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Ver la versión completa : reconocer a Dios no es suficiente



zouitinamed
28/03/2008, 14:52
Todas las existencias y sistemas vivientes que hemos abarcado en este libro establecen claramente que Dios creó todo el universo y todas las criaturas dentro del mismo. Toda existencia, incluido el ser humano, debe la vida a Dios. El es Quien les dio vida y los mantiene con vida hasta cierto momento. Es Dios Quien les alimenta, protege y, cuando caen enfermos, les restaura la salud.
Los signos de la creación de Dios, de los cuales analizamos solamente unos pocos en este libro, son tan manifiestos, que cualquier persona consciente, con discernimiento, puede ver y aceptar fácilmente las realidades antes referidas. Sin embargo, llegar a ese punto, es decir, aceptar que estamos rodeados de las evidencias que demuestran que Dios creó el universo, no es suficiente. En el Corán Dios se refiere a esa gente que acepta Su existencia y no obstante aún no está en el sendero recto:

Di: "¿Quién os procura el sustento del cielo y de la tierra? ¿Quién dispone del oído y de la vista? ¿Quién saca al vivo del muerto y al muerto del vivo? ¿Quién lo dispone todo? Dirán: "¡Dios!" Di, pues: "¿Y no vais a temerle?" Ese es Dios, vuestro verdadero Señor. Y ¿qué hay más allá de la Verdad, sino el extravío? ¡Cómo podéis, pues, ser tan desviados! (Corán, 10:31-32)

Es muy importante el tipo de humano mencionado en el versículo: esos que responden todas las preguntas que se les hacen acerca de la existencia y atributos de Dios y aceptan que Dios creó todas las cosas. No obstante, Dios aún les advierte "¿Y no vais a temer?" o "¡Cómo podéis, pues, ser tan desviados!".
Esto nos muestra que aceptar la existencia de Dios no significa haberse salvado del "error". Satanás no rechaza la existencia de Dios sino que se rebela contra El. Una persona puede confirmar la existencia de Dios bajo la influencia de algunas convicciones formales heredadas, pero sin captar completamente el sentido de su proceder. El tipo humano descrito antes es así, pues confirma la existencia de Dios sólo de palabra, pero no comprende la esencia de lo que acepta. Esta situación se describe así en el Corán: No han valorado a Dios debidamente. Dios es, en verdad, fuerte, poderoso. (Corán, 22:74)
Por otra parte, la persona que ha valorado a Dios de la manera debida es muy distinta a la del tipo antes mencionado. Quien considera a Dios correctamente, percibe que todo el universo fue creado con un propósito. Y ese propósito es que se vea la realidad de los signos de Dios en la creación, observables desde cualquier punto del universo, para servirlo mejor, para someterse a El y venerarlo. Este hecho Dios lo comunica así: No he creado a los genios y a los hombres sino para que Me sirvan. (Corán, 51:56). Todos los signos en el universo sirven al propósito de recordar al ser humano su obligación de servir a Dios:

Ese es Dios, vuestro Señor. No hay más Dios que El. Creador de todo. ¡Servidle, pues! El vela por todo. (Corán, 6:102)

