Espartacus
15/03/2008, 22:04
Niña de ojos esmeralda,
¿Que te ha contado mi silencio?...
Quien susurró mi nombre en tu entraña,
y ¿quien desmembró el pensamiento
hosco de la tregua,
sobre el agua agridulce de mi pena?
Niña dorada, lastimosa y etérea
Jugarás conmigo a la deriva
en otro pedazo de encuentro,
calando hondo los sentimientos,
sembrando nuevas semillas, sin cóleras
sin estupefactos artilugios en la mira…
¡Oh!, niña fecunda, transhumante y solitaria,
vendrás conmigo al centro
de la ronda de enemigos afiebrados,
por demostrarte toda su codicia.
Niña de ojos esmeralda.
Pareces joya y misterio,
pareces joya, ¡brillante soberana!,
cayendo como lagrima de fuego al pecho.
Este pecho frío, tácito…
ojeroso y oliendo a madreselvas.
Encanto de luna al horizonte,
crepuscular estertor de los vientos.
Vientos, ¡Oh!, como manos
Golpeando las puertas de mi cielo;
cielo aquietado, quietud frecuente y sin miedo.
Unamos, Niña lastimosa,
Niña dorada y etérea,
nuestras canciones que ayer creamos
pensando solamente en el encuentro…
¿Que te ha contado mi silencio?...
Quien susurró mi nombre en tu entraña,
y ¿quien desmembró el pensamiento
hosco de la tregua,
sobre el agua agridulce de mi pena?
Niña dorada, lastimosa y etérea
Jugarás conmigo a la deriva
en otro pedazo de encuentro,
calando hondo los sentimientos,
sembrando nuevas semillas, sin cóleras
sin estupefactos artilugios en la mira…
¡Oh!, niña fecunda, transhumante y solitaria,
vendrás conmigo al centro
de la ronda de enemigos afiebrados,
por demostrarte toda su codicia.
Niña de ojos esmeralda.
Pareces joya y misterio,
pareces joya, ¡brillante soberana!,
cayendo como lagrima de fuego al pecho.
Este pecho frío, tácito…
ojeroso y oliendo a madreselvas.
Encanto de luna al horizonte,
crepuscular estertor de los vientos.
Vientos, ¡Oh!, como manos
Golpeando las puertas de mi cielo;
cielo aquietado, quietud frecuente y sin miedo.
Unamos, Niña lastimosa,
Niña dorada y etérea,
nuestras canciones que ayer creamos
pensando solamente en el encuentro…