo que aporta Freud en relación con Hegel

En la perspectiva hegeliana, el discurso concluido-claro está que a partir del momento en que el discurso haya llegado a su conclusión ya no habrá necesidad de hablar, es lo que llaman etapas post-revolucionarias, dejémoslo de lado-, el discurso concluido, encarnación del saber absoluto, es el instrumento de poder, el cetro y la propiedad de los que saben. Nada implica que en él participen todos. Cuando los científicos de los que hablé ayer-es más que un mito, es el sentido mismo del progreso del símbolo-han llegado a cerrar el discurso humano, lo poseen, y a los que no lo tienen sólo les queda dedicarse al jazz, a bailar, a divertirse, los buenos, los simpáticos, los libidinosos. Esto es lo que llamo dominio elaborado.”

(Lacan, Seminario 2, clase 6)

Aunque Levinas y Lacan parecen contradecirse en lo que llaman horizontal y vertical, se refieren a la totalidad. El sentido hegeliano que Serg nos anticipó es la herencia que yo asumo en todos los hegelianos: el sentido de las síntesis. El movimiento que Popper aclaraba a Santiago debía quedar replanteado, no desde ese saber que vive la libertad que le da su conciencia, sino desde el indeterminismo que el conocimiento pone en un nuevo mundo a la mano. Popper, que era kantiano en su enfoque de “la cosa en sí” y entiende esa libertad como una responsabilidad, se debe ver desde el sentido hacia el conocimiento en las síntesis kantianas.

Las posibilidades del conocimiento como una discontinuidad en el orden de la causalidad se hacen en su reordenamiento. Schopenhauer se topó con esta apertura y la tomó como la superación de una inmutabilidad del carácter tan dependiente de la cosa en sí y la voluntad. El carácter no se cambiaba realmente, pero sí podía vincular el carácter, las acciones y su responsabilidad. Como su maestro Kant, su libertad era sólo trascendental, no real, pues el dominio de la cosa en sí era privado; pero se había hecho real al implicar el conocimiento en ese reordenamiento que era final en su conclusión. Esta enorme diferencia en la visión de las síntesis radica sobre todo en ésto, la libertad no es un momento vacío, sino que su relleno sólo puede darse en su sucesión. Vivir las antinomias en la conciencia como conocimiento en sí, quita todo propósito al conocimiento y nos exime de su responsabilidad. Así, en efecto, los títeres de los que habla Lacan.

El determinismo histórico de la argucia de la razón vive su libertad en su conciencia de sí, y delega la responsabilidad que daba la libertad trascendental a otro, a La historia, y no a uno; a La historia y no al hombre. Por esto dije que “cuando la represión tiene objetos representados puede emerger a la conciencia, de ahí su interés”.

Los interesantes usos antropológicos de Hegel, que imagino que Serg nos podrá ampliar en textos de Lacan, pueden traicionase a sí mismos por la concreción de usos conceptuales en determinaciones no incluidas de antemano en su aplicación. Por ello la especulación puede ser la ruina de cualquier reflexión.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
12/05/2008, 08:01
La totalidad irreducible es un veto al significado analítico. Ciertamente, no podemos sino andar con partes, aunque sean holísticas. El efecto totalizador, sintético y “todo o nada” reclama una posición privilegiada que se pone continuamente en cuestión. Como le dije a Serg: ”¿es el todo o nada una especie de inconmesurabilidad?”. Parece un proceder injusto proponerse como sentido y, además, exigirse. Es un tipo de ironía burlona como el ladrón que en su fuga saluda a los sorprendidos dueños de la casa con un cortés “muy amables”.

Las supresiones de las respuestas de actividad neuronal tienen un modo de ajuste al “fluido” encauzado (son dos momentos con extraños parecidos a la actividad cuántica en la que cada vez más gente parece estar de acuerdo, y por lo que fui censurado al relacionar a Hegel y física moderna). Cada momento puede ser replanteado en su emergencia, y determinarse de otra forma a partir de ahí. Como le dije al Sr. Zigrino en su ataque a la dialéctica, puede ser que ese método tenga alguna extraña aplicación para la armonización de la actividad cerebral.

El sentido de responsabilidad, que no comparto generalmente con la mayoría mis maestros, está delante de nuestras narices, en su sintética y su analítica ¿No es lo que resuelve la síntesis de la conciencia, aun en su limitación?.