Umbras Monstrator
22/03/2008, 16:51
Se supone que nada debía decirnos el destino que pudiera dejarnos con la boca abierta,
nos equivocamos, amor,
el destino nos dejó la mandíbula por el piso;
es que ¿quién hubiera dicho que la cosa sería así de simple?
que yo te vería mirándome y me preguntaría “¿y porqué no?”
Las cosas se nos hacen simples a veces
y nos parece mentira.
Naaa, nada tiene que ver un dios en todo esto por más que te guste pensarlo,
yo sé que tú crees en él
pero a mí más me gusta pensar que son cosas que pasan
como otras pueden pasar,
quizás ninguno de los dos estuvo equivocado al no esperar.
Es así, como te digo,
las cosas están ahora en su debido lugar
y ¿qué importa quién fue el responsable? ¿Quién habló a quién en primer lugar?
Está bien que son bellos los recuerdos
a mí me invaden cada dos por tres,
pero tampoco es el caso de buscar responsables ni razones de ser,
pero ojo, no es que no me guste la idea,
es sólo que no me corresponden los laureles, jaja.
Será que ahora nos toca el volvernos responsables
y cuidar lo que la vida con tanto cuidado nos preparó,
por mí no hay problema, sé bien que quiero seguir a tu lado;
lo mínimo que podemos hacer es rebuscarnos las conciencias para mañana
no tener nada que decir ni reprochar.
Está listo, amor, esto es todo lo que tenía para decirte en este momento,
aparte de un te quiero que muchas veces se niega a salir,
lo que pasa no es que no te quiera o que a veces me olvide de hacerlo o que esté ocupada con un quehacer,
lo que pasa es que sé que lo sabes, como yo sé que me quieres también.
Esta es mi carta del ayer y del hoy para mañana,
así nunca olvidas que estoy.
nos equivocamos, amor,
el destino nos dejó la mandíbula por el piso;
es que ¿quién hubiera dicho que la cosa sería así de simple?
que yo te vería mirándome y me preguntaría “¿y porqué no?”
Las cosas se nos hacen simples a veces
y nos parece mentira.
Naaa, nada tiene que ver un dios en todo esto por más que te guste pensarlo,
yo sé que tú crees en él
pero a mí más me gusta pensar que son cosas que pasan
como otras pueden pasar,
quizás ninguno de los dos estuvo equivocado al no esperar.
Es así, como te digo,
las cosas están ahora en su debido lugar
y ¿qué importa quién fue el responsable? ¿Quién habló a quién en primer lugar?
Está bien que son bellos los recuerdos
a mí me invaden cada dos por tres,
pero tampoco es el caso de buscar responsables ni razones de ser,
pero ojo, no es que no me guste la idea,
es sólo que no me corresponden los laureles, jaja.
Será que ahora nos toca el volvernos responsables
y cuidar lo que la vida con tanto cuidado nos preparó,
por mí no hay problema, sé bien que quiero seguir a tu lado;
lo mínimo que podemos hacer es rebuscarnos las conciencias para mañana
no tener nada que decir ni reprochar.
Está listo, amor, esto es todo lo que tenía para decirte en este momento,
aparte de un te quiero que muchas veces se niega a salir,
lo que pasa no es que no te quiera o que a veces me olvide de hacerlo o que esté ocupada con un quehacer,
lo que pasa es que sé que lo sabes, como yo sé que me quieres también.
Esta es mi carta del ayer y del hoy para mañana,
así nunca olvidas que estoy.