Es Dios Quien crea al ser humano de una gota de fluido, lo cría, lo alimenta, le da la vista y el oído, le restaura la salud cuando se enferma. No hay que olvidar que Dios crea el increíble sistema inmune del cuerpo, las medicinas, el conocimiento para elaborarlas y los doctores. Por lo tanto, el ser humano debería servir a Dios solamente, adorarlo y obedecerlo a El únicamente.
El indicio más explícito del acatamiento del ser humano a Dios, está dado por el hecho de reverenciarlo, honrarlo. Quienes sólo reconocen a Dios de palabra, son aquellos que le tienen miedo. Una persona de fe genuina en Dios, considera muy incorrecto oponérsele. Debido a que ve Sus signos en todo el universo, llega a percibir Su poderío y omnipotencia (y por eso Le honra y adora).
Además, la persona que tiene fe en Dios, se instruye de otra realidad en el Corán: este mundo es una creación provisoria. El ser humano estará aquí solamente por un tiempo muy breve. Luego, según el versículo ¡Hombre! Te esfuerzas con denuedo en encontrar a tu Señor y Le encontrarás. (Corán, 84:6), retornará a Dios. Comenzará su vida eterna en el más allá, bajo una forma nueva que El le dará. Que en el otro mundo pase la vida en el Paraíso con una felicidad eterna, o en el Infierno sometido a un tormento eterno, depende de sus acciones en este mundo. Si obedece a Dios, si Le sirve y si sigue Su sendero en este mundo, será recompensado con la aprobación (el agrado) de Dios y el Paraíso. Si se rebela contra Dios, solamente encontrará la desgracia y el tormento extraordinario en el Infierno.
Esta es la más grande verdad del mundo y nada puede ser más importante que esto, para nadie.
Como dijimos al comienzo, algunas personas que son propensas a cerrar los ojos frente a esta verdad, no aseveran la existencia de Dios o lo hacen sólo formalmente, olvidándose del más allá. Esta situación es descrita en el Corán en lo que expresa el Profeta Yusuf: … La decisión pertenece sólo a Dios. El ha ordenado que no sirváis a nadie sino a El. Esa es la religión verdadera. Pero la mayoría de los hombres no saben. (Corán, 12:40). En otro versículo dice Dios: … Pero la mayoría de los hombres no saben. Conocen lo externo de la vida de acá, pero no se preocupan por la otra vida. (Corán, 30:6-7). Como se dice en el versículo, esa gente solamente conoce "lo externo". Por ejemplo, pueden conocer muy bien el tipo de cambio o la moda. Pero no pueden ver los signos de Dios que están por todas partes y no alcanzan a captar el poder de Dios. Puede parecer que están aceptando formalmente la existencia de Dios, pero esa es una forma muy torcida o aviesa de "creencia". Por eso se dice en el Corán: … habéis pospuesto con desprecio a El, como quien arroja algo hacia atrás… (Corán, 11:92)
Estas personas no son conscientes de Dios y del más allá en un sentido real. Por esa razón, el orden social que adoptaron es un sistema basado en la ignorancia de Dios y en la desatención de Su existencia. Esas personas que no tienen en cuenta para nada a Dios, por más "cultivadas" que puedan parecer, en realidad son profundamente ignorantes, motivo por el cual la sociedad que construyen es llamada en el Corán "sociedad ignorante".
Los miembros de nuestra sociedad no pueden concebir a Dios por medio de sus propios esfuerzos, razón por la cual El reveló el Corán a los seres humanos como "dirección" (Corán, 2:2). El Corán comunica a la gente las realidades de las que son inconscientes y la invita a que Le conozcan y Le sirvan. La divulgación del Corán entre las personas será, de acuerdo con lo dispuesto por Dios, a través de esos que creen en Su Libro, es decir, de los creyentes. Con respecto a las numerosas órdenes de Dios en lo que hace a la comunicación de la religión, los creyentes son responsables de que otros conozcan el mensaje del Corán y de convocarlos al recto sendero de Dios.
En este libro intentamos explicar algunos temas que trata el Corán y que Dios quiere que les prestemos atención. Con este trabajo intentamos que las personas se aboquen a percibir mejor unos pocos signos de Dios en el universo, de los infinitos existentes. Buscamos iluminar esos grandes hechos que no son comprendidos por la sociedad ignorante que ha olvidado a Dios. Las personas que han leído este libro, o cualquier otro libro que invite al camino de Dios, tienen dos opciones:
La primera es ser guiadas al sendero de Dios. El nos creó y nosotros tenemos la responsabilidad de servirle. Cualquier persona puede sopesar esto en cualquier momento o día de su vida y renunciar a seguir procediendo como lo hacía mientras desconocía a Dios. Entonces pide el perdón de Dios y comienza una nueva vida guiada por El.
La segunda opción es cerrar este libro y seguir la vida como si no hubiera sucedido nada. En este caso, la persona continuará viviendo como "alguna gente", inconsciente de Dios, y se mantendrá en consonancia con el sistema de la sociedad ignorante en la que vive.
La primera opción es la que se toma para la felicidad y salvación eternas. La segunda finaliza, únicamente, con dolor, desesperación, desengaño y castigo.
La elección la hace cada ser humano….



…"¡Gloria a Ti! No sabemos más que lo que Tú nos has enseñado.
Tú eres, ciertamente, el Omnisciente, el Sabio".
(Corán, 2:32)


fuente :
http://www.harunyahya.com/es/lossignos18.